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domingo, 26 de noviembre de 2017

La POLICÍA ESPAÑOLA visitó RIPOLL 3 VECES PARA CONTROLAR AL CEREBRO de los ATENTADOS de BARCELONA

LA POLICÍA ESPAÑOLA VISITÓ RIPOLL 3 VECES PARA CONTROLAR AL CEREBRO DE LOS ATENTADOS DE BARCELONA

Las sospechas sobre el papel de los servicios secretos españoles y la policia con el cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils, crecen por momentos.
Sospechas extremadamente graves.
Según ha publicado en exclusiva el medio Vilaweb, el cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils fue controlado por la policía y los servicios secretos durante una década hasta pocos meses antes de los atenados del 17 de agosto.
Así lo expone Vilaweb

Pocos meses antes de los atentados de Barcelona y de Cambrils, la policía española controló los movimientos de Abdelbaki es-Satti, el ex-imam de Ripoll considerado el cerebro del grupo que cometió los ataques.
Según ha podido confirmar VilaWeb con fuentes de la comunidad islámica de Ripoll, agentes de la policía fueron tres veces, dos de las cuales para pedir sobre posibles cambios en la junta de la comunidad donde es-Satti ejercía de imam y otra, pocos meses antes del 17-A, preguntando quién había ahí como imam.
Justo se cumplían tres meses de los atentados, el CNI filtró a varios medios españoles que el imam de Ripoll era un confidente suyo, y que se pusieron en contacto con él durante el tiempo en que es-Satti estuvo en la prisión de Castellón, entre los años 2010 y 2014, condenado por tráfico de drogas. Y fue durante estos años que, según El País, estableció contacto con uno de los condenados por el atentado de la 11-M en Madrid, Rachid Agllif.
El imam tenía pendiente una orden de expulsión a Marruecos por una condena de tráfico de droga, pero un juez de Castellón la revocó alegando que no constituía ‘ninguna amenaza real’ y porque ‘demostró esfuerzos de integración en la sociedad española’. La abogacía del estado no recorrió la revocación de la orden de expulsión.
En el momento en qué quedó libre, Satty era confidente de los servicios secretos españoles, de acuerdo con la información filtrada por parte del CNI.
Pero, ¿con qué condiciones? ¿Y por qué la policía española no informó a los Mossos d’Esquadra de su historial delictivo si poco después, en 2015, ya se instaló en Ripoll para ejercer de imam de la comunidad El Fath?
Y cuando hablamos de antecedentes delictivos, hablamos no tan sólo de tráfico de drogas, sino de los vínculos yihadistas que tenía antes y que eran muy conocidos por los servicios secretos españoles. Es precisamente esto lo que se ha preguntado esta misma semana el ombudsman catalán, el “Síndic de Greuges”, Rafael Ribó, que ha exigido explicaciones públicas de las autoridades españolas. Sobre todo aquello que sabían de es-Satti y sobre el hecho de dejar a un lado a los Mossos y privarlos de disponer de información muy relevante.
Recordemos que es-Satti ya había aparecido en el sumario de la llamada operación Chacal, en la que hubo cinco detenidos en enero del año 2006 acusados de haber reclutado mujahidines en Vilanova i la Geltrú para enviarlos a Irak. Los sindicatos de la policía española y la Guardia Civil, SUP y AUGC, se llegaron a quejar, una semana después de los atentados de Barcelona y Cambrils, que esta información no fuera comunicada a las autoridades catalanas, a pesar de ser una información de la cual disponía justamente el Ministerio de Interior y, por lo tanto, la policía española.
Pero el control de es-Satti viene de antes: unos documentos del juez de la Audiencia española Fernando Grande-Marlaska, publicados por el diario ABC el mes de agosto, revelan que la policía pidió en el año 2005 intervenir el teléfono de es-Satti por presuntas actividades de apoyo a yihadistas. Y el juez accedió, porque sospechaba que trabajaba para Al-Qaeda. Marlaska decía que es-Satti podía ‘actuar como intermediario a la hora de dar apoyo logístico para redes terroristas’.
La policía judicial española sospechaba que Abdelbaki es-Satti tenía vínculos con Ansar al-Islam y el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, responsable del atentado del 11-M del 2004, a quien apoyaba logísticamente. Según los documentos que la policía hizo llegar al juez Marlaska, a raíz de los atentados contra la Casa de España de Casablanca del 2003, que causaron cuarenta y cinco muertos, se empezó a seguir a unos individuos como presuntos responsables de los ataques y que habían llegado al estado español procedentes de Siria. Y, siguiendo el rastro, toparon con es-Satti, que les daba cobertura.
La policía española siguió, pues, el rastro de es-Satti durando más de una década, hasta llegar a convertirlo en confidente.
Y controló los movimientos específicamente cuando ya era imam en Ripoll, pocos meses antes de los atentados.

Sospechoso, ¿no?
Extremadamente sospechoso.
Recuerden lo que venimos diciendo desde hace tiempo…

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