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jueves, 10 de noviembre de 2016

Un mundo se hunde bajo nuestros pies y tal vez, el capitalismo tenga que empezar a hacer su propia perestroika

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Un mundo se hunde bajo nuestros pies

Este título viene de una frase pronunciada por un representante del establishment francés ante la victoria de Donald Trump en los EE.UU.
Hace tiempo que sabemos que el declive de la principal potencia mundial no le permitía destinar sus fuerzas a dos frentes a la vez, el externo (contra Rusia y China, que se despliega en Europa y Asia principalmente) y el interno (contra su propia población cada vez más sublevada y contra su revolucionado “patio trasero”: América Latina). 
Hay una lucha abierta hace tiempo entre los grandes poderes estadounidenses, especialmente entre los “globalistas-neoliberales” (cuyo proyecto es el de un imperialismo por anegación, un dominio difuso a través de disgregadas plazas financieras mundiales y Tratados que aten, por encima de sus constituciones, al resto del mundo a los intereses de los grupos oligárquicos norteamericanos), y los “nacionalistas-proteccionistas” (más apegados al imperialismo clásico, multinacional, de la mano de ciertas corporaciones).
También dos plataformas de comunicación mediático-virtuales se enfrentaban en estas elecciones, la global, que tiene como núcleo a la CNN-Ted Turner-Time Warner, y la multinacional, que lo tiene en Foxs News Corp-Rupert Murdoch. 
De esa lucha de titanes ha salido la respuesta. 
La potencia mundial ha hablado. Y lo ha hecho en favor de la segunda opción, dando una clara muestra de repliegue ante su decadencia. 
Ha optado, “inteligentemente” dadas las circunstancias, por el orden en su propia casa (y recordemos, como he indicado, que dentro de la casa entra el patio de atrás). 
Esto significa, en principio, una mayor intervención en dos vertientes: la paliativa (¿políticas de de-deslocalización, de regeneración de infraestructuras largamente descuidadas, de levantamiento de algunas obras públicas, de reindustrialización?); y la represiva (engorde del brazo policíaco-militar contra su población, deportaciones, ciertos bloqueos migratorios, incremento de la ya de por sí mayor población carcelaria del mundo…). 
Los interrogantes en la primera vertiente vienen expresados por las dudas sobre la financiación de esas intenciones para quien al mismo tiempo propone rebajar los impuestos y tiene que hacer frente a una deuda total que casi iguala al PIB mundial. 
Por lo que respecta a la segunda vertiente, si ya buena parte de las calles están militarizadas incluso bajo estados de emergencia frecuentes, imaginémonos lo que eso puede significar.
Tampoco son buenas noticias para los países del ALBA y, en general, para los tímidos intentos de “desconexión” de los países latinoamericanos. Este nuevo monroísmo pone en el punto de mira de nuevo especialmente a Cuba y Venezuela.
En cambio este resultado puede abrir vías al reconocimiento por parte de EE.UU. del multipolarismo y por tanto expedir el camino hacia una distensión con Rusia y China. 
Puede ser indicativo del reconocimiento de la fracasada estrategia de guerra total “made in USA”, que como gran logro tiene el haber creado Al-Qaeda e Isis, haber convertido Asia Occidental y buena parte del norte de África en tierras barbarizadas, y haber diseminado los campos de batalla por las calles europeas. 
Guerra que además está perdiendo paso a paso frente a Rusia e Irán en Asia (con la siempre vigilante China detrás de ellas). Y que mantiene cada vez más descolocada a Francia en África (y que tampoco impide que China siga progresando en el continente). 
Este resultado podría además aflojar las ataduras sobre Europa, atascar los Tratados pendientes, y permitir que su potencia líder, Alemania, se vuelva de una vez hacia donde están las fuentes de energía y recursos, hacia lo que queda de capitalismo productivo, y emprenda el proyecto euroasiático, en vez de que Europa entera se deje arrastrar hacia la guerra (económica y militar) contra Rusia. 
El principio del fin de la globalización comenzó con el cambio de siglo (no fue casual al respecto el acontecimiento de septiembre de 2001). 
La implosión de un orden mundial estaba en marcha. 
En 2007-2008 tuvimos el primer aldabonazo de ello para las conciencias. Este es un segundo gran momento, en que la superpotencia gira hacia su casa. Y lo hace justo antes del muy probable próximo gran colapso financiero mundial. 
Ciertas élites parecen empezar a anticiparse al mismo. 
Mientras, Wall Street está siendo dejada a su suerte por las principales plazas financieras, que han empezado a deshacerse masivamente de los bonos del tesoro estadounidense como de un lastre.
Por mucho que las poblaciones crean que votan antisistema (la decisión electoral a la postre es suya), el resultado no proviene de ellas ni es antisistema. 
Está decidido por la pugna entre esos grandes bloques de poder (recordemos que cuando Gore ganó a Bush por votos, esos poderes decidieron que el que tenía que ganar era Bush). 
Aquellos que desencadenaron la publicación del informe del Wall Street Journal contra Trump eran conscientes de que esto daría lugar a una respuesta del director del FBI, James Comey, que a su vez contribuiría a debilitar a Hillary Clinton. 
En EE.UU., además, mucha de la población más pobre tiene muy dificultado su voto, los presos apenas pueden ejercerlo y una parte importantísima de la población no tiene por quién votar más allá de uno u otro representante de las oligarquías, y por eso no vota. 
(Esta vez había un candidato “anómalo”, Bernie Sunders, que arrastraba gente y que fue desplazado de nuevo con procedimientos oscuros de la carrera electoral).
Pero en esta ocasión, en contra de las apariencias, el resultado de la pugna entre poderosos pende de unos pocos hilos, la situación del ganador es muy inestable y débil. 
Trump tiene enfrente poderes muy fuertes que no han dicho su última palabra. Y eso no es baladí. No olvidemos, por ejemplo, que a los Kennedy no les dejaron acabar su mandato.
Algo se está moviendo a toda prisa bajo nuestros pies y el mundo que hemos conocido hasta hoy se desmorona. Las señales son ya inocultables. Quizás el capitalismo realmente existente, en abierta degeneración, tenga que empezar a hacer su propia perestroika.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



