domingo, 20 de noviembre de 2016

La elección de Trump y los combates que se anuncian en el horizonte

La elección de Trump y los combates que se anuncian

La elección de Trump y los combates que se anuncian

La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos es un punto de inflexión brutal y peligroso, no sólo para los Estados Unidos, sino para el mundo entero.
1. Este punto de inflexión decisivo representa el fracaso final de los partidos de centro-derecha y de izquierda en los países capitalistas avanzados como consecuencia de la gran recesión (2007-2009), que abrió la vía para el triunfo de un candidato que utiliza el populismo de derecha para reforzar el racismo, la xenofobia y la reacción.
El éxito electoral de Trump bajo una plataforma de criminalización de los inmigrantes musulmanes y los mexicanos en particular -reforzará las fuerzas racistas y anti-inmigrantes de todo el mundo, tales como el Frente Nacional en Francia, cuya jefa Marine Le Pen felicitó a Trump y dijo que Francia conocerá el mismo destino. Este resultado refuerza incluso a organizaciones abiertamente nazis como Amanecer Dorado en Grecia.
El menosprecio de Trump por las mujeres, su historia de depredador sexual y la voluntad de restringir severamente el derecho al aborto, estimulan las corrientes reaccionarias que quieren demoler las conquistas del movimiento de las mujeres en este país y más allá.
Su política de "América primero" puede agudizar las rivalidades imperialistas y socavar las alianzas de Washington, así como las maniobras de Estados Unidos para mantener su dominación global. Por supuesto, este enfoque va a exacerbar el nacionalismo, especialmente en cuestiones relacionadas con los acuerdos de libre comercio.
El cerrará la puerta de entrada al número ya limitado de refugiados que el gobierno de los Estados Unidos recibe.
La campaña de Trump ha fortalecido las fuerzas de derecha en los Estados Unidos, incluyendo la extrema derecha, y su elección les dará probablemente más audacia. También podemos esperar que la policía racista que ya mata con impunidad a los negros, considere la victoria de Trump como una luz verde para continuar haciéndolo.
2. La elección no representa un cambio masivo hacia la derecha en la sociedad norteamericana -y no sólo porque Trump obtuvo menos votos que Hillary Clinton (ver artículo de Lance Selfa, Correspondencia de Prensa, 11-11-2016) 
De hecho, estamos asistiendo a un proceso de polarización política en que la derecha y la izquierda se desarrollan.
La orientación de la política en los Estados Unidos depende, principalmente, del desarrollo y construcción en los movimientos sociales, sindicatos y organizaciones sociales de una corriente activista, combativa, de izquierda. 
La ISO está comprometida junto a los asalariados y las asalariadas, oprimidos y oprimidas que van a sufrir los fuertes ataques bajo la presidencia de Trump. Vamos a participar plenamente en la lucha por la defensa de los que van a ser blanco de la ofensiva de la derecha, así como en un combate más amplio por la justicia.
3. La clase capitalista norteamericana y sus representantes políticos intentarán frenar los excesos de Trump. Pero el Partido Republicano, teniendo en cuenta el éxito electoral de Trump, probablemente, también tratará de normalizar su política, adaptando su programa a sus propios intereses.
La clase capitalista de los Estados Unidos no pudo frenar a Trump, pese a la abrumadora oposición dentro de sus filas. Una clase dirigente que dominó el mundo desde la mitad de siglo XX y que atraviesa hoy por tensiones internas, aunque en el seno de fracciones enemigas se compran a los políticos que tienden a estar interesados en sus propios intereses, sin tener otros objetivos más amplios.
Sin la disciplina de la Guerra Fría o la presión de una clase obrera organizada, los capitalistas estadounidenses han utilizado la era neoliberal para apoderarse de toda la riqueza que podían, sin tener en cuenta las consecuencias políticas. 
Los republicanos actuando de manera abierta y agresiva por este programa. 
Los demócratas tratando de mediar las exigencias del capital y las demandas de la base electoral del partido. Trump, quien reconoció que millones de personas encuentran intolerable el statu quo, quebró el consenso político, al menos retóricamente.
Por lo tanto, la Casa Blanca, dominada por personalidades de la clase dominante y los políticos socializados en el ejército norteamericano, estará ahora ocupada por un multimillonario sin escrúpulos. Trump, a pesar de las comparaciones que algunos han hecho con el líder fascista italiano Mussolini, se parece más a Silvio Berlusconi, el magnate de los medios de comunicación italianos que utilizó su fortuna y su fuerza de atracción populista, para imponerse a un establishment político corrupto y conservador.
4. Cualesquiera que sean las pequeñas cosas que una administración Trump pueda proporcionar a los trabajadores, a condición de que este sea el caso, serán mínimas en comparación con los enormes recortes fiscales que Trump ya se ha comprometido a poner en práctica. La Corporate America obtendrá las exoneraciones fiscales que demanda desde largo tiempo para traer de vuelta al país las masas de capitales exiliados. 
