Estados Unidos está en récord de exportación de petróleo en plena crisis de los países del Golfo
- Las exportaciones de petróleo de Estados Unidos ocupan dos terceras partes del espacio dejado por el pacto de reducción entre la OPEP y Rusia
- En la actualidad operan el doble de pozos extractivos mediante fracking, más de 900, que hace un año
- El conflicto entre Arabia Saudí, apoyado por Estados Unidos, y Catar no ha influido por ahora en el precio
06-06-2017
Estados Unidos ha batido el récord de exportación de petróleo, con una cifra de 1,3 millones de barriles de crudo enviados diariamente a países terceros.
Una cantidad que representa casi las dos terceras partes del recorte de producción que pactó la OPEP, encabezada por Arabia Saudí, y Rusia, para sostener el mercado.
Los datos oficiales aportados por Estados Unidos muestran también un récord de refino, de 17,51 millones de barriles diarios, convirtiéndose también en uno de los principales exportadores de gasolina y gasóleo, gracias a que en año y medio han aumentado su capacidad de refino en 800.000 barriles diarios.
Con estas cifras de producción y exportación de petróleo procedente en su mayoría de la explotación de yacimientos mediante la fractura hidráulica (fracking) difícilmente la OPEP será capaz de controlar el mercado.
Con un precio cercano a los 50 dólares (ayer el West Texas, referente americano, cotizaba a 47,56 dólares por barril), la industria estadounidense del fracking, uno de los grandes apoyos de Donald Trump, quien a su vez les ha regalado el rechazo del acuerdo de París para frenar el cambio climático, trabaja a destajo con nueva tecnología.
En estos momentos hay 908 pozos de explotación de crudo y gas en Estados Unidos, una cifra que no ha parado de aumentar en los últimos cinco meses.
El año pasado a estas alturas apenas había 500 pozos abiertos.
La nueva tecnología de perforación ha rebajado sustancialmente el tiempo necesario, a menos de 10 días.
Los productores estadounidenses están exportando fundamentalmente a Asia, aunque sin descuidar ningún mercado, con un nivel superior al de extracción de los pequeños productores como Catar, Ecuador o Libia.
Así las cosas, la grave crisis surgida en el Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por todos los países del golfo arábigo, y en el que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, seguido por Egipto y Yemen, han decidido someter a un férreo boicot a Catar y romper relaciones diplomáticas, acusándole de ser un sostén del terrorismo, no ha originado ninguna convulsión en el precio del petróleo.
Kuwait y Omán no se han sumado por ahora a esta ‘guerra’ contra Catar.
Estados Unidos apoya a Arabia Saudí en el conflicto con Catar
La crisis, tal como había informado hace días la prensa estadounidense, comenzó durante la visita de Trump a Arabia Saudí, donde se reunieron los mandamases de los diferentes estados del Golfo.
Según los saudíes, el jeque catarí Al Thani declaró que Irán era un poder de estabilidad, cuando lo que se hizo oficial de la reunión es que había que mantener el aislamiento de Teherán.
Los cataríes han denunciado que unas declaraciones atribuidas al jeque en la agencia de noticias de Catar fueron producidas por un hackeo.
También se acordó entre los países beligerantes con Catar atacar a los Hermanos Musulmanes, organización protegida en Catar, donde el ideólogo de aquella, Yusuf Al Qaradawi es una celebridad con acceso directo al Emir.
En esta batalla, Washington se puso del lado del bando saudí, a través de una declaración del Secretario de Defensa, James Mattis, quien advirtió a Catar que debería retirar el apoyo a los Hermanos Musulmanes, una organización a la que Trump está dispuesto a incluir en la lista de terroristas.
Habrá que ver hasta dónde llega esta escalada de conflicto y si no se les va de las manos a Washington, en la que incluso los líderes religiosos de Arabia Saudí, en connivencia con el poder, han denunciado las atribuciones de pureza wahabita, la corriente religiosa rigorista suní de la península arábiga, de la familia Al Thani, quienes declaran ser originarios de la región saudí de Al Nadj, donde nació el fundador de la secta, Ibn Al Wahhab.
Catar no tiene problemas para exportar su petróleo y gas ni para cubrir sus desfases prespuestarios ya que cuenta con cerca de 400.000 millones de dólares en el fondo soberano, que, en España, es propietario del 8% de Iberdrola y cuenta con propiedades inmobiliarias y agrícolas.
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