El PP cada vez más cerca de internacionalizar el Procés y de romper España con su estúpida intransigencia y afán de venganza
Armak de Odelot
SOPORTE INESPERADO
"Un verdadero refugiado":
el Consejo nacional SVP Glarner
exige asilar al presidente catalán Puigdemont
Andreas Glarner (derecha) piensa: "España no es exactamente conocida por serias jurisdicciones".
© Keystone / Sandra Ardizzone / Montage_luk
Andreas Glarner, jefe de asilo del SVP y Noch-Ammann de la comunidad de Aargau Oberwil-Lieli, critica a la judicatura española. Y él no está solo con eso.
Es incómodo para Carles Puigdemont. Para hoy jueves, la jueza penal federal española Carmen Lamela lo citó. Las acusaciones son: rebelión contra la autoridad del estado, rebelión y malversación de fondos públicos.
Se dice que el presidente catalán, depuesto por Madrid, se rebeló con el referéndum y la posterior declaración de independencia contra el Estado español y su constitución.
Él enfrenta hasta 30 años de prisión. Pero Puigdemont no piensa en viajar a Madrid. Ha escapado al acceso de la judicatura española con un escape espectacular a Bruselas.
El caso en su contra es político e injusto, dice. Ayer miércoles, su abogado Paul Bekaert propuso llevar a cabo la encuesta en Bruselas. Es improbable que Madrid responda a eso. Es más probable que se emitirá una orden de arresto internacional contra Puigdemont. Entonces el arresto lo amenaza en Bélgica.
ENCUESTA
¿Debe Suiza conceder el asilo a Carles Puigdemont?
55%
sí
45%
no
En los procedimientos de extradición, los jueces deberían aclarar si se cumplieron los criterios de extradición. Esto se refiere, por ejemplo, a la cuestión de si los delitos por los que se acusa a Puigdemont en España también son punibles en Bélgica.
El procedimiento sería altamente político, porque solo se dirigiría superficialmente a asuntos legales.
En esencia, se trata de la relación entre dos países de la UE.
El vicepresidente belga, Kris Peeters, ya se ha alejado manifiestamente del catalán.
Suiza como alternativa
Si el estado de la UE Bélgica muestra solidaridad con España, Suiza podría entrar en juego como una opción para Puigdemont.
Ya después de la violencia policial contra los participantes del referéndum del 1 de octubre, los parlamentarios suizos intervinieron.
El Departamento de Asuntos Exteriores también indicó su disposición a facilitar un diálogo entre Madrid y Barcelona.
Quien es Carles Puigdemont?
Carles Puigdemont es un político de Cataluña, una región en el noreste de España, que se considera a sí misma como una comunidad autónoma de España.
Carles Puigdemont es un político de Cataluña, una región en el noreste de España, que se considera a sí misma como una comunidad autónoma de España.
© Keystone
Desde enero de 2016, Carles Puigdemont ha sido Presidente de la Generalitat de Cataluña, que ejerce la autonomía de la Región de Cataluña en virtud del Estatuto de Autonomía.
Desde enero de 2016, Carles Puigdemont ha sido Presidente de la Generalitat de Cataluña, que ejerce la autonomía de la Región de Cataluña en virtud del Estatuto de Autonomía.
© Keystone
Bajo el gobierno de Puigdemont, el 1 de octubre de 2017 se celebró un controvertido referéndum sobre la independencia, a pesar de que el Tribunal Constitucional español declaró el referéndum ilegal por adelantado.
A fines de octubre de 2017, la Fiscalía General española presentó cargos contra Puigdemont.
Como resultado, el líder catalán se fue a Bélgica.
Bajo el gobierno de Puigdemont, el 1 de octubre de 2017 se celebró un controvertido referéndum sobre la independencia, a pesar de que el Tribunal Constitucional español declaró el referéndum ilegal por adelantado.
A fines de octubre de 2017, la Fiscalía General española presentó cargos contra Puigdemont. Como resultado, el líder catalán se fue a Bélgica.
