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martes, 28 de noviembre de 2017

La Venganza Electoral de las y los Desposeídos .... El opositor Nasralla es ganador de presidenciales de Honduras

El opositor Nasralla es ganador de presidenciales de Honduras


El opositor Salvador Nasralla encabeza las presidenciales de Honduras con 45.17 % de los sufragios, según los resultados preliminares.

Nasralla candidato por la Alianza de Oposición contra la Dictadura cuenta hasta este momento con 855.847 de los votos escrutados, según datos oficiales ofrecidos este lunes por el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros.

Le sigue el actual presidente hondureño Juan Orlando Hernández con 40.21 % (761.000) y el candidato por el Partido Liberal, Luis Zelaya con un 13 por ciento. 

El informe del órgano electoral ha arrojado asimismo que hay un total de 1.894.723 de votos válidos y un 3,51 por ciento de votos nulos.

Son los resultados parciales con 57 % de las mesas escrutadas, tras una jornada de confusión en la que tanto Nasralla como Hernández se habían proclamado vencedores

El titular de TSE ha dicho que aunque no son cifras definitivas, son resultados oficiales.

Matamoros ha afirmado que aún hay mesas donde se siguen contando los votos en el marco de un proceso electoral bastante largo que mantuvo en incertidumbre a los hondureños, situación que fue criticada por los observadores internacionales.

Estas son las elecciones más observadas de la historia de Honduras ya que participaron unos 16.000 observadores, de los cuales 600 son de misiones extranjeras, incluida la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

En las calles hubo un despliegue de más de 35.000 efectivos policiales y militares en todo el país para garantizar la seguridad del proceso.

http://www.hispantv.com/noticias/honduras/360810/opositor-nasralla-gana-presidenciales-hernandez

