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sábado, 16 de diciembre de 2017

La Comisión Europea asegura que seguirá protegiendo la neutralidad de Internet en Europa

¿Qué consecuencias trae el fin de la neutralidad de la Red y cómo afecta a España?


La Comisión Europea asegura que seguirá protegiendo la neutralidad de Internet en Europa

  • "Garantizamos que todo el tráfico sea tratado de manera igualitaria", dijo este organismo en Twitter.
  • Añadió que "cada europeo debe poder tener acceso a un internet abierto" y dejó claro que en la UE no se puede "bloquear o discriminar el contenido".
  • El Gobierno de EE UU aprueba suprimir la neutralidad de la red.
La Comisión Europea (CE) aseguró este viernes que "continuará protegiendo la neutralidad de la red" en el territorio de la Unión Europea (UE), después de la decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) estadounidense de aprobar la supresión de la neutralidad de internet.
"Seguiremos protegiendo la neutralidad de la red en Europa, garantizando que todo el tráfico sea tratado de manera igualitaria", indicó la CE en la red social Twitter.
Añadió que "cada europeo debe poder tener acceso a un internet abierto", y dejó claro que en la UE no se puede "bloquear o discriminar el contenido, las aplicaciones o los servicios en línea".
En junio de 2015 la UE aprobó por primera vez una normativa para proteger la neutralidad de la red, de manera que los internautas pudieran acceder a los contenidos de su elección sin que éstos fueran bloqueados o degradados (por ejemplo, ralentizados en velocidad) de manera injusta.
Además, la legislación prohibía que pagar por el acceso a esos contenidos o servicios pudiera suponer una prioridad o privilegio para llegar a ellos.
Esa norma preveía que todo el tráfico en internet sea "tratado de igual manera" con únicamente una serie de "excepciones estrictas y claramente identificadas con el interés público".
La FCC, con mayoría republicana, aprobó este jueves por tres votos a favor y dos en contra —los demócratas— acabar con el principio de "neutralidad de la red" abanderado en 2014 por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y ratificado en una norma en 2015.
Esta regulación impedía que las compañías proveedoras de internetpudieran bloquear o ralentizar a su antojo cualquier portal de la red, sin importar el tipo de contenido del que se trate.
De esta forma, cuando se haga efectiva la nueva norma, las proveedoras del servicio tendrán libertad para bloquear o reducir la velocidad de carga de las webs, con la única supeditación de que lo hagan público como parte de la exigencia de transparencia que sí mantiene la nueva regla.

¿Qué consecuencias trae el fin de la neutralidad de la Red y cómo afecta a España?

EEUU se prepara para adoptar un cambio de paradigma. 
Será un nuevo escenario porque todo cambiará, empezando por la manera de entender las comunicaciones y siguiendo por las (nuevas) relaciones que se establezcan entre usuarios y proveedores de Internet. 
El destino de la Red se encuentra escrito en 210 folios, los mismos que el jueves 14 presentará Ajit Pai, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), ante el Congreso.
Donald Trump cuenta con mayoría republicana allí, por lo que es previsible que la nueva norma sea aprobada con el apoyo de dos tercios de la Cámara de Representantes. 
"Si se revocan las leyes de neutralidad de Red en EEUU (...) los proveedores de Internet (...) podrían decidir qué empresas tendrán éxito en Internet, qué voces son oídas y cuáles son silenciadas", escribe en eldiario.es Tim Berners-Lee, uno de los considerados padres de la World Wide Web.




La neutralidad de la Red es el principio que impide que Internet se convierta en un negocio. Es la barrera que evita que los proveedores de Internet (habitualmente conocidos como ISPs o Internet Service Providers) se enriquezcan modificando la calidad de los accesos, su disponibilidad o la velocidad. 
En definitiva, es la ley no escrita que obliga a estos proveedores a tratar todo el tráfico por igual, independientemente de donde venga.

¿Cuáles serán las consecuencias?

