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domingo, 3 de septiembre de 2017

SANTIAGO MALDONADO, EL "DESAPARECIDO DE MACRI" QUE MOVILIZA A LA SOCIEDAD ARGENTINA

Se cumple un mes desde que lo vieron por última vez, solidarizándose con los mapuches

SANTIAGO MALDONADO, EL "DESAPARECIDO DE MACRI" QUE MOVILIZA A LA SOCIEDAD ARGENTINA 

En las redes sociales, en las plazas, en las escuelas, en las fábricas y en los hospitales, miles se preguntan dónde está Santiago, joven desaparecido en medio de una represión al pueblo Mapuche, al sur de Argentina. Responsabilizan al gobierno de Macri, que no da respuestas (...).
  Por JOSEFINA L. MARTÍNEZ Y DIEGO LOTITO-.
   En las redes sociales, en las plazas, en las escuelas, en las fábricas y en los hospitales, miles se preguntan dónde está Santiago, joven desaparecido en medio de una represión al pueblo Mapuche, al sur de Argentina. Responsabilizan al gobierno de Macri, que no da respuestas.
   El 1 de septiembre se cumple un mes desde que lo vieron por última vez. 
El joven artesano de 28 años estaba solidarizándose con la lucha del pueblo Mapuche de la comunidad Lof Cushamen en la provincia de Chubut, en la Patagonia Argentina.
   La Gendarmería Nacional, una fuerza de doble carácter militar y policial que custodia las fronteras de ese país, cargó sobre los manifestantes para desalojar la ruta 40, en un operativo represivo de grandes dimensiones. 
Cuentan varios testigos que cuando empezó la represión, Santiago salió corriendo para el río, siguiendo a los integrantes de la comunidad mapuche, pero no llegó a cruzarlo. 
Varios de los presentes vieron que la gendarmería ingresaba en el lugar y después cargaba a una persona en una camioneta. Desde ese momento no volvieron a ver a Santiago.
   “A Santiago se lo llevó la gendarmería”, dice Stella Maris Peloso, madre de Santiago“Que nos digan dónde está, porque nosotros no podemos más.”
  ¿Dónde está? ¿Qué le hicieron? 
Son las mismas preguntas que se hacían las Madres de Plaza de Mayo en la época de la dictadura militar genocida de 1976 en la Argentina. Desde la Junta militar y sus medios de comunicación adeptos contestaban cínicamente: “Deben estar de paseo por Europa”. La realidad es que hubo 30.000 desaparecidos, secuestrados y asesinados por los militares.
   También hoy algunos medios de comunicación afines al gobierno difunden todo tipo de “hipótesis” inverosímiles para desviar el foco de las miradas del accionar de la gendarmería. Que estaría “escondido”, o que lo vieron “haciendo autostop” en otra provincia.
   Casi un mes después de su desaparición, la fiscal que interviene en la causa acaba de pedir que se cambie la carátula a la de “desaparición forzada de persona” en el caso de Santiago, lo que involucra directamente al Estado. 
La misma figura, 40 años después. El juez federal de la ciudad de Esquel hizo lugar ayer al pedido; la carátula anterior era “búsqueda de paradero”.
   El gobierno del presidente Mauricio Macri y su ministra de seguridad,Patricia Bullrich, intentan eludir la investigación. 
Desde hace un mes, el Estado obstaculiza la búsqueda de pruebas, mientras criminalizan al pueblo mapuche como única respuesta, lo que ha transformado el caso en una profunda crisis política para el gobierno.
   La comunidad Mapuche, recluida en algunos territorios del sur de Argentina y Chile, reclama su derecho ancestral la tierra, contra la presencia de multinacionales como Benetton y Lewis que se han transformado en inmensos terratenientes. 
Sólo la familia Benetton posee 900.000 hectáreas de tierra en el sur de Argentina, entregadas impunemente por los sucesivos gobiernos “democráticos” desde 1983.
   El pueblo Mapuche es hoy perseguido y reprimido brutalmente por denunciar esta situación y exigir su derecho a la tierra que le arrebataron durante siglos de saqueo. 
Chile considera “terroristas” a los Mapuche y solicita a la Argentina la extradición de Facundo Jones Huala, un joven lonko mapuche encarcelado ilegalmente en este país. 
La movilización en la que participaba Santiago Maldonado cuando desapareció pedía por su libertad.
     La referente de izquierda explica que la gendarmería “retaceó información”, con el objetivo de retrasar y encubrir la investigación. Bregman recuerda que en estas fechas se cumplen 11 años de otra desaparición “en democracia”, la de Jorge Julio López, que tuvo lugar durante el anterior gobierno kirchnerista. Un caso que se transformó en un verdadero “monumento a la impunidad”. “Que no pase con Santiago lo que pasó con Julio López, queremos su aparición con vida ya”.