Honduras, La Venganza Electoral de las y los Despojados

Por Ollantay Itzamá 
/ Resumen Latinoamericano/ 28 de nov. 2017 .-
El debilitado aparente Estado de Honduras, en sus casis doscientos años, estuvo controlado y gobernado por la élite de terratenientes y comerciantes auto rotulados como “conservadores” y “liberales”.
Durante los primeros cien años, los patrones colocaban a los capataces de Honduras mediante bayonetas y escopetas. 
A principios del siglo XX, los conservadores (partido Nacional), para hacer la pantomima democrática, crearon el denominado partido Liberal, y así Honduras vivió todo un siglo bajo el (des) gobierno del bipartidismo (nacionalistas y liberales), hasta noviembre del 2017.
Un golpe de Estado que abonó resistencia
A finales de la primera década del presente siglo (2009), con un golpe de Estado político-militar, los ricos en el poder aceleraron su auto desestabilización política. 
Y abonaron el surgimiento del movimiento social que fue el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que exigía la restitución en el poder de Manuel Zelaya, Presidente defenestrado por el golpe de Estado, y cambios estructurales profundos en la Honduras empobrecida y enajenada.
A partir del 2012, el FNRP declinó, y dio origen al actual partido político Libertad y Refundación Libre. 
Este “nuevo” partido, conformado, en su mayoría por políticos ex liberales, en las elecciones generales del 2013 (su primera participación), quedó en el segundo lugar, con 37 diputados (del total de 128 diputados del Congreso de la República).
Pero, el gobierno de Juan Orlando Hernández, del partido Nacional (coautor del golpe de Estado, junto a los liberales), que tiene aún el control del Legislativo y Judicial, les hizo la “vida política” casi imposible. 
No sólo les excluyeron de las comisiones legislativas, sino también les impidieron sistemáticamente las iniciativas legislativas, hasta les retuvieron los honorarios a dichos diputados.
Una dictadura “democrática” que empobreció a todo un país
Después del golpe de Estado (2009), Honduras continuó en una sistemática dictadura “democrática”, donde la ilegalidad, la corrupción y disolución de los derechos fueron constantemente promovidos y premiados por el Estado y sus tres gobernantes posteriores al golpe.
La ilegalidad en la dictadura de Juan Orlando Hernández superó la imaginación máxima cuando éste, en contra del artículo pétreo de la Constitución Política (Art. 239), se autoproclamó como candidato presidencial buscando su reelección, bajo el lema: “La vida mejor para Honduras no puede parar”. En un país que después del golpe de Estado el nivel de pobreza empeoró en más del 10%, y el país adquirió la marca mundial de “país más violento sin guerra”.
La disolución de los derechos cobró visos dantescos con las masacres y asesinatos selectivos de defensores de derechos. Siendo el caso más repudiado el asesinado de Berta Cáceres. 
El disentir o difundir el pensamiento crítico se castigaba y castiga con la pena de encierro, o destierro, o entierro.
Un dictadura “democrática” que subestimó a sus víctimas
En estas condiciones la hondureñidad fue obligada a volver al ritual de las urnas. Y, el dictador, creyendo que sus víctimas estaban vencidas, intentó re ungirse en las urnas alegando ser el ungido del Dios desconocido para seguir gobernando “Honduras para Cristo”.
Pero, la resistencia no estaba muerta. 
Ésta volvió sobre sus cenizas y derrotó incluso a la dictadura mediática de los masivos medios de (des) información, a la dictadura divina en campaña a favor del dictador (Cardenal, obispos, curas, pastores, apósteles…). 
