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martes, 10 de octubre de 2017

Puigdemont apuesta por la vía eslovena y suspende una independencia nunca proclamada

El PROCÉS CATALÁN

Puigdemont suspende una independencia nunca proclamada

El antes y el después de la No DUI

 

El presidente de la Generalitat arrojó un jarro de agua fría sobre las ilusiones de miles de catalanes que se jugaron el tipo el pasado 1 de octubre para votar. 
Una decisión que pragmáticamente parece responsable pero que ha frustrado y decepcionado a muchos ciudadanos que esperaban que hoy Cataluña anocheciera siendo una república catalana. La reacción de abatimiento de la gente que estaba en el Paseo Lluís Companys viendo la comparecencia en pantallas gigantes es reveladora. 
En un proceso en el que se aludía a la voz de la calle, su silencio habló. Y esa fue la única y verdadera proclamación.
Carles Puigdemont declaró en su esperada comprecencia: “Asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en Estado independiente en forma de república”, para a continuación suspender la independencia que no llegó a proclamar y llamar al diálogo. 

Los acontecimientos de esta semana han apaciguado el alma independentista de Puigdemont y han hecho aflorar su caracter más burgués. 
El espíritu de Cambó, que cambió la Lliga regionalista por el apoyo a Franco, comenzó estos días a sobrevolar sobre el PdCAT con las huidas de las empresas y los bancos, porque cuando las cosas se complican un burgués siempre optará por sus intereses y los de su clase.
A largo plazo, la decisión de Puigdemont puede ser la mejor opción para el independentismo. Pero eso no se percibe hoy. 
Los diputados de la CUP han dejado claro su descontento con la declaración interruptus del líder catalán y Anna Gabriel ha expresado que se tendría que haber proclamado de forma solemne la república independiente de Cataluña. El enfado era evidente entre el partido municipalista, que posteriormente abandonó el pleno sin mediar saludo o mirada con el president.
La no declaración de independencia, sin embargo, parece no haber servido para quien no quiere escuchar. Inés Arrimadas, líder de la oposición, no cambió un ápice el discurso que llevaba programado y se dirigió a Puigdemont como si hubiera hecho algo que no hizo. 
Lo mismo que el portavoz del PP, Xavier García Albiol, que ávido de poder proclamar el artículo 155 de la Constitución no atendió al discurso del president, o lo ignoró enarbolando el ala más ultra del partido del gobierno de España. 
Una posición que parece compartida por el el ejecutivo de Rajoy, que declaró que da por proclamada la independencia para poder actuar contra el Govern. 
Tras el pleno se firmó a hurtadillas en una sala anexa una declaración de independencia  con un articulado que no recoge la suspensión. 

Un papel sin ninguna validez jurídica que firmó también la CUP pero expresando que suspenden su actividad parlamentaria hasta que pase por el pleno y sea validada.
El abismo sigue a un paso. 

Pero Carles Puigdemont ha evitado por ahora con su comparecencia que sea inevitable la intervención, su apelación al diálogo y a desescalar el conflicto haciendo un llamamiento a la comunidad internacional ha supuesto un frenazo emocional que puede ayudar a que el independentismo gane apoyos en el extranjero aunque le cause problemas con la masa social catalana. 
Una decisión prudente que puede ser afianzada por una actuación irresponsable del Estado. 

Mariano Rajoy siempre se ha caracterizado por no hacer nada para solucionar los conflictos y puede que ahora sea la mejor opción.

Líderes catalanes firman declaración de independencia que será suspendida

MADRID (Sputnik) — El presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, firmó junto a otros líderes independentistas una declaración de independencia que anteriormente había sido puesta en suspensión por el Parlamento de Cataluña a la espera de poder entablar una negociación con el Gobierno central de Mariano Rajoy.
"Constituimos la República Catalana como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social", reza la declaración, según adelanta el diario digital Elnacional.cat.
Este documento fue firmado también por el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell o la portavoz de la CUP, Anna Gabriel, entre otros líderes catalanes.


Amparado bajo la validez que el Gobierno catalán da al referéndum de autodeteminación del 1 de octubre, Puigdemont reafirmó este martes su voluntad de "asumir el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de República".
Ese mandato queda materializado en la declaración de independencia, que lleva por título "Declaración de los Representantes" de Cataluña.
Este texto hace un llamamiento al Gobierno de Puigdemont a "adoptar las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad de esta Declaración de Independencia de acuerdo con las previsiones de la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República".
Sin embargo, este documento es un simple manifiesto político que declara la apertura de un proceso constituyente pero por el momento carece de valor jurídico ya que no fue tramitado sometido a votación entre todos los representantes catalanes.


En su discurso ante el Parlamento catalán, Puigdemont solicitó a la cámara dejar en suspenso la declaración de independencia para intentar emprender con Madrid "un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada".
La CUP afirmó que pondrá sus esfuerzos en trabajar para que la declaración de independencia sea efectiva en los próximos días, aunque por el momento no cuenta con apoyos parlamentarios para dar valor jurídico al texto firmado.

Puigdemont apuesta por la vía eslovena: declara la independencia y la deja en suspenso para negociar

“Cataluña se ha ganado el derecho de ser un estado independiente, el derecho a ser escuchada y respetada más allá de nuestras fronteras”, ha sentenciado Puigdemont en un discurso que no ha contado con el apoyo de la CUP, que ha optado por no aplaudir a su finalizamiento.
Puigdemont ha presentado y validado los resultados del referéndum celebrado el pasado 1 de octubre. “Asumo el resultado del referéndum y pido a nuestros ciudadanos el mandato de que Cataluña se convierta en estado independiente en forma de república”, ha explicado. 
El presidnt considera que el momento pide "no sólo la desescalada en la tensión sino la voluntad clara y comprometida para avanzar en las demandas del pueblo de Catalunya a partir de los resultados del 1 de octubre. Resultados que hemos de tener en cuenta de forma imprescindible en la etapa de diálogo que estamos a punto de abrir."
Carles Puigdemont ha iniciado a las 19:10 el discurso más esperado en años de democracia en España. 
El president de Cataluña ha comenzado en tono conciliador (“No esperen amenazas, chantajes, ni insultos”) haciendo un repaso a la historia del procés, desde Franco hasta la “humillación” que supuso el recorte del Estatut llevado a cabo por elTribunal Constitucional.
Según el presidente de Cataluña, esta cronología es fundamental para saber “cómo hemos llegado hasta aquí”. A una situación que ha dejado de ser un asunto doméstico para convertirse en un “asunto europeo”, según Puigdemont.
Para el president, gran parte de este conflicto se debe a “la catalanofobiaimpulsada de forma irresponsable por los que querían gobernar a cualquier manera”, acusando directamente al PP de Mariano Rajoy y sus campañas contra el Estatut y otras acciones.
En ese sentido, el presidente de Cataluña ha asegurado que no tienen “nada contra España ni contra los españoles. Al contrario” y que es fundamental “rebajar la tensión”.
El president se escuda en que su discurso no es fruto de una decisión personal, “sino el resultado del 1-O. Es la voluntad del gobierno que presido en mantener su palabra de convocar un referéndum”.
¿Qué es la vía eslovena?
El camino esloveno escogido por Puigdemont tiene como objetivo negociar y dialogar durante un tiempo – con distintas fuerzas políticas, comunidad internacional – en busca de un reconocimiento externo o, al menos, un referéndum pactado.
La conversión de Eslovenia en Estado de facto se produjo tras un referéndum donde participó más del 90% de la población y el sí fue apoyado por cerca del 95% de los votantes y una guerra de 10 con Serbia.



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