Salen a la luz nuevos detalles sobre el programa de vigilancia secreto PRISM

Se han publicado nuevos detalles sobre el programa de vigilancia digital secreto que vienen utilizando los servicios secretos estadounidenses, y que fue revelado este mes por el ex técnico de la CIA Edward Snowden.
El diario ‘The Washington Post’ colocó cuatro esquemas en su página web que profundizan sobre cómo funciona el programa PRISM.
Se informa que el programa le permite a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recoger información de amplio abanico de nueve compañías proveedoras de servicios en Internet: 
Microsoft, Google, Yahoo, Facebook, YouTube, Skype, AOL, Apple y PalTalk.
Como ejemplo de la capacidad de este programa se menciona que el 5 de abril 117.675 usuarios de la red estuvieron vigilados por el PRISM. 
Al mismo tiempo no se detalla la cantidad de personas, incluidos estadounidenses, que vieron sus datos “accidentalmente” estudiados como resultado de la vigilancia de los objetivos del programa.
Se relata también cómo se ejerce la recogida de los datos: un analista de la NSA requiere información sobre un nuevo objetivo. 
La solicitud es automáticamente trasladada a un agente de mayor rango, quien estudia al candidato y determina los parámetros de vigilanciaen cada caso.
Al ser reunida la información necesaria -mensajes audio, SMS, vídeo y otro tipo de archivos- es “procesada y analizada por varios sistemas especializados”.
De esa manera se agrupa una parte considerable de los datos de comunicación del mundo accesibles para EE.UU.
Fuente: 

La NSA practicaba escuchas a 38 legaciones diplomáticas en Estados Unidos
RIA NOVOSTI


La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos practicaba escuchas a embajadas y misiones diplomáticas en Estados Unidos, incluidas las de sus aliados de la OTAN, informó en una nueva revelación el diario británico The Guardian citando un documento filtrado por el extécnico de la CIA, Edward Snowden.

El documento, fechado de septiembre de 2010, enumera 38 embajadas y legaciones en Estados Unidos descritas como “objetivos” y contiene detalles técnicos sobre la vigilancia a los diplomáticos.

Entre los países mencionados figuran no solo aquellos con que Estados Unidos tiene relaciones tensas, sino también sus aliados, en particular Francia, Italia, Grecia, Japón, México, India y Turquía, así como las oficinas de la Unión Europea, otro “objetivo” de la NSA.

The Guardian subraya, en cambio, que la lista no incluye el Reino Unido y Alemania.

Mientras tanto, el diario alemán Der Spiegel informó hoy, citando otros documentos filtrados por Snowden, que laNSA sigue a alemanes en redes de telecomunicaciones vigilando 500 millones de conversaciones en chats, correos electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de texto al mes. 
Los documentos describen Alemania como un socio “de tercera clase” y en algunos casos como un “objetivo”.

De todos los habitantes de la UE, los alemanes son también los que más interés despiertan en la NSA. Los agentes se enfocan sobre todo en monitorear las comunicaciones en los estados federados del oeste y del sur del país, prestando una atención especial a su “capital financiera”, Fráncfort del Meno.

Anteriormente, Der Spiegel informó, citando otros documentos de Snowden, que la NSA no solo realizaba escuchas a las oficinas de la UE en Washington y Nueva York sino también vulneraba sus redes cibernéticas, lo que provocó mucha controversia en el Viejo continente.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, declaró estar “estupefacto y preocupado”. El canciller francés, Laurent Fabius, pidió explicaciones a Estados Unidos, y la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, declaró que semejantes prácticas son “totalmente inapropiadas” y recuerdan la Guerra Fría.

Estados Unidos ya dijo estar dispuesto a conversar sobre el asunto y dar explicaciones a sus socios europeos “vía canales diplomáticos”, según declaró un representante de Inteligencia Nacional. 
Al mismo tiempo rehusó dar detalles al respecto de las “presuntas acciones de Inteligencia” y se limitó a subrayar que los datos recopilados eran “del mismo tipo que colectan otros países”.

El diputado del Parlamento europeo y ex Secretario General Adjunto de la ONU, Pino Arlacchi, declaró por su parte que considera inadmisible firmar nuevos acuerdos con Estados Unidos antes de que Washington desmonte todos los equipos de escuchas y dé garantías vinculantes de no volver a recurrir a semejantes prácticas.

Empresas que ‘se forran’ contribuyendo al espionaje masivo de la Casa Blanca



El enorme aparato de inteligencia y vigilancia que Estados Unidos construyó en los últimos 50 años cuesta cerca de 50.000 millones de dólares anuales. Y el 70 por ciento de su presupuesto se canaliza mediante contratistas privados, protagonistas de una industria de alto crecimiento.
Edward Snowden, el hombre que reveló documentos secretos del espionaje estadounidense y solicitó asilo a Ecuador, inició su carrera en inteligencia trabajando para el gobierno pero en el 2009 pasó al sector privado, donde fue eventualmente contratado por una consultora llamada Booz Allen Hamilton (BAH) que opera como contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Según un informe de la revista estadounidense Businessweek, 99 por ciento de los ingresos que presta BAH, una empresa con 25.000 empleados que tuvo 5.760 millones de dólares en ventas en el 2012, provienen de contratos con el gobierno estadounidense.
Y no es la única firma con grandes contratos. Compañías como General Dynamics, Lockheed Martin y Science Applications International, entre muchas otras, son también importantes beneficiarias del gasto en inteligencia de Estados Unidos.
La filtración de Snowden de documentos de la NSA en los que se detalla una polémica campaña de ciberespionaje por parte de Estados Unidos, revitaliza un viejo debate en ese país: el papel de estas empresas privadas en el campo de la seguridad.
Tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 la inteligencia estadounidense aumentó de manera exponencial el uso de firmas privadas.
Según una investigación del 2011 del diario The Washington Post, un total de 265.000 de los 854.000 empleados del gobierno con autorización de tener acceso a información secreta trabajan para el sector privado.
En esa investigación del Post se demuestra que, para ese momento, unas 2.000 empresas privadas eran contratadas por el Departamento de Defensa.
El actual director nacional de inteligencia, James Clapper, fue un alto ejecutivo de BAH; y el vicepresidente de la empresa, Mike McConnell, fue director de la NSA y asesor del presidente George W. Bush.
BBC Mundo
Luz de Levante, Diario Independiente