Miseria, neocolonalismo, inmigración, pobreza, dominación, hambre y muerte.
Esa es la definición y recorrido histórico que han tenido los países del África negra. Gobiernos dictatoriales, sátrapas de gustos excéntricos apoyados por Occidente, en defensa del interés de sus empresas; con cuenta corriente en bancos europeos y quienes, con mano de hierro, mantienen a raya a sus habitantes con una feroz represión que les fuerza a emigrar o a vivir en la resignación.
Todo ello para que el gobernante corrupto, financiado y armado por Occidente se haga inmensamente rico, recibiendo una pequeña migaja de las riquezas que explotan empresas occidentales y donde también consiguen migajas las clases altas del país africano en cuestión.
De otra forma, sería incomprensible que países como Burkina Faso, Nigeria, Togo o Sudan, con riquezas que deberían garantizar, incluso, mejores condiciones de vida que en Europa, sean los países del mundo con las mayores cantidades de pobres.
Pero hubo un momento en la historia de África que el país más pobre, asfixiado por las deudas con las que incluso debía de comprar alimentos en el exterior, decidió romper las cadenas de esta “nueva” esclavitud que le ataban al repugnante neocolonialismo europeo y norteamericano.
Y vio nacer a uno de los líderes revolucionarios al que, algunos africanos, siguen recordando, 30 años después: THOMAS SANKARA
El gobierno de Sankara se inicia tras una revolución popular con apoyo del Ejército en agosto de 1983.
Gozando la revolución de un importante apoyo popular, la primera medida llevada a cabo fue simbólica: Vender toda la flota de Mercedes que tenía el anterior gobierno derrocado.
Desde ese mismo momento, todos los cargos del Gobierno de Alto Volta, como se llamaba entonces el país, irían en el coche más popular y barato del momento:
Un Renault5: Entendía Sankara que un país donde la gente pasa hambre no podía permitirse caprichos.
Alguna de las medidas adoptadas por Sankara, en este sentido, fueron:
– Obligó a los funcionarios públicos a destinar un mes de salario a los proyectos públicos.
– Se negó a instalar un sistema de aire acondicionado en el despacho presidencial, afirmando que el lujo no estaba disponible para nadie más que un puñado de burkineses
Como presidente, bajó su sueldo a sólo 450 $ al mes y limitó sus posesiones materiales a un automóvil, unas bicicletas, tres guitarras, un frigorífico convencional y un congelador roto, además de la casa donde vivía con su familia.
Cabe destacar que, cuando fue asesinado, no había terminado de pagar la hipoteca de su modesta casa
El Gobierno estaba formado por Thomas Sankara como presidente y con un Comité de ministros.
Para garantizar la consolidación de la Revolución se crearon Comités de Defensa de la Revolución, que permitían así la participación de los burkineses y burkinesas en los asuntos públicos.
Se trataba de un gobierno guiado por principios marxistas, democráticos y antiimperialistas, como lo definió el propio Sankara:
Las medidas más importantes adoptadas fueron:
La reforma agraria, la reforma educativa, la política antiimperialista y los derechos de la mujer en Burkina Faso.
El país, que hasta ese momento, se llamaba Alto Volta, pasó a llamarse Burkina Faso (“El país de los hombres íntegros”) y adoptó una nueva bandera y un nuevo escudo.
Reforma agraria:
Con ella, se redistribuyó la tierra de los terratenientes y se la entregó directamente a los campesinos.
La producción de trigo aumentó en tan sólo tres años de 1700 kg por hectárea a 3800 kg por hectárea, lo que hizo el país autosuficiente en comida. Hasta entonces, y una vez derrocado Sankara, Burkina Faso tenía que comprar en el exterior el alimento, contando siempre con enormes hambrunas y desnutrición.
Durante el tiempo que la tierra pasó al control de los trabajadores, la producción aumentó un 120% y Burkina Faso pasó a ser ECONÓMICAMENTE independiente del exterior.
Al derrocar a Sankara, volvió la situación anterior y en 1991 se produjo una terrible hambruna en el país que obligó a miles de burkineses a emigrar.
De hecho, la emigración al exterior, siempre alta en Alto Volta (Burkina Faso) se desplomó durante los años 1983-86 casi un 60%.
Por otro lado se abrió el primer supermercado en la capital, de propiedad pública, que anteriormente fue una tienda del Ejército. Con ello, os podéis hacer una idea de la pobreza que hasta entonces sufría Burkina Faso.