Y el Congreso controlado por los republicanos, será la oportunidad para socavar las regulaciones e incluso para atacar la seguridad social y el Medicare (seguro de salud para las personas mayores de 65 años).
La "reforma" fiscal bajo Trump, si ella se realiza, reforzaría la más grande desigualdad económica que los Estados Unidos haya conocido desde hace un siglo. 
Sectores de la clase obrera blanca que apoyaron a Trump verían sus condiciones agravadas, probablemente de manera dramática. 
Lo mismo con respecto a la columna vertebral de apoyo a Trump, constituida por una clase media maltratada en el plano económico, así como los propietarios de pequeñas empresas y los pequeños gestores.
Es una fórmula que conducirá a un mayor descontento social y político, en el momento que la derecha busque alcanzar plenamente sus objetivos, lo que ha ocurrido varias veces en el pasado.
5. La elección de Trump, basada en el miedo y el odio, se produce ocho años después de la primera campaña de Barack Obama para ganar la presidencia, marcada por su retórica de esperanza y cambio.
Asumiendo el cargo en medio de la peor crisis económica desde la década de 1930 con una sólida mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso, Obama tuvo la oportunidad de marginalizar a los republicanos por una década al menos. 
En cambio, la administración Obama se consagró a rescatar a los bancos y reducir el tamaño relativo del gobierno federal, mientras que los trabajadores recibieron una ayuda muy reducida, mientras que el desempleo y la carga de la vivienda treparon.
La legislación de la administración Obama en el sector de la salud -que podría haber dado lugar a un programa popular amplio y muy necesario, basado en el gobierno- sobre todo reforzó el poder de las grandes compañías de seguros y empresas farmacéuticas. 
Los asalariados y asalariadas pagan primas más altas ahora y reciben calidad más baja luego de la reforma de salud de Obama. 
En lo político, la oportunidad para que los demócratas fortalecieran su base electoral mediante la implementación de un sistema de salud universal ha sido en vano. En cambio, los republicanos han dispuesto de otro palo para golpear al llamado "gran gobierno" (la gran burocracia del gobierno federal) y a los demócratas.
Esta y otras decepciones abrieron el camino para el regreso de los republicanos en las elecciones de medio término en el año 2010, lo que puso en sus manos el control de muchos gobiernos estaduales y permitió el bloqueo sistemático en el Congreso desde entonces, con ello el Grand Old Party (GOP) obtuvo el fuelle para controlar tanto la Cámara de Representantes como el Senado. 
Algunos aumentos de impuestos a los ricos y las empresas y una mayor regulación de los bancos no impidieron que la Corporate América pudiera cosechar beneficios récord a pesar de la debilidad de la economía.
6. Las políticas del Partido Demócrata -desde Bill Clinton en la década de 1990 a la de Obama en los últimos ocho años- han minado en la clase obrera su base electoral tradicional después del New Deal y de la Great Socciety (años 1960), reduciendo el tamaño del gobierno federal y eliminando los programas federales para los pobres y precarios. 
El declive de los sindicatos -acelerado por las políticas pro-negocio de las administraciones de Clinton y Obama- fragilizaron aún más la base tradicional de los demócratas y desorientaron a la clase obrera organizada.
Dirigido por los "neo-demócratas" como Bill Clinton y Al Gore, la estrategia del partido consistió en construir redes electorales a través de las maquinarias políticas en las grandes ciudades y operar un giro superficial hacia la "diversidad" (las llamadas minorías), mientras se promovían políticas favorables a los negocios en un intento de ganar el apoyo de las periferias blancas de clase media tradicionalmente republicanas tradicionales. 
El crecimiento de Trump en el Partido Republicano, hizo que esta estrategia reapareciera en la campaña de Hillary Clinton en 2016, los dirigentes (demócratas) creyeron que podían suplantar a los republicanos como el primer partido del capitalismo norteamericano.
7. El papel de los demócratas como guardianes de un status quo cada vez más intolerable, creó las condiciones para una rebelión dentro del partido la cual se expresó en la campaña de Bernie Sanders durante la primaria demócrata.
Al apuntar a la "clase milmillonaria," Sanders -que no ocultó su trayectoria socialista- mostró que millones de trabajadores estaban dispuestos a adoptar un mensaje basado en los derechos y la solidaridad de los trabajadores.
Pero Sanders, después de abandonar su independencia política cultivada durante su vida política a fin de funcionar como un demócrata, finalmente dio el apoyo a Hillary Clinton en la Convención Demócrata el pasado verano. 
A partir de ese momento, cesó toda crítica al establishement del partido. Él apoyó una campaña destinada al fracaso, que se resume en el lema "América ya es grande" (en oposición a al lema de Trump: "Hacer América grande otra vez"].
8. Con el silencio de Sanders y con Clinton tratando de ganar votos republicanos, Trump no dejó pasar la oportunidad de hablarle a la clase obrera, algo inédito para un candidato a la presidencia de los Estados Unidos.