Serán muchas, pero las más importantes afectarán directamente a la forma de navegar en Internet de los usuarios estadounidenses. 
Los chicos de Break the Internet, una organización activista contra el fin de la neutralidad de la Red, han imaginado cómo será Internet después del día 14 de diciembre.
En primer lugar, los grandes proveedores de telecomunicaciones de los EEUU, entre los que se encuentran Comcast, Verizon y AT&T podrán bloquear contenido, ralentizar servicios y establecer un Internet de dos velocidades. Y todo esto sin olvidar la proliferación de servicios de zero rating.
En el paquete de medidas se incluye la más que previsible prohibición de BitTorrent, el programa para descargar archivos a través de P2P (peer to peer). 
Es la segunda parte de un capítulo que ya enfrentó en 2008 a Comcast contra el software de intercambio de archivos, a pesar de que por aquel entonces la FCC disuadiese al proveedor de comunicaciones de seguir adelante en su intento de bloqueo.
Esto es importante en un país en el que más de la mitad de los norteamericanos (el 51%) no tienen opción a la hora de decidir qué compañía de Internet contratan. El fin de la neutralidad de la Red también permitirá que los ISP puedan qué servicios quieren ofrecer y cómo. El quién, naturalmente, será el usuario; que en función de lo mucho (o poco) que pague accederá a una oferta más o menos variada de servicios.
Y de la misma forma que un ISP podrá optar por cerrar o abrir más el ancho de banda, también podría crear un Internet de dos velocidades. 
Uno para los ricos y otro para los pobres, uno con autopistas de peaje y otro con carreteras comarcales, donde las grandes empresas fueran tratadas mejor por el simple hecho de ser multinacionales prestigiosas, en pos de las pequeñas con no tantos medios ni recursos a su disposición para pagar un Internet "premium".
La neutralidad de la Red es lo que garantiza que el ISP trate de la misma forma un contenido de Netflix que otro de Movistar+, por eso el acuerdo en ciernes entre Time Warner y AT&T (el segundo ISP en EEUU) atenta contra ese principio. Hace varias semanas, la Justicia estadounidensebloqueó la fusión entre ambas al considerar que vulneraba la competencia.

¿Cómo nos afecta en España?

El profesor en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto e investigador en el grupo Deusto LearningLab, Pablo Garaizar, explicaba hace unos días en la Cadena SER que "hay algunos motivos para preocuparse". 
Se refería sobre todo al creciente dominio de las grandes empresas de Internet y a la cada vez mayor penetración de las Redes sociales en casi todos los ámbitos para explicar la falsa ilusión de "variedad en la oferta" que estas dan y cómo, al final, todas pertenecen a unas pocas empresas donde "el ganador se lo lleva todo".
Una consecuencia son los llamados servicios de zero rating, donde el proveedor de Internet ofrece un "paquete" con un coste muy por debajo del mercado, segmentando así su oferta y a sus usuarios, que en función del servicio que quieran (o que puedan pagar) disfrutan de una u otra cosa. 
Es lo mismo que Vodafone anunció este verano a través de sus "pases", en los que oferta un pack de servicios determinado en base a los gustos del usuario. 
El problema llega cuando se están primando unos servicios sobre otros en función del pase escogido, se cobra más al elegir una oferta con contenidos HD o la misma empresa acota qué entra en cada categoría.
A pesar de que España, al considerarse parte de la Unión Europea, está sometida a una legislación diferente, grandes cantidades de tráfico se intercambian diariamente con proveedores estadounidenses. Por poner un ejemplo, Adobe, Pepsi y Unilever fueron multadas en julio del año pasado al ser cazadas transfiriendo ilegalmente nuestros datos con EEUU.
Las tres empresas actuaron dentro siguiendo las directrices del Safe Harbour, el antiguo acuerdo de protección de datos que en octubre del 2015 fue prohibido gracias a Max Schrems, que demostró que nuestros datos no estaban seguros en suelo estadounidense
En el verano del año pasado se aprobó el Privacy Shield como sustituto del anterior, algo que tampoco convenció a expertos,  working parties (grupos de trabajo) ni al propio Schrems, que calificó a la UE y al gobierno de Barack Obama de "miserables".
El Internet que conocemos ya no volverá a ser el mismo. Al menos siempre nos quedará ese magnífico texto de Martin Niemöller que empieza diciendo eso de "primero vinieron a por los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista...".
Foto por: La decisión generó protestas en Estados Unidos
REUTERS
Las grandes empresas de telecomunicaciones como Comcast pueden ser las grandes beneficiarias de las nuevas reglas.

