miércoles, 27 de septiembre de 2017

La España que no queremos


Esa España la representa, hoy, el Gobierno de Mariano Rajoy. Pero junto a ese gobierno, torpe y despótico, se alinean otros sujetos que, igualmente, comparten la misma orientación reaccionaria y antidemocrática en su proyecto de España. 

Empezando por Felipe de Borbón, siguiendo por Ciudadanos y por el PSOE, y continuando por quienes de una u otra manera reproducen como cotorras el discurso de la clase dominante, haciendo de comparsas de la actual dominación.

Para definir de una manera inequívoca a qué nos referimos con “esa España que no queremos”, haciendo una mirada histórica, empezamos por la España de la espada y de la cruz, la que con ese armamento se abalanzó sobre los pueblos originarios de la América Latina para someterlos a la esclavitud y al exterminio en beneficio de la Corona de Castilla

Fue la España que, a partir del 12 de octubre de 1492, torturó, masacró, esclavizó y robó sin límites, dejando una estela de terror sin parangón en la historia de la Humanidad. 

Tampoco queremos la España de la Inquisición que, durante tres siglos y medio, extendió su terror integrista en este país y en sus colonias, bajo la férrea garra de la monarquía y de la Iglesia Católica, dejando un balance estremecedor de torturas, fanatismo religioso, ignorancia y muerte.

Pero, lejos de constituir estos dos episodios históricos una desgraciada fase a olvidar en la historia española, como algunos pretenden, la cuestión es que una y otra traza histórica fueron parte fundamental del crisol en el que se fraguó el bloque hegemónico que ha controlado el poder en España de forma absoluta hasta el día de hoy. 

Crisol marcado por esos valores más reaccionarios, asociados a la rapiña, el criminal genocidio, la explotación extrema, la ignorancia y el fanatismo más cerril.

Se forja así el núcleo duro de la clase dominante en España, marcada en su ADN por el carácter conquistador, colonialista, integrista religioso, patriarcal y machista, ignorante, opresor de los derechos de la mayoría social, terrateniente, monárquico, dictatorial, militarista, viril...

Esa matriz no se ha alterado hasta el día de hoy, tan solo ha asumido un nuevo disfraz bajo el mentiroso discurso de la libertad y la democracia, categorías que son incompatibles con su carácter de clase dominante.

El proceso de independencia de las colonias, que culmina en 1898, vuelca toda la reaccionaria carga histórica de ese bloque de poder hacia el interior del país, hacia los pueblos y naciones de la península Ibérica, Canarias y el Sáhara Occidental. 

Empieza entonces el discurso de la unidad de España; como expresión del nuevo reducido marco de la acumulación capitalista, cuando poco tiempo atrás esa misma clase dominante se referenciaba en “las Españas”, incluyendo en esta expresión a las colonias de entonces.

Esa es la misma España de banqueros, militares, terratenientes y curas, que organizó el golpe de estado del fascista Francisco Franco contra el mayor intento modernizador de este país. 

Proceso que apostaba por la derrota y liquidación de ese terrorífico bloque histórico. 

El golpe bendecido por la Iglesia y el poder reaccionario extendió su terror por todos los pueblos de este país, sometiéndolos a un baño de sangre y a un terror sin límites. 

Protagonizando uno de los episodios más brutales en la historia de la Humanidad del último siglo. 

La España contra el separatismo y contra el comunismo,   del ¡Arriba España!. 

Franco pasó del anterior Vivan las cadenas al Muera la inteligencia, viva la muerte, una nueva repetición de la misma tragedia de la España más reaccionaria e ignorante.

Esa es la España que llega a la Transición del 78 después de cuarenta años de impune terror. 

Es la España que dejó en las cunetas a más de ciento cincuenta mil personas asesinadas y desaparecidas, que coloca a este país en el segundo lugar en el mundo por cantidad de desaparecidos. 

Ello fue posible gracias a la colaboración de la socialdemocracia de Felipe González y, también, a la traición del PCE de Santiago Carrillo, que con su rendición pactista se incorporó formalmente al bando de los golpistas. 

Convirtiendo la reivindicación de amnistía para los presos políticos en amnistía a los torturadores y criminales que en los distintos cuerpos de policía ejercieron la represión más terrible durante cuatro décadas, sin pagar por ello con un solo día de cárcel por sus crímenes: Guardia Civil, Policía Secreta, Policía Nacional, etc. 

Y que restauró, sin más, a la monarquía golpista de los Borbones.

Así, la ideología del bloque de poder histórico, cooptó para sus filas a las organizaciones de la clase obrera que participaron en los Pactos de esos años, corroborando la máxima de Marx de que “la ideología dominante en una sociedad es la ideología de su clase dominante”. 

Como saldo de esa Transición hoy existe una parte mezquina de la izquierda española que, en su práctica y en su discurso político, sigue siendo deudora de ese pensamiento del bloque histórico de poder: patriotera, machista y reaccionaria.

Esta España, en la que el mismo bloque histórico de siempre sigue manteniendo el poder absoluto, es la que está lanzando los efectivos de la Guardia Civil contra las papeletas y los carteles del referéndum del 1-O en Catalunya, la que utiliza la judicatura para manipular las leyes e imputar alcaldes, la que amenaza “con la ley” a quienes reclaman el derecho a votar.

