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miércoles, 6 de septiembre de 2017

El Genocidio de los Rohinga x la nazi Aung San que Occidente y Medios callan xq es "nuestra Hija de Puta" en la zona


Sión busca desestabilizar y balcanizar el sudeste asiático en su búsqueda de seguir creando caos e islamofobia por todo el mundo. 

Para ello utiliza a la nazi Aung San, producto aupado y publicitado por Occidente con un premio Nobel de la Paz, tan fiasco como todos los demás que ha otorgado, para en primer lugar, ejecutar un genocicio premeditado contra una minoría énica musulmana y en segundo lugar para seguir fabricando terroristas que deseen vengar a sus muertos. Terroristas que vendrán muy bien como carne de cañón para atentar tanto en Filipinas como en Indonesia, como en la misma Myamar y así balcanizar la zona.

Para éstos, Sión ya les ha creado un grupo revolucionario que les acoja, el Ejército de Salvación Rohinga Arakan, el cual ya ha hecho el trabajo sucio de iniciar las hostilidades contra el gobierno de Nyamnar con unos cuantos atentados y dar pie con ello, a toda esta represión que va camino de ser otro genocidio más de los que promociona Occidente.

Y todo esto, solo por seguir vendiendo más armas, por seguir fabricando más terroristas, por seguir provocando mas islamofobia, más caos y estados fallidos y seguir diezmando la población mundial por todos los medios posibles.

Ahora sigamos riéndoles las gracias a los criminales que nos gobiernan, siervos de esos mismos que nos tienen esclavizado con la deuda y que nos imponen la austeridad y los recortes.

Armak de Odelot

El gobierno de Aung San coloca minas en la frontera para impedir regresar a los expoliados rohingyas

Birmania ha colocado minas terrestres a través de una sección de su frontera con Bangladesh, dijeron dos fuentes del gobierno en Dhaka, añadiendo que el propósito es prevenir el retorno de los musulmanes Rohingya que huyen de la violencia budista y la represión y robo de tierras por el gobierno oligárquico de Aung San Suu Kyi. 

Bangladesh presentará formalmente una protesta contra la colocación de minas terrestres tan cerca de la frontera el miércoles, dijeron las fuentes, que tenían conocimiento directo de la situación, pero pidieron no ser nombradas debido a la sensibilidad del asunto. 

Irán pide una reacción islámica ante violencia contra la minoría musulmana Rohingya en Myanmar. 

La represión del ejército desencadenada por un ataque del 25 de agosto por los acosados rohingyas contra las fuerzas represivas de Birmania ha provocado la muerte de al menos 400 personas y el éxodo de casi 125.000 rohingya a la vecina Bangladesh, provocando una gran crisis humanitaria, informa The Independent.
Irán pide una reacción islámica ante violencia contra la minoría musulmana Rohingya en Myanmar
El canciller iraní, Mohammad Yavad Zarif, pidió una reacción de los Estados islámicos ante la violencia contra la minoría rohingya en Myanmar. 
En conversaciones telefónicas con sus homólogos turco, Mevlut Cavusoglu; malasio, Anifah Amanm, e indonesio, Retno Marsudi, el jefe de la diplomacia iraní manifestó la disposición de Teherán a proporcionar cualquier tipo de ayuda.
Además exhortó a contribuir con medidas adecuadas a los organismos internacionales y a los países islámicos para resolver la tragedia de los musulmanes en Myanmar. De los Estados islámicos solicitó una mayor atención y compromiso para poner fin a la injusta e inhumana represión sufrida por la etnia rohingya en el estado occidental myanmeno de Rakhine.
Con anterioridad, Zarif criticó a la comunidad internacional por callar ante la violencia contra los rohingyas y pidió acciones para evitar males mayores. 
En los últimos días, las autoridades myanmenas masacraron a esa población minoritaria musulmana como resultado de lo cual se calcula que de 200.000 a 500.000 rohingyas viven en campamentos miserables y superpoblados, informa Al Manar.

Myanmar: la nazi Aung San bloquea toda la ayuda de la ONU a los civiles

Myanmar, gobernada por la oligarca y "premio Nobel de la Paz" de la OTAN Aung San Suu Kyi, hija de quien la sometió al invasor nipón durante la II Guerra (ambos en la foto), ha bloqueado todas las agencias de ayuda de las Naciones Unidas que entregan suministros vitales de alimentos, agua y medicinas a miles de civiles desesperados en medio de una sangrienta campaña militar de genocidio contra los musulmanes. 

El organismo mundial ha suspendido las distribuciones en el norte del estado de Rakhine después de que los masacrados rohingas atacaran las fuerzas gubernamentales el 25 de agosto y el ejército respondiera con una nueva ofensiva que ha matado a cientos de personas y obligado a huir a decenas de miles de civiles. 

La Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Myanmar afirma que las entregas fueron suspendidas "porque la situación de seguridad y las restricciones de visita del gobierno nos impidieron distribuir la asistencia", sugiriendo que las autoridades no están dando permiso para operar. 
"La ONU está en estrecho contacto con las autoridades para asegurar que las operaciones humanitarias puedan reanudarse lo antes posible", dijo. La ayuda estaba siendo entregada en otras partes del estado de Rakhine, añadió.
En la violencia más mortífera durante décadas en el área, el ejército está acusado de atrocidades contra la minoría musulmana perseguida de los Rohinga, decenas de miles de los cuales han huido de aldeas ardiendo a Bangladesh, muchos con heridas de bala. 
El personal de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) no han realizado ningún trabajo de campo en el norte de Rakhine durante más de una semana, lo que afecta tanto a los millones de pobres budistas, así como a los musulmanes Rohinga.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) asegura que también tuvo que suspender las distribuciones a otras partes del estado, dejando a un cuarto de millón de personas sin acceso regular a los alimentos en un país en manos de la oligarquía terrateniente heredera del imperio británico colonial.
Dieciséis organizaciones no gubernamentales de ayuda, como Oxfam y Save the Children, también se quejaron de que el gobierno restringió el acceso a la zona de conflicto. 
Las organizaciones humanitarias están "profundamente preocupadas por el destino de miles de personas afectadas por la violencia" en el norte de Rakhine, dijo Pierre Perón, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU en Myanmar.
Los refugiados que han llegado a Bangladesh durante la semana pasada han contado horribles historias de "masacres" en aldeas que dicen que fueron atacadas y quemadas por soldados. A lo largo de millas de la frontera, el humo negro grueso se puede ver levantándose de pequeños asentamientos rodeados por campos verdes.
El gobierno culpa a los rebeldes por quemar sus propios hogares y los acusa de matar a budistas e hindúes, una afirmación repetida por algunos residentes. 
Aunque los rohinga han sufrido opresión durante décadas, el reciente ataque de violencia es visto como una escalada peligrosa porque fue provocado por un nuevo grupo militante Rohinga llamado el Ejército de Salvación Rohinga Arakan.
El ejército dice que 400 personas han sido asesinadas, la gran mayoría de ellas "terroristas", aunque el bloqueo del gobierno del acceso a Rakhine hace imposible verificar las cifras oficiales.
1,1 millones de rohinga viven en Myanmar, que se niega a concederles la ciudadanía y ha sido condenado internacionalmente por su tratamiento inhumano de la minoría étnica.
Los líderes religiosos de línea dura en la mayoría budista theravada de Myanmar han alimentado el sentimiento anti-musulmán y acusan a los trabajadores de ayuda de un sesgo pro-Rohinga. Las oficinas de ayuda fueron saqueadas durante los disturbios organizados por los budistas en 2014, en la capital estatal de Rakhine, Sittwe.
La títere del imperialismo Aung San Suu Kyi también ha forjado una relación cada vez más antagónica con las organizaciones humanitarias en Myanmar. 

Su oficina acusó a los trabajadores humanitarios la semana pasada de ayudar a "terroristas", lo que provocó temores por su seguridad.


Más de 100.000 rohingyas que han vivido en campos de desplazamiento en Rakhine desde 2012, cuando la violencia entre musulmanes y budistas los obligó a salir de sus hogares, también dejaron de recibir ayuda la semana pasada, lo que les deja en el total abandono, sin alimentos ni protección.
Según los informes, los contratistas se negaron a hacer entregas a los campamentos porque estaban demasiado asustados por el resentimiento de los budistas locales para presentarse al trabajo. Las letrinas se desbordan en campamentos que normalmente reciben asistencia regular.
Las autoridades también han negado el acceso del personal internacional mediante la aprobación de visados, mientras que el personal "no crítico" del norte del estado ha sido evacuado. 
"Hay una necesidad urgente de asegurar que las personas desplazadas y otros civiles afectados por la violencia estén protegidos y se les dé un acceso seguro a la asistencia humanitaria, incluyendo comida, agua, refugio y servicios de salud", dijo el portavoz de OCHA, Perón, informa The Guardian.

La genocida Aung San, "premio nobel de la paz" como tantos asesinos de la OTAN

La ONU y ONGs denuncian las violaciones de derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales por parte de la Policía birmana y piden acción internacional para "evitar una catástrofe humanitaria" organizada y realizada por el gobierno fascista de la Premio Nobel de la Paz y oligarca Aung San Suu Kyi, la títere financiada por la OTAN para gobernar la exbritánica Myanmar según los intereses de la vieja casta monárquica. 
"Hasta el 3 de septiembre de 2017 se han registrado 73.000 nuevas llegadas de refugiados de esta minoría musulmana que ha ingresado a Bangladesh huyendo de la violencia en el noroeste de Myanmar a Cox's Bazar (sureste de Bangladesh) desde que la violencia se desató el 25 de agosto", indicó un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Bangladesh, Joseph Surjamoni Tripura.
Los rohinyás se están refugiando en los campos habilitados para los miembros de esta comunidad en la zona, en asentamientos improvisados y en las aldeas. 
La llegada en masa de decenas de miles de rohinyás provenientes del estado Rakhine, en el noroeste de Birmania, comenzó el 25 de agosto después de que se produjera un ataque del insurgente Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) contra puestos policiales y militares en la zona que causó más de un centenar de muertos (la mayor parte guerrilleros).
Organizaciones no gubernamentales han denunciado violaciones de los derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales, y la ONU expresó su "profunda preocupación" por los informes sobre la violencia perpetrada por las fuerzas de seguridad de Birmania al tiempo de pedir calma para "evitar una catástrofe humanitaria" que lideran los propios monjes budistas theravadas que atizan a las masas fanáticas contra los musulmanes.
"Todas las escuelas primarias y las madrasas (escuelas coránicas) están llenas de refugiados", indicó a Efe Amir Hakim, un profesor en una escuela privada que está sirviendo de refugio en el distrito de Cox's Bazar. 
Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía a los rohinyás y Bangladesh -una dictadura repartida entre dos familias gobernadas por sendas matriarcas- los considera ciudadanos birmanos. 
Entre 300.000 y 500.000 rohinyás viven en Bangladesh de los que solo unos 32.000 tienen estatus de refugiado, y viven en campos de concentración en el distrito de Cox's Bazar en una situación infrahumana, informa JOV.
Decenas de personas han sido acusadas o encarceladas en Myanmar (Birmania) por presuntamente difamar al régimen que lidera la fascista oligarca y Premio Nobel Aung San Suu Kyi, lo que aumenta los temores de una continua opresión del régimen títere de la OTAN. 
Durante décadas, el castigo por hablar en contra de los gobernantes de Myanmar fue simple y garantizado: un tiempo muy largo detrás de las rejas. 
El nuevo gobierno -vendido como democrático por los medios imperialistas y liderado por la premiada con el Nobel noruego de la Paz Aung San Suu Kyi-, que tomó el poder en abril pasado, insistió en que la era había terminado. 
Pero en un tribunal de Yangon (Rangún) el viernes, las vistas de Ma Cho, de 32 años, se desarrollan como una escena familiar: su marido, uno de la nueva generación de presos políticos, es conducido desde una furgoneta hasta los muelles.

Los Nobel acusan a Aung San Suu Kyi de la "limpieza étnica" contra los Rohingya

Más de una docena de premios Nobel han criticado a Aung San Suu Kyi, ministra de Relaciones Exteriores de Myanmar, que legalmente está excluida de la presidencia por ser extranjera pero es la cabeza de facto del gobierno y del país, por la sangrienta represión militar contra la minoría rohingya, advirtiendo de una grave tragedia humanitaria por "la limpieza étnica y los crímenes de lesa humanidad". 

La carta abierta al Consejo de Seguridad de la ONU de un grupo de 23 activistas, entre ellos el arzobispo Desmond Tutu o la joven pakistaní Malala Yousafzai, advierte que la ofensiva del ejército ha matado a cientos de personas, entre ellas niños, mujeres violadas, casas quemadas y muchos civiles detenidos arbitrariamente. 

Bangladesh anuncia que alrededor de 50.000 rohingya musulmanes han huido de la violencia a través de su frontera. 

"El acceso a las organizaciones de ayuda humanitaria ha sido casi completamente negado, creando una terrible crisis humanitaria en una zona que ya es extremadamente pobre", dice la carta, cuyos signatarios incluyen a líderes políticos y empresariales, como Yousafzai, el más joven Premio Nobel de la Paz. 
"Algunos expertos internacionales han advertido del potencial del genocidio. Tiene todas las características de las recientes tragedias del pasado: Ruanda, Darfur, Bosnia, Kosovo", dice la carta. 
"Si no tomamos medidas, la gente puede morir de hambre si no son asesinados con balas".
El gobierno de Myanmar, predominantemente budista y oligárquico, dice que está respondiendo a varios ataques perpetrados por militantes rohingyas que mataron a nueve policías el 9 de octubre, tras años de masacres y abusos por parte del gobierno y la población budista. 
Pero los signatarios de la carta dicen que la respuesta del ejército ha sido "desproporcionadamente grosera"
"Sería una cosa reunir a los sospechosos, interrogarlos y someterlos a juicio", dijo la carta. "Es otra muy diferente desencadenar helicópteros de combate contra miles de civiles corrientes y violar a las mujeres y arrojar a los bebés a las llamas".
Los rohingya son una minoría de alrededor de un millón de personas que, a pesar de vivir en el país por incontables generaciones, son tratados como inmigrantes ilegales y se les niega la ciudadanía. 
Han sido perseguidos durante años por el gobierno de la oligarquía y los budistas nacionalistas, con los monjes theravadas a la cabeza de los progroms. 
El reciente derramamiento de sangre es el más mortífero ya que cientos de personas murieron en matanzas en 2012 y más de 100.000 fueron forzados a entrar en campamentos miserables. 
Un informe de Amnistía Internacional de este mes, basado en extensas entrevistas con Rohingya así como en el análisis de imágenes satelitales, afirma que las acciones de los militares de Myanmar pueden constituir crímenes contra la humanidad.
Aung San Suu Kyi es ministra de Relaciones Exteriores y consejera estatal, ya que la ley le impide la presidencia, que es sostenida por su cercano colaborador Htin Kyaw. 
Sin embargo, es ampliamente considerada líder de facto del país. La carta abierta dice que "a pesar de los reiterados llamamientos a Daw Aung San Suu Kyi, nos sentimos frustrados porque no ha tomado ninguna iniciativa para garantizar los derechos de ciudadanía completa e igualitaria de los rohingyas. 
Daw Suu Kyi es la líder y es la que tiene la responsabilidad primaria de dirigir y liderar con valentía, humanidad y compasión". 
Los galardonados con el Premio Nobel que firman la carta incluyen a José Ramos-Horta, ex presidente de Timor Oriental, y al activista de la oposición yemenita Tawakul Karman. 
También fue firmada por el ex primer ministro de Italia, Romano Prodi, y el empresario británico Sir Richard Branson.
Bangladesh ha intensificado las patrullas para tratar de detener a los refugiados que cruzan la frontera durante los últimos tres meses, y su Ministerio de Asuntos Exteriores había convocado al embajador de Myanmar para expresar su "profunda preocupación por la continua afluencia". 
"Cerca de 50.000 ciudadanos de Myanmar se refugiaron en Bangladesh desde el 9 de octubre de 2016", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado el jueves. 
Un portavoz del alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados dijo a AFP que al menos 43.000 rohingyas se han refugiado en Bangladesh desde octubre, informa The Guardian.
Amnistía Internacional ha declarado que el tratamiento de los musulmanes rohingyas de Myanmar por parte del ejército del país, incluidas las acusaciones de violaciones y asesinatos, y de helicópteros que disparan sobre las aldeas, puede constituir crímenes contra la humanidad. 
Los ministros de Asuntos Exteriores de Asia sudoriental se reunieron el lunes en Yangon para conversaciones de emergencia sobre la campaña de dos meses contra una insurgencia naciente, durante la cual la líder y oligarca de Myanmar, Aung San Suu Kyi, no ha respondido a las críticas internacionales de genocidio.
El máximo titular de la ONU, Ban Ki-moon, durante una rueda de prensa conjunta con Aung San Suu Kyi, consejera de Estado de Myanmar, en Naypyidaw, capital birmana, pidió al Gobierno de Myanmar que reconozca el derecho a la ciudadanía de la minoría musulmana de los rohingya. 
La "premio Nobel de la Paz" títere del RU, Aung San Suu Kyi, la mayor oligarca de la antigua colonia británica hija del genocida proJapón que masacró y arrebató la tierra a millones de birmanos durante la II Guerra Mundial, ha sido objeto de críticas de grupos internacionales de derechos humanos por no adoptar medidas concretas para acabar con la discriminación y las constantes violaciones a los derechos humanos de la minoría rohingya en su país, silenciadas por los medios occidentales que la auparon con falsa propaganda al poder.
Docenas de personas han sido arrestadas en medio de enfrentamientos con la policía, mientras los trabajadores en la miseria exigen triplicar su salario para poder sobrevivir. 
Al menos 1.500 trabajadores han sido despedidos de las fábricas de prendas de vestir de Bangladesh, según los empresarios, después de que las protestas forzaron una huelga de una semana en decenas de talleres que abastecen a las principales marcas europeas y estadounidenses. 
Un tribunal de Dacca ha condenado este martes a tres años de prisión a Sohel Rana, dueño del complejo textil Rana Plaza que se derrumbó en 2013 causando más de 1.100 muertos y 2.500 heridos, en lo que supone la primera sentencia relacionada con la mayor tragedia textil de la dictadura de Bangladesh. 
El juez K.M. Imrul Kayes, de un órgano judicial especial de la capital bengalí, ha condenado a Rana por un delito de acumulación ilícita de bienes y le impuso una multa de unos 625 dólares (518 euros), ha dicho el fiscal del caso, Salahuddin Eskandar.
Xina respecta el camí de desenvolupament seleccionat pel poble de Myanmar i espera que les eleccions generals d'aquest país del sud-est asiàtic es duguin a terme amb èxit, ha dit avui el portaveu de la cancelleria xinesa, Hong Llei: "Esperem que els comicis es desenvolupin sense problemes i Myanmar promogui constantment la democràcia i el desenvolupament", va afegir el portaveu. Occident aprofita, com sempre, per fer publicitat de la feixista Aung San Su -filla del tirà Aung San que va vendre Myanmar als japonesos-, sense explicar, però, la biografia de la serva de Washington, que Sírius exposa aquí.

Myanmar-Birmania y Aung San Su, la reina de diamantes

En 1886 el reino de Birmania entró a formar parte del imperio británico, como una simple provincia de la India gobernada por el virrey de turno: el último el celebrado Lord Mountbatten.
Los birmanos fueron budistas theravadas desde el siglo III ane., e influenciados muchos siglos más tarde por el mahayana y el tántrico, aportado por las migraciones de los pueblos tungushes (tibetanos, a cuyo tronco linguístico pertenece el birmano actual).
Bajo el dominio colonial se crearon los grandes fundos en manos de terratenientes absentistas: una aristocracia de cortesanos de la metrópoli londinense; arrendamientos inestables por los abusos de los terratenientes; trabajos estacionales y la creación de infinidad de aldeas de caña que carecían hasta de pagoda. 
Antes de la 2ª guerra la mayor parte de la población urbana era no birmana, extranjera. Desde 1930 se repitieron las manifestaciones, protestas y altercados contra el imperio británico.
En 1937 logró una autonomía expoliada y vigilada, con la India, a partir de las concesiones sobre autonomía local conseguidas por el Congreso Nacional Indio (Gandhi, Pandit Nehru...), pero "los puestos técnicos no ocupados por europeos estaban cubiertos en gran parte por indios y era el ejército indio el que suministraba la defensa" (Unesco). 
Invadida por los japoneses en 1941, se organizó un gobierno títere (sic Unesco) a la que se concedió una "independencia" de escaparate, antes de la inminente derrota, en 1944. 

Un año antes, el gobierno británico de Attlee concedió la autonomía a Birmania, ¡en manos japonesas! 
Habían organizado los japoneses un ejército de fieles birmanos, condecorados algunos con la Orden del Sol Naciente, como el despreciado general Aung San, padre de la actual fascista catapultada a los altares por Wall Street, que enfrentaron a los británicos y que se uniría más tarde, en parte, al ejército popular que se rebeló contra la tiranía nipona. 
Recuperada por los aliados entre 1944-45, Burma volvió a ser inglesa hasta que el imperio le concedió la autodeterminación en 1947, como a las demás colonias y de la misma manera: 

los recursos del pais y las mejores tierras pasaron a ser propiedad privada de los ingleses y sus títeres, el resto debía nutrir las arcas del estado y el desarrollo de un país arrasado y masacrado por el fascismo genocida japonés y la codicia imperial anglojudía.


La Liga antifacista para la liberación de los pueblos (AFPEL), fundada en 1944 por los ingleses para enfrentarse a Japón, asumió el poder unilateralmente en 1947, siendo ejecutados sus dirigentes por traidores y colaboracionistas, entre ellos Aung San, y renovados sus dirigentes. 
La Liga antifascista de los pueblos ganó entonces las elecciones en 1948, y se instituyó la República, para disgusto de Inglaterra que hubiera preferido una monarquía, siempre más manejable. Birmania, además, fue la primera excolonia británica que se salió de la Commonwealth.
En 1948 se creó así la República Socialista de Birmania, por fusión de Birmania (Burma) y los estados Shan y Karen, más los Shin (o Chin) del oeste, junto a la frontera de la India y Bangla Desh, bajo el gobierno de la Liga antifascista por la libertad de los pueblos (AFPEL), presidida por U Nu.
Estos Karen son tema de estudio apartado pues, según unos estudiosos, son los mismos poderosísimos Karen que, con el clan de los Suren, se repartieron las tierras del imperio medopersa durante milenios. 
Para otros, con guedejas, son una de las "tribus perdidas" de Israel, lo que excusa la injerencia anglojudía en la zona con argumentos tan razonables como los de Israel para asesinar palestinos... ¡La lógica cartesiana occidental y civilizadamente judeocristiana de los criminales! 
El imperio japonés nunca precisó excusas para ser criminal, es su expresión natural...
La enorme pérdida de población tras la ocupación japonesa comenzó su recuperación tras la independencia, pasando de 17 millones en 1950 a 24 en 1965.
No obstante, la influencia del conflicto chino, entre nacionalistas y comunistas, se extiende a Birmania hasta 1954, paralelamente a la ofensiva angloyanqui en Corea y la guerra antifrancesa en Indochina, en forma de una guerra entre nacionalistas birmanos contra chinos de Chang huídos de China y contra los comunistas birmanos. ¡Todos contra todos y sálvese quien pueda, en nombre del divino anticomunismo!
Entre 1958 y 1960 Ne Win, anticomunista despiadado, gobierna en salvaje dictadura con los militares, seguido de un segundo mandato, por victoria electoral y democrática, de U Nu y la AFPEL, en 1960, que es de nuevo desplazado por otro golpe militar anticomunista y antidemocrático por Ne Win en 1962. 
Proclamada la dictadura, nacionaliza la banca y se erige al frente del partido Lanzin, con un discurso socialista moderado y partidario de una neutralidad aislacionista, a lo Tito en Yugoslavia, al margen de las grandes potencias y sus intereses.
En 1964 Ne Win suprime todos los partidos políticos. En 1974 se promulga una nueva constitución. En 1981 San Yu sucedió a Ne Win, siguiendo la misma línea política.
Aung San, también conocido como Bogyoke (¡generalísimo!) Aung San, (Natmauk, Magwe-Division, Birmania, 13 de febrero de 1915 - Rangún, 19 de julio de 1947) militar, político y dirigente nacionalista (de nazi) birmano. 
Durante su juventud, cursó estudios en la Universidad de Rangún graduándose en Historia, Ciencias Políticas y Literatura inglesa, resultando elegido presidente de los sindicatos de estudiantes.
Desde 1938, activista del movimiento nacionalista, participó en diversas huelgas contra la ocupación británica, cuando ya la India era autónoma y con ella Birmania. 
En marzo de 1940, asistió al Congreso Nacional de la India pero a su vuelta, acusado de incitar a la rebelión de los nacionalistas terratenientes, se vió forzado a refugiarse en la China dominada por Japón. Conducido a Japón fue recibido por el gobierno de Fumimaro Konoe.
Con el apoyo imperial japonés, Aung San logró formar la unidad de los Treinta Camaradas embrión del que sería el Ejército Independiente de Birmania constituido en diciembre de 1941 en Tailandia (donde persiste la dinastía de los Rama de Siam), desde donde ayudó a la conquista japonesa de Birmania. 
En marzo de 1942, tras la toma de Rangún por el ejército nipón, Aung San sería premiado y promovido al grado de coronel, hasta que en marzo de 1943 logra el ascenso a Mayor General, con el que se presentó ante el Emperador, y la Orden del Sol Naciente, una de las más altas condecoraciones concedidas por el imperio nipón de los Hito.
El 1 de agosto de 1943, los japoneses declararon la "independencia" de Birmania y Aung San, el fascista traidor, ocupó la cartera de ministro de la guerra en el primer gobierno. 
Sin embargo, el escepticismo creciente hacia la victoria de la soberanía "racial" nipona y la evidencia de su inminente derrota, con la consecuente pérdida de influencia, le llevaron en secreto a un acercamiento con la causa aliada e incluso con los movimientos comunistas, hasta que el 27 de marzo de 1945, con la poltrona asegurada, declaró la insurrección armada contra los japoneses.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Aung San se retiró a la vida civil como político y presidente del partido de la Liga Antifascista por la libertad de los pueblos, mientras los británicos retomaron el control del país con quienes negoció el tratado de independencia firmado en Londres el 27 de enero de 1947 que estipulaba el cambio de soberanía para el año siguiente y el reparto de prebendas.
Las elecciones de abril supusieron la victoria por mayoría absoluta de la liga y la presidencia del gobierno para U Nu, lo que supuso un bofetón a las expectativas de Aung San y los ingleses, que intentaron mover al ejército contra la Liga comunista, pero fueron ejecutados el 19 de julio, mientras se encontraba reunido con 6 miembros de su gabinete organizando el golpe, por un comando.
Su hija Aung San Suu Kyi logró el Premio Nobel de la Paz, como Kissinger y tantos otros siervos del imperio, en 1991.
Daw Aung San Suu Kyi, la nena, nació en Rangún, el 19 de junio de 1945. 
Su padre, el general Aung San, ejecutado por traición y colaborador fecundo de la invasión japonesa. Su madre, Daw Khin Kyi, sus labores. 
Ella permaneció en Burma hasta que su madre recibió el nombramientode Embajadora de Burma en India y Nepal en el año de 1960. El nombramiento se dió en Delhi. ¿¡!? 
Aung San Suu Kyi estudió en Delhi y más tarde en la Universidad de Oxford, donde se graduó en Política, Filosofía y Economía. Como cualquier birmano.
Tras diplomarse en Oxford, trabajar en la Secretaría de las Naciones Unidas, por dedignación británica, y ser profesora en la India, Aung San Suu Kyi regresó a Birmania en 1988 y participó en el "segundo combate en pro de la independencia nacional", slogan de la CIA y el M... inglés para la financiación de la contra en Birmania. 
Este combate, en una región donde las guerrillas eran comunistas, se inspiró en su "fe budista", que propugna la resignación ante la desgracia como consecuencia del karma de actos y vidas anteriores, excelente vacuna contra la rebelión a la injusticia y la opresión que recogió el imperio romano en su doctrina de la resignación católica ("universal").
En los años siguientes, Aung San Suu Kyi trabajó como Secretaria Asistente del Comité Asesor de las Naciones Unidas en materia deadministración y consultas de presupuesto y como Investigadora Ejecutiva para el Ministerio de Asuntos Exteriores, en Bhutan
Allí se casó con el Dr. Michael Aris y retornó a Oxford, Inglaterra, donde crió dos niños. Según la biografía a medida plasmada por la CIA en la Vagospedia, perdón Wikipedia.
En marzo de 1988, Aung San Suu Kyi retornó a Burma "para cuidar a su madre, cuya salud estaba decayendo", al mismo tiempo que los neocon financiaban a los estudiantes de la burguesía universitara contra el Programa del Régimen del Partido Socialista de Burma (BSPP por sus siglás en inglés). Estas protestas, aprovechadas por la oligarquía militar, acabaron con la abdicación del Presidente del Partido Socialista.
En 1989 fue sometida a arresto domiciliario en Rangún por actividades contra la seguridad del estado, vulgo conspiración y espionaje. Londres financió la dirección de su Liga Nacional para la Democracia, que proclamó, por el morro, como Musavi, su victoria en las elecciones en 1990 por mayoría aplastante, lo cual aún causa risa en Rangún. 
Como las autoridades se negaron a tener en cuenta este ilusorio resultado, su partido no pudo formar parte de un gobierno civil por su cara bonita. Y ahí está, esperando que la hagan reina, como al tampón inglés, para poder vestirse como su vecino thai, tan amigo de Juan Carlos, de oro.
"En 2007, gran número de birmanos se rebelan contra el alza en los precios del combustible de uso doméstico. 
Las manifestaciones se hacen violentas. Los monjes budistas (¡!) se ponen a la cabeza de las protestas. Se produce la «revolución azafrán». 
En realidad, a Washington no le interesa el régimen de Rangún. Lo que quiere es manipular al pueblo birmano para presionar a China, que tiene intereses estratégicos en Birmania (oleoductos y una base militar de inteligencia electrónica). 
A partir de ahí, lo importante es crear una apariencia de realidad. 
Imágenes provenientes de teléfonos móviles comienzan a inundar YouTube. Son anónimas, inverificables y fuera de contexto. Es precisamente ese carácter aparentemente espontáneo lo que les confiere autoridad. 
La Casa Blanca puede imponer así su propia interpretación de dichas imágenes". (Ver Obama financia las contras, y Thierry Meyssan: las contrarevoluciones fascistas, en El Colomí Missatger, 26 de juny).
El viejo guión que ya predijo con pelos y señales Negrín en enero de 1939 (ver El Colomí, hace un año): contrarevoluciones fascistas financiadas desde el exterior imponiendo por la fuerza gobiernos plutocráticos hereditarios... 
¡Y hay quien aún habla de intelectuales pro reina fascista preguntándose donde están! 
Precisamente, si no hablan ni los intelectuales -según Unamuno cualquiera que piense y no una raza de superdotados a sueldo del amo-, por algo será, talòs!

Violencia en Birmania: ¿quiénes son los Rohinyás y por qué los persiguen?


Musulmanes de todos los confines del planeta protestan por la persecución contra los rohinyás, minoría étnica de Birmania a la que se considera una de las más oprimidas a nivel mundial. ¿Quiénes son y por qué se les persigue?

Los grandes olvidados

Los rohinyás, también conocidos como 'ruaingás' o 'rohingyas', son alrededor de un millón de personas, concentradas como grupo étnico en el norte del estado de Rakáin (antiguamente Arakán), en Birmania, cerca de la frontera con Bangladés.

A diferencia del 90% de los birmanos, que profesan el budismo, los rohinyás son musulmanes.

Rohinyás desplazados en el estado de Rakáin, Birmania. / Flickr.com / Foreign and Commonwealth Office

El origen del conflicto

El conflicto entre musulmanes y budistas se remonta en Birmania a la Segunda Guerra Mundial.

Con mayor precisión, a 1942, cuando los rohinyás, apoyados por los británicos, se enfrentaron a los budistas locales, respaldados por Japón.

Ambos bandos han calculado las bajas causadas por aquellos enfrentamientos en miles de personas.



Transcurridos tres cuartos de siglo, los rohinyás son, desde hace años, objeto de persecución oficial en Birmania.

Las autoridades del país no los reconocen como ciudadanos y los consideran inmigrantes bengalíes; los confinan en guetos y se hacen la 'vista gorda' ante las matanzas a las que son sometidos, cuando no las promueven.

De manera previsible, eso ha generado una potente insurgencia y llevado a la formación de grupos radicales musulmanes, que cada tanto atacan puestos de seguridad birmanos.

Las autoridades responden con masivas contraofensivas militares, condenadas por organizaciones de derechos humanos como crueles e indiscriminadas.

La nueva escalada

La situación se volvió a agravar a finales de agosto pasado, cuando insurgentes del rebelde Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ARSA) realizaron múltiples   ataques   contra puestos de Policía y una base militar, a lo que las fuerzas de seguridad replicaron con una nueva campaña de represión.

Como resultado, tan sólo durante la semana pasada, cerca de 400 personas murieron en enfrentamientos y confrontaciones militares, al tiempo que alrededor de 73.000 rohinyás huyeron al vecino Bangladés, según recuento presentado este domingo por Vivian Tan, portavoz regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y citado por Reuters.

La respuesta mundial

La violencia en Birmania ha causado una ola de indignación entre la comunidad musulmana de todo el mundo.

En Moscú, centenares de musulmanes se reunieron frente a la Embajada de Birmania el domingo para mostrar su solidaridad con los rohinyás. En Grozny, capital de la república rusa de Chechenia, miles de personas manifestaron por idéntico motivo.

Una manifestación en apoyo a los musulmanes rohinyás tuvo lugar ante la Embajada de Birmania en Yakarta, la capital de Indonesia, el país con mayor población musulmana del planeta. Reuters detalló que un cóctel molotov fue lanzado a la sede diplomática y causó un pequeño incendio en el segundo piso.

En la capital de Malasia, Kuala Lumpur, también se celebraron protestas contra la persecución de los musulmanes en Birmania, al tiempo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la calificó de "genocidio" y pidió a la comunidad internacional tomar medidas decisivas contra el Gobierno del país asiático.

Expertos del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) visitan campamentos de desplazamiento interno de los rohinyás. / Flickr.com / European Commission DG ECHO

El viernes, el secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró "profundamente preocupado" por los informes de excesos durante las operaciones de seguridad en Birmania e instó a "la moderación y la calma" para evitar una catástrofe humanitaria.

"La situación actual subraya la urgencia de buscar enfoques holísticos para abordar las complejas raíces de la violencia", afirmó el portavoz de Guterres, Eri Kaneko.

https://actualidad.rt.com/actualidad/249029-violencia-birmania-rohinyas-musulmanes-conflicto

La ONU alerta de una “emergencia real” en Bangladesh por la huida de rohinyás

La ONU alertó este martes de una “emergencia humanitaria real” en Bangladesh por la masiva huida de rohinyás desde Birmania (Myanmar) a Bangladesh, ya que en once días 123.600 personas de esta minoría musulmana han cruzado la frontera.
“Claramente las necesidades son enormes”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Leonard Doyle.
“Desde octubre llegaron unas 83.000 personas y en los últimos once días lo han hecho unas 123.600, lo que equivale casi a la cifra de personas en refugios improvisados y en el campo de refugiados, y da una idea de la magnitud” del problema, resaltó.
Se trata de una “emergencia humanitaria real” añadió, y dijo que las autoridades bangladeshíes están “haciendo un esfuerzo grande, pero los recursos están agotados”.
Igualmente señaló que “no hay ninguna apreciación de que haya un impedimento” por parte de Bangladesh a la hora de dejar cruzar a los refugiados, porque así lo confirman las cifras de llegadas.
La portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Dunyia Aslam Khan, también señaló en la misma rueda de prensa que “hay una urgente necesidad de más refugios de emergencia y de terrenos” para los rohinyás que continúan cruzando la frontera.
Recalcó que los campamentos de refugiados de Kutupalong y Nayapara están a punto de colapsar.
Los recién llegados son acogidos por familias de refugiados, en escuelas, centros comunales, madrasas y estructuras cubiertas. “Estamos quedándonos sin sitio”, señaló la portavoz.
Según el portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, una gran parte de los refugiados rohinyás son mujeres y niños, incluidos unos 26 menores no acompañados, por lo que se han instalado espacios dedicados a los infantes, donde pueden recibir ayuda psicosocial.
Además, Unicef controla el estado de malnutrición de los niños y les vacuna contra la rubeola y otras enfermedades.
El Programa Mundial de Alimentos a su vez ha repartido barritas y galletas energéticas con 500 calorías cada una para unas 20.000 personas y cocina junto con la ONG Acción contra el Hambre arroz para más de 28.500 refugiados, explicó la portavoz Bettina Luescher.
En el otro lado de la frontera, en Birmania, la situación de seguridad en el estado de Rakhine ha causado problemas de acceso para la ONU y sus socios, y aunque hay aún “alguna presencia allí, los programas de ayuda humanitaria han sido suspendidos en gran parte”, indicó el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke.
Explicó que ya antes del 25 de agosto la ONU y otras organizaciones sufrieron “obstáculos burocráticos” para recibir permisos de viaje para los trabajadores humanitarios y que esta política continúa actualmente.
“Nuestro llamamiento hoy es que la ayuda llegue a los que la necesitan por cualquier vía posible”, señaló.
La situación en Birmania empeoró tras el ataque del 9 de octubre de 2016 perpetrado por supuestos insurgentes rohinyás contra puestos policiales que causó la muerte a nueve agentes y motivó la represalia de las fuerzas de seguridad.
El pasado 25 de agosto se produjo un ataque del insurgente Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) contra puestos policiales y militares en la zona que causó más de un centenar de muertos (la mayor parte guerrilleros), y que ha producido una nueva campaña militar del Ejército birmano en esa región.

Presidentes de Rusia y Egipto condenan la violencia en Birmania

Los presidentes de Rusia y Egipto, Vladímir Putin y Abdelfatah al Sisi, condenaron este lunes la violencia en Birmania y llamaron a las autoridades a retomar el control de la situación, reveló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Durante el encuentro bilateral con el presidente de Egipto fue abordada la situación en Birmania, y tanto el presidente Putin como el mandatario Al Sisi expresaron su profunda preocupación por lo que ocurre (…) y condenaron la violencia (…), en particular, en contra de los musulmanes”, dijo el portavoz.
Peskov subrayó que ambos líderes instaron a las autoridades de Birmania a recuperar el control del territorio cuanto antes.
En la rueda de prensa los periodistas indagaron además sobre la respuesta de Moscú a las afirmaciones del presidente de Chechenia, Ramzán Kadírov, de que si Rusia se pone del lado de las autoridades birmanas, él se opondrá a esa línea política.
Según el portavoz, el Kremlin desconoce las declaraciones relacionadas con la escalada de la violencia en Birmania de Kadírov, pero está al tanto de fuerte la reacción de los musulmanes de todo el mundo a la situación en ese país.
Unas 400 personas murieron en el estado noroccidental birmano de Rakáin desde el 25 de agosto en los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes rohinyás.
Esta cifra incluye a unos 370 insurgentes, 13 agentes de seguridad, dos funcionarios y 14 civiles, según los medios internacionales.
Unas 87.000 personas, en su gran mayoría rohinyás, cruzaron de Birmania a Bangladés desde el 25 de agosto, según la estimación de trabajadores humanitarios de la ONU en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar.
Este número eleva a unas 150.000 el total de personas que huyeron de la nueva espiral de violencia en Rakáin a Bangladés desde octubre pasado.
Sputnik Novosti

Miles de manifestantes en el centro de Grozni piden a Putin que defienda a los rohinyás

Decenas de miles de manifestantes invadieron este lunes la plaza central de Grozni y las calles adyacentes a la gran mezquita de la capital chechena para solidarizarse con los musulmanes rohinyás y pedir al presidente ruso, Vladímir Putin, que se erija en su defensa.
Los manifestantes llevaban pancartas “¡No al genocidio en Birmania!”, “¡Parad la violencia contra los musulmanes en Birmania!” y coreaban “¡Alahu akbar!”.
A la concentración asistió el presidente de Chechenia, Ramzán Kadírov, quien publicó el domingo en su cuenta de Instagram una diatriba acusando al Ejército birmano de exterminar a los rohinyás y denunciando la impotencia de la ONU.
Entre los manifestantes también se encontraban el presidente del Parlamento checheno, Magomed Daúdov, así como los líderes religiosos de Chechenia y las repúblicas vecinas del Cáucaso Norte.
“Tanto yo como millones de personas en decenas de países exigimos a los líderes de las potencias mundiales que paren de una vez el derramamiento de sangre. 
Exigimos castigo para los culpables y una investigación internacional de estos crímenes de lesa humanidad”, declaró Kadírov.
Durante el mitin se leyó un llamamiento al presidente de Rusia, Vladímir Putin, para que “use toda su autoridad e influencia internacional para cesar el genocidio de los musulmanes rohinyás en Birmania”.
El domingo, la causa rohinyá reunió a centenares de manifestantes ante la embajada birmana en Moscú.
El Ministerio ruso de Exteriores expresó el 3 de septiembre su preocupación por la escalada de violencia y el deterioro de la situación humanitaria en el noroeste de Birmania, e instó a todas las partes implicadas a entablar un diálogo constructivo para reducir la tensión.
Unas 400 personas murieron en el estado noroccidental birmano de Rakáin desde el 25 de agosto en los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes rohinyás.
Esta cifra incluye a unos 370 insurgentes, 13 agentes de seguridad, dos funcionarios  y 14 civiles, según los medios internacionales.
Unas 87.000 personas, en su gran mayoría rohinyás, cruzaron de Birmania a Bangladés desde el 25 de agosto, según la estimación de trabajadores humanitarios de la ONU en el distrito bangladesí de Cox’s Bazar.
Este número eleva a unas 150.000 el total de personas que huyeron de la nueva espiral de violencia en Rakáin a Bangladés desde octubre pasado.
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
En 2012 la violencia interétnica en Sittwe, capital de Rakáin, se saldó con unos 200 muertos y provocó el desplazamiento de casi 140.000 personas, en su mayoría rohinyás.
El conflicto en Rakáin se agudizó después de que insurgentes rohinyás lanzaran una serie de ataques contra guardias fronterizos en octubre y noviembre de 2016.
A finales de agosto, el Gobierno de Birmania declaró terrorista al Ejército para la Salvación Rohinyá de Arakán (ARSA, por sus siglas en inglés) y afirmó que busca establecer una república islámica.
El grupo insurgente, que niega tener vínculos con el yihadismo transnacional, respondió que ejerce legítima defensa en un intento de salvar a la comunidad rohinyá de Arakán del “terrorismo de Estado”.
Sputnik Novosti

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