Derrotó a la dictadura del miedo.
El ilegal candidato presidencial y Presidente de la República, Juan Orlando Hernández, se mantuvo en campaña electoral permanente durante todo su gobierno.
Distribuyó a sus electores, que él mismo los empobrecía, bolsitas de frijoles africanos rotulados con su fotografía y logo de su partido. Distribuyó 50 Lempiras (equivalente a 2.5 dólares) a todos los pobres electores que crecieron en número en el decenio del golpe continuado. 
Regaló pelotas, casitas de cartón, hornillas…, sacramentadas de: “bendiciones con la sangre de Cristo”.
Encerró, desterró o enterró a todo defensor o profeta incómodo de los derechos humanos. 
Persiguió y expulsó a los “venezolanos”, fantasmas de Hugo Chávez, que supuestamente traían consigo el mortal del virus del “comunismo” a la “Honduras de Cristo”.
Pero, nada de eso funcionó. 
Ni la dictadura, ni la dolorosa Honduras había sido de Cristo. Los pobre recibieron las bolsas de frijoles, pero votaron por la Alianza (Libre-PINU). Los “venezolanos chavistas”, enemigos de la dictadura, tenían carnet de identidad hondureña, y en las urnas defenestraron al dictador ungido por Cristo.
La venganza electoral de los empobrecidos
El dictador, y su virginal Primera Dama, antes de los primeros resultados electorales emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), de rodillas, y ante sus cámaras de televisión, agradecían llorosos a su Dios desconocido y a su Cristo por haberle “ungido por segunda vez como Presidente de Honduras”. Incluso creyentes o cómicos gobernantes de Guatemala y Ecuador, le felicitaron al dictador por anticipado. Pero, las urnas dijeron lo contrario.
Deprimente fue la sorpresa para el dictador y su cohorte cuando el TSE anunció, lo que ya habían anunciado los políticos de la oposición: “Salvador Nasralla, candidato de la Alianza Libre-PINU, aventaja con 5 puntos por encima del candidato del partido Nacional, Juan Orlando Hernández”.
Allí, la algarabía, el fervor y gratitud religiosa, la prepotencia “democrática”, se diluyó en el rostro del ungido.
“Fue un acuerdo entre los partidos de la oposición y el partido Nacional para que en los mismos centros de votación se entregase a todos los representantes de los partidos copias legalizadas de todas las actas de votación. 
Nosotros, como Libre hemos cuidado y asegurado para que ese acuerdo se cumpla. Así, ellos (partido Nacional) ya no podían fabricar o modificar actas de votación”, indica Dilcia Cantarero, dirigente departamental de Libre en Copán. Y así fue. Éste fue el “talón de Aquiles” de Juan Orlando Hernández.
En 2013, Libre denunció que el TSE modificó las actas electorales (fraude), pero no tenía modo de mostrar evidencias. 
Esta vez, tiene en su poder todas las actas electorales del país legalizados por el TSE. 
El dictador no pudo hacer la tradicional costumbre de: “aceitar con dinero público los resultados electorales a su favor”.
Esta venganza electoral de los empobrecidos significa una máxima responsabilidad para el gobierno de Salvador Nasralla y para toda la estructura política de Libre. 
Honduras, como primer paso necesita la restauración de los derechos fundamentales cercenados, y resarcimiento de las víctimas de la dictadura. 
Tareas nada secundarias son la revisión de todos los contratos de concesión del territorio y bienes nacionales a empresas transnacionales, la supresión de la corrupción pública como la industria más fácil para enriquecimiento ilícito, la restauración de la pacífica convivencia social interna, etc.

