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miércoles, 10 de mayo de 2017

Los últimos acontecimientos en Alemania presagian una purga a lo Erdogan en el ejército

SIÓN se ha pasado azuzando la Islamofobia en Europa y de esos barros vienen estos lodos.


El problema es que en el caso de Alemania, alimentar a la ultraderecha, no solo puede traer odio al islam sino también a todo lo judío.

Tal vez por eso, se quiera acabar como sea con esta ola de nazismo que está creciendo dentro del ejército alemán, cosa que por ejemplo, no se hace en Ucrania o Polonia, con su ultraderecha.

Por otro lado, es bastante sospechoso todos estos casos que están saliendo a la luz sobre alemanes preparando atentados de falsa bandera para culpar al islam.

O una de dos: o se quiere quitar el estigma de terroristas que recae sobre los refugiados para volver de nuevo a la políticas de acogida tan criticadas a Merkel y que ha paralizado en toda Europa, su llegada.

O es que preparan una purga dentro del ejército y servicios secretos alemanes con intenciones aún por descubrir. Tal vez sea. relevar ciertos mandos pro-rusos y amantes de la paz, por otros más belicosos.

Por otra parte, de todos es sabido, que la mayor parte de los atentados que se atribuyen a los yihadistas aquí en Europa, son por obra y gracia de nuestros servicios secretos y policiales en colaboración con el Mosad israelí y la OTAN.

Si desvelan estos intentos de falsa bandera, es porque son de motu propio, sin colaboración ni autorización de los servicios secretos, con el consiguiente  peligro que ello conlleva.

Terrorismo, sí, pero donde y cuando "ellos" digan para que surtan los efectos deseados,. 

Ni más, más. Ni más, menos.

Armak de Odelot 

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DETIENEN A OTRO SOLDADO ALEMÁN QUE URDÍA ATENTADOS ULTRADERECHISTAS PARA CULPAR A LOS INMIGRANTES

La Fiscalía alemana detiene a un segundo soldado de ideología ultraderechista que ‎planeaba atentar contra políticos, e incriminar del atentado a inmigrantes y demandantes de asilo.‎
La Fiscalía federal alemana ha informado de la detención preventiva de un teniente de 27 años de la Bundeswehr (el Ejército alemán), identificado como teniente Maximilian T., ciudadano alemán de 27 años, acusado de “preparar un atentado grave” en complicidad con otros dos detenidos a finales de abril: Mathis A., un estudiante alemán de 24 años, y Franco Albrecht, oficial del Ejército alemán de 28 años que se hizo pasar por un refugiado sirio.
Los tres comparten ideología de extrema derecha y los dos militares, que mantienen una estrecha amistad, pertenecen a la segunda compañía del batallón de cazadores 291, una compañía franco-alemana que está acuartelada en Illkirch, una localidad francesa cercana a Estrasburgo, junto a la frontera con Alemania.
Los investigadores creen que preparaban “un ataque contra la vida de políticos de alto rango y personas de la vida pública” que están comprometidos “en favor de la acogida de refugiados”, pues los consideran responsables del “fracaso en materia de política de inmigración”, precisa el comunicado de la Fiscalía antiterrorista.
Los detenidos habían elaborado listas con varios tipos de víctimas, y en estas figuran el expresidente Joachim Gauck o el ministro de Justicia, Heiko Maas.
El plan consistía en hacerse pasar previamente por refugiados, con la idea de incriminar a los demandantes de asilo, agrega la Fiscalía.
El autor material del ataque debía ser Albrecht, que por el momento se ha negado a declarar.
Pretendía despistar a las fuerzas de seguridad con su “identidad falsa” como refugiado y hacer así también avanzar sus tesis ultraderechistas.
Este caso ha puesto contra las cuerdas a la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, que en un primer momento acusó a la tropa y a los mandos de corporativismo y de falta de liderazgo a la hora de atajar ciertos comportamientos, causando malestar entre los militares.
Sin embargo, la canciller Angela Merkel ha defendido a su ministra de los ataques.
El Ministerio de Interior, mientras tanto, ha anunciado que revisará miles de casos de asilo concedidos y gestionados por el mismo equipo que concedió la protección internacional a Franco Albrecht, quien alegó ser sirio aunque ni siquiera sabe árabe.
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SE DISPARA EL NÚMERO DE NAZIS INFILTRADOS EN EL EJÉRCITO ALEMÁN