Qué consecuencias tendrá el fin de la neutralidad de internet en Estados Unidos (y cómo afectará al resto del mundo)



El mundo digital se estremeció este jueves en Estados Unidos.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de ese país anunció la derogación total de las normas de neutralidad de internet aprobadas por el gobierno de Barack Obama en 2015, que impedía que las compañías proveedoras cobraran tarifas adicionales por un acceso más rápido a ciertos contenidos en la red.
Básicamente, estaban en la obligación de tratar a todo el universo digital por igual, lo que, en términos políticos, significaba que las autoridades aseguraban que las empresas que suministran el servicio no bloquearan, ralentizaran o discriminaran de alguna manera algún contenido o aplicaciones.
Con la nueva ley, todo cambiará.
Las empresas que suministran el servicio tendrán a partir de ahora la libertad de experimentar con nuevos precios, priorizar o bloquear contenido, sin tener que rendir cuentas.

Esto podría tener grandes beneficios para las compañías proveedoras, según explica a BBC Mundo Ryan Singel, experto en neutralidad de la red del Centro de Estudios de Internet y la Sociedad de la Universidad de Stanford.
Y esto se debe, comenta, a que tradicionalmente el mercado telefónico de Estados Unidos ha sido muy poco competitivo.
“Tenemos solo cuatro grandes compañías que suministran internet inalámbrico y de banda ancha, lo cual es terrible. 
El 51 % de los estadounidenses solo tiene una opción para elegir su servicio de Internet“, añade.
Con este nuevo modelo, se estima que esas compañías podrán recaudar mucho más dinero de parte de los cibernautas y también invertir en mejoras para su servicios.
“Al quitar las restricciones, estos proveedores serán los principales beneficiados, aumentarán sus ganancias, se volverán más competitivas y esto les permitirá expandirse y mejorar el servicio o llevarlo a comunidades más pequeñas”, comenta el experto.
Pero si para las compañías traerá beneficios y en teoría ayudará a pequeñas comunidades a tener mayor acceso a la red, ¿cuáles serán las consecuencias que esto podría tener para la gran mayoría los usuarios o para las empresas que utilizan los servicios de Internet en Estados Unidos?
Y ¿cómo puede afectar esto al resto del mundo?


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Hasta ahora, cualquier empresa que quisiera utilizar la red podía hacerlo independiente de su poder o envergadura.

Subida de los precios de conexión

De acuerdo Singel, uno de los primeros efectos será una subida en los precios de conexión.
Sin embargo, el especialista explica en entrevista con BBC Mundo que las principales consecuencias no se van a hacer visibles de forma inmediata y que no tendrán un efecto “directo” sobre los usuarios corrientes, aunque serán estos los mayores afectados.
“El voto aprobado este jueves permite a las grandes compañías proveedoras de internet buscar vías para cargar más dinero a las empresas que están en línea. Es decir, les permitirá subir los precios si quieren tener un acceso más rápido a internet”.
Hasta ahora, cualquier empresa que quisiera utilizar la red podía hacerlo independiente de su poder o envergadura.


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Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los republicanos querían revertir las normas sobre la neutralidad de la red.


Tenía el mismo derecho un joven programador de un pueblo de Massachusetts que quisiera abrir un blog o crear una aplicación sobre los beneficios de la apicultura que un gigante como Google.
Pero a partir de ahora, las empresas podrán discriminar a qué usuarios le dan un mayor ancho de banda o a quiénes limitarán o cortarán los servicios.