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Mientras estudiaba, escribió para la prensa local y luego trabajó como periodista.
© Keystone
Puigdemont habla con fluidez francés, inglés y rumano, además de catalán y español. Está casado con un anglista rumano. Las dos hijas de la pareja crecen trilingüe (catalán, español y rumano).
Puigdemont habla con fluidez francés, inglés y rumano, además de catalán y español. Está casado con un anglista rumano.
Las dos hijas de la pareja crecen trilingüe (catalán, español y rumano).
© Keystone
Ahora Carles Puigdemont recibe apoyo del lado inesperado. El Consejo Nacional de Aargauer Andreas Glarner se compromete a conceder el asilo presidencial catalán depuesto en Suiza.
"Puigdemont es un verdadero refugiado. Él está siendo perseguido políticamente y, por lo tanto, ha obtenido asilo ", dice Glarner, quien es responsable del dossier de asilo en SVP.
Glarner no solo ve el criterio de la persecución política, sino que también simpatiza con las preocupaciones políticas de Puigdemont. "Creo que eso se refiere a la independencia", dice.
Glarner tiene poca confianza en los jueces españoles: "España no es precisamente conocida por una buena jurisprudencia", dice.
UNERWARTETE UNTERSTÜTZUNG
«Ein echter Flüchtling»: SVP-Nationalrat Glarner fordert Asyl für Kataloniens Präsident Puigdemont
Andreas Glarner (rechts) findet: «Spanien ist nicht gerade bekannt für seriöse Rechtsprechung.»
© Keystone/Sandra Ardizzone/Montage_luk
Für Carles Puigdemont wird es langsam ungemütlich. Für heute Donnerstag hat ihn die spanische Bundesstrafrichterin Carmen Lamela vorgeladen. Die Vorwürfe lauten: Auflehnung gegen die Staatsgewalt, Rebellion und Unterschlagung öffentlicher Gelder.
Der von Madrid abgesetzte Katalanen-Präsident soll sich mit dem Referendum und der späteren Unabhängigkeitserklärung gegen den spanischen Staat und seine Verfassung aufgelehnt haben. Ihm drohen bis zu 30 Jahre Haft. Doch Puigdemont denkt nicht daran, nach Madrid zu reisen. Er hat sich mit einer spektakulären Flucht nach Brüssel dem Zugriff der spanischen Justiz entzogen.
Das Verfahren gegen ihn sei politisch und unfair, sagt er. Gestern Mittwoch schlug sein Anwalt Paul Bekaert vor, die Befragung in Brüssel durchzuführen. Darauf dürfte Madrid kaum eingehen. Wahrscheinlicher ist, dass gegen Puigdemont ein internationaler Haftbefehl erlassen wird. Dann droht ihm die Verhaftung auch in Belgien.
In einem Auslieferungsverfahren müssten Richter klären, ob die Kriterien für eine Auslieferung erfüllt sind. Dabei geht es etwa um die Frage, ob die Delikte, für welche Puigdemont in Spanien angeklagt ist, auch in Belgien strafbar sind.
Das Verfahren wäre hochpolitisch, denn es würde sich nur vordergründig um Rechtsfragen drehen. Im Kern ginge es um die Beziehung zwischen den beiden EU-Ländern. Der belgische Vizepräsident Kris Peeters ging bereits demonstrativ auf Distanz zum Katalanen.
Die Schweiz als Alternative
Wenn sich der EU-Staat Belgien mit Spanien solidarisiert, könnte die Schweiz als Option für Puigdemont ins Spiel kommen. Bereits nach der Polizeigewalt gegen Teilnehmer des Referendums vom 1. Oktober intervenierten Schweizer Parlamentarier. Das Aussendepartement signalisierte zudem Bereitschaft, einen Dialog zwischen Madrid und Barcelona zu ermöglichen.
