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lunes, 7 de agosto de 2017

Empresas PRP y Agencias Gubernamentales nutren de Fake News a Medios con el objeto de manipular la Opinión Pública

Las FAKE NEWS son el pilar básico sobre el que se articula toda la propaganda de los MEDIOS de MANIPULACIÓN MASIVA

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CNN - FAKE NEWS

La expansión de las empresas de Relaciones Públicas y Propaganda (PRP) dentro de los sistemas de noticias en el mundo actual, ha dado lugar a una forma deliberada de gestión y manejo de las noticias. 

El mantenimiento continuo de los noticieros diarios, requiere un suministro constante y siempre entretenido de eventos estimulantes y noticias de última hora. 

Los medios corporativos dependen cada vez más de varias agencias gubernamentales y firmas de PRP como fuentes de dichas noticias.


La industria del PRP ha experimentado 

un fenomenal crecimiento desde 2001.

La celebérrima imagen del cormorán 
agonizante empapado de petróleo era una montaje. 
El gesto de sumisión de los iraquíes vencidos besando la mano a sus vencedores era un montaje también.

Las cadenas de televisión ITN y CNN "estaban en las cercanías de Jafyi, la ciudad de la frontera saudí donde se combatió ásperamente en enero, y filmaron un derramamiento de petróleo en, el mar con motivo de un duelo de artillería".

"Bastaría un poco de sentido común", dice el artículo, "para pensar que el petróleo derramado en el mar en Kuwait no podía ser filmado por las televisiones occidentales mientras estaban allí los iraquíes. 

Las imágenes estaban asociadas a los comentarios sobre el derramamiento del petróleo en el mar de Kuwait, creando la ilusión de que el cormorán desesperado era víctima de aquella acción. 

Pero no era así: la marea negra llegó mucho más tarde a las costas saudíes y muy parcialmente". Las corrientes la habían empujado mar adentro, como se dijo tres semanas más tarde".

En 2015, tres grandes empresas de relaciones públicas, Omnicom, WPP e Interpublic Group, empleaban a 214.000 personas en 170 países, recaudando 35.000 millones de dólares en ingresos combinados.

Estas empresas no sólo controlan grandes volúmenes de riqueza, sino que también poseen una red de conexiones en poderosas instituciones internacionales con vínculos directos con los gobiernos nacionales, corporaciones multinacionales, órganos de formulación de políticas mundiales y medios corporativos.

La propaganda puede definirse como la diseminación de ideas e información con el propósito de inducir o intensificar comportamientos o actitudes específicas.

Tanto las empresas de Relaciones Públicas como la propaganda buscan cambiar las conductas y las ideas de las masas, para que apoyen las agendas de las instituciones públicas y privadas. 

Como Douglas Kellner y otros investigadores han documentado, desde el 11 de septiembre las empresas de relaciones públicas han contribuido a aumentar los niveles de propaganda de los medios de comunicación.

En la década de 1980, produjo propaganda de relaciones públicas para el derrocamiento del presidente de Panamá, Manuel Noriega. 

El Grupo Rendon también moldeó el apoyo internacional para la primera Guerra del Golfo, y en la década de 1990 creó el Congreso Nacional Iraquí.

Como James Bamford informó en un artículo publicado en 2005 en Rolling Stone, los documentos del Pentágono muestran treinta y cinco contratos con Rendon entre 2000 y 2004, por un valor total de entre 50 y 100 millones de dólares.

FALSO
El mundo de hoy se enfrenta a un imperio militar-industrial-mediático, apoyado por las firmas de PRP, que es tan poderoso y complejo, que la verdad está mayormente ausente de las noticias o en todo caso, se reporta sólo en segmentos desconectados con poco contexto histórico.

A fines de 1999, Ben Bagdikian, autor de Media Monopoly y ex editor del Washington Post, estimaba que dos tercios de todas las noticias tenían su origen en firmas de relaciones públicas; 

En 2003, un artículo del Guardian estimó de manera conservadora que entre el 50 y el 80% de las noticias y las historias de negocios eran creadas por empresas de relaciones públicas.

El resultado de ello son noticias gestionadas por los gobiernos, las corporaciones y las firmas de PRP, a menudo entrelazados todos ellos entre sí, incluyendo tanto la publicación de historias específicas destinadas a generar apoyo público hacia cualquiero cosa, como la deliberada no cobertura de noticias que puedan socavar las metas e intereses de las élites capitalistas.

Las firmas de PRP ofrecen una variedad de servicios a las principales corporaciones e instituciones de todo el mundo. La mejora de la marca y las ventas son, sin duda, sus servicios clave.

Sin embargo, estas firmas ofrecen mucho más, incluyendo investigación y gestión de crisis para corporaciones y gobiernos, campañas de información pública, diseño web y promociones, y colocación de medios corporativos.

Hill & Knowton de WPP se enorgullece de presumir en su sitio web, de que prestan servicios al 50% de las empresas incluídas en el Fortune Global 500, a través de sus oficinas ubicadas en cuarenta países.

Junto con Fleishman y Hillard de Omnicom, Hill & Knowlton han sido las principales firmas de RRPP que han trabajado con Monsanto para proteger su marca Roundup, que contiene el herbicida glifosato.

Roundup es el herbicida más utilizado en el mundo, vendido en más de 130 países, pero la Organización Mundial de la Salud declaró recientemente que el glifosato es un carcinógeno humano. A medida que los países comienzan a restringir su uso, las empresas PRP se preparan para proteger los beneficios de Monsanto.

De 2007 a 2015 el gobierno federal de los Estados Unidos gastó más de 4 mil millones de dólares en servicios de RRPP.

Estados Unidos emplea a 3.092 funcionarios de relaciones públicas en 139 agencias. 

Unos 2200 millones de dólares adicionales derivan a firmas externas para realizar Relaciones Públicas y Propaganda, encuestas, investigación y consultoría de mercado.

Las mejores firmas de PRP del mundo cosecharon millones de dólares en 2014 incluyendo Laughlin, Marinaccio & Owens ($ 87.98 M -millones de dólares-), WPP-Young & Rubicam Inc. ($ 57.5M), WPP-Ogilvy Relaciones Públicas ($ 47.93M), Omnicon-FleishmanHillard ($ 42.4 M), y Gallup ($ 42.0M). Burson-Marsteller de WPP ganó un contrato de 4.6 millones de dólares con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos en 2005, para desarrollar una conciencia pública y educar a la población para un gran desastre, o un gran ataque terrorista en Washington DC.

Fueron contratados por “Ciudadanos por un Kuwait Libre” y finalmente recibieron casi 10.8 millones de dólares para llevar a cabo una de las campañas de relaciones públicas más efectivas de la historia. 

Hill & Knowlton ayudó a crear una indignación nacional contra Irak al dar a conocer los horribles acontecimientos supuestamente causados ​​por soldados iraquíes durante la invasión de Kuwait por parte del Iraq de Saddam Hussein.

En testimonio ante el Caucus de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, una joven llamada Nayirah declaró que vio a “soldados iraquíes entrando en el hospital de Kuwait con armas de fuego, y entrar en la habitación donde había 15 bebés en incubadoras. 

Declaró que sacaron a los bebés de las incubadoras, se llevaron las incubadoras y dejaron a los bebés en el suelo frío para que murieran”.

En 1990, durante la Guerra del Golfo Pérsico, en momentos en que la administración del Presidente George H W Bush presionaba para ejercer acción militar para expulsar a Irak de Kuwait, una chica kuwaití de 15 años llamada Nayirah al-Ṣabah, identificada por los medios de comunicación como “La Enfermera Nariyah”, declaró ante el Congreso de los Estados Unidos que había testificado la matanza de niños en un hospital de Kuwait, por parte de soldados iraquíes en el contexto de la invasión de Irak a Kuwait.


La realidad es que la niña que conmovió con sus lágrimas a quienes la escuchaban en el legislativo estadounidense, y la vieron y escucharon después en los medios de comunicación, era en realidad la hija del embajador de Kuwait en los Estados Unidos y su declaración era parte de la campaña mediática montada por la agencia de relaciones públicas Hill & Knowlton (H&K), la mayor compañía publicitaria del mundo en ese entonces, que trabajaba para el gobierno kuwaití. 


H&K contaba con buenos amigos en los más altos niveles del gobierno, tanto demócratas como republicanos: el director de la oficina de Washington, Craig Fuller, era íntimo amigo y asesor político del presidente George H. W. Bush; Robert Gray, el presidente de H&K/USA, desempeñó un papel clave en las dos campañas presidenciales de Ronald Reagan; Lauri Fitz-Pegado, la directora de la oficina de Kuwait, fue empleada de Ron Brown, el primer secretario de Comercio del gobierno de Clinton; y Thomas Ross, el vicepresidente ejecutivo, fue portavoz del Pentágono del gobierno de Jimmy Carter.


Las ocupaciones militares son siempre brutales, y seis meses de ocupación de Kuwait por parte de Iraq no fue una excepción. 

Pero debido a que los estadounidenses no tenían mucho afecto que digamos por Kuwait, se realizó el montaje de propaganda de que el ejército iraquí era culpable de atrocidades al estilo de los nazis.


La joven mujer que sólo dio su primer nombre, Nayira, declaró entre lágrimas que había sido voluntaria en el Hospital Al-Adan de Kuwait, donde había visto a las tropas iraquíes sacar a bebés de sus incubadoras para dejarles “morir sobre el suelo frío”, calificándolo como algo “horrible”.
Según el autor Robin Andersen en su libro A Century of Media, a Century of War, Hill & Knowlton había gastado un millón de dólares en estudios de sondeos de opinión pública llamados en inglés “focus groups” para determinar la mejor manera de conseguir que los estadounidenses respaldaran la guerra. 

El resultado de los estudios fue que la fabricación de una “atrocidad” era la manera más efectiva para lograr el apoyo deseado a la guerra de Bush padre en el Golfo Pérsico.

Lo anterior es sólo un ejemplo de los perversos diseños de propaganda utilizados en las últimas décadas para lograr apoyo a la guerra y a la utilización de armamento bélico.

Como reportó Johan Carlisle, el ex funcionario de la CIA, Robert T. Crowley, quien servía de enlace entre la agencia y las firmas de relaciones públicas, reconoció que “las oficinas de Hill & Knowlton en el extranjero…eran tapaderas perfectas para la CIA.

A diferencia de otros trabajos de cobertura, ser un especialista en relaciones públicas no requiere capacitación técnica por parte de oficiales de la CIA.

Una guerra global contra el terrorismo requiere de una justificación ideológica continua, dirigida a la masa de personas que instintivamente están en favor de la paz.

Las firmas de Relaciones Públicas y Propaganda, proporcionan una racionalización continua para justificar la guerra, sirviendo a las actividades de la propaganda del gobierno, a los contratistas militares, generando películas pro-bélicas de Hollywood, ayudando a la comercialización de juguetes bélicos, dibujos animados y productos relacionados.

Las técnicas para vender una marca comercial cualquiera, son esencialmente las mismas que se usan para hacer márketing para venderle una guerra al público.

Las empresas PRP producen anuncios creativos, visualmente estimulantes y emotivos que ponen de relieve a familias con hijos amorosos en peligro por culpa de los malos, protegidos por las autoridades oficiales, incluyendo las agencias de seguridad nacional, la policía o el personal militar: 

“Para llegar a ti, tendrían que pasar por encima de nosotros” , promocionó al narrador de “America’s Navy-the Shield”, producido por la firma de publicidad Campbell Ewald, que se emitió por primera vez en CBS durante el partido de Fútbol Americano de la marina del año 2014.

En mayo de 2015, el Navy Times informó de que la Marina había adjudicado su contrato de reclutamiento, “inicialmente valorado en 84,4 millones de dólares por año” a la firma neoyorquina Young & Rubicam.

Las tres grandes firmas globales de PRP son contribuyentes clave a la hegemonía global del capitalismo.

Las firmas de PRP y sus socios corporativos de los medios de comunicación ayudan a corporaciones, gobiernos y organizaciones no gubernamentales en un ataque ideológico incesante y en una“pacificación de las mentes” de las masas alrededor del mundo.

El mensaje general es la adquisición continua de productos materiales y el consumo, el deseo de una vida de lujo, el miedo a los demás, incluidos los terroristas, los criminales y los pueblos amenazadores, el apoyo a los estados policiales, la aceptación de una guerra permanente contra el terrorismo y la equiparación entre las empresas privadas y la gobernabilidad democrática. Esto es lo que Noam Chomsky llamó “ingeniería de la opinión y desfile de enemigos” (Media Control, Seven Stories Press, 2002).

Con 35.000 millones de dólares en ingresos anuales, las tres grandes firmas de PRP son componentes clave de la clase capitalista transnacional.

El principal objetivo de la industria PRP es la promoción del crecimiento del capital a través del control psicológico hegomónico de los deseos, emociones, creencias y valores humanos. 

Las empresas PRP hacen esto manipulando los pensamientos y sentimientos de los seres humanos en todo el mundo.

De muchas maneras, las empresas de PRP son el motor ideológico del capitalismo, tanto por su influencia masiva en los medios corporativos mundiales como por su creciente papel en la propaganda de los gobiernos nacionales, incluidas las operaciones psicológicas en apoyo de una guerra permanente contra el terrorismo.

Tomar conciencia de que existe el lado oscuro de la industria de la Relaciones Públicas y la Propaganda y su irrestricto poder de deformar las mentes es un primer paso importante.

Entre algunas medidas positivas adoptadas recientemente por parte de activistas para limitar el poder del PRP, cabe destacar que Quebec se ha convertido en una de las primeras regiones en prohibir la publicidad comercial dirigida a niños menores de 13 años. 

De hecho, tres generaciones de personas en Cuba han crecido sin Publicidad en sus vidas. 

Un grupo de estudiantes de posgrado de la Universidad de La Habana simplemente se rió cuando les pregunté hace cinco años si alguna vez habían deseado comerse un “Happy Meal” (menú infantil de McDonald’s). A ellos les parecía absurdo incluso considerar la idea.

También nosotros necesitamos entender la absurdidad de la industria del PRP, y movernos para eliminar su influencia de nuestras vidas, nuestras culturas y nuestro mundo.

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