Para los usuarios

“Es bueno decir que las primeras consecuencias no caerán directamente sobre los individuos. La forma más rápida de hacer dinero es detrás de las compañías que están en la red, lo que a su vez, se reflejará en la experiencia de internet de los usuarios comunes“, comenta Singel.
El problema, añade, es que lo anterior hará que los servicios que utilizamos en línea, como los de streaming (para ver videos o escuchar música) se vuelvan mucho más caros también.


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Netflix es uno de los servicios que puede resultar afectado.

Netflix, por ejemplo, se volverá más cara
Como tendrán que pagar tarifas más altas por utilizar internet de mejor calidad para ofrecer sus servicios, necesitarán cobrar más también a sus usuarios para mantenerlo. 
Así que veremos que Internet se volverá mucho más caro en los servicios por los que pagas“, explica el especialista de la Universidad de Stanford.
Otros servicios, como los de ventas en línea, también pueden experimentar una subida de precios: al tener que pagar más por el servicio de internet, subirán también los precios en los productos.
De igual forma, como unas compañías se beneficiarán por sobre otras, las más grandes, como Amazon, se verían beneficiadas, mientras pequeños emprendedores verán dismunuidas sus posibilidades de venta.
Asimismo, el especialista considera que, en general, se podría generar un “internet diferenciado” para quienes puedan pagar más y para quienes paguen menos.
“Como sucede en algunos países podremos encontrarnos que los servicio de Internet se vendan en “paquetes”, como sucede con los planes de teléfono o los canales de televisión, agrupados según el proveedor”, afirma.
Pero no quedará ahí.

Menos variedad

Singel advierte que habrá también menos servicios gratuitos: dado que las empresas que ahora ofrecen este tipo de utilidades tendrán que pagar más, si no cobran más se harán inviables desde el punto de vista económico.
Esto, dice, no afectará demasiado a las grandes compañías que puedan pagar por esto.


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La audiencia en la que se determinó el fin de la neutralidad en internet.


Sin embargo, podría significar el fin de empresas más pequeñas o el fracaso de nuevos proyectos en la red.
“Dado que los precios para tener un mejor internet subirán y los proveedores lo podrán controlar a su antojo hará que haya menos compañías nuevas en la red, habrá menos variedad y hará que el poder se siga concentrando en los gigantes de internet y que haya menos posibilidades para la innovación y para la pluralidad”, dice.
“Será una internet más controlada por las empresas más poderosas, habrá menos posibilidades para que emprendedores digitales hagan sus proyectos y limitará en general la libertad y variedad de la red”, dice.

Censura

Otro de los puntos más controvertidos de esta nueva ley es que las compañías proveedoras de servicios de internet podrán bloquear o censurar contenidos por cualquier motivo.
“Si Comcast y Verizon, por ejemplo, deciden que nosotros no queremos tener sitios que venden armas, pueden bloquear esos sitios. 
En las reglas anteriores, las compañías estaban obligadas a mantener en sus servidores cualquier página independientemente que estuvieran a favor o contra de sus contenidos. Ahora todo eso cambia”, comenta Singel.
Durante la ley anterior, cualquier servicio y cualquier aplicación eran legales dentro de las leyes estadounidenses y nadie podía interferir en eso sin una orden judicial o federal. Ahora esta prerrogativa pertenece también a los proveedores de servicio.


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Activistas por los derechos de internet protestaron ante la decisión tomada en Estados Unidos.


Cualquier empresa o bloguero, por ejemplo, que abogue por discursos controversiales u opiniones polémicas podría ver censurada o bloqueada su web“, dice .
Pero como internet es un fenómeno global, las consecuencias no se quedarán solo para Estados Unidos.