Derechos para las mujeres
Mejorar el estatus de las mujeres fue uno de los mayores logros de Sankara, y su gobierno incluyó a un gran número de mujeres, algo donde Burkina Faso fue el primer país de Africa en hacerlo
Su gobierno, además:
– Prohibió la mutilación genital femenina o ablación
– Prohibió el matrimonio forzado y la poligami.
– Nombró por primera vez a mujeres en altos cargos gubernamentales
– El gobierno fomentó a las mujeres trabajar fuera de casa y a quedarse en la escuela, aunque estuvieran embarazadas.
– Una política de planificación familiar
– Alentó a los maridos a ir de compras y a preparar comidas para experimentar, por sí mismos, las condiciones a las que se enfrentaban las mujeres.
– Las mujeres pasaron a poder formar parte del Ejército. (algo que en aquel momento no podía hacerse, por ejemplo, en países de Europa como en España)
La administración de Sankara fue también el primer gobierno africano reconocer públicamente al SIDA como una gran amenaza para África y el mundo.
Educación, Sanidad y Deuda Externa.
– Se inició una reforma educativa para alfabetizar a los niños de Burkina Faso. Se construyeron cientos de escuelasprimarias en todo Burkina Faso que aún hoy se usan en el país, incluso para otros fines.
Ello hizo que según datos de la ONU el analfabetismo pasase del 45% al 19% entre 1980 y 1990.
Curiosamente, hoy en día, el analfabetismo en Burkina Faso es del 25% tras casi 25 años de gobierno de Compaoré.
– Se vacunaron a 2 millones y medio de niños con enfermedades más comunes.
– Realizaron campañas de concienciación entre la población sobre el SIDA
– Se negó a depender de la potencia colonial, Francia, que ejercía su dominio hasta la Revolución y a pagar las deudas contraídas. Consideraba que esa deuda era fruto de la dominación postcolonial. Fue el primer gobernante africano en romper lazos con el FMI, quien le aconsejaba que se siguiese endeudando o renegociando la deuda. De hecho, trató de liderar un frente africano para negarse al pago de la deuda externa.
Su último gran discurso lo realizó en la cumbre de la Organización para la Unidad Africana en Addis Abeba (Etiopía), donde espetó al resto de líderes africanos a unirse a su lucha y a no pagar una deuda que consideraba injusta, contraída de manera “irresponsable” por mandatarios anteriores.
“No podemos pagar la deuda. Primero porque, si no la pagamos, los prestamistas no morirán. Eso es seguro. Pero si pagamos, nosotros sí moriremos. Eso también es seguro”, defendió Sankara ante el resto de líderes africanos. Fue asesinado tres meses después de aquel discurso.
Otras medidas:
– Se nacionalizaron las minas y empresas extractoras.
Los recursos pasaban a ser explotados por el país y para beneficio del país, lo cual no gustó a las potencias dominantes, fundamentalmente Francia y su títere africano, Costa de Marfil
– Plena libertad religiosa entre cristianos y musulmanes.
El Estado, no obstante, pasaba a ser aconfesional.
– Se creó un Ejército popular y se instauró el servicio militar obligatorio, como forma de afrontar posibles intentos de Golpe de Estado e intervenciones extranjeras.
– Se restringió la libertad de prensa.
La razón aducida es que los diarios de Burkina Faso estaban controlados por la alta burguesía opuesta a Sankara y temía -con mucho fundamento- que fuera usada por la potencia colonial perjudicada, Francia, como después pasó con su asesinato, para recuperar el poder económico perdido por la Revolución.
Fue una de las medidas más criticadas en Occidente y por parte de los medios franceses. Al fin y al cabo, “La libertad de prensa es la libertad del dueño millonario del periodico y la imprenta”
Asesinato de Sankara:
En el extranjero se le apodó el Che Guevara africano, pero las clases humildes burkinesas conocían y conocen como Tom Sank.
Cuatro años después de llegar al poder, en octubre de 1987, el líder izquierdista fue asesinado por esbirros de un antiguo amigo, Blaise Compaoré, quien dio un nuevo golpe de Estado y tomó la jefatura del país.
Compaoré tildó la muerte de Sankara de “accidente” y, pasó a gobernar desde entonces, y hasta hace un año, Burkina Faso.
El cuerpo de Sankara fue desmembrado y enterrado rápidamente en una tumba anónima, mientras su viuda y sus dos hijos huyeron del país para evitar ser asesinados.
El Estado, controlado por sus asesinos, prohibió cualquier mención en prensa u homenaje a su persona.
Compaore ha sido el principal aliado de Francia.