  El viernes 1° de septiembre, a un mes de la desaparición de Santiago Maldonado, distintas organizaciones, entre ellas el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, convocan a movilizarse a las 17 horas a Plaza de Mayo (la plaza histórica para las movilizaciones en el centro de Buenos Aires) para exigir su inmediata aparición, un reclamo que se va a replicar en las plazas de todo el país.
Una pregunta que arrasa las redes sociales
   El último sábado las redes sociales de Argentina se inundaron de mensajes con la misma pregunta: ¿Dónde está Santiago? 
Compartiendo su “estado” en Facebook y Twitter, con memes o carteles espontáneos, miles se hicieron la misma pregunta, buscando la vía para que se escuche cada vez más lejos. 
“Soy Julia. Estoy en Rosario y todos pueden saberlo. Pero dónde está Santiago Maldonado, no. Que Bullrich diga dónde está”; “Facebook me pregunta qué estás pensando y yo digo ¿Dónde está Santiago Maldonado?”; 
“Soy Alejandro, acabo de ver el golazo de Messi y me pregunto dónde está Santiago Maldonado”; “Disfrutando del sábado en familia y nos preguntamos: 
¿Santiago dónde está? Banderas con la misma pregunta se vieron en los estadios de futbol y en varias universidades.
   La familia de Santiago Maldonado creó una página web para difundir información y juntar datos. 
Además, miles de usuarios de redes sociales mostraron solidaridad. En la sección “Noticias falsas”, desmienten las noticias que circulan en los grandes medios de comunicación.
    Este viernes, trabajadoras y trabajadores de la educación de toda Argentina abrazarán las escuelas por la aparición con vida de Santiago. En muchas de ellas se leerá una carta escrita por docentes, cuando los niños lleguen con sus padres a los patios de las escuelas y colegios:
  “Hoy hace un mes que en cada rincón del país cada uno de nosotros nos preguntamos 
¿Dónde está Santiago Maldonado
El gobierno es responsable de la represión que se lleva a cabo en el sur contra los Mapuches que luchan por el derecho a la tierra y que culminó con la desaparición de Santiago; como lo fue de los trabajadores de Pepsico en el desalojo, al igual que con los docentes durante la lucha paritaria ¡Basta de represión en la Argentina! 
Proponemos de la Quiaca a Ushuaia que abracemos junto a las familias todas las escuelas del país, colguemos banderas exigiendo su aparición y que cada estudiante de la escuela pública sepa escribir, dibujar el nombre y la cara de Santiago. Que el mundo se entere que nos falta Santiago y no pararemos hasta encontrarlo.”
Una gran campaña internacional por la aparición de Santiago Maldonado
  En el mes de agosto, a pesar de las vacaciones estivales en Europa, enMadrid, Barcelona, Londres, Berlín y otras ciudades se comenzó a escuchar el reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. En Barcelona ya se realizó una concentración, que se repetirá todas las semanas.
   Así fue que el martes 22 de agosto, un centenar de personas participaron en una concentración en la Puerta del Sol de Madrid exigiendo su aparición con vida.
   Las organizaciones convocantes a esta acción de solidaridad, entre ellas organismos de Derechos Humanos como la Asociación de Ex detenidos desaparecidos, organizaciones sindicales como CGT y Solidaridad Obrera y grupos políticos, entre otros la CRT y Pan y Rosas, tienen planificado realizar nuevas acciones en los próximos días para continuar la lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado, así como la libertad a Santillán, Jones Huala y a todos los hermanos y hermanas originarios presos y a todos los presos populares. 
Por su parte, la Comisión por la aparición con vida de Santiago Maldonado de Barcelona ha anunciado que se concretará todas las semanas hasta que Santiago aparezca.
  Solo la movilización de decenas de miles, así como la persistencia de la familia y los organismos de derechos humanos en Argentina, han permitido que el reclamo por la aparición con vida de Santiago crezca día tras día. La solidaridad internacional también debe crecer y redoblarse más que nunca.
De Izquierda Diario
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A la hora de denunciar a los autores de la desaparición de Santiago Maldonado no debe excluirse a los grandes medios, que se han convertido en partícipes necesarios

La desaparición de Santiago Maldonado de la que hoy se cumplen 31 días es en primer lugar un hecho repudiable, desnudando la continuidad en este período de democracia constitucional, de la ejecución de prácticas de terrorismo de Estado, que nos retrotrae a los tiempos de la dictadura.