Consecuencias mundiales

De acuerdo con Singel, la falta de variedad de internet y una red “más aburrida” serán una de las principales consecuencias a nivel global de la eliminación de la neutralidad de la red en Estados Unidos.
Otras de las perdedoras serán las empresas o incluso usuarios extranjeros que alberguen información en servidores de ese país.
“Si una empresa extranjera desea utilizar los servicios de internet estadounidenses para llegar a más usuarios en ese país, puede encontrarse que no tendrá la misma capacidad de distribución de sus contenidos que una empresa local o que un gigante de internet”, dice.
Las posibilidades de entrar en el mercado digital estadounidense, afirma el experto, se harán más difíciles, burocráticas y llevará procesos en los que serán los proveedores de internet quienes tendrán la última palabra.


Un congresista de Estados Unidos compartió en Twitter cómo en Portugal se venden paquetes de internet como si fuese televisión por cable.


Un efecto similar para las empresas, innovadores, pequeños emprendimientos o aplicaciones que busquen alojar información en servidores estadounidenses: podrían encontrar que la velocidad para acceder a ellos se ralentice o aumente.
A partir de ahora, la naturaleza o tamaño de la empresa garantizará que tenga un mejor o peor servicio de internet.
“Hay compañías que están fuera de Estados Unidos a las que se les podrá pedir que paguen más también si quieren llegar a clientes de Verizon o a Comcast, por ejemplo, si quieren llegar a usuarios de esas compañías”, dice.

Consecuencias simbólicas

Por otra parte, el experto señala que las consecuencias no quedan solo en el plano práctico.
“Por mucho tiempo, Estados Unidos había sido un líder en neutralidad de Internet, un ejemplo internacional.
La ley firmada por Obama para regular internet en 2015 se volvió un hito a nivel internacional”, afirma.
La nueva ley, según Singel, constituye “un muy mal mensaje para el resto del mundo, porque muestran cómo las grandes compañías telefónicas pueden dictar a los gobiernos lo que tienen que hacer”.


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Ajit Pai, director de la Comisión Federal de Comunicaciones era director en Verizon.


Pero, según Singel, también podría tener consecuencias políticas al interior de la sociedad estadounidense.
“Es bueno aclarar que es un medida que se toma pese a una amplia oposición de la opinión pública, de los expertos y que trasciende incluso la clásica división de opiniones entre republicanos y demócratas”, afirma
Una encuesta publicada esta semana por la Universidad de Maryland indicó que el 83% de los estadounidenses se oponía al cambio de la ley. Solo entre los republicanos, el nivel de oposición era de 75%.
“Esto, lógicamente, es negativo también para la imagen del gobierno, porque es algo que el pueblo no quería, pero que no los escuchó y lo aprobó de todas formas. 
Eso no es una buena forma de hacer a la gente creer en la democracia y en los procesos democráticos”, concluye.


LA PÉRDIDA DE LA NEUTRALIDAD EN LA RED Y EL PELIGRO QUE PUEDE SIGNIFICAR

A continuación reproducimos un artículo de la web Gizmodo sobre un tema relacionado con Internet que parece menor, pero que en realidad, puede acabar siendo de suma importancia a muchos niveles…