Después de usar el populismo derechista para derrotar a sus rivales republicanos, Trump centró de nuevo su campaña electoral en las reivindicaciones económicas de los trabajadores blancos y en las tradiciones más reaccionarias de la política de los Estados Unidos: en primer lugar, el racismo contra los afro-americanos y los inmigrantes.
En un país construido sobre la esclavitud, el genocidio de los indios norteamericanos y la conquista imperial, Trump siguió el camino de otros populistas de derecha como George Wallace (gobernador demócrata de Alabama, partidario de la segregación racial hasta los años 1970). 
También se apoyó en una base que, generalmente, está  más cómoda y cercana de Clinton y Sanders, según las encuestas de boca de urna. 
Pero también sectores de la clase trabajadora blanca -incluso en las zonas claramente ganadas por Obama en 2008 y 2012 - han rechazado la defensa de los demócratas de un status quo intolerable y se han alineado detrás de Trump.
9. La campaña "Trump" ha confortado a la derecha dura. Ella refuerza su confianza en materia de inmigración, de orden público y otros temas.
Una consecuencia probable se manifestará en otra política racista de polarización. La militarización de las fuerzas de seguridad que se ha intensificado bajo el gobierno de Obama, sin duda alguna, se acentuará con el uso de la represión contra las rebeliones negras como en Ferguson y Baltimore, y más recientemente ante la lucha de Standing Rok contra el oleoducto Dakota Acces, que sirven como modelo para quebrar un movimiento.
10. La victoria de Trump en la elección presidencial se logró a pesar de obtener un menor número de votos populares. El Colegio Electoral -un sistema arcaico diseñado en la fundación de los Estados Unidos para favorecer a los estados esclavistas del Sur - dio la ventaja de Trump (279 contra 228). 
La organización estatal -federal- del Colegio Electoral significó que los grandes centros industriales como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston, no jugaran un papel decisivo en la campaña de 2016, ya que estos Estados no son decisivos en la competencia entre los partidos por los “grandes electores".
11. Sin embargo, los principales círculos dirigentes del Partido Demócrata -después de apostar al miedo de manera cínica para deslegitimar a Trump durante meses, por su autoritarismo y el rol de los evangelistas-, ahora le otorgan una legitimidad al presidente electo, con las apelaciones de Hillary Clinton, Obama y otros líderes, en el sentido de "dar una oportunidad a Trump" y unirse detrás de él por el bien del país.
Esto entrañará tensiones con un gran número de militantes demócratas que fueron atraídos por el ala Sanders. Ciertas personalidades liberales del partido pueden ensayar una respuesta dando un poco más de margen de maniobra para el activismo. Pero como en el pasado, los demócratas liberales en última instancia buscarán canalizar este tipo de activismo en los esfuerzos para renovar el Partido Demócrata.
Las primeras protestas contra la elección Trump -en contraste con la actitud conciliadora de los líderes demócratas- ilustran el potencial para construir una mayor resistencia popular que podría, a su vez, ejercer presión sobre los sindicatos y/o organizaciones de izquierda para enfrentar y poner en cuestión de cierta manera a la derecha.
Sin embargo, prioritariamente, se afirma la necesidad urgente de luchar contra los ataques de la extrema derecha bajo la presidencia de Trump, y vincular estos movimientos sociales y luchas que existen en un proyecto común de resistencia en torno a un programa para los trabajadores y los oprimidos expresado en términos positivos. 
Las múltiples crisis que creará o agudizará la presidencia Trump puede radicalizar a una nueva generación que ya ha sido impulsada por Black Lives Matter (Las vidas negras cuentan) por la lucha contra el oleoducto en Dakota y la solidaridad con la lucha de los Sioux de Standing Rock (Lakota), por la defensa de los derechos de los inmigrantes y otros movimientos sociales (salario mínimo, profesores, etc.), y la izquierda que surgió durante la campaña de Bernie Sanders.
La ISO está plenamente comprometida con la lucha por la democracia y la justicia en contra del programa reaccionario de Donald Trump y todas las fuerzas responsables de su victoria. Como parte de la lucha, vamos a poner énfasis en una orientación política hacia adelante, absolutamente necesaria, para alimentar una esperanza real y un movimiento de emancipación -a diferencia de la política de la desesperación y en el cabeza de turco en que prospera Trump - basados en nuestro compromiso de abrir una vía hacia una sociedad socialista donde los trabajadores y trabajadoras controlen su propia vida y la sociedad.
La necesidad urgente de construir una organización política y militante puede ser sentida con motivo de las primeras protestas contra Trump. 
Este es el desafío para la izquierda y organizaciones tales como la ISO, y ese es el reto que tenemos y tienen todos los que quieren luchar contra la derecha y hacia otro mundo.
Socialist Worker, 11-11-2016
A l´encontre, 11-11-2016
Traducción de Ernesto Herrera 

