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jueves, 4 de mayo de 2017

EEUU logra del gobierno títere de SOMALIA, el plácet para una nueva intervención militar

EEUU logra del gobierno títere de SOMALIA, el plácet para una intervención que sustituya la impopular e ilegal guerra encubierta de sus drones

EEUU logra del nuevo gobierno títere de SOMALIA, que llegó al poder de forma truculenta gracias a la injerencia USA, el plácet para incrementar su presencia militar.

Su objetivo encubierto, no es tanto la presencia del yihadismo en el país, que ellos financian para tener pretexto como tienen, para estar allí, sino controlar las aguas del golfo de Aden de la presencia de la armada iraní, utilizar el país como plataforma contra Yemen y por último, como base de operaciones para seguir desestabilizando países de la zona, como Sudán y Sudán del Sur.

Armak de Odelot

SOMALIA, DE NUEVO EN EL MUNDO

Por Guadi Calvo.
El Pentágono confirmó que una decena de soldados de la 101ª división aérea de la base militar de Fort Campbell, en Kentucky, llegaron a Somalia a principios de abril, por pedido del nuevo presidente somalí Mohamed Abdullahi Farmaj, quien asumió en febrero último. 
Guadi Calvo te explica las consecuencias que puede traer esta nueva movida de la política internacional de Donald Trump.
Podemos decir que una vez mas Somalia ha ingresado al tablero internacional, ahora con el juego que Trump está proponiendo.
El Pentágono  anunció su decisión de desplegar un contingente militar en Somalia “sólo” para entrenar y equipar a los hombres de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) que desde el 2007 ha intentado, con escaso éxito, controlar las acciones del grupo integrista al-Shabaab (al-Qaeda), a pesar de que cuenta con 22 mil efectivos  de Uganda, Burundi, Malawi, Nigeria y Kenia.
Estados Unidos no se ocupaba de Somalia desde la deshonrosa retirada en 1994, tras la batalla de Mogadiscio, producto de la fracasada operación “Serpiente Gótica”, por la que se intentaba secuestrar a un poderoso señor de la guerra llamado Mohamed Farrah Aidee, líder del clan Habr Gidry, de la milicia rebelde ANS, (Alianza Nacional Somalí).
Aquel enfrentamiento dejó 2 mil somalíes muertos -nunca se sabrá cuántos de ellos eran combatientes y cuantos civiles- además de 19 soldados norteamericanos y dos helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk que quedaron en las calles de la capital para siempre, en una acción que no llegó a durar 24 horas.
Desde entonces, Estados Unidos intervino atacando con drones a partidas del grupo integrista al-Shabaab, mientras una pequeña unidad de asesores en antiterrorismo tiene sede en Mogadiscio. 
También el Pentágono ha reconocido algunas operaciones muy puntuales y encubiertas que realiza desde Djibouti.
Estados Unidos volvió a incursionar en Somalia al menos desde 2001 y desde entonces se cree lleva cerca de 40 ataques, habiendo matando unas 500 “terroristas” y 50 civiles.
El último ataque reconocido por Washington se produjo en marzo el año pasado contra un campo de entrenamiento de al-Shabaab al norte de Mogadiscio, asesinando a más de 150 combatientes de la organización, que representaban una “amenaza inminente”, tanto para hombres del ejército norteamericano como de las AMISOM.
El Pentágono confirmó que una decena de soldados de la 101ª división aérea de la base militar de Fort Campbell, en Kentucky, llegó a Somalia a principios de abril, por pedido del nuevo presidente  Mohamed Abdullahi Farmaj, quien asumió en febrero último.
El presidente había declarado “el estado de guerra”, señalando como objetivo al grupo Al-Shabaab, afiliado a al-Qaeda desde 2009, que controla amplias zonas del sur y el centro e incluso con fuerte presencia en la capital.
La organización wahabita en estos últimos meses ha concentrado sus operaciones en Mogadiscio, donde ha atacado fundamentalmente hoteles donde se alojan funcionarios tanto extranjeros como del gobierno.
Al-Shabaab, ha sido responsable también de numerosos ataques incluso en la vecina Kenia, como al centro comercial Westgate en 2013, que se saldó con 72 muertos, 61 de ellos civiles y el asalto a la universidad de Garissa en 2015, que dejó cerca de 150 muertos, la mayoría alumnos.
El nuevo presidente somalí declaró el 6 de abril que  “no vamos a esperar que los elementos violentos exploten nuestro pueblo; debemos atacar y liberar zonas en las que están estacionados”. 
Además, ofreció una amnistía, a “los jóvenes somalíes que fueron engañados por terroristas extranjeros” como última oportunidad “antes de que las balas los alcancen”.
Apenas unas horas después, de esa amenaza presidencial, al-Shabaab respondió con un ataque contra un mini-bus, en un camino de la región de Lower Shabelle, zona controlada por los fundamentalistas, cerca del pueblo de Golweyn, a unos 110 km al sur de Mogadiscio, donde murieron 17 personas.
El 7 de abril cerca de 10 personas murieron en un restaurante de la capital, tras el estallido de un coche bomba y apenas unos días después otro ataque en cercanías de una base militar en Mogadiscio dirigido contra el nuevo jefe del ejército el general, Mohamed Ahmed Jimale, quien salió ileso, aunque en el hecho murieron quince de sus hombres.
Recuerdos de Donald Trump.
Trump designó el centro y sur de Somalia como “áreas de hostilidades activas”
Un vocero del comando militar estadounidense para África (AFRICOM), anunció que las operaciones no estarán sujetas a las reglas establecidas por la administración Obama (Guía de Política Presidencial) que exigía que las acciones contraterroristas cumplan ciertas normas y criterios, que incluían la identificación de sospechosos que representaban una amenaza para los estadounidenses, además de cuidar la integridad de civiles locales.
El vocero norteamericano además detalló que 
las acciones militares de los Estados Unidos no serán unilaterales y contaran con la autorización del Gobierno Federal de Somalia y que dichos ataques “serán planeados y ejecutados para reducir daños colaterales”.
El envió de tropas por parte de Trump al país africano responde al “pedido” del nuevo presidente de Somalia, el norteamericano-somalí, Mohamed Abdullahi Farmajo, quien llegó al poder tras un alambicado y confuso proceso electoral que se llevó acabo entre 2016 y 2017, en el que 14 mil personas, de los 10 millones de habitantes, seleccionadas por los jefes de los clanes, eligieron a su vez los parlamentarios quienes tras una nueva elección, ungieron en febrero al actual presidente.
El nuevo mandatario fue investido en el cargo con la anuencia de occidente, a pesar de que el auditor general del país denunció que los escaños parlamentarios se habían subastado a más de un millón de dólares, al tiempo que otros 20 millones se repartieron durante el proceso electoral.
Los expertos militares cercanos al Pentágono dicen que la presencia de tropas norteamericanas en Somalia podrían profundizar el conflicto debido a los malos recuerdos que han dejado los americanos a partir de la descomposición del país en 1991 y que sin duda nuevos combatientes se integrarían a al-Shabaab, al tiempo que por numerosas que sean las bajas producidas al grupo wahabita, serían remplazados de manera rápida.
Más allá de los consejos que pueda recibir Donald Trump, toda esta maniobra en Somalia se ejecuta considerando la guerra que desde hace dos años la alianza de monarquías sunitas encabezada por Arabia Saudita, se libra en Yemen, donde hombres del el Daesh y al-Qaeda, combaten junto al antiguo ejército yemení a la guerrilla del movimiento chiita Houthis, alineado con Irán.
Trump, sin duda no permitirá que se impongan los Houthís, prefiriendo la misma solución por la que pugna Arabia Saudita, la vuelta del conservador sunita Mansur al-Hadi, responsable principal de lo que actualmente sucede en su país mientras él se encuentra refugiado el Riad.
Más allá de las cuestiones políticas-militares que asolan a Somalia, el secretario adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU Stephen O´Brien, ha declarado en riesgo de hambruna, además de Somalia, a Sudán del Sur, Yemen y el nordeste de Nigeria, donde viven en la más extrema pobreza unos 20 millones de personas.
A la lista de males hay que agregarle una de las mayores sequías de los últimos años y un brote de cólera que ya ha matado 600 personas en el sur de Somalia en lo que va del año, además de los cientos de enfermos internados en precarios hospitales, sin muchas posibilidades de reponerse.
Las nuevas políticas exteriores de los Estados Unidos con la administración Trump, pondrán otra vez más