Hay otras líneas de continuidad que iluminan este crimen aberrante, como son el despojo al pueblo mapuche, los protocolos de encubrimiento, la complicidad de los medios de desinformación y el castigo a la solidaridad.

Mapuche: una continuidad en el despojo 

Con respecto al despojo del territorio del pueblo mapuche me parece conveniente recordar que en los primeros actos de gobierno de la Revolución de mayo de 1810, se dictaron medidas con respecto a los pueblos originarios que implicaban un reconocimiento de los pueblos que se encontraban dentro de los limites formales del territorio del virreinato así como hacía quienes se consideraban una nación vecina. 

A los primeros se le ofreció elegir, según sus propios mecanismos decisorios, representantes para participar en la Asamblea del año XIII; a los segundos se les envió una misión diplomática para estrechar lazos de amistad y dar continuidad al comercio existente desde las épocas de la colonia.

El reconocimiento al territorio gobernado por los mapuche y sus alianzas (en algunos territorios con los tehuelches, en otros con los pehuenches) fue reconocida por José de San Martín, que pidió a los caciques permiso para transitar su territorio, como una posibilidad para el cruce de los Andes.

La “Campaña del desierto” ha sido caracterizada como un genocidio interno, cuando en realidad se corresponde mas a una guerra de exterminio contra una nación vecina que fue despojada de sus territorios y sus habitantes fueron masacrados. Se parece mas a la Guerra de la Triple Alianza ejercida contra el Paraguay, con sus contenidos de masacre y despojo, que a feroces represiones internas como la que se efectuaron contra las organizaciones obreras a principios de siglo, o durante la última dictadura militar.

La batalla de San Carlos, en 1872, que marca el comienzo de la derrota de la Confederación Mapuche liderada por Calfucurá, permite identificar el conflicto entre naciones diferentes, y no una cuestión de confrontación y “limpieza” étnica en un territorio compartido. En las tropas dirigidas por el general Ignacio Ribas se alistaban 753 soldados criollos y 1140 originarios de las etnias boronas, pampas y ranqueles, liderados por los caciques Catriel y Coliqueo. Del lado de Calfucurá, peleaban algunos blancos, que perseguidos por las injusticias del incipiente Estado argentino, habían sido acogidos por las tolderías.

La “Campaña del desierto” corre la línea de la frontera de la nación mapuche, y deja a las comunidades sobrevivientes confinadas en territorios que van perdiendo posteriormente, en la medida que empiezan a valorizarse por la explotación forestal, el avance inmobiliario, el turismo y el extractivismo. 

En ese despojo no es menor el papel jugado por Parques Nacionales, institución que nació en 1922, precisamente en la zona del Lago Nahuel Huapi, con el Parque Nacional del Sud y donde el sano argumento de proteger la fauna y flora de lugares de interés científico, encubría que estas tierras estaban habitadas por población originaria.

El despojo no se limitó a promover el éxodo de poblaciones que se encontraron sujetos a normativas que le prohibían “en nombre de la defensa de la Naturaleza” cazar, pescar o extraer leña del bosque, sino al hecho que periódicamente las direcciones del Parque, en asociación con las inmobiliarias promovieron “loteos”, que permitieron que las tierras de gran valor turístico o ricas en recursos naturales, pasaran a manos de particulares o extranjeros.

En tiempos mas recientes la explotación petrolera en su variante tradicional o la de 'fracking', generaron nuevos conflictos y despojos. 

En esos conflictos, el apoyo a los saqueadores no ha sido una exclusividad de las dictaduras o de los gobiernos neoliberales. La llegada al gobierno de variantes progresistas modificó formas, pero no anuló los conflictos de intereses entre los saqueadores y el pueblo mapuche. Gobernadores radicales, peronistas y de partidos provinciales como el MPN, siguieron avalando los despojos. 

En los casos más notorios, Alfonsín apaño intereses petrolíferos y gasíferos para enfrentar a los mapuche por el yacimiento de Loma de la Lata. El kirchnerismo entró en conflicto con los mapuche por su intención de hacer 'fracking' en Vaca Muerta.

El gobierno de Macri ha continuado esa ofensiva, sin las instancias de dialogo, o “tenencias precarias”, que habilitó el gobierno anterior. Por más que se lo propusiera, le costaría disimular sus intenciones. 

Entre sus ministros y altos funcionarios se repiten los apellidos Braun y Bullrich, dos familias patricias que deben buena parte de su fortuna al despojo de la Patagonia. Sus herederos encarnan la mentalidad saqueadora de los peores cruzados de la campaña del desierto, su política de intervención frente al conflicto es caracterizar como terrorista a cualquier reclamo o reivindicación posesoria por partes de los mapuche, cualquier traba a sus negocios que incluyen explotación de minerales, reservas de agua potable, turismo y zonas de refugio para los privilegiados ante eventuales desastres climáticos planetarios. 

Desde esa mentalidad y con esas ordenes emanadas desde el gobierno nacional, la Gendarmería intervino en el conflicto planteado por la acción de cortar una ruta nacional en reclamo de la libertad de un compañero detenido, ejecutada por siete miembros de la comunidad Lof de Cushamen. y Santiago Maldonado

Viejos Protocolos, el mismo encubrimiento 

Ocurrió que esta vez la víctima de la desaparición no fue un mapuche, sino un joven blanco, nacido en la Provincia de Buenos Aires, con una familia entera dispuesta a salir en su defensa y hacer las aclaraciones correspondientes y con muchos amigos de clase media con capacidad de difundir la verdadera versión de los hechos por las redes sociales. 

Ocurrió también que en el propio lugar de los hechos se pudo apelar a una asistencia jurídica, forjada en la defensa del pueblo mapuche, veterana en la denuncia de despojos, persecuciones, asesinatos y desapariciones.

Frente a lo ocurrido el gobierno de Macri, ejecutadas por la Ministra Patricia Bullrich, ha desplegado distintas estrategias.

La primera decisión se tomó cuando fue informado, supongo en las primeras horas del hecho de que “algo había sucedido con Santiago Maldonado”. 

Hay distintas hipótesis:” detuvimos a un terrorista”; “ya agarramos a uno para interrogarlo”, “tenemos a uno, pero el personal lo golpeo mucho y no es seguro que viva”; “Agarramos a uno y lo matamos a palos”. En ese momento y cualquiera haya sido el contenido de aquella primera comunicación, es evidente que el gobierno subestimó lo que podía provocar la desaparición de Santiago.

Supongo que la asociación forzada de que un colaborador de un mapuche es casi lo mismo que un mapuche, un marginal, y que por lo tanto la su desaparición no pasaría de una noticia policial lo llevó a la primera decisión equivocada. 

Aquel error en ese primer momento descolocó al gobierno frente a la creciente difusión del hecho. En esa misma dirección de diluir la gravedad del hecho se apeló al protocolo que han aplicado en otras desapariciones. 

Decir que el ausente no está desaparecido, sino que ha sido visto en Entre Ríos, Mendoza, Brasil o Europa. Ese es un cuento demasiado viejo y todos los organismos de derechos humanos, incluido los familiares de victimas del gatillo fácil, tienen la experiencia suficiente para advertir que cuando aparecen esas historia se confirma que el Estado está involucrado en el encubrimiento.

Ya asumida la decisión de encubrir la desaparición de Santiago, la primera táctica para desviar la atención fue acentuar la condición de terrorista del mapuche preso Facundo Jones Huala, su grupo denominado Resistencias Ancestral Mapuche (RAM) y su comunidad. 

El problema aquí es que ese tipo de acusaciones pueden ser aceptadas o dadas como probables en momentos que la opinión pública esta descuidada. 

La constitución de un grupo armado (la calificación de terrorista es otra discusión), supone estructura, un contingente de combatientes, logística y acciones armadas ejecutadas.

Las referencias sobre este grupo, que son las que tiene cualquier persona medianamente informada en la zona donde han sido visibles, dan cuenta de un grupo de jóvenes de los barrios mas pobres de Bariloche, que en tiempos recientes asumieron su identidad mapuche, y que se han destacado más por su mística y su discurso combativo que por la realización de acciones de confrontación directa. 

Coinciden también que son muy pocos, difícilmente superen la veintena, que muchos de ellos son parientes directos, incluido los hermanos menores de 16 años. Las armas encontradas en la comunidad atacada eran palas, rastrillos y serruchos.

Cuando el gobierno o medios de informaciones involucrados en el encubrimiento de la desaparición de Santiago Maldonado han querido identificar las acciones del RAM, no pueden hacer más precisiones de que se encapucharon en distintas oportunidades, de que son amenazantes, de que hubo algún incendio y pueden haber sido ellos, de que les tiraron un par de piedras a la gendarmería. 

Sin pretender ofender a la mística del RAM, cualquier barra brava de un club de futbol tiene antecedentes más violentos.

La acusación de Daniel Barberis, Director de Violencia Institucional, de que tienen relación con las FARC, es tan poco creíble como los “honorables“ antecedentes de ese personaje (detenido por secuestro extorsivo, y después prófugo por la misma causa).

La segunda táctica asumida por los medios de comunicación ha sido banalizar la desaparición de Santiago, proponiendo que la circunstancia de que en un país donde siempre desaparecen personas, su caso haya tenido tanta difusión es producto de las chicanas electorales del kirchnerismo, para perjudicar la votación de Cambiemos, en octubre de 2017. 

Algunas torpezas cometidos por algunos comunicadores, sindicalistas y dirigentes sociales y políticos kirchneristas con el objetivo de salir en primera fila en la foto de la lucha por la aparición con vida de Santiago han sido funcionales a la estrategia del gobierno

Si, como mencionamos anteriormente, la vinculación de la causa mapuche con el kirchnerismo es forzada, también lo es pretender presentar a Santiago como un militante de “La Campora”. Está su familia, sus amigos y sus compañeros de ideas para desmentirlo.

Cuando escribo este articulo advierto que la última táctica para garantizar el encubrimiento de la desaparición de Santiago es la promoción de una campaña de miedo donde, por un lado, se denuncia un supuesto ataque de fuerzas que quieren acabar con el Estado Nacional, y por otro se hostiga y reprime a los supuestos involucrados en el plan subversivo. 

Los primeros actos se dieron con los allanamientos en El Bolsón y otros lugares de resistencia combativa en la Patagonia. En la misma línea están los allanamientos producidos el jueves en Córdoba.

Esta línea de acción política también se corresponde con un protocolo de actuación al que han acudido distintos gobiernos en momentos que se sintieron afectados por demandas populares.

Es bueno echarle una ojeada a los documentos que circularon en despachos oficiales, en los días previos a la Semana Trágica, o en junio de 2002, en los días previos a la masacre de Avellaneda. 

Dicho en otras palabras. Frente a la evidencia de que no se puede negar de que Santiago está desaparecido, se advierte que este es un momento peligroso, o poco adecuado para hacer reclamos.

¿Complicidad o participación necesaria?

Cuando se analizan los hechos ocurridos en la última dictadura se menciona la complicidad o el silencio de muchos periodistas y grandes medios de comunicación. Es evidente que durante los largos años de genocidio estos periodistas y medios no publicaron denuncias sobre las violaciones de derechos humanos, y tuvieron una actitud obsecuente con las políticas oficiales desarrolladas en el plano internacional, económico, educativo, sanitario, etc. 

Pero en el momento de valorar conductas, las actitudes de colaboración abierta suelen mezclarse con las actitudes de quienes, por miedo o preservación de su vida, prefirieron mantenerse en silencio.

La atenuación de las responsabilidades de la prensa en el genocidio se expresa en el hecho de que, en los juicios por los asesinatos y desapariciones durante la dictadura, no hay periodistas condenados por su complicidad con esos hechos.

Francamente creo que las ideas de protección mediática y de periodistas cómplices han quedado viejas, desactualizados, en el marco de la guerra de cuarta generación que se desarrolla contra los pueblos. 

En este nuevo marco, el ejercito de comunicadores reclutados por el Imperio y las burguesías saqueadoras es tan o más importante que las fuerzas militares.

La circunstancia de que no exista una dictadura, de que no exista un amenaza cierta de que un periodista que se niegue a decir una mentira sea asesinado (en todo caso va a perder el empleo), refuerza esta idea de que ya no se puede hablar de silencios, de simpatías, de complicidades circunstanciales sino de lo que en términos penales se conoce como “participación necesaria”. 

Puede no haber apretado el gatillo, pero sin su participación el crimen no pudo haberse cometido.

¿Porque pensamos que para el cometer el crimen contra Santiago de hacerlo desaparecer, tiene mayor responsabilidad un gendarme que participó en el operativo pero que ahora esta sometido a un pacto de silencio, que un periodista que conoce el desenlace real de lo ocurrido y difunde la versión de que esta paseando en otra provincia?

¿Porque tiene mas responsabilidad el jefe del operativo que ha recibido la orden de combatir a los terroristas sin restricciones en el uso de armas de fuego, que el periodista que sabe que la presencia de Santiago en el lugar obedeció a motivos solidarios y asegura en su programa televisivo que integraba una banda terrorista?.

Se puede alegar que el periodista actuó con posterioridad a que el crimen fue consumado. Pero no hay más que repasar los programas o editoriales escritas previamente para advertir que algunos periodistas venían preparando a sus audiencias y lectores para justificar la represión que se avecinaba. 

Y además porque si el caso de Santiago queda impune, cualquier represor ya sabe que habrá un ejército de periodistas dispuestos a encubrirlos y desviar el rumbo de la causa.

El actual proceso de dominación capitalista en el mundo, que pone el acento en el saqueo de los bienes naturales, que apela a la guerra y a todo tipo de acciones represivas violentas y que no se apiada de su saldo de aumento de poblaciones excedentes, no se ejerce exclusivamente desde la política, la economía y el poder militar. Sino, y en plano destacado, desde el poder mediático. 

A la hora de denunciar a los autores de la desaparición de Santiago Maldonado no debe excluirse a los periodistas y grandes medios de información, que se han convertido en partícipes necesarios.

El castigo a la solidaridad

El principal mensaje pedagógico de las dictaduras es el castigo a la identidad de los pueblos. Las dictaduras asesinan y hacen desaparecer a militantes populares, las dictaduras destruyen economías y países, pero por sobre todas las cosas tratan de destruir la autoestima de los pueblos. 

Intentan convencerlos de que sus orígenes dan vergüenza, de que nada saben, de que su destino inevitable es el fracaso, de que reclamar su dignidad es una pretensión insolente, de que si se juntan solo se crean problemas a si mismos, de que la solidaridad es un acto que merece castigo.

No estamos en una dictadura, pero el castigo a la solidaridad con Santiago Maldonado se corresponde con los mismos disvalores que caracterizaban a las dictaduras. La desaparición forzada y el ejercicio del terrorismo de Estado también son actos que nos retrotraen a las peores prácticas de las dictaduras.

Que los ejecutores de estos actos hayan llegado al gobierno por elecciones no anula las coincidencias. En todo caso certifica que quienes en el pasado, por falta de votos, debían recurrir a las dictaduras para alcanzar sus objetivos, ahora pueden llegar al gobierno por vía electoral. Algo muy grave nos debe haber pasado como pueblo para que esto haya sucedido.

Para reclamar “¿Donde esta Santiago?, habrá que reclamar mas unidos que nunca. Para homenajear al compañero Santiago, a Mariano Ferreyra, a Darío y a Maxi y nuestros treinta mil compañeros desaparecidos, habrá que buscar nuevos caminos.


La Haine

¿Dónde está Santiago Maldonado?

1) ¿Quién es Santiago Maldonado?
Santiago Maldonado tiene 28 años y nació en 25 de Mayo, una pequeña localidad de 30 000 habitantes en la provincia de Buenos Aires. Desde hace años dedica buena parte de su tiempo y sus recursos a viajar como mochilero. Realiza artesanías y tatuajes para vivir en la ruta. A comienzos de este año, viajó a la Patagonia, donde vive su hermano Sergio.
En El Bolsón conoció la lucha de distintas comunidades locales por territorios en manos de grandes latifundios que los mapuches reclaman para sí. 
En los últimos meses, Santiago participó en varias manifestaciones convocadas por estos grupos. 
Diversos testigos y registros telefónicos y audiovisuales coinciden en que el 1º de agosto se encontraba en el Pu Lof, cerca de la localidad chubutense de Cushamen, donde protestaba por la libertad de Facundo Jones Huala, un referente de esa comunidad que se encuentra apresado. 
El corte de ruta fue reprimido por Gendarmería, con orden judicial. Luego de despejada la vía, las fuerzas de seguridad irrumpieron, sin orden judicial, en los terrenos de la comunidad mapuche.
Santiago está desaparecido desde esa madrugada.
2) ¿Qué es una desaparición forzada?
Según el Código Penal, una desaparición forzada ocurre cuando una persona o un grupo de personas, “actuando con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, de cualquier forma, privare de la libertad a una o más personas”, siempre y cuando “este accionar fuera seguido de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de la libertad o de informar sobre el paradero” de la víctima. 
Además, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, que tiene para la ley argentina estatus constitucional y en el que se basa ese artículo del Código Penal, agrega que la desaparición forzada es un delito “continuado y permanente”, es decir, que se sigue cometiendo hasta que no se conozca el paradero de la persona desaparecida y debe continuar investigándose hasta tanto. 
Asimismo, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos indica que por tratarse de un delito de Estado, la carga de la prueba se invierte. Es decir, el Estado debe demostrar que tal hipótesis es falsa antes de avanzar en otras líneas de investigación.
En los últimos días, algunos comunicadores sostuvieron que el delito de desaparición forzada supone que debe existir un plan sistemático, que en este caso no se observa; pero esa salvedad es incorrecta ya que no se desprende de la legislación nacional ni internacional.
3) ¿Es Santiago Maldonado víctima de una desaparición forzada?
Así lo interpreta, al día de la fecha, la fiscal Silvina Ávila, que el 24 de agosto decidió recaratular de esta forma la causa por la búsqueda de Maldonado. Previamente, el 7 de agosto, el Comité contra la Desaparición Forzada de Personas le exigió al Estado argentino una “acción urgente” para “buscarlo y localizarlo” y para identificar a los responsables de su desaparición. 
Además, dice que deben tenerse en cuenta los datos proporcionados por “los miembros de la comunidad mapuche Pu Lof presentes durante la acción represiva” y que la Gendarmería Nacional Argentina debe abstenerse “de participar en la búsqueda e investigación de la desaparición”.
El último informe presentado por la fiscal indica que los testimonios que vinculan la desaparición de Maldonado con el accionar de esta fuerza de seguridad, hasta el momento, “son débiles”. Pero aún restan realizarse varios peritajes y la carátula de “desaparición forzada” se mantiene en la causa como la hipótesis de investigación. 
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos dictó el 22 de agosto una medida cautelar en la que ordena al Gobierno argentino que “adopte las medidas necesarias para determinar la situación y el paradero del señor Santiago Maldonado” y que “informe sobre las medidas adoptadas a fin de investigar los presuntos hechos”. 
Organismos de derechos humanos del país y del exterior, referentes de varios partidos de todo el arco político y la familia de Santiago Maldonado también aseguran que se trata de una desaparición forzada.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en cambio, dijo en varias ocasiones que Gendarmería no detuvo a Maldonado y, la semana pasada, en una audiencia con diputados de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, aseguró que la desaparición forzada no es una hipótesis sobre la que estuviera trabajando el Gobierno nacional. 
Este martes, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación anunció que pedirá supervisión de la ONU en la investigación y que, a su vez, se presentará como “colaborador” ante la Justicia. Pero no como querellante.
4) ¿Qué hay de las otras hipótesis?
Desde que comenzó la búsqueda de Santiago Maldonado se barajaron otras posibilidades. En Entre Ríos, un camionero dijo haberlo visto; los medios difundieron supuestas imágenes suyas en una cámara de seguridad. Al día siguiente, un joven de aspecto similar, llamado Francisco Mestre, salió a desmentir: 
“El del video soy yo”. Otro joven barbudo fue confundido con Maldonado en un convento de Mendoza, pero los religiosos negaron que se tratara de él. Un tercer hippie fue fotografiado en la terminal de ómnibus de Tartagal, Salta. Tampoco era él. 
Algunas versiones lo ubicaban en Chile pero no hay registro en los pasos fronterizos, y en esta época del año, con más de un metro de nieve en la cordillera, los cruces ilegales son intransitables. Tampoco consta en la causa que su celular se haya activado en ese país, como se publicó.
La última alternativa, hasta hoy, planteaba que fue herido el 21 de julio durante un asalto a un sereno que custodia terrenos de Benetton y que fue atacado por la RAM, un grupo de resistencia mapuche que utiliza métodos violentos en su reivindicación territorial. En ese episodio, el puestero, al defenderse, hirió a uno de los atacantes con un cuchillo y la hipótesis sostenía que Maldonado podría haber resultado fatalmente herido. 
Sin embargo, no hay evidencia de que haya estado en ese lugar para esa fecha ni de que hubiera participado previamente en actividades de la RAM. El 25 de julio, día de su cumpleaños, se comunicó por mensaje de texto con su familia en Buenos Aires, según consta en el expediente. 
Hay testigos que lo ubican entre el 27 y el 29 de julio en El Bolsón, y fotos y videos que lo muestran el 31 de julio en el corte de la Ruta 40, que están siendo peritados por la Justicia. 
En las últimas horas se supo que una presentación de la fiscal Ávila señala al 1º de agosto como la fecha en la que el joven desaparecido fue visto por última vez con vida.
5) ¿Qué pasó el 1º de agosto en Pu Lof?
El día anterior, la Gendarmería Nacional, con orden judicial, despejó el piquete. En la madrugada del 1º, una cantidad indeterminada de efectivos rompió la tranquera e ingresó al Pu Lof sin orden judicial. 
Según los testigos y las pericias que se darán a conocer cuando se levante el secreto de sumario, dispararon postas de goma y balas reglamentarias de 9 mm. Incendiaron viviendas y bienes.
Los habitantes, con niños entre ellos, huyeron de la represión cruzando el río Chubut. A partir de aquí todo se vuelve incierto. Se presume que Santiago Maldonado no pudo o no se animó a cruzar y, según varios testigos que pudieron escapar, se escondió detrás de un arbusto. 
Minutos más tarde, otro testigo asegura haber escuchado a un gendarme gritar: “Acá tenemos a uno”. Otro dice que vio cómo un grupo de agentes subían un bulto a un camión y que en la Ruta 40 lo pasaban a una camioneta. Es el último testimonio que se tiene de Santiago Maldonado.
6) ¿Cuál es la responsabilidad del Estado en la desaparición de Santiago Maldonado?
Gendarmería es responsable de haber ingresado sin orden judicial al Pu Lof, también de haber utilizado armas de goma y de plomo durante la represión. 
Además, debe explicar qué pasó con Santiago Maldonado desde que lo encontraron a orillas del Río Chubut. También por qué se negó a presentar un informe sobre el operativo del 1º de agosto cuando lo solicitó el juez federal de Esquel, Guido Otranto.
El magistrado, por su parte, es responsable por haber demorado más de una semana en allanar los escuadrones de Gendarmería en Esquel y El Bolsón. 
Cuando finalmente se llevaron a cabo las requisas, los vehículos habían sido lavados, y los precintos de seguridad, violentados, según reconoció el defensor público oficial. Además, Otranto aceptó a Gendarmería como parte de la causa, lo que les da a los abogados de esa fuerza acceso al expediente.
Por último, la ministra Patricia Bullrich es responsable política de todo lo que haya realizado la fuerza a su cargo. Eso incluye desde el desalojo de la ruta hasta el eventual encubrimiento del delito por parte de agentes que no fueron apartados oportunamente.
Al negarse a tomar la desaparición forzada como hipótesis principal, incumple los tratados internacionales que tienen en Argentina estatus constitucional. 
Y aún no dio cuenta acerca de qué hacía su jefe de Gabinete, Pablo Nocetti, en el lugar de los hechos. “Nocetti pasó por el lugar, se bajó del auto porque iba a Esquel, saludó a Gendarmería y siguió”, explicó la funcionaria ante el Senado.
7) ¿Dónde está Santiago Maldonado?
Difundido por Correspondencia de Prensa, germain5@chasque.net