Wer ist Carles Puigdemont? Klicken Sie sich durch die Bildergalerie:
Nun bekommt Carles Puigdemont Unterstützung von unerwarteter Seite. Der Aargauer Nationalrat Andreas Glarner setzt sich dafür ein, dem abgesetzten Katalanen-Präsidenten Asyl in der Schweiz zu gewähren. «Puigdemont ist ein echter Flüchtling. Er wird politisch verfolgt und hat darum Asyl verdient», sagt Glarner, der in der SVP für das Asyl-Dossier zuständig ist.
Glarner sieht nicht nur das Kriterium der politischen Verfolgung gegeben, er sympathisiert auch mit dem politischen Anliegen von Puigdemont. «Ich finde das Anliegen der Unabhängigkeit berechtigt», sagt er. In die spanischen Richter setzt Glarner wenig Vertrauen: «Spanien ist nicht gerade bekannt für eine seriöse Rechtsprechung», sagt er.
Glarner wiederum ist nicht dafür bekannt, sich für Flüchtlinge einzusetzen. Sein Dorf Oberwil-Lieli machte internationale Schlagzeilen, weil es eine Zeit lang lieber hohe Kompensationszahlungen leistete, als Flüchtlinge in der Gemeinde unterzubringen. Glarner war als Ammann für diese Politik verantwortlich. Für ihn ist die Asylforderung für Puigdemont aber kein Widerspruch.
Er unterscheidet zwischen Wirtschaftsflüchtlingen, die der Armut entfliehen, und solchen, die politisch verfolgt sind. Die Idee, Asyl für Puigdemont zu fordern, hatte Glarners Parteikollege und Fraktionschef im Aargauer Grossrat Jean-Pierre Gallati lanciert. Er nimmt auch den neuen Aussenminister Ignazio Cassis in die Pflicht. Asyl für Puigdemont einzufädeln, wäre ein guter Start als Aussenminister, schreibt er.
Der Walliser CVP-Nationalrat Yannick Buttet unterstützt die Forderung: «Wenn Madrid Puigdemont wirklich ins Gefängnis schickt, würde er zum politischen Gefangenen. Darum würde ich es begrüssen, ihm in der Schweiz Asyl anzubieten.» Zuständig dafür wäre das Staatssekretariat für Migration. Dort heisst es, jedes Asylgesuch werde geprüft. Weil er in Belgien noch keinen Asylantrag gestellt hat, steht ihm die Option Schweiz noch offen.
https://www.aargauerzeitung.ch/schweiz/ein-echter-fluechtling-svp-nationalrat-glarner-fordert-asyl-fuer-kataloniens-praesident-puigdemont-131865023
OPINIÓN de Ramón Cotarelo/ Palinuro.- Es evidente. La justicia del enemigo que, creyéndose vencedor, la convierte en cualquier cosa menos en justicia; en venganza ("más dura será la caída", dice el reprobado fiscal), en revancha, en escarmiento.
El titular de El País es un prodigio de manipulación y estulticia por igual.
Al escribir que el independentismo responderá ante la justicia está dando la razón al govern en el exilio cuando afirma que se trata de un juicio político y que se pretende perseguir ideas políticas, en concreto la independentista.
Porque, obviamente, quienes responderán (o no) ante la justicia, serán personas físicas, con nombres y apellidos, como exige el derecho penal... salvo que se trate de eso, del derecho penal y la "justicia" del enemigo.
En tal caso, el titular es un estremecedor acierto: está incoándose una causa general contra una idea. Con este espíritu, el hecho de manifestarse independentista pasará a ser delito. Y así estaremos de nuevo criminalizando la libertad de expresión, un descenso que no tiene fin porque si ser independentista es un delito, ¿por qué no cualquier otra idea que disguste al poder político o a sus brazos ejecutores?
Lo confiesan ellos mismos pues, al fin y al cabo, El País es uno de los periódicos del triunvirato nacional, del lado del gobierno. Se trata de un juicio político abierto. Y sin garantías.
Aquí viene la parte de manipulación del titular en la afirmación de que el independentismo comparecerá ahora ante la justicia.
¿Qué justicia? Recuérdese: la de un país que, en materia de independencia judicial ocupa el lugar vigésimo segundo de los veintiocho de la UE y el septuagésimo segundo de los ciento cuarenta y ocho que ha estudiado el Foro Económico Mundial.