QUÉ HA CAMBIADO EN LA BATALLA POR LA NEUTRALIDAD DE LA RED (Y POR QUÉ DEBERÍA IMPORTARTE)
¿Otra vez la neutralidad de la red? ¿Eso no se había resuelto hace tres años?
Ojalá.
La guerra por la neutralidad de la red llegó a una especie de tregua durante la administración Obama, pero el nuevo gobierno republicano de Trump se prepara para un segundo asalto. Esto es lo que necesitas saber.
¿QUÉ ES LA NEUTRALIDAD EN LA RED?
La Neutralidad de la red no es una ley o una norma impuesta desde algún organismo estadounidense. Tan solo es un principio teórico de funcionamiento. Es una buena práctica, si lo prefieres. En virtud de ese principio, ninguna compañía que ofrezca conexión a Internet puede bloquear o priorizar el acceso a los contenidos por razones económicas.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIA PRIORIZAR EL TRÁFICO DE UN SERVICIO DE PAGO?
Probablemente estés pensando que eso de priorizar el tráfico ya existe ¿no? Internet está lleno de servicios premium que ofrecen música sin publicidad (Spotify Premium), cine y series en tarifa plana (Netflix) o acceso prioritario con mayor ancho de banda a servicios de almacenamiento online (Mega).
La diferencia está en que esos servicios ofrecen acceso prioritario al contenido de sus propios servidores, que para eso son suyos. En otras palabras, una vez los paquetes de datos salen de sus servidores y circulan por Internet hasta llegar a tu casa nada, salvo los problemas técnicos propios de cualquier conexión, se interpone en su camino.
¿ESTO NO ES IGUAL QUE LA CENSURA O LOS BLOQUEOS REGIONALES?
De nuevo, quizá estés pensando que ya hay muchos países en los que los gobiernos o las empresas prohiben el acceso a determinados contenidos. Es cierto, pero no tiene que ver con la neutralidad de la red. Un ejemplo de ello es la web Dolar Today, a la que es imposible acceder desde Venezuela porque ofrece información sobre tipos de cambio no oficiales que no gusta al gobierno del país. La palabra que define esto es censura.
Lo mismo ocurre cuando un vídeo concreto no se puede reproducir desde tu país porque una compañía de cine o una discográfica no ha llegado a acuerdos de distribución para ese contenido en esa región. La diferencia está en que el bloqueo a ese contenido se hace a petición de su legítimo propietario. La operadora de telefonía no decide sobre ello.
¿CÓMO SERÍA INTERNET SIN EL PRINCIPIO DE NEUTRALIDAD?
Si el principio de neutralidad desapareciera, los operadores de telefonía tendrían total libertad para regular el tráfico en virtud de sus intereses o de los acuerdos que lleguen con otras compañías. Huelga decir que a las empresas que te proveen de conexión les encantaría que esto fuera así, porque les haría ganar mucho dinero.
Un ejemplo muy cercano de esto lo tuvimos hace meses entre Netflix y Telefónica. Cuando Netflix llegó a España, los usuarios del popular servicio de streaming que tenían su conexión con Movistar comenzaron a quejarse de que Netflix les iba muy lento. Las métricas de Netflix confirmaban el bajón de velocidad para su servicio, y no falta quien sospecha que Movistar alteró el tráfico a propósito porque Netflix es competencia directa con sus propios servicios de vídeo.
Desde Movistar, por supuesto, negaron estar alterando el tráfico. Después de que responsables de Netflix y de Movistar se reunieran, la incidencia quedó resuelta. No vamos a entrar a valorar si Movistar realmente hizo trampas y trató de perjudicar a su competencia, pero es el ejemplo perfecto de lo que ocurriría en un mundo sin neutralidad de la red.
Los operadores podrían beneficiar los servicios que más les paguen. El resultado es que, como usuario, no tendrías la misma calidad de acceso a todo. Algunas páginas cargarían más rápido, otras lo harían mucho más lento sin que haya un motivo técnico detrás. Incluso podría llegar el caso de que no puedas acceder en absoluto a un servicio o una página concretos porque a tu compañía telefónica sencillamente le viene bien priorizar otro. Despídete de tu libertad de elección online.
No solo es una cuestión que afecta a los usuarios. Para las pequeñas compañías o los emprendedores sería un desastre. La desaparición del principio de neutralidad les impediría ofrecer sus contenidos o servicios en igualdad de condiciones con las grandes. En un mundo sin neutralidad de la red, en definitiva, el acceso igualitario a Internet pasaría a estar regulado por una sola cosa: el dinero.
Cabe destacar que cuando Obama impulsó las leyes para garantizar esa supuesta neutralidad en la red, gran cantidad de medios alternativos (de derecha y próximos al partido Republicano, obviamente), montaron en cólera, acusando a Obama de impulsar leyes para instaurar la censura en Internet.
Tenían buena parte de razón al protestar por la intervención del gobierno de EEUU en la red, pero la alternativa que proponen, es dar libertad a las corporaciones (en este caso, los operadores de telefonía) para que decidan qué debemos ver y qué no, según sus intereses económicos.
Es decir, la alternativa que proponen estos “defensores de la libertad”, es una censura de facto, no efectuada por el “malvadísimo gobierno”, sino por las corporaciones “benefactoras”, que ahora se presentan como “garantes de la libertad”.
