Si el golpe contra Siria ha sido ejecutado a partir de la excusa de un ataque con gases representado por unos Cascos Blancos que son la rama audiovisual del yihadismo islamista, cada vez aparece como más plausible la atribución de un ataque directo contra Israel por parte de Irán como pretexto para una represalia armada contra el país chíita.
Estos ataques han buscado deliberadamente provocar una respuesta por parte de Irán que, de no producirse, será sin más escenificada por los sionistas para tener la excusa para convertir a la República Islámica en lo que hoy son Afganistán, Irak y Libia: países humillados y destruídos cuyas riquezas han pasado a manos de los invasores.
Así lo reconocío en su momento, con total cinismo, Patrick Clawson, director de investigación del Instituto de Política del Cercano Oriente en Washington:
“Si los iraníes no emprenden un ataque, alguien tendrá que provocarlo como en el pasado”.
Es decir, en breve podemos encontrarnos con la reedición de ese proceder tan común de atribuir un incidente provocado por los propios anglo-sionistas al enemigo para proceder contra él:
España lo sufrió en 1898 con la auto-voladura del Maine en el puerto de La Habana, y el Vietnam unificado de 1964 donde el comunismo había ganado las elecciones con el llamado "incidente del Golfo de Tonkin", un hecho que nunca tuvo lugar y que la inteligencia estadounidense inventó.
En el siguiente vídeo, Clawson admite públicamente y fríamente que los amos de Estados Unidos han estado utilizando el engaño y el asesinato de sus propios ciudadanos para provocar guerras:
El objetivo inminente es involucrar más profundamente a las potencias atlantistas/sionistas en un conflicto militar contra la República de Irán.
Para ello solo necesitarían un ataque aéreo indiscriminado contra la población civil mediante un dron teledirigido que podría ser expuesto públicamente como de “fabricación iraní”.
El plan es obvio y está anunciado. Y volverá a ser publicitado con total desvergüenza por unos medios que fingirán su impostada indignación por la "crueldad" del régimen del presidente Rouhaní como han venido criticando a Asad por un ataque que éste nunca ordenó, ni quiso ni necesitaba.
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