¿Cómo puede aportar garantías judiciales un país con esta ejecutoria? No, el independentismo no comparece ante la justicia sino ante la Audiencia Nacional española, una jurisdicción especial, heredera del TOP de Franco, y ante un fiscal reprobado por el Parlamento y una jueza cuyas actuaciones suscitan un creciente cuestionamiento jurídico por su evidente politización.
Siendo la justicia española no independiente, como dictaminan los órganos pertinentes, en realidad, el independentismo no comparece ante la justicia sino ante el gobierno por intermedio de los jueces.
¿Garantías en la aplicación del derecho penal del enemigo? Ninguna, obviamente. Y no solo garantías judiciales. Ni seguridad personal tienen los acusados.
Ayer grupos organizados de patriotas españoles esperaron, acosaron e insultaron a los consellers que llegaron a El Prat, como a los miembros de la mesa del Parlament a la llegada a la estación de Mediodía en Madrid, o a otros cargos en Sants camino del AVE.
En todo caso, los acosadores tenían previa noticia de los movimientos de sus víctimas.
Hay quien está filtrando estas informaciones a las bandas de fascistas para que vayan a provocar altercados.
Garantías, ninguna. Seguridad, menos.
Hay una evidencia creciente de que las bandas de matones campan por sus respetos por Cataluña y Barcelona en concreto, con impunidad y con la benevolencia de las autoridades, si es que el grado de implicación de estas no es superior.
Medio govern, seguramente, irá a la cárcel y quizá también la mesa del Parlament con Forcadell a la cabeza. El otro medio govern en el exilio.
Una situación que probablemente satisfará a los halcones del partido de la Gürtel pero que no es sostenible internacionalmente y que sin duda pesará mucho en las negociaciones a tres (España, Cataluña y la UE) que se estarán llevando en las dos "embajadas" de la Generalitat que han quedado abiertas, la de Madrid y la de Bruselas.
Ahí se está intentando encauzar el proceso hasta las elecciones del 21D, que serán determinantes.
No lo tiene nada fácil el triunvirato nacional.
El mensaje que la otra parte ha emitido es el de una eficacia y unidad a prueba de bomba.
El medio gobierno que va a ir voluntariamente a la cárcel, conjuntamente con la mesa del Parlament harán compañía a los dos Jordis, se constituirán igualmente en presos políticos y reafirmarán la unidad de acción de las instituciones y los movimientos sociales. Nadie escabulle el bulto, nadie retrocede ni se esconde. La distribución de roles es pragmática.
Puigdemont es más eficaz en el extranjero; Junqueras, Forn, en la cárcel. El relato adquiere dramatismo e interpela con fuerza el ánimo de resistencia y desobediencia pacíficas que embarga a muchos niveles de la administración y muy diversos sectores sociales.
La vigilancia y mediación de hecho de la UE no permite al gobierno interferir en el proceso electoral, prohibir los partidos independentistas o hacer las habituales trampas.
Así las cosas es de prever que el bloque independentista se presente en una sola lista acicateado por el probable hecho de que eso mismo intentará hacer el unionismo.
Las elecciones del 21D han acabado siendo el referéndum que se quiso evitar, pero con el régimen de unas elecciones autonómicas, o sea, con el sistema d'Hondt, en donde a los pequeños suele irles mal.
De darse los dos bloques, solo quedaría por averiguar qué haría el de los Comunes, cosa en la que también influirá el resultado de la actual trifulca en Podemos entre el centro y la sucursal catalana en torno a la figura de Albano Dante.
La cuestión viene de inmediato: si, como parece probable, vuelve a salir una mayoría independentista, ¿qué propone hacer el triunvirato nacional? ¿Ignorarlo? ¿Convertir el 155 en el nuevo Estatuto de Cataluña? ¿Repetir las elecciones hasta que los catalanes voten en contra de sus convicciones?
El resultado de esas elecciones deberá ser vinculante.
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