La ministra de Defensa de Japón, Tomomi Inada, ha exigido que las fuerzas aerotransportadas de EE.UU. suspendan sus ejercicios con paracaídas y de desembarco en la isla de Okinawa.
Se trata de unos ensayos que Washington planea llevar a cabo el 31 de mayo y el 1 de junio en la costa de la isla sureña japonesa de Okinawa.
Según Inada, EE.UU. no avisó a Japón de estos ejercicios con siete días de antelación, como queda establecido en el acuerdo correspondiente entre ambos países, por lo que Tokio pidió a Washington que suspendiera los ensayos.
Según destacó la ministra, la parte estadounidense aún no ha respondido al mensaje.
La presencia militar de EE.UU. en la isla japonesa de Okinawa, importante baluarte geopolítico desde el que Washington proyecta su influencia en la región del sudeste asiático, es motivo de discusión en el país.
La opinión pública japonesa se muestra contra del despliegue de las instalaciones militares norteamericanas en la zona, lo que se traduce en numerosas protestas en las calles.
En recientes protestas en diferentes ciudades del país, se recordó a una joven japonesa asesinada hace un año por un marino estadounidense.
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