Es curioso como algunos se han apoderado de la palabra “libertad” para engañar a los bobos y apoderarse de todo, ¿no?
Es el mismo tipo de gentuza que engañó a grandes masas de incautos, haciéndoles creer que Trump era un “revolucionario anti-establishment y un anti-sistema”. El hombre que entrega el poder de facto a las grandes corporaciones e instaura las auténticas bases del Nuevo Orden Mundial. ¿por qué se creen que está Goldman Sachs detrás de él?
¿NO PUEDO SOLUCIONAR ESO INSTALANDO UN VPN?
Sí y no. Instalar un VPN te permite acceder a ciertos contenidos si tu operador decide bloquearlos, pero los VPN no son la panacea. Todos ellos ralentizan el tráfico en mayor o menor medida.
En otras palabras, si tu problema es precisamente que el operador ralentiza el tráfico proveniente de determinados servicios, acceder a ellos desde un VPN no te va a ayudar en nada.
¿QUIÉN DECIDE SI LA RED ES NEUTRAL O NO?
Depende de cada país. En España, por ejemplo, las operadoras de telefonía están obligadas a garantizar la calidad de su red a servicios como Netflix en virtud de un acuerdo con la Comisión Nacional de los Mercados, que es el organismo que se encarga de velar porque el acceso sea igualitario.
En Estados Unidos, la neutralidad de la red la decide la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC). Durante el mandato de Obama, la FCC decidió mantener ese principio a petición del presidente.
En octubre de 2004, el presidente Obama salió en defensa de la neutralidad de la red en Estados Unidos y pidió al organismo que redactara una normativa para garantizar el tráfico igualitario.
El presidente de la FCC, Tom Wheeler, accedió. En febrero de 2015, Wheeler propuso convertir Internet en un servicio básico bajo el amparo del Título II del Acta de Telecomunicaciones de 1996.
La neutralidad de la red había ganado una batalla, pero no la guerra.
¿QUÉ ES LO QUE QUIEREN CAMBIAR AHORA?
La clave de todo es definir qué es el acceso a Internet. En la actualidad, la FCC lo considera un servicio básico de telecomunicaciones y, como tal, debe estar garantizado en igualdad de condiciones. Las compañías que proveen el servicio quieren cambiar esto, y para ello están presionando al gobierno con todos los medios a su alcance.
El resultado de esta presión es el Acta para restaurar la libertad en Internet (Restoring Internet Freedom Act). Su nombre no puede ser más engañoso. Se trata de una propuesta iniciada por nueve senadores que busca privar a la FCC de la potestad para designar a los operadores de Internet como empresas de telecomunicaciones bajo el Titulo II del Acta de Telecomunicaciones de 1996.
Si la propuesta sale adelante, los operadores de Internet dejarán de estar obligados a garantizar un servicio básico e igualitario. No se trata de liberar Internet. Se trata de liberalizarlo como mercado. Los senadores detrás de esta propuesta ya trataron de hacer lo mismo en 2016 sin éxito. También son los responsables de la reciente ley que básicamente permite a los ISP vender tus datos de navegación.
A modo de inciso, una noticia también aparecida en Gizmodo a principios de marzo…
Tras el voto favorable de la Cámara de Representantes, Donald Trump ha firmado la ley que desmantela las normas de privacidad en Internet promulgadas por Obama. Las operadoras podrán seguir compartiendo los datos de navegación de los estadounidenses sin su permiso explícito.
El Congreso de Estados Unidos ahora permite que los proveedores de Internet vendan tu historial de navegación sin tu permiso
NO VIVO EN EEUU ¿POR QUÉ DEBERÍA IMPORTARME?
Como dice el refrán: Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. Si Estados Unidos aprueba una legislación que mate la neutralidad de la red, se sentaría un precedente muy válido para que las operadoras del resto del mundo pidan a sus gobiernos hacer lo propio, y lo peor es que no les faltaría razón. La falta de neutralidad en un país afectaría a la competencia de las empresas que no son de ese país. Además hay que tener en cuenta que una amplia mayoría de servicios de Internet nos llega precisamente de Estados Unidos. Si allí acaban con el principio de neutralidad, todo Internet tendría que adaptarse a las nuevas normas, y los usuarios no saldríamos ganando.
¿QUÉ PUEDO HACER AL RESPECTO?
Desgraciadamente, la respuesta a esa pregunta es “muy poco”. Puedes manifestarte muy enfadado, pero la pelota de la decisión sobre la neutralidad de la red está en el tejado del senado estadounidense, la FCC, las operadoras del país y el tremendo embrollo de intereses. Por mucho que nos indigne, de momento lo mejor que podemos hacer es estar informados sobre el tema, transmitir ese conocimiento, y no dejarnos engañar por nombres que invocan libertades.
Todos los bits de información que circulan por Internet deben ser tratados igual. De ello depende que la red que conocemos y amamos siga siendo cómo es. Si finalmente nuestros mandatarios nos la juegan, quizá sea el momento de pensar seriamente en elegir mandatarios mejores la próxima vez.