Todos los cuarteles del Ejército de Alemania serán inspeccionados, después de que se hayan encontrado objetos personales de oficiales nazis en instalaciones militares.
El hallazgo de dos cascos de oficiales de la Alemania nazi en un cuartel de la localidad de Donaueschingen, en el suroeste de Alemania, ha levantado polémica, ya que precisamente en esa dependencia militar fueron detectados soldados con una inquietante tendencia hacia la extrema derecha, por lo que el Ministerio de Defensa alemán inició indagaciones al respecto.
Asimismo, investigadores policiales han descubierto en el citado cuartel una habitación decorada con objetos del Ejército de la Alemania nazi.
Por su parte, el inspector general de las Fuerzas Armadas alemanas, Volker Wieker, ha ordenado supervisar a profundidad los cuarteles.
Ante el estallido del escándalo sobre la existente tendencia hacia la extrema derecha entre los soldados alemanes, la ministra de Defensa germana, Ursula von der Leyen, señaló que los militares debían erradicar el extremismo derechista.
La exhibición de artículos nazis, entre ellos las esvásticas, es castigado por la ley alemana, aunque la posesión de artículos regulares de la Wehrmacht no lo es.
Sin embargo, Von der Leyen dijo la semana pasada que no toleraría la veneración de la Wehrmacht en el actual Ejército, el Bundeswehr.
La ministra de Defensa alemana fue criticada por “atacar a sus propias fuerzas”.

Detenido un espía alemán cuando preparaba un atentado yihadista de falsa bandera

Un espía del servicio alemán de inteligencia interior fue detenido el jueves de la semana pasada cuando preparaba un atentado de falsa bandera contra la sede del propio servicio de espionaje, la Oficina de Protección de la Constitución en Colonia, según informan los periódicos Der Spiegel y Die Welt (*).

El hombre no es musulmán, ni de origen árabe, sino cien por cien alemán, tiene 51 años, es teniente del ejército, trabajaba, además, en un banco y era un buen padre de familia. 

¿Para qué vigilar las fronteras y a los emigrantes si los atentados se cometen “desde dentro”?

Le han pillado con las manos en la masa poniendo en un chat de internet informaciones confidenciales sobre la sede de su organización para que fuera volada por terceras personas. 

Como es natural el espía utilizaba un nombre supuesto, lo cual es bastante común en internet, pero se hacía pasar por “refugiado sirio cristiano”, que ya no lo es tanto.

Para mantener la comedia hasta el final, en noviembre llegó a pedir refugio en su propio país y cobrar 400 euros mensuales más un alojamiento mientras tramitaba los papeles, lo que hay que sumar a los 3.200 euros que cobraba como teniente de la inteligencia militar.

Tras la detención el espía he reconocido parcialmente los hechos, admitiendo que trataba de que sus interlocutores cometieran atentados “en nombre de Alá” contra la sede del servicio secreto alemán para el que trabajaba.

En todos los aspectos la tarea del detenido era como la pescadilla que se muerde la cola, algo típico de todos los espías. 

Le habían encomendado vigilar a los yihadistas que circulan por Alemania, que es tanto como decir que se vigilara a sí mismo porque cuando se habla de yihadismo con quien hay que tener cuidado es con todos los servicios secretos de las grandes potencias. ¿Quién les vigila a ellos?

Con este asunto la prensa alemana ha montado el correspondiente escandalito y las declaraciones de unos y otros políticos menudean echándose los trapos sucios a la cara. 

El ejército ha quedado en muy mal lugar y el semanario Bild se ha sumado informando de que ha aparecido, como por casualidad, un listado que tienen los yihadistas de personas progresistas a ejecutar.

Un parlamentario de izquierdas, André Hahn, dice que toda esta historia es “cosa de locos”. Pues a nosotros nos parece de lo más normal; todos los espías llevan una doble vida: defienden a su país por la mañana y ponen bombas por la noche. 

A eso hoy lo llaman yihadismo y lo achacan a los islamistas, o a los árabes, o a cualquiera menos a quien se lo tienen que achacar.

Un portavoz del partido socialdemócrata lo ha reconocido finalmente: quienes suponen un peligro para la seguridad de Alemania no son los refugiados ni los yihadistas, sino los ministros del Interior y de Defensa

Ya es hora de que vayamos enterándonos todos.


Crece el escándalo sobre la presencia de ultraderechistas en el Ejército alemán 

euronews


Una auténtica bola de nieve… 


La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, ha reconocido que el escándalo sobre la presencia de ultraderechistas en el Ejército alemán es mayor de lo que se sospechaba: actualmente están siendo investigados 280 casos. 

La reciente detención de un teniente que se había hecho pasar por refugiado sirio para presuntamente perpetrar un atentado de carácter xenófobo ha sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia: 

“Especialmente grave es el caso de ese soldado”, decía Ursula von der Leyen tras cancelar un viaje oficial a Estados Unidos. 

“Su comportamiento y su pensamiento, que expuso claramente, no son tolerables. Alguien debió escuchar las campanas de alarma, alguien debió impedirle hacer carrera en el Ejército alemán”. 

La investigación ha puesto al descubierto la existencia de una red de extrema derecha infiltrada en la Bundeswehr que planeaba atentar contra varios políticos socialdemócratas. 

Según la prensa alemana, al menos cinco militares habrían sido detenidos en relación con este caso.

  


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