De hecho, el asesinato de Sankara se hizo con la ayuda de Francia, siendo Presidente el “socialista” Mitterrand (y primer ministro Chirac), para defender los intereses de las empresas francesas, que gracias a Compaoré volvieron a ser las dueñas y señoras del país. Fue derrocado en 2014 y vive exiliado en Francia, donde disfruta de los millones robados al pueblo burkines.
Durante su mandato, que el llamó “rectificación de la Revolución”, Burkina Faso pasó a aumentar su tasa de analfabetismo, las mujeres volvieron a su condición de segundonas, miles de burkineses han emigrado a Europa y Burkina Faso vuelve a ser el 5º país del mundo más pobre.
Un país ASFIXIADO por la deuda externa con el FMI, pero donde las empresas francesas y norteamericanas hacen pingües beneficios dando la comisión a su marioneta correspondiente
Golpe de Estado en Burkina: La mano negra de Compaoré y la sombra de Sankara
A raíz de los recientes acontecimientos, cabe señalar algunas claves de lo que está pasando, más que curiosas.En 2014, el hartazgo provoca una revuelta popular en Burkina Faso y la salida del poder de Compaoré, quien se exilia en Francia.
La misma Francia a la que sirvió durante tantos años, como lacayo, mientras aplastaba a su pueblo en una mascarada de democracia con corrupción y pucherazo electoral.
Desde allí, el millonario sigue maniobrando contra su propio pueblo.La revuelta popular de 2014 redescubre a Sankara, a quien su pueblo, a pesar de los años, nunca ha olvidado: sus restos son enterrados en un lugar visible, se le rehabilita, se levanta la censura contra su persona, se investiga su muerte.
Según LE MONDE AFRIQUE, el 18 de septiembre se tenía que hacer público al país un informe de los tribunales sobre el asesinato de Thomas Sankara.
Solo UN DIA ANTES, la guardia presidencial, batallón fiel al ex presidente Compaoré, da un golpe de Estado.
Y aquí la paradoja histórica:
El general fiel a Compaoré que lidera dicho Golpe de Estado es el general Dienderé, un fiel a Compaoré desde los años 80 e implicado DIRECTAMENTE en el asesinato de Thomas Sankara.
El informe, según LeMonde Afrique, hubiera repercutido en Compaoré y en Dienderé.
Dejando de lado la anécdota histórica, los defensores del golpe de Estado son los defensores de Compaoré, aquellos que durante 25 años vivieron mejor a costa de la miseria del pueblo de Burkina Faso.
Quienes se oponen a dicho Golpe de Estado es, mayoritariamente, la población civil. Y los partidos de la oposición, parte de los que en su día lideraron y apoyaron la revuelta de 2014.
Entre ellos hay que destacar, como dato curioso, la fuerza que estaba adquiriendo el partido socialista/sankarista RPS-MS de cara a las elecciones que se iban a realizar en octubre
Las masivas protestas durante el viernes y el sábado contra el golpe perpetrado por los esbirros de Compaoré han demostrado que Burkina Faso, a pesar de sus golpistas, sigue siendo “el país de los hombres (y las mujeres) íntegros.
Manifestación en Ouahigouya
Manifestación en Bobo Diulasso
Todas estas protestas y toda esta movilización, junto a los 11 muertos, asesinados por los golpistas, han sido totalmente ignoradas por la prensa occidental.
Donde en otros países, supuestas “matanzas” a manifestantes, han acabado en intervención militar, aquí, el asesinato impune de ciudadanos burkineses por parte del RSP apenas ha tenido eco en la prensa occidental.
De hecho, incluso tirotearon a una madre con un bebé en brazos, hiriendo a la criatura. Ya nos podemos imaginar el porqué.
Sobre todo, cuando el embajador francés y el norteamericano participan en un “pasteleo” de negociación donde los golpistas, viendo que el pueblo, el valiente pueblo de Thomas Sankara, les ha hecho frente, negocian una salida honrosa que la sociedad burkinesa considera inaceptable.
Cuando en Occidente se acusa a Africa de no tener buenos gobernantes, deberían recordar como Occidente ha asesinado o fomentado el asesinato de esos líderes que, como Sankara, un día trataron de hacer a su país libre, autosuficiente y no dependiente de las multinacionales.
Un país donde los jóvenes NO NECESITASEN EMIGRAR A EUROPA PARA TENER UN FUTURO DECENTE.
“Aunque los revolucionarios, como individuos, puedan ser asesinados, nunca se podrán matar sus ideas”
Thomas Sankara, 1987
Thomas Sankara, 1987
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