COMENTARIO ADICIONAL:
No compartimos la última frase, propia de una web de ideología próxima a los demócratas.
El problema no reside en votar a unos u otros (que también), sino que reside en que tanto unos como otros, son dos caras diferentes de un mismo mal (y en el mejor de los casos, dos males diferentes, como sucede en las elecciones francesas, aparentemente).
El problema es que hemos permitido la corrupción total del sistema y eso ya no se soluciona “votando a otros”.
Esa corrupción del sistema, encarnada en la figura de los políticos, está sentando las bases del Nuevo Orden Mundial, basado en la privatización y liberalización de todos los aspectos de la sociedad, hasta otorgar el control total del mundo a las grandes corporaciones.
La clase política está siendo vilipendiada en todo el mundo, calificada de ineficiente y corrupta, como de hecho es. Pero esto no es algo casual. Forma parte del plan para instaurar el nuevo paradigma.
La “solución” que se nos presentará a esta putrefacción, será que los políticos sean sustituidos por “personas capacitadas” en el ámbito de la gestión, figuras que serán desde grandes empresarios o magnates, hasta tecnócratas.
Ya estamos viendo la sustitución de los políticos tradicionales por figuras salvadoras que, con la palabra “libertad” en la boca, abogan por entregar el poder total y absoluto a las grandes corporaciones.
Trump y los representantes de las corporaciones y Wall Street que colman su administración, son un claro exponente de ello.
Y reiteramos lo que ya dijimos hace meses (y que nos valió un ataque masivo de trolls ): si las élites han situado a Trump en el poder, entre otros factores, es por que sienta el precedente a nivel social, de la sustitución de los políticos tradicionales por magnates, grandes empresarios y altos ejecutivos como mandatarios, el paso indispensable para instaurar el Nuevo Orden en el que las corporaciones tendrán el gobierno de facto del mundo.
Trump es el primer paso hacia ese Nuevo Orden y tras él, emergerán más grandes “empresarios de éxito”, dispuestos a “llevar los países como una empresa”.
¿Les suena un tal Mark Zuckerberg? Aún es un rumor, pero su nombre ya empieza a sonar como posible presidenciable para 2020…es un pésimo indicio de lo que venimos advirtiendo desde hace tiempo.

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