Honduras. Renato y Corrales cometen delito incitando vandalismo y crisis

Honduras se mantiene en zozobra tras las elecciones generales, del pasado domingo, alimentada por medios tradicionales que transpiran desinformacion junto a beneficiarios del poder, y un Tribunal Supremo Electoral (TSE) malicioso, cuyo magistrado presidente, con familia empleada en el gobierno, se abstiene de indicar sin rodeos al ganador que, está en esta ocasión, la fuerte tendencia con el 57 por ciento de actas, no favorece la reelección del actual gobernante.
El 25 de noviembre de 2013, una noche después de las elecciones con el 43 por ciento de votos computados, sin ningún “pero” del TSE, el actual presidente, Juan Hernández, se declaró ganador, cuando, según el conteo oficial, superaba por seis puntos a la candidata de Libre, Xiomara Castro, que después anunció fraude. Nada refutó Batson en 2013, no justificó que por falta de actas no se reconocía al presidente electo, al contrario, se decantaba anunciando la tendencia irreversible a favor de Hernández.
El pueblo hondureño pasa horas de incertidumbre por la incapacidad del presidente hondureño, Juan Hernández, para aceptar que el pueblo no le admitió en las urnas su pretendida reelección presidencial tal como este día en conferencia de prensa lo expresó el candidato del Partido Liberal, Luís Zelaya cuando sentenció: Salvador Nasralla ganó, y hay que aceptarlo”. “La tendencia es irreversible”, ha dicho el magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Contrario a la velocidad para declarar al “Presidente Electo” en los comicios de 2013, cuando también, David Matamoros Batson, justo ese año fungía otra vez como magistrado presidente del TSE, esta vez no hubo presiente electo, es más, hasta se pelea con los periodistas  cuando le preguntan al respecto, los llama ignorantes en procesos electorales y les ha dicho que el ganador se sabrá hasta el próximo jueves, ¡cuatro días después! ¡Que eficiencia Batson!
En 2013, la misma noche de las elecciones con el 43 por ciento del total de votos computados, sin ningún “pero” del TSE, se declaró ganador el actual presidente, Juan Hernández; en esta ocasión, con el 57 por ciento de actas escrutadas cuya tendencia favorece al candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, Batson grita virulento que el Tribunal no da tendencias, porque “estamos en período de impugnaciones de las elecciones, y nada se puede dar como un hecho”.
Nada de eso refutó en 2013, tampoco justificó que por falta de actas no se reconocía al presidente electo. Al contrario, Batson se decantaba anunciando la tendencia a favor de Hernández, quien le mantiene empleada a su hija como vicecanciller de la república.
Este día, Batson insistió que en el proceso anterior se declaró al ganador hasta 21 días después, casi ufanándose de la ineficiencia para agilizar un conteo de tanta trascendencia nacional, que en estos días va subiendo el calor de enfrentamientos y moviliza al pueblo en las calles.- 
Hay amenazas de crisis desde el partido en el gobierno que anuncia que ya ganaron y que sacarán su gente a las calles. Batson ya no recuerda que en las elecciones de 2013 también el Partido Libertad y Refundación (Libre) denunció fraude electoral, después de un apagón de luz durante la lectura de resultados.
- Ese ambiente, se refleja en redes sociales desbordadas con teorías de conspiración y una guerra psicológica alimentada en la no aceptación de la derrota en el partido gobernante.
Mientras la gasolina brota de la tierra en este país huérfano de la “institucionalidad” que en un momento como este ponga orden a través de un poderoso presidente de la Corte Suprema de Justicia o de un intratable Fiscal General del Estado, ayer, antes que el TSE, emitiera los resultados oficiales del primer conteo presidencial, el funcionario internacional de Honduras y dueño de la encuestadora Ingeniería  Gerencial, Arturo Corrales, en el espacio estelar de Televicentro que dirige el periodista Renato Álvarez, con ocasión de las elecciones generales, adelantó resultados que favorecían al presidente Juan Hernández.
Todo eso, a pesar a que el TSE había prohibido que los medios de comunicación difundieran resultados antes del primer conteo oficial, ningún otro medio lo hizo por miedo a las fuertes multas. Renato y Corrales adelantaron que por el Partido Nacional había obtenido un 43.93%, la Alianza de Oposición, 34,70% y el Partido Liberal un 17.68%. 
A Renato no le importó que uno de los candidatos que afectaba con esos datos “a boca de urna”, no oficiales, es su compañero de trabajo, Salvador Nasralla.
Las cifras de Corrales terminaron en el cesto de la basura a las 2:00 de la madrugada por los resultados del TSE que marcaron una tendencia opuesta, perdía su jefe Hernández y ganaba el compañero de Renato, Nasralla. 
Los datos dieron fe del 57 por ciento de actas contabilizadas que daban una ventaja de 4.96 puntos a Nasralla, tendencia que se mantiene hasta este instante, si no se va la luz como en 2013.
Frente al triunfo parcial en ascenso de Nasralla, la insistencia de Corrales era contradecir que la diferencia entre Nasralla y Hernández se reduciría en las últimas horas a solo 13,000 votos, argumentando que su empresa había procesado el 78% de las actas. Renato miraba extasiado los análisis que hasta hoy siguen siendo diferentes.
“Sería una irresponsabilidad vaticinar un resultado final ahora”, insistía Corrales refiriéndose a los resultados que a esta hora posicionan a Nasralla como próximo presidente. 
En las últimas horas el magistrado del TSE, Marco Ramiro Lobo aseguró que la tendencia en los resultados del proceso electoral es irreversible a favor de Nasralla.

¿Democracia? Honduras amaneció con dos Presidentes autoproclamados (+elecciones)


La falta de resultados oficiales tras los comicios del domingo 27 de noviembre dejaron en la incertidumbre a los hondureños, quienes amanecieron con dos autoproclamados vencedores: el propio gobernante y aspirante a la reelección, Juan Orlando Hernández, y el contendiente opositor, Salvador Nasralla.
Y es que irresponsablemente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ofreció el día de ayer el primer boletín con resultados preliminares, al menos sobre la tendencia para el Presidente, algo inédito desde que el país retornó a la democracia en 1981, situación por la que el presidente del TSE, para excusarse, argumentaba cinco horas después del cierre de las votaciones, que no se disponía de una tendencia clara que permitiera ofrecer responsablemente algún resultado. Reseña nota de Lechuginos. 
Dando estas declaraciones después de que ambos aspirantes a la Presidencia de Hondura gritaran victoria, ambos “seguros” de los datos recopilados por sus representantes en las mesas y por encuestas a boca de urna.
Dicha acción significa que Honduras gracias a su pírrico y desbaratado e irresponsable Sistema Electoral amanece con dos autoproclamados vencedores en comicios.

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