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viernes, 11 de agosto de 2017

Mapa de la derrota de la derecha venezolana

Mapa de la derrota de la derecha venezolana

Estos meses de escalada reconfiguraron el mapa interno de la derecha, que parece compuesta por tres sectores, que, aunque sostienen posiciones diferentes -por pragmatismo o convicción-, no parecen tener fronteras tan claras.
A esta hora la derecha debía estar, según sus cálculos, en una posición de fuerza totalmente diferente. 

O sentada en el Palacio de Miraflores, o en el despliegue de un gobierno paralelo combinado con movilizaciones de masas y acciones violentas, incluidas militares. Se había planteado la apuesta a todo o nada/ahora o nunca, y hoy se encuentra en una disputa interna para ver cómo seguir, y no terminar peor que al iniciar la escalada de los cien días.
Pasó lo que les suele pasar: se equivocaron en sus análisis. Sobrestimaron la fuerza propia, subestimaron al chavismo, leyeron de manera errada el estado de ánimo de las masas, calcularon mal las coordenadas del campo de batalla. 
Y en las batallas las responsabilidades son colectivas pero diferenciadas: 
el peso mayor recae sobre los generales -así lo enseña, entre otros, el libro La extraña derrota, de Marc Bloch-. Porque hubo una derrota, táctica en el marco de un equilibrio inestable prolongado, pero derrota al fin, y eso trae cambios, facturas, desbandadas y cambios de posiciones.
¿Por qué evaluaron de manera equivocada las condiciones para la toma del poder de manera violenta? 
Se combinan varios elementos. 
En primer lugar, la posición de clase de la dirigencia. La dirección del movimiento estuvo y está en manos de hombres y mujeres de la burguesía, la oligarquía, cuadros en su mayoría de clase media-alta, formados en esa política e imaginario. 
Sería falso decir que no han desarrollado estructuras en algunas zonas populares, pero no parecen de dirección, y son minoritarias. 
A ese elemento se suma otro, agravante para sus cálculos: una parte de su dirección, tanto venezolana como norteamericana, se encuentra en el extranjero, en particular en Estados Unidos.
Esas lecturas, marcadas por una distancia de clase y de país, se ensancharon por el efecto boomerang de una sus fuerzas: las redes sociales. Asumieron que la dinámica expresada en las redes era representativa del estado de ánimo de las mayorías. 
Pensaron que la capacidad desplegada -con millones de dólares- en Twitter, Facebook, Instagram, Youtube, era la que realmente existía, que la radicalidad allí expresada era la radicalidad popular real.
De esa manera creyeron que el gobierno estaba a un empujón de caer, que su respaldo popular era minoritario y contralascuerdas, que las masas descontentas acompañarían su llamado a la calle para sacar al “régimen”, y que su propia fuerza tenía capacidad de desplegarse hasta alcanzar la masividad policlasista y nacional necesaria. 
Esa combinación de elementos iba a tener a su vez incidencia sobre factores políticos e institucionales del chavismo, que, al ver el ascenso irrefrenable de las masas en su pedido de elecciones generales, se iban a cambiar de bando. 
Solo sucedió con la Fiscal General y algunos dirigentes intermedios puntuales -y no fue por las masas sino por cálculo y compra política-. Lo más importante en ese plan era la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: no se quebró.
Esos cálculos condujeron a sostener la hipótesis de la salida violenta durante más de cien días. Con puntos clave como el anuncio de que sería elegido el próximo presidente en elecciones primarias. 
Lo había proclamado Ramos Allup, el primero en decir luego que participará en las elecciones regionales. 
Entre un anuncio y el otro pasaron quince días, y en el medio una fecha clave: la victoria electoral del 30 de julio, con más de 8 millones de votos en contra de la violencia opositora y en respaldo a una solución democrática en manos del chavismo. 
La derecha desconoció públicamente los resultados, pero su impacto fue innegable, abrió un reacomodo de posiciones y cambio de táctica en desarrollo.
Las conclusiones fueron la inversión de sus premisas: el chavismo no estaba nocaut y dio una lección histórica, los sectores populares miraron en su mayoría desde lejos a la dirigencia opositora y rechazaron la violencia, la fuerza propia -compuesta por su base social ampliada, los grupos de choques, y sectores paramilitares- no alcanzó a quebrar el cuadro de empate. 
Tomar el poder por la fuerza es insostenible con esas coordenadas. Cayeron entonces uno tras otro en el anuncio esperado: la participación en las elecciones bajo el ordenamiento del mismo poder electoral que acusan de ilegal, ilegítimo y fraudulento. Freddy Guevara, de Voluntad Popular, ya anunció que el “camino es electoral”.
Algunos todavía no se han pronunciado, producto de desacuerdos, incapacidad para una disputa electoral -como María Corina Machado-, tensión con una base social defraudada a la cual le prometieron un poder inminente para anunciarle cien días después una vía electoral, y crisis interna. 
Estos meses de escalada reconfiguraron el mapa interno de la derecha, que parece compuesta por tres sectores, que, aunque sostienen posiciones diferentes -por pragmatismo o convicción-, no parecen tener fronteras tan claras.
1. El primero está conformado por los partidos de derecha más históricos, como Acción Democrática presidido por Ramos Allup, que, aunque acompañó la escalada de violencia, su apuesta reside y residió en la estrategia del desgaste del gobierno -en particular por el efecto de los ataques económicos- para acumular en votos el descontento popular, y apostar a victorias electorales.
2. El segundo está dirigido, por ejemplo, por Voluntad Popular y Primero Justicia -cuyos dirigentes están inhabilitados para presentarse como candidatos- y fue quien apostó a la salida por la fuerza, trabajó en la conformación/financiamiento/entrenamiento de grupos de choque, y se vinculó de manera directa con sectores paramilitares.
3. El tercer grupo es el que se ha autodenominado “resistencia” y se ha multiplicado en varios nombres según las zonas del país. El discurso es el del rechazo a la traición de los dirigentes que aceptaron ir a las elecciones, la necesidad de escalar en la confrontación callejera, y la reivindicación de las acciones de violencia -como los ataques el día de las elecciones-. 
Sus espacios comunicacionales son centralmente las redes sociales y Miami. Resulta difícil saber si se trata de un proceso de relativa espontaneidad, o la “resistencia” fue creada para desplegar acciones planificadas, por ejemplo, por el segundo sector, bajo otra identidad. ¿Cuánto son, quiénes dirigen? Según algunas propias declaraciones maiameras, son grupos dispersos que no tienen centro de mando.
Desde ese análisis se puede entender por ejemplo la acción del domingo en Fuerte Paramacay. No se trata, como los ataques a cuarteles durante los meses de mayo/junio/julio, de medidas en el marco de una escalada que busca acorralar, de ofensiva. 
Pareciera más bien un intento de mantener medidas de alto impacto -con fuerte repercusión internacional- junto con la preparación de los grupos más radicales. 
La autoría del hecho debería buscarse en el tercer sector -que parece vinculado, por debajo de la mesa, al segundo, y a dirigentes de la derecha como el senador norteamericano Marco Rubio-. Seguramente intenten más acciones como esta, o mayores. Hay síntomas de desesperación, y eso puede traer violencia y apuestas más radicales.
A este cuadro deben agregarse las dos principales líneas de fuerza de la derecha: la económica y el frente internacional. 
En el primer caso se ha visto como luego del 30 de julio se produjo un ataque frontal contra la moneda al aumentar vertiginosamente el dólar paralelo. 
El objetivo es disparar los precios, desgastar a la población, distanciarla de esa manera del gobierno, agravar el cuadro de dificultad material, intentar asfixiar los cotidianos de las clases populares. En cuanto a lo internacional, la escalada sigue dirigida desde los Estados Unidos, con apoyo central desde Colombia y los gobiernos subordinados de la región.
El resultado es que la derecha ha vuelto a depender de dos estrategias que expresan su incapacidad. 
Una es golpear a la población para llevarla al desespero e intentar traducir esa situación en votos. La otra es pedir la intervención norteamericana, disfrazada de la forma que sea necesaria. Esa realidad es muestra de debilidad y no de fuerza.
La elección del 30 de julio fue una victoria táctica del chavismo. Esa nueva situación dentro del equilibrio inestable trajo efectos dentro de una derecha que volvió a equivocarse furiosamente en su análisis del campo de batalla. 
Esa ventaja chavista debe ser traducida en acciones urgentes. La principal, además de la justicia, es la económica, y, se sabe, la economía es concentración de política. Ahí parece estar el desafío central de la revolución.
Escrito por: Marco Teruggi
Publicado por: Telesur.

EEUU y la derecha mundial no aceptan su derrota en Venezuela

La despiadada y cínica guerra mediática, económica, financiera y sicológica contra Venezuela, desatada por Washington y su cartel de cipayos europeos, latinoamericanos y venezolanos, fracasó rotundamente porque el pueblo venezolano emitió su voto de confianza al chavismo en las Elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente.
El pueblo es una fiera de múltiples cabezas (Alexander Pope, 1688-1744)
La despiadada y cínica guerra mediática, económica, financiera y sicológica contra Venezuela, desatada por Washington y su cartel de cipayos europeos, latinoamericanos y venezolanos, fracasó rotundamente porque el pueblo venezolano emitió su voto de confianza al chavismo en las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente
Fue un golpe inesperado para la derecha mundial que, según los pronósticos de sus servicios de inteligencia y los analistas experimentados de sus 'think tanks', ya estaba lista para festejar su victoria 'anunciada' al utilizar todo su fuerza para sabotear las elecciones a través de la violencia brutal, incluyendo asesinatos.
Sin embargo, el chavismo resistió por la continuidad de su Revolución Bolivariana apoyada por 8.089.820 votos a favor de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para elegir a 545 representantes del pueblo para poner freno a la embestida de la derecha nacional e internacional contra la soberanía y la independencia del país. 

Así, cuatro meses de guarimbas criminales para sacar a Nicolás Maduro del poder en seis meses y decretar 'el abandono de cargo', se convirtieron en la tumba política para la oposición que en 2015 ganó la mayoría parlamentaria. 

En aquel entonces, el pueblo le dio un chance a la derecha para que solucionara la situación económica del país y acabara con el acaparamiento de productos de primera necesidad y el sabotaje económico de los propios miembros de su clase pudiente.

Los representantes de los intereses de la oligarquía nacional y de las transnacionales elegidos en 2015 al parlamento no cumplieron con sus promesas de solucionar los problemas económicos venezolanos o simplemente los ignoraron y los reemplazaron por la lucha política para acabar con el legado de Hugo Chávez en el país. 

Se olvidaron de que "el pueblo", según Voltaire, tiene la capacidad de "cambiar y un día derrocha prodigiosamente lo mismo su odio que su amor". 

Así sucedió con los parlamentarios de la oposición que cometieron su propio suicidio con la violencia desatada en el país y de paso facilitaron una derrota para EEUU y la derecha mundial en su intento de terminar con el chavismo. 

El pueblo los vio en toda su dimensión quemando viva a gente inocente,destruyendo alimentos, casas de maternidad, transporte público y otras barbaridades. Así cavaron su tumba.

Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, el gobierno norteamericano había hecho todo lo posible —hasta su muerte en 2013— abierta y clandestinamente para derrocarlo sin conseguirlo nunca. La misma política se ha aplicado contra su sucesor Nicolás Maduro. 

Lo interesante es que no se trata solamente de las acciones del Departamento de Estado, la CIA, la DEA, la DIA… sino de un Estado dentro del Estado norteamericano. 

Todo indica que este Estado es la corporación ExxonMovil y que "la ruta del golpe" contra Venezuela comienza en esta corporación, según la investigación de la publicación Misión Verdad. ExxonMovil es la más grande corporación energética norteamericana. Su capital en la bolsa de valores se estima en unos 395.000 millones de dólares, lo que significa en términos del PBI que está por encima del de Argentina y Sudáfrica.

Steve Cole, en su libro 'Private Empire: ExxonMovil and America's Power' escribió que "el presidente de Exxon es un par de cada ocupante rotativo de la Casa Blanca" y que en general la compañía está alineada con EEUU pero "no siempre sincronizadamente". 

Desde 1999, la corporación está participando activamente en la financiación de los opositores venezolanos y, a la vez, está tratando de remover a Venezuela de PetroCaribe y así desintegrar esa organización creada por el Gobierno bolivariano. El deseo es transformar al Caribe en un poderoso puerto de importación de gas licuado de ExxonMovil. Con esto, la empresa establecería su hegemonía energética y geopolítica en la región cerrando el paso a las corporaciones rusas y chinas Rosneft y Cnooc, que representan cada vez un creciente peligro para la hegemonía energética norteamericana en la región.

Para el actual secretario de Estado, Rex Tillerson, que antes de la designación en el gobierno de Trump había sido el presidente de ExxonMovil desde 2006, el chavismo representa también un desafío personal. 

Para 2007, Hugo Chávez exigió a ExxonMovil, Chevron, Total y ConocoPhillips, que operaban en el país, aumentar las regalías del uno al 30%. Chevron y Total aceptaron la demanda pero ExxonMovil y ConocoPhillips la rechazaron. 

Después que Hugo Chávez nacionalizara la Faja Petrolífera de Orinoco, donde operaba Exxon, Rex Tillerson demandó a la corporación nacional venezolana PDVSA ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) exigiendo obtener una indemnización de 20.000 millones de dólares. Después de 10 años de litigios, el CIADI liberó a PDVSA de pagar la indemnización.

Fue un golpe duro no solo a la petrolera sino al ego de Rex Tillerson, cuya "filosofía", según su propia confesión a Steve Coll, consiste simplemente en "ganar dinero". Aquella vez Tillerson perdió y aprendió a actuar con cierta cautela, algo que se vio en sus relaciones con Putin cuando era el presidente de Exxon. 
Pero nunca perdonó al chavismo por su fracaso en Venezuela y ahora siendo secretario de Estado hace el mayor esfuerzo para ayudar a la oposición en su tarea de sacar a Maduro del poder haciendo revivir, según Misión Verdad, "el conflicto político interno y hacer desprestigiar al gobierno de Maduro a nivel mundial".
Mientras tanto, ExxonMovil está desarrollando sus perforaciones Liza-1 y Liza-2 en Esequibo utilizando al gobierno guyanés, zona reclamada por Venezuela como parte de su soberanía territorial ante las Naciones Unidas. Su plan es recolonizar la Faja Petrolera de Orinoco a través de Esequibo, alcanzando la boca del frente Atlántico. 

Para lograrlo, las autoridades norteamericanas anunciaron sanciones contra los líderes bolivarianos y amenazaron con sanciones que limiten las exportaciones a Venezuela entre 50.000 a 75.000 barriles de gasolina de las refinerías Citgo Petroleum que tiene el país en Corpus Christi, Texas, y en Lake Charles, Louisiana. 

En total 20 refinerías en EEUU de Citgo Petroleum se abastecen del crudo pesado de Venezuela que representa un 20% de las importaciones norteamericanas.

American Fuel and Petrochemical Manufacturers (AFPM) ya mandó una carta al presidente Trump advirtiendo que las sanciones contra PDVSA "pondrán en dificultad a las refinerías en EEUU para encontrar salidas alternativas, mientras que Venezuela podrá compensar el déficit fácilmente a través del mercado de la Cuenca Atlántica". 

También advirtieron que la corporación rusa Rosneft y la china Cnooc saldrían beneficiadas con estas sanciones. En resumidas cuentas, hay poco que puede hacer Washington en este aspecto.

Una posible intervención militar utilizando a Colombia, clamada por varios satélites de EEUU en Latinoamérica y el Caribe, fue descartada por el principal asesor de Seguridad Nacional, Herbert R. McMaster quien declaró que no ve "probable una intervención militar pese al pedido de otras naciones".

Lo único que le queda a Washington es seguir apoyando a la oposición que en estos días se quedó sorpresivamente callada. 
El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, llamó a uno de los líderes más radicales de la oposición, Leopoldo López, condenado por provocar violencia en el país en 2014 que resultó en 43 muertos. 
Pence agradeció a López por "su coraje y defensa de la democracia en Venezuela" y le prometió que "EEUU responderá con fuertes y rápidas sanciones económicas por la imposición de la Asamblea Constituyente". 
El mismo Herbert McMaqster se limitó a decir que "Maduro no es solo mal líder: ahora es un dictador". 
En Europa, la vicepresidenta de la Unión Europea, Federica Moghereni, calificó a la Asamblea Nacional Constituyente como antidemocrática y exhortó a la UE a dar el mayor apoyo a la oposición venezolana.
En América Latina, México fue el primero en sumarse a los dictados de Washington exigiendo sanciones contra Venezuela y no reconociendo su Asamblea Nacional Constituyente. 

En seguida, la misma posición ha tomado Perú, Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Panamá, Guatemala, España, Costa Rica, Guayana, Honduras, Jamaica, Canadá, Granada, Santa Lucía y la OEA. 

El presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien es un fiel servidor de EEUU y es famoso por definir a Latinoamérica como un perro simpático que está durmiendo en una alfombra y no genera ningún problema, convocó por el encargo de Washington una urgente reunión de cancilleres de 17 países. 

En medio de la protesta nacional, por supuesto, todos los presentes cumplieron a la perfección el rol de "perros simpáticos" condenando a Venezuela por no estar 'durmiendo' y generando 'problemas' a Norteamérica.

En realidad, estos cipayos de Washington no tienen su propia opinión ni están orgullosos de sus países y sueñan con ser americanos dispuestos a entregar sus naciones a cualquier presidente de Norteamérica. 
Ni siquiera entienden bien las instrucciones de su amo que hace poco por medio del secretario adjunto de Estado para América Latina, Michael Fitzpatrick declaró que "respetamos el gobierno oficial de Venezuela y del presidente Maduro en este momento y no se plantea reconocer a la Asamblea Nacional [de la oposición] como un gobierno paralelo".
© REUTERS/ Carlos Garcia Rawlins

De todos modos, lo reconozcan o no la Unión Europea, Estados Unidos y sus incondicionales latinoamericanos y caribeños, el pueblo venezolano ha triunfado y está decidido a afrontar nuevos desafíos otorgando el máximo poder a 545 representantes de base de los venezolanos reunidos en la Asamblea Nacional Constituyente para poner fin a la violencia, al sabotaje y establecer un orden democrático en país.
Entonces, como declaró Nicolás Maduro tras proclamar la victoria, "¡Qué carajo nos importa lo que dice Trump!".


¡ESTE ES SU FIN! MUD va a regionales derrotada y más dividida que nunca (+LES LLEGÓ LA HORA)


Foto: Lechuguinos.com

Desde hace meses se realizó la validación de los partidos políticos para que pudieran estar legalizados y activos ante el máximo regente electoral y que el Consejo Nacional Electoral (CNE), diera la aprobación para que estos pudieran participar en el proceso de inscripción de los candidatos a las elecciones regionales, previstas para el próximo 10 de diciembre de este año.
Como todos sabemos en su momento la MUD no logró ciertas cifras que le permitiesen participar en dichas elecciones y continuar siendo una organización política valida pues como dirían por allí ¡no le dieron los números!, es por ellos que a esta jornada, la autodenominada y MUY FRACTURADA Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llega derrotada y más dividida que nunca… 
Derrotada porque a pesar de sus guarimbas y sus actos terroristas no pudo impedir la realización de los comicios para escoger los candidatos que integrarían la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ni su instalación y dividida, porque en ese sector hay quienes se oponen a participar en las elecciones regionales, mientras que otras le apuestan a las mismas ¿todo un conflicto el de estos personajes no?
Ejemplo de ello es el caso del partido de ultraderecha Voluntad Popular, que aún no confirma si postulará o no sus candidatos, mientras que por su parte la tolda aurinegra Primero Justicia dejó entrever la posibilidad de participar, son embargo, se conoció que en la derecha, solo Acción Democrática y Avanzada Progresista (AP) han aceptado abiertamente que se medirán en esta contienda electoral.
Se les acabó la guachafita violenta, se les acabó la fiesta del terror y es hora de que asuman el hilo constitucional y la democracia.
Redacción Lechuguinos.

ultimas noticas oposicion

El antes y el después de la MUD: Gracias a la pacificación de la Constituyente

El ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, hizo la comparación de dos notas publicadas en la web de Últimas Noticias, donde se refleja el cambio drástico que dio la oposición venezolana luego de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

En más de 120 días de protestas violentas, la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), rechazó todo tipo de diálogo y la posibilidad de ir a elecciones presentando sus candidatos a la Constituyente, inclusive, hicieron marchas para rechazar las elecciones regionales.

El milagro pacificador de la Constituyente: la oposición antes y después de la victoria Bolivariana del 30 de Julio
Ahora, aparece toda esa dirigencia que solo quería la salida del rrrrrrégimen, para presentar su candidatura a las elecciones del próximo mes de diciembre.




Mientras el pueblo de Venezuela protagonizaba la épica jornada electoral de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la prensa de la derecha miraba una vez más hacia el lado de la violencia.

Los medios nacionales Venevisión, Globovisión y Televen pasaron un día de campo en el reducto del bastión de la oposición en el este de la capital; y practicaron una vez más junto a sus pares de la región y de España el terrorismo mediático que acostumbran hacer, en complacencia de los fascistas.

Para ellos el bienestar de la Patria exigido por más de ocho millones de venezolanos no ameritaba una sección, una nota en el noticiero habitual o simplemente un cintillo noticioso, por lo que su programación estaba copada en su mayoría de dibujos animados, programas de participación y las acciones nada pacíficas de la “resistencia”.

En tanto, tal parece que los internacionales La Razón, El Milenio, La República y La Nación “presagiaban” el acto terrorista con un explosivo a distancia, que cometieron grupos afines a la oposición contra miembros de la Policía Nacional Bolivariana, que intentaban despejar barricadas, y disolver la guarimba.

Junto a los nacionales callaron la masiva asistencia a la fiesta electoral; la cita de jóvenes, trabajadores, amas de casa, ancianos y personas con algún tipo de discapacidad por el futuro de paz de su amada patria; pero capturaron la primera imagen: la deflagración, los guardias heridos y las motos incendiadas.

Esas instantáneas si dieron la vuelta al mundo, aunque los titulares y las notas contaron otra historia.

Simplemente mintieron y utilizaron la foto como propaganda anti constituyente: le apuntaron muertos que nunca existieron a Maduro, adujeron un supuesto baño de sangre, hablaron de un fantasmal abstencionismo, y silenciaron la masiva muestra de bravura y conciencia política del pueblo venezolano.

Como notó el ministro venezolano para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, esos medios de la derecha en la región y España todos cometieron el mismo 'desliz' y en sus primeras planas.

Sospechosamente, todos publicaron la fotografía del momento exacto cuando explota el artefacto en la tristemente célebre Altamira, que ocasionó quemaduras de diversos grados a ocho policías bolivarianos, opinó el prestigioso periodista en su cuenta en la red social Twitter.

Pues como bien tuiteó Villegas, los insólitos titulares y la evidente tergiversación de la noticia es prueba de cómo ocultaron la autoría de este atentado contra las fuerzas de seguridad del Estado venezolano.

Además habla de su parcialidad con el ala extremista de la oposición venezolana y la complicidad de esos medios con el golpe de Estado, el centenar de muertos en estos 100 días de terrorismo fascista y contra la justicia.

Representa una actitud entreguista al capital, al imperio económico y financiero y es el ejemplo fehaciente de su desprecio al pueblo, a las clases más humildes y a los proyectos revolucionarios, en los cuales el ser humano y su bienestar es el centro de atención.

Pero la voz de Venezuela retumbó estruendosamente este domingo con su voto no solo por la paz de su pueblo, sino también para enchufar de esperanza a sus hermanos del mundo que luchan por un cambio progresista en sus países. Eso si no lo pudieron callar esos medios.

LIVIA RODRIGUEZ DELIS

Fuente: PRENSA LATINA

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