Junto al Gobierno de Rajoy está la monarquía del usurpador Felipe VI, que estos días tiene la osadía de hablar de democracia y Constitución, cuando él mismo es responsable directo de la legitimación del golpe de Estado contra la Constitución de la II República, y llega a su mandato sobre el baño de sangre y terror de la anterior dictadura franquista; y quien sigue siendo cómplice de todas las argucias para no investigar los crímenes y las desapariciones realizadas en España desde el mismo golpe de Estado que apoyó siempre la monarquía.

Mariano Rajoy y su gobierno son, hoy, la expresión más inmediata de la España que no queremos. 

Mezcla de prepotencia y fanatismo, y de la rancia patria del bloque histórico de poder, heredero directo de la dictadura de Franco, abanderado de la injusticia social que quita ayudas a parados y paradas para dárselas a los banqueros, dictador que facilita a los explotadores las condiciones que les permiten pagar los salarios más miserables o no pagar millones de horas extras, y responsable directo de la pobreza de buena parte de la infancia, …

En la segunda mitad del siglo XX las fuerzas obreras y progresistas en nuestro país produjeron, de una forma destacada en Catalunya y Euskadi -y también en otros lugares-, propuestas que trataron de impulsar una superación de esa vieja España, con elaboraciones situadas en el decurso de los grandes avances de la lucha de clases internacional, del dinámico desarrollo de las fuerzas productivas y de las experiencias revolucionarias de otros destacamentos obreros en el mundo. 

Esas propuestas siempre han sido reprimidas y marginadas por las estructuras del sistema dominante, pero a pesar de ello mantienen su vitalidad y representan lo mejor que se ha producido intelectualmente en nuestro país en mucho tiempo. 

Esas ideas más avanzadas son hoy parte del soporte en que se apoya el bloque social que pugna por un proyecto diferente para esta España.

Los proyectos políticos que en España se reclaman como revolucionarios tienen que hacer un riguroso análisis autocrítico de su incapacidad para desarrollar y consolidar esa línea de pensamiento propio, radicalmente independiente de la ideología de la clase dominante. 

Sometidos por el Pacto Social, y por la legitimación dentro de los límites del sistema, se han convertido en instrumentos romos, sin ninguna capacidad para golpear al bloque de poder dominante.

Desde las posiciones de quienes nos alineamos, de forma consecuente, con las posiciones de la lucha revolucionaria por los derechos de la clase obrera y de los pueblos, no es posible querer a esa vieja España, ni a esa fracasada izquierda sistémica.

La profunda crisis que afecta al bloque histórico de poder –que viene de atrás, y que se está desarrollando de una manera más explícita en estas semanas-, ofrece nuevas oportunidades para el desarrollo de las posiciones revolucionarias, si se sabe comprender la naturaleza de esa crisis y si sabe intervenir en ella en términos concretos desde posiciones independientes. 

La línea política del PCPE, en sus análisis de la cuestión nacional en España, y de forma concreta en las últimas elaboraciones de las Tesis aprobadas por el X Congreso en 2016, se muestra rigurosa para interpretar los hechos actuales, y acierta con las propuestas políticas que se derivan de la misma.

España solo será posible como unión voluntaria de pueblos libres, como república socialista que se constituye con el libre ejercicio del derecho de autodeterminación, y con la igualdad social.

Por ello el PCPE, desde tiempo atrás, viene proponiendo como salida necesaria a esta situación un nuevo proyecto histórico para este país. 

Proyecto que tenga como eje central la liquidación total de ese viejo bloque de poder reaccionario, que unas veces se aloja en el PP y otras en el PSOE, y que tiene una gran capacidad para cooptar incluso a sujetos pretendidamente enfrentados al mismo, y constituir a la clase obrera, en alianza con otros sectores populares, como la clase hegemónica en esa nueva construcción política.

Ese nuevo proyecto histórico el PCPE lo ha sintetizado en su propuesta de República Socialista de carácter Confederal.

Un nuevo proyecto histórico que, frente a la resistente violencia del bloque histórico de poder,  avanzará por un imparable tránsito revolucionario que liquidará el viejo poder burgués en este país y a su rancia monarquía, y que llevará los mejores valores de sus pueblos y naciones a una síntesis superior de una España que no sea heredera de la barbarie que hoy la domina, sino avanzadilla en la construcción de la nueva sociedad socialista mundial.

Ahora que el bloque dominante pasa por graves dificultades internas para sostener su hegemonía hay que golpear fuerte y con determinación, organizando el contraataque. 

La unidad de la clase obrera y de los sectores populares en la lucha de masas será el camino de la victoria. 

La constitución de Comités Populares en barrios y pueblos, y el avance de losComités para la Unidad Obrera en los centros de trabajo, son los soportes del Frente Obrero y Popular por el Socialismo que ha de ser la gran alianza social que organice un amplio movimiento de masas que cambie la correlación de fuerzas frente al bloque de poder histórico, agudizando, así, su crisis interna. 

Esa política de alianzas avanzará si se tiene una gran confianza en la combatividad de las masas, en su capacidad creativa, y en el liderazgo de la conducción revolucionaria que se gana en la lucha de todos los días en los frentes de lucha más diversos: sindical, antiimperialista, mujer, juventud, solidaridad, pensionistas, etc.

Hoy la prioridad es golpear en las contradicciones que se dan en Catalunya, para golpear a todo el Estado burgués.

Carmelo Suárez

Secretario General del PCPE

Fuente: UNIDAD Y LUCHA

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro