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jueves, 8 de junio de 2017

Qatar rechaza cambiar su política exterior para satisfacer a sus vecinos mientras retira mil soldados de Yemen

Mil soldados qataríes abandonan Yemen


La unidad que Qatar desplegó en apoyo a las fuerzas del régimen tiránico de Arabia Saudí, que consistía de 1000 soldados, ha regresado a su país de origen después de que Riad expulsara a Qatar de la operación, según ha anunciado este jueves el canal QatarTv a través de Twitter. 

Las tropas abandonaron la base militar de Najran cerca de la frontera yemení y la base aérea saudí en Jamis Mushait el miércoles y llegaron a Doha más tarde. 

Qatar sobre las presiones saudíes: "podríamos resistir eternamente". 

Este repliegue se produce en momentos en los que Riad y sus aliados árabes han cortado sus relaciones diplomáticas con Doha. 
El canciller saudí, Adel al-Yubeir, exige que Qatar cambie sus políticas para que sea posible retomar las relaciones pero Doha se resiste.
En marzo de 2015, el régimen saudí lanzó una ofensiva militar contra el país más pobre del mundo árabe en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi, su estrecho aliado, una guerra ilegal que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha matado a más de 12.000 ciudadanos y destruido la infraestructura yemení. 

Qatar sobre las presiones saudíes: "podríamos resistir eternamente"
El canciller de Qatar ha declarado que Doha es capaz de soportar de forma ‘indefinida’ las presiones políticas aplicadas por Arabia Saudí y sus aliados. 
El ministro de Exteriores qatarí, jeque Mohamed bin Abdulrahman al-Thani en una entrevista a AFP ha declarado este jueves que “Qatar podría sobrevivir para siempre” a pesar del bloqueo impuesto por Riad y sus aliados, y por eso, no está dispuesto a cambiar su política exterior para resolver la disputa. 
"No estamos dispuestos a rendirnos y nunca estaremos dispuestos a ceder en la independencia de nuestra política exterior", ha asegurado Abulrahman al-Thani.
Al mismo tiempo, el ministro ha descartado que la situación actual degenere. “Una solución militar no es una opción”, ha sostenido. 
Asimismo, ha reconocido que Doha nunca había experimentado este tipo de hostilidad, incluso desde un país enemigo y ha asegurado que no ha habido cambios respecto al despliegue del Ejército en el país y no se han movilizado tropas. Ha indicado que la República Islámica de Irán ha trasladado a Doha su disposición de garantizar el suministro de alimentos y que designará tres de sus puertos para Qatar.
Qatar advirtió a Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin de que disparará contra cualquiera de sus buques que intente entrar en sus aguas. 
Por otra parte, ha dicho que Qatar respetará los acuerdos de gas natural licuado que cerró con Emiratos Árabes Unidos (EAU) pese a que haya roto relaciones con Doha. 
Qatar ha lamentado este bloqueo diplomático, que considera "injustificado", y asegura que todas las acusaciones carecen de fundamento, informan mkh/ktg/myd/mrk.

Qatar rechaza cambiar su política exterior para satisfacer a sus vecinos

Qatar no está dispuesto a cambiar su política exterior para satisfacer a sus vecinos árabes que han cortado relaciones diplomáticas y cerrado las fronteras con el emirato.
 “No vamos a renunciar a nuestra política exterior independiente”, declaró ayer su ministro de Asuntos Exteriores, el jeque Mohamed Bin Abdulrahman al Thani. 
El jefe de la diplomacia catarí, que calificó las medidas de “castigo colectivo”, afirmó que su país tiene asegurado el abastecimiento y puede mantener sus estándares de vida, pero alertó de que el diferendo amenaza la seguridad de toda la región.




“No sabemos qué hemos hecho para merecer semejante nivel de castigo. Se nos acusa de tratar con Irán, pero no se han tomado medidas similares hacia Irán; también de que financiamos a los peores grupos del mundo, pero no se nos han presentado pruebas”, se quejó el jeque Mohamed ante un grupo de periodistas, entre los que se encontraba la enviada de EL PAÍS. 
“Nunca hemos visto este nivel de hostilidad ni siquiera por parte de un país enemigo”, insistió el ministro convencido de que el intento de aislar a Qatar se debe a que es un país “progresista y con éxito”.
Su comparecencia se produjo horas después de que emir de Kuwait, el jeque Sabah Ahmad al Sabah, hiciera una breve escala en Doha de regreso de Riad y Abu Dabi. 
Los observadores habían apuntado a que el veterano mediador, que ya ayudó a resolver una crisis parecida en 2014, traía consigo una lista de condiciones que Qatar debería cumplir para que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) reconsideren su posición. 
Pero el ministro negó que hubiera ninguna lista y de sus palabras se desprendía que los esfuerzos del anciano Sabah, que la semana que viene cumplirá 88 años, no están dando resultado.
“Les ha escuchado y nos ha escuchado, pero no hemos recibido ninguna petición concreta aún”, dijo el jeque Mohamed.
Sin embargo, uno de los principales portavoces de EAU en esta crisis, su ministro de Estado de Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, ha dicho públicamente que lo que buscan es “un compromiso político de cambio de rumbo por parte de Qatar, que incluya poner fin a su apoyo a los Hermanos Musulmanes y a Hamas. EAU, Arabia Saudí, Bahréin y Egipto (que también han secundado la ruptura) han incluido a ambos en su lista de grupos terroristas. 
Además, Gargash también ha declarado que otra de las condiciones es que deje de “utilizar la formidable propiedad de medios para promover una agenda extremista”.
La televisión por satélite Al Jazeera, propiedad del Estado catarí, es una vieja fuente de fricción en el mundo árabe en general y entre las monarquías del Golfo en particular. 
Sin embargo, no es el único medio en el punto de mira. 
La cadena Al Araby y el Huffpost Arabi, ambos con sede en Londres, son también objeto de las críticas y han sido bloqueados en los cuatro países árabes citados. 
“El daño es terrible porque más de la mitad de nuestra audiencia está en Arabia Saudí y Egipto”, señala Fernando del Canto, consejero legal de la versión árabe del Huffpost.
“Estamos dispuestos a debatir sobre los asuntos de seguridad colectiva y hacer las correcciones que sean precisas al respecto, pero no sobre lo que atañe a nuestra soberanía, nuestra política o nuestros principios”, subrayó el ministro quien no obstante insistió en que Qatar quiere resolver el diferendo con sus vecinos por la vía diplomática. “No veo ninguna otra forma”.
Poco antes, el Ministerio de Defensa había restado importancia a una información que aseguraba que Qatar había puesto en alerta a los soldados desplegados en la frontera con Arabia Saudí. 
El jeque Mohamed también señaló que no había cambios en el acuerdo militar con Turquía, donde el Parlamento aprobó la víspera la ley que permitirá el envío de tropas a Qatar. “No se ha acelerado; todo sigue de acuerdo con el plan”, dijo. 
El pacto alcanzado en 2015 prevé que 3.000 soldados turcos entrenen a las fuerzas locales. De ellos, 600 se encuentran ya en suelo catarí.
Mientras, la presión contra Doha ha seguido creciendo. 
Chad retiró a su embajador, uniéndose a los países que han secundado la iniciativa emiratí-saudí. Bahréin ha seguido a Emiratos y Arabia Saudí en castigar con multa e incluso con cárcel cualquier muestra de simpatía hacia Qatar en los medios de comunicación o las redes sociales. 
EAU ha bloqueado el acceso a la web de Qatar Airways e interrumpido los servicios de correos. 
Aun así el ministro catarí aseguró que su país no va a utilizar como moneda de cambio el gasoducto Dolphin, que traslada gas desde Qatar a EAU y Omán.
“Respetamos nuestros acuerdos”, justificó dando a entender que Doha no desea escalar la crisis. De acuerdo con su información, el gas que transporta esa tubería proporciona un 40% de la energía que consume Emiratos.

Logo de la televisión Al Jazeera

La televisión catarí Al Jazeera sufre un ciberataque


"La red mediática Al Jazeera sufre un ciberataque contra todos los sistemas, sitios web y plataformas en las redes sociales", informó el medio en su cuenta de Twitter.
Al Jazeera aseguró que sus servicios se someten a "continuos intentos de hackeo".
El 5 de junio Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.

A este bloqueo diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras, mientras que Jordania y Yibuti anunciaron que reducían el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha y Senegal llamó a consultas a su embajador en Catar.
La crisis se desató después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir catarí Tamim bin Hamad al Thani a favor de la normalización de las relaciones con Irán.

El Ministerio de Exteriores de Catar afirmó más tarde que el polémico discurso era falso, obra de piratas informáticos que habían atacado el sitio web de la agencia, pero Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos dieron poco crédito a la explicación.

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