¿Por qué los medios no consiguieron impedir presidencia de Trump?

Lo que sucedió en esta campaña electoral con los medios, las agencias de noticias, las encuestadoras y los servicios televisivos, algunos descaradamente posicionados contra Trump que se negaban a admitir los resultados, nunca había pasado en EE.UU.
Les transcribo un fragmento del artículo de Ignacio Ramonet sobre las elecciones en EEUU:
“Los periodistas no le perdonan, en primer lugar, que ataque de frente al poder mediático. Le reprochan que constantemente anime al público en sus mitines a abuchear a los "deshonestos" medios. 
Trump suele afirmar: 
"No estoy compitiendo contra Hillary Clinton, estoy compitiendo contra los corruptos medios de comunicación" . 
En un tweet reciente, por ejemplo, escribió: "Si los repugnantes y corruptos medios me cubrieran de forma honesta y no inyectaran significados falsos a las palabras que digo, estaría ganando a Hillary por un 20%”…
Habitualmente, una parte de los medios apoyaba al candidato demócrata y otra parte al republicano. 
Pero como Trump era un candidato impronosticable, que decía cosas que nunca antes se habían escuchado de la boca de un candidato, y simultáneamente eran millones quienes se sumaban a su campaña, y como las grandes corporaciones y el mundo financiero estaba con la Clinton, gradualmente los medios se fueron sumando, y llegó un momento que la campaña de Trump era silenciada, y solo destacaban lo que consideraban barbaridades suyas.
Trump los denunció, y apenas las agencias registraron esa parcialización. 
Lo extraño, es que las protestas habidas en varias ciudades de EEUU contra su elección, están siendo estimuladas por las medios, agencias y analistas de los más influyentes diarios. 
¿Por primera vez se enfrentará el poderoso sector mediático al Presidente de EEUU?
Algo similar, pero en otras condiciones,  ocurre en Brasil, donde existe una diabólica campaña que encabezan los medios, y donde están el gobierno y un juez enfilados contra el expresidente Lula. Tampoco se había visto antes. 
Una investigación que se hiciera sobre el rol de los medios en estas últimas dos décadas revelaría cómo los mas importantes han sostenido una sistemática campaña contra los gobiernos progresistas, comenzando por Venezuela, que ha sido el centro de su agresión. 
En nuestro país, pero igualmente ocurrió en Argentina y Brasil, y sucede en Bolivia, en Ecuador y en Nicaragua, con el concurso de las agencias transnacionales de noticias y de los servicios televisivos. Pero ni las escuelas de periodismo se atreven a abrirla.
Escrito por Eleazar Díaz Rangel

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro