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lunes, 22 de mayo de 2017

TODO lo que usted necesita saber sobre BRASIL en este momento - Temer y el pueblo enfrentados


Michel Temer ya declaró que no va a renunciar a la presidencia, sin embargo la presión que tiene tras sí lleva a pensar que la clase política brasileña, cómplice del golpe parlamentario contra Dilma Rousseff el año pasado, es más dispensable de lo que parece a los intereses de Estados Unidos.

1. Escándalo de corrupción de Michel Temer

El actual e impopular presidente brasileño Michel Temer fue delatado por un empresario por intentar obstruir la justicia de su país al avalar el pago de un soborno al ex líder parlamentario Eduardo Cunha, principal impulsor de la causa que terminó en el impeachment a Dilma Rousseff hace un año, a cambio de su silencio.

El mismo Eduardo Cunha fue condenado a 15 años de cárcel por corrupción, lavado de activos y evasión fiscal.

La prensa de Brasil, comandada por O Globo, 
divulgó una grabación hecha por el empresario Joesley Batista, uno de los dueños de la empresa de alimentación JBS. El audio fue grabado en marzo de este año, en el que se escucha a Temer hablando con Batista sobre la autorización de un pago de 2 millones de reales (637 mil dólares) para comprar el silencio del Cuhna, ya en la cárcel.

De esta manera Temer es investigado oficialmente por el Tribunal Supremo de Brasil por el caso de corrupción de Lava Jato.

A su vez, el Tribunal Superior Electoral de Brasil 
actualmente investiga si el actual mandatario Michel Temer es culpable o no de haber solicitado a la constructora Odrebrecht alrededor de 3 millones de dólares para su partido y la campaña electoral que culminó con él en la Vicepresidencia, antes del golpe a Rousseff.

2. Causas de corrupción como método de purga política


Una de las grandes compañías brasileñas, Odebrecht, ha sido 
implicada a casos de soborno y corrupción, no sólo en Brasil sino en toda la región, para recibir beneficios en contratos de construcción. 

El escándalo ha salpicado a políticos, policías, sindicalistas y hasta dirigentes sociales que presuntamente han recibido coimas por parte de la constructora.

Aunque la causa inició en el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ha tenido consecuencias en Brasil. 

El mencionado Eduardo Cuhna está preso precisamente por este caso, y se le considera un importante testigo. La causa también implica someramente a Lula y Dilma, así como al ex presidente Aecio Neves y José Serra, ambos conspiradores del impeachment del año pasado.

La Operación Lava Jato (autolavado, en español), impulsada 
por el espionaje de la NSA gringa a funcionarios del Estado brasileño, también ha llevado a implicar a numerosos políticos de Brasil en una vasta red de sobornos propalada por Petrobras, la gigante petrolera estatal. Los mencionados políticos también han sido nombrados en la causa e incluso algunos han servido de testigos.

Políticos han sido encarcelados por estas causas, lo que refleja una purga a lo interno de Brasil.

3. La impopularidad de Temer y enmiendas esclavistas


En Brasil se acaba de sancionar una enmienda constitucional para limitar el gasto del Estado en salud, educación y programas sociales, dirigida por el parlamento que derrocó a Dilma Rousseff.

Esta enmienda viene acompañada de una 
serie de reformas como las de recorte de pensiones y de derechos laborales, esta última prevé que los trabajadores del campo trabajen 12 horas y cobren con especias, comida y vestimenta como en los tiempos de esclavitud. 

Además de la intención de reformar de nuevo la constitución para alargar el mandato del presidente ilegitimo Michel Temer en un momento en el que el 83% de los brasileños desean elecciones inmediatas.

Cabe destacar que Temer cumplió recientemente un año como presidente de facto de Brasil con tanto sólo 9% de aprobación, 
según escuestas.

4. Desmantelamiento de la clase política


A todo esto se une un estimulado desmantelamiento de toda la clase política brasileña, con los casos de corrupción brevemente reseñados como principal móvil.

Es importante entender que el papel de mediadores entre Estado y corporaciones está tratando de ser suprimido en el gigante continental, como sucede en los Estados Unidos, cuyos principales funcionarios gubernamentales lo son o fueron también de grandes compañías o bancos. 

De hecho, según revelara Julian Assange, Temer fue informante de inteligencia política de los EEUU en Brasil.

Como 
lo hemos comprobado anteriormente, Brasil es quizás el país que más ha sido minado por corporaciones y bancos en la historia de América Latina, cuestión que se ha acelerado luego del impeachment a Rousseff.

En su gobierno, Temer ha prometido a los financistas del golpe a Dilma la privatización de la Cumbre Pre-Sal, es decir, que los principales beneficiarios de esta mina energética serían Chevron y los hermanos dueños de Koch Industries. 

A pesar de que aproximadamente un 18% de las inversiones directas provienen de transnacionales estadounidenses, los grandes conglomerados del agronegocio dominan la escena política del parlamento.

Se entiende así el carácter de purga y destrucción de la estructura política de Brasil para asaltar de manera más cómoda los recursos energéticos y financieros por parte de corporaciones y bancos, sobre todo estadounidenses. Un negocio redondo.

5. Temer y la oposición venezolana


Como muestra la foto que sirve de portada a esta nota, 
Lilian Tintori se reunió recientemente con Temer para hablar de la situación venezolana. 

Se infiere que coordinaron el cerco diplomático que se pivotea desde Washington con la OEA y sus secretario general de protagonistas.

La presidencia de Brasil "insistió en que es fundamental" que se garanticen "las libertades individuales, se respete la independencia de los poderes" y que "se defina y cumpla un calendario electoral". 

Todo lo que pide el pueblo brasileño para su mismo país. Por otro lado, Tintori elogió el "talante democrático" del presidente brasileño.

Julio Borges también se ufanó en febrero de este de 
su reunión con José Serra, hasta ese momento canciller de Brasil y funcionario investigado, como dijmos, en el marco de la Operación Lava Jato.

Incluso llegaron a declarar en conjunto Luis Almagro y el gobierno brasileño el 10 de abril, clamando "un gobierno legítimo" en Venezuela.

Aloysio Nunes, canciller de Brasil luego de la renuncia de Serra, también 
aseguró en marzo que Venezuela es una dictadura

Sus lazos con el establishment del Partido Demócrata, vía Clinton, son evidentes, sobre todo luego de que se reportaran reuniones entre el funcionario brasileño y políticos gringos en las últimas semanas de abril. Se reunió con Bob Corker y Ben Cardin (este último principal impulsor de la última tanda de sanciones contra Venezuela) del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Es evidente la estrecha relación que tienen los políticos estadounidenses, que operan sanciones contra Venezuela y otorgan recursos a la oposición venezolana, y los brasileños, por lo que las agendas son comunes en materia de política exterior. Sirviendo como operadores para una eventual intervención (sea esta diplomática o humanitaria) del aparato militar y financiero de EEUU.


Fuente: MISIÓN VERDAD

Algo huele a podrido en Brasil

Las confesiones de empresarios arrepentidos ante la Justicia han destapado un insólito nivel de podredumbre en la política brasileña, ahogada por una corrupción generalizada que no respeta banderas partidistas y que amenaza al propio sistema.
Los brasileños asisten atónitos e indignados al último capítulo del interminable culebrón de escándalos que involucran a todos los niveles de la administración, incluido el jefe de Estado: Michel Temer.
Durante el último año, el votante brasileño ha ido descubriendo cómo se ha vaciado su empresa de bandera, Petrobras, y se han desviado miles de millones de dólares para financiar campañas electorales, operaciones políticas, comprar voluntades -tanto dentro como fuera de Brasil- y alimentar los bolsillos de candidatos sin escrúpulos.
Las confesiones de Marcelo Odebrecht y de los 77 exejecutivos de su constructora tras pactar con la Justicia llegaron a bautizarse como "la delación del fin del mundo" y sacudieron los cimientos de la política en Brasil y en varios países latinoamericanos.
Sus revelaciones hablaban abiertamente de sobornos y a cambio de concesiones y favores, mencionaban a empresarios, gobernadores, prácticamente a todos los expresidentes vivos del país, hasta ocho ministros del actual Gobierno e incluso al presidente Temer.
La tempestad provocada por las delaciones de Odebrecht dio paso a la calma, o al menos eso esperaba el Gobierno, enfrascado en reunir los apoyos necesarios para sacar adelante las impopulares reformas reclamadas por el mercado.
Pero, cuando parecía que el terremoto había pasado, un tsunami amenaza directamente a Temer: los testimonios de los propietarios del gigante JBS, uno de los mayores exportadores de carne del mundo y también una de las empresas más conocidas en Brasil por sus "aportaciones" a las campañas políticas.
Los hermanos Joesley y Wesley Batista no sólo han revelado sus manejos ante la Justicia a cambio de rebajas en sus posibles condenas sino que han grabado a los políticos en acción, incluido al propio presidente.
Temer, que saltó a la Presidencia hace un año tras apoyar la destitución de Dilma Rousseff por supuestas maniobras fiscales, está acorralado y afronta nueve peticiones de juicio destituyente.
Las pruebas son contundentes. Joesley Batista le grabó, según la Fiscalía, avalando el pago de sobornos a Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados y principal impulsor de la destitución de Roussef y, en consecuencia, del ascenso del entonces vicepresidente: Michel Temer.
El silencio de Cunha, en prisión por corrupto, es determinante y se vende caro. Buen conocedor de las cloacas del Estado, el exdiputado admitió esta semana que "si JBS delata, será el fin de la República".
De momento, además de la grabación, los Batista aseguran que pagan sobornos a Temer desde que se conocieron, en 2010.
Pero no es el único. Dicen haber sobornado a más de 1.800 políticos de 28 partidos, haber logrado la elección de unos 180 diputados y entregado al menos 150 millones de dólares a las campañas de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
No sólo financiaban operaciones puntuales. Pagaban "sueldos mensuales" a cambio de influencias o favores, presentes o futuros.
Es el caso del ministro Gilberto Kassab, de Ciencia y Tecnología. "¿Por qué le pagábamos? 
Porque Kassab fue ministro algunas veces, era una persona que nosotros considerábamos de alguna influencia. 
Había sido alcalde, en algún momento podría ser gobernador, vicegobernador o ministro de nuevo, como es hoy", confesó Wesley Batista.
Los Batista se han lucrado hasta el último momento del sistema. La víspera del escándalo que acorrala a Temer, compraron una importante cantidad de dólares conscientes de que el real brasileño se desplomaría con la crisis.
"Este es nuestro Brasil", resumía Joesley Batista en un momento de su confesión.