Han pasado 30 días desde la desaparición forzada de Maldonado

Este 30 de agosto se celebra el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, fecha en la que se recuerda los casos de personas que han sido ocultadas, detenidas y desaparecidas en latinoamérica. 

Desde hace 30 días está desaparecido el joven argentino Santiago Maldonado, luego de visitar a la comunidad mapuche Lof en Resistencia de Cushamen, al noroeste de la provincia del Chubut, donde ingresó la Gendarmería Nacional de Argentina de forma irregular y se llevó al joven.

Maldonado, quien mantenía una lucha por el apoyo de los indígenas, defendía a la comunidad mientras la Gendarmería destruía y quemaba las pertenencias de los habitantes de la localidad, rato después fue golpeado y montado en una camioneta de los funcionarios, y desde ese momento se desconoce su paradero. 

Organismos de Derechos Humanos se han pronunciado para exigir la aparición con vida del joven de 28 años, entre ellos la Comisión Interamericana de DD.HH. (CIDH) y las Madres de Plaza de Mayo. 

Asimismo, a la búsqueda de Maldonado se sumó la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), que agregó al joven a la lista de desaparecidos.


Desaparición Forzada

En un principio el caso de Maldonado estaba bajo el estatus de “desaparición”, pero tras la petición de sus familiares la Fiscalía Federal lo cambió a “forzada”

Testimonio que se suma al escrito por la CIDH, que aseguraron que el joven fue objeto de una desaparición forzada por parte de la Gendarmería. 

Averiguaciones

Hasta los momentos no hay datos claros sobre el paradero de Santiago, aunque varios procedimientos se han realizado.

La Policía Federal de Argentina ha allanado, la casa del joven y el Escuadrón 36 de la Gendarmería Nacional en búsquedas de pruebas sobre el paradero de Maldonado.
Sin embargo, han hallado un collar, cabellos y una soga pertenecientes a Santiago, elementos que no funcionaron en la aparición del joven. 

Luego del allanamiento al escuadrón de Gendarmería, las autoridades señalaron que las camionetas habían sido lavadas, debido que estaban muy limpias para haber estado en el campo. 


Acusaciones

La Liga Argentina por los Derechos del Hombre (Ligaddhh) denunció ante los tribunales al presidente argentino Mauricio Macri, los ministros Marcos Peña, Patricia Bullrich y Germán Garavano, los comandantes de Gendarmería Pablo Badie y Conrado Balari, el gendarme Juan pablo Escola y a todos los integrantes de Gendarmería que participaron durante la desaparición de Maldonado.

El abogado Eduardo Bascesat acusó a las autoridades argentinas de “encubrimiento” en el caso de Santiago, opinión que compartió la integrante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas. 

A esta fecha 30 de agosto, queda pendiente la respuesta del ministro de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, Germán Garavano, a los familiares de Maldonado sobre su evaluación en la desaparición forzada del joven. 

Denunciamos por encubrimiento de la desaparición forzada de Santiago al gobierno y Gendarmería http://www.infonews.com/nota/310054/eduardo-barcesat-presento-una-denuncia …






En la Cámara de diputados nos preguntamos dónde está #SantiagoMaldonado ?

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