- Los medios creían que podían tapar la gran luna criminal de Clinton apuntando con el dedo a las miserias de Trump
 SION lo dejó claro al desechar a SANDERS y apostar x Clinton
 prefieren populistas de derechas antes que de izquierdas
- La DEMONIZACIÓN de los MEDIOS con PODEMOS o VENEZUELA se va a quedar en ná con la que nos viene encima contra TRUMP



La derrota de Clinton es la derrota de los falsos progresistas
del elite intelectual que viven perfectamente dentro el sistema
q critican.

Lo de los MEDIOS SIONISTAS con PODEMOS o VENEZUELA se va a quedar en ná... con la que se nos viene encima con TRUMP

La vergüenza no es algo que se compre o te caiga graciosamente del cielo. 
La vergüenza se tiene o no se tiene... sin más. 
Y la poca vergüenza de los medios bajo la tutela de Sión y sus esbirros, es para hacérsela mirar.

La globalización neoliberal solo favorece a las corporaciones sionistas, aumenta la desigualdad social y precariza a la gente... pero ellos siguen erre con erre haciéndo su sucia propaganda.

La Globalización Neoliberal intenta lavar sus Crímenes de Guerra con el LGBT, el Feminismo y el Matrimonio Homosexual  que no son más que cortinas de humo que con el cuento de salvar a la minorías se jode a la mayoría con más represión, recortes, bajos salarios y menos derechos y soberanía con sus Tratados de Libre Comercio.

Dividen a la ciudadanía en una lucha de guerrillas que aunque tengan su transcendencia, apartan de esa otra guerra más importante que se está librando: el desmantelamiento del estado de bienestar  y la instauración de un estado policial.

La guerra se soluciona llevando la paz... no trayendo millones de refugiados.

El paro se palia... jubilando antes a la gente y repartiendo el trabajo... no jubilando a los 70 años.

El PIB crece aumentando los salarios y la demanda interna... no haciendo todo lo contrario.

No sólo no han aprendido nada de la victoria de Trump, ni de la irrupción de movimientos como PODEMOS, Movimiento 5 Estrellas por un lado o figuras como Le Pen u Orban, por el otro.

Ellos, los medios, nos quieren hacer creer que la indignación de la gente, ante la factura que nos está haciendo pagar por mantener la estafa de este sistema corrupto y que ha aupado a todo aquello que tenga tufillo a antisistema, ya sea de derechas o de izquierda, cierto o no, es una desviación demoníaca que debe de ser extirpada con el peor de los exorcismos... el de la demonización.

Todo vale en aras de que todo siga igual para los de siempre... la casta de la peor casta... la del 1%.

Y para ello toman el peor camino: 
tomarnos por gilipollas y querer hacernos tragar con ruedas de molino, argumentos y soluciones tan inviables ( ahí están los resultados) como infumables.

Tras radicalizarlos e idiotizarlos durante décadas.... los medios culpan a la ignorancia de algunos... el triunfo de Trump

Para ellos mantener este estado de cosas que poco a poco está matando a la clase media de Occidente sin paliar lo más mínimo el sufimiento de los más desfavorecidos es la única solución. 

Y para ello ponen la sordina mediática, para que no llegue a la gente, otras alternativas que impedirían todo esto.

Los hipócritas medios exigen a la mujer del César la peor virtud... la de parecer virtuosa, aunque seas ... tan press-titutas como ellos.

En eso consiste el juego de manos en el que se ha convertido la falsa farsa de la vieja política del bipartidismo ya rancio que sustenta este putrefacto, carcomido y quebrado sistema.

El título de esta opereta se podría titular algo así como....
"Porqué me habláis, coño, de esto... cuando me quieren decir, hostias, esto otro."...

porque cuando estas lenguas viperinas de doble filo que se dedican a desinformar, manipular y tergiversar las cosas te dicen algo así como... que no hay dinero para pagar las pensiones...

te están diciendo en tu puta cara, 

que el dinero de tus impuestos siguen valiendo para pagar sus altos sueldos, sus onerosas jubilaciones, sus opíparas comilonas, sus putas de alto standing, sus comisiones suculentas o su compras de armas obsoletas que no servirían ni para eliminar a cualquiera de los muchos grupos yihadistas de tres al cuarto, de los que pululan por toda África u Oriente Medio, 

pero no para pagar tu mísera pensión que te has ganado con el sudor de tu frente trabajando a lo largo de los años, no como ellos chupando de la teta del estado y sin dar un palo al agua.

Y como esto todo lo demás.

Nos toman por tontos cuando hoy en día, las redes sociales con el variopinto gorjeo de sus tuits les sacan todas sus vergüenzas al aire, tanto al sistema, como a los títeres que los representa como a sus retorcidos, vacíos y falsos argumentos. 

Goebbels y su mentira repetida mil veces que se convierte por arte de magia, en verdad, ha dejado de ser una baza mediática. Internet ha devuelto la voz al pueblo y éste ya no traga con las mentiras del poder, como lo hacía antaño.

Y esta lección tan sencilla de entender es la que parece que no les cabe en su estrecha cabeza, ni al 1% ni a su servidumbre política y mediática. 

No se nos puede decir que se gobierna pál pueblo y pedirle su voto, a la vez que a éste no se le escucha y se le dá la espalda.

La guerra mediática que se nos viene encima es la del bipartidismo sionista que sustenta el sistema... contra los populismos ya sean de derecha o de izquierda que arremeten contra él.

Pero no tienen nada que hacer porque sus propuestas ya están obsoletas. Entramos en la era de los Corbyn, Movimiento 5 Estrellas y PODEMOS. Y por desgracia, en los países donde no han aparecido movimientos reales de izquierda, es la hora de Le Pen, Orban y demás movimientos nacionalistas de ultraderecha.

En nuestra mano queda, separar el trigo de la paja de entre estas dos opciones mal llamadas populistas.

ARMAK de ODELOT

POSTADA 
Iros esperando un diluvio de mentiras y falsedades con estruendosas rasgaduras de vestiduras, cada vez que Trump se salga lo más mínimo de la agenda sionista del 1% 
osea cada vez que intente algo para parar sus guerras, intervenciones o sus ilegítimos Tratados de Libre Comercio que solo favorecen a sus criminales corporaciones.


SUPUESTOS PROFESIONALES DEL PERIODISMO COMO ESTOS/AS Y MUCHOS/AS MÁS, NO SUPIERON DETECTAR QUE EL PUEBLO ESTADOUNIDENSE REACCIONARIA CONTRA CLINTON ANTE LA DEBACLE QUE SUPUSO OBAMA




EL RACISMO, FRUSTRACIÓN E INUTILIDAD DE LOS MEDIOS PERIODÍSTICOS ESPAÑOLES




EL RACISMO, FRUSTRACIÓN E INUTILIDAD DE LOS MEDIOS PERIODÍSTICOS ESPAÑOLES

Los furibundos ataques contra Donald Trump, reflejados en cientos de manifestaciones habidas en varias ciudades de los EEUU, animan a los periodistas españoles a vengarse de su fracaso como tales, por la “inesperada” victoria del millonario.


SUPUESTOS PROFESIONALES DEL PERIODISMO COMO ESTOS/AS Y MUCHOS/AS MÁS, NO SUPIERON DETECTAR QUE EL PUEBLO ESTADOUNIDENSE REACCIONARIA CONTRA CLINTON ANTE LA DEBACLE QUE SUPUSO OBAMA

Tras el éxito que no supieron detectar, cientos de informadores y corresponsales juegan a ser más demócratas que Platón, despreciando a los votantes de Trump, cabreados y frustrados por el resultado de los comicios y exagerando los presuntos temores que existen entre los millones de latinos que viven en EEUU, ante su incierto futuro.

La rabia ante su estruendoso fracaso como “analistas”, les lleva a esa furia infantil, uterina y cojoncil.

Lo curioso es que esos periodistas no hablan de los trabajadores del campo, de los ganaderos, de los granjeros, cowboys, mineros y agricultores, que han votado contra las mentiras e incumplimiento de promesas que durante ocho años mostró el primer presidente negro.

Para esos medios, los votantes de las comunidades rurales no deben ser tenidos en cuenta. Son la hez del imperio.

La supuesta “fractura” en la sociedad estadounidense a la que aluden con ceño y verbo fruncido, es la misma que existe en Francia entre los socialistas light de Hollande y la derecha de Marine Le Pen, por cierto, más izquierdista que el actual presidente francés; idéntica a la brecha entre los partidarios de Rajoy y PSOEDEMOS y muy similar a la que separa a laboristas y conservadores en el Reino Unido.

El esperpento del periodismo español tiene una obligación: interpretar el papel de fiel profesional de la corrección política, frente a las desafortunadas frases pronunciadas por Donald Trump acerca de las comunidades hispanas y las mujeres, cuando resulta palmario que en Europa millones de anónimos Trumps ríen complacidos ante tales denuestos, pero callan y miran de reojo a su alrededor.

Ese periodismo, mendaz y torticero, no “recuerda” los dos millones de deportados que hubo hasta 2012 bajo el mandato de Obama.

Esos medios no “quieren saber nada” de las ocho víctimas mortales, de color negro, que se producen diariamente bajo las balas de la policía de Obama.

Esas plataformas “informativas” olvidan voluntariamente los golpes de estado en Honduras, Paraguay, Brasil o Ucrania, perpetrados bajo la presidencia de Obama.

Ese “perrodismo” mira hacia otro lado, cuando se demuestran lan conexiones entre el ISIS y el Pentágono, Hillary y Al Qaeda, Obama y Al Nusra.

Contra todos ellos se han levantado también millones de personas, rechazando el voto por Hillary Clinton y optando por Donald Trump como mal menor. Se alzan contra la impostura, la corrupción, los crímenes de la policía, las invasiones y las guerras calientes y frías.

Contra una psicópata que despreciaba a la comunidad afroamericana y pedía que “les metieran en el talego” alegando que “han nacido para el delito“.

Contra una alcohólica, mentirosa compulsiva y sádica, que celebró sonriente el asesinato de Bin Laden y el espantoso linchamiento de Muammar Gaddafi.

Por eso y por muchas cosas más, EEUU bien merece que su historia la escriba también ese personaje machista, pero enemigo de las guerras, xenófobo y vocinglero, pero inequívocamente estadounidense.

La cantante Cher dijo que si ganaba Trump, ella huiría a Australia. Buen viaje, señora. Clint Eastwood se queda y Carlos Boyero lo celebra.


tenacarlos.wordpress.com

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