Este domingo Brasil marcha para exigir la renuncia de Temer

La exigencia continúa: brasileños apuestan por la salida del poder del presidente de facto, Michel Temer, y para este domingo las calles en todas las capitales del país amazónico serán tomadas en su anhelo por elecciones directas.
Los frentes Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, junto a las centrales sindicales e incluso la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB por su sigla en portugués), convocan a movilizarse una vez más contra Temer.
En los últimos días los brasileños han protestado ante las graves denuncias de corrupción política acogidas por el Supremo Tribunal Federal (STF) que involucran a Temer y al candidato presidencial derrotado en 2014 y senador apartado Aecio Neves, líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), entre otros.
Con "espanto e indignación" la CNBB ha tomado la situación en una nota oficial, en la cual instó a sus comunidades a participar "responsable y pacíficamente de la vida política".
Además de la salida de Temer y la anticipación de las elecciones presidenciales, las organizaciones sociales aspiran la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para refundar el Estado de Derecho brasileño.
Este sábado, Temer arremetió contra uno de los empresarios que le acusa de corrupción y cuestionó la validez de la grabación "fraudulenta" que le mantiene contra las cuerdas.
El presidente de facto insistió en su inocencia y pidió al TSF la suspensión de la investigación abierta contra él por los supuestos delitos de corrupción y obstrucción a la Justicia.
El instructor del caso Petrobras en el Supremo, Edson Fachin, decidió enviar al pleno de la máxima corte el análisis de la solicitud realizada por Temer y podría ser votado el próximo miércoles por los jueces del Tribunal.
Fuente: TeleSUR

Lula insiste en elecciones directas para sustituir a Temer

Luiz Inácio Lula da Silva se refirió por primera vez al escándalo de corrupción en torno al presidente de facto de Brasil, Michel Temer, y rechazó la elección indirecta de su sucesor.

“Queremos que Temer salga ya, pero no queremos que un presidente sea electo indirectamente”, dijo este sábado el líder de la izquierda en Brasil y candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, en un acto en San Bernardo do Campo, Sao Paulo.

Lula aseguró que el golpe parlamentario que destituyó a Dilma Rousseff en 2016 demostró haber sido “una mentira” y llevó al país a la crisis actual.

Los brasileños han salido a las calles para exigir la renuncia del presidente de facto Michel Temer y reclamar la realización de elecciones directas inmediatas, sin embargo, para poder convocar comicios antes de 2018 habría que modificar la Carta Magna.

Las protestas iniciaron luego de la publicación de audios en los que se escucha a Temer autorizando un pago mensual de 2 millones de reales (637.000 dólares) al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para que este no revelara detalles de la corrupción de Petrobras.

Es la primera vez que el expresidente de Brasil se pronuncia tras la publicación de la conversación de Temer.

Tras la publicación de los audios del esquema de sobornos, los parlamentarios de Brasil solicitaron un juicio político contra Temer, pero si resulta destituido la Constitución prevé una elección indirecta: 

el Congreso Nacional escogerá a un sustituto. 

Esto ha sido calificado por el pueblo como una maniobra de la derecha para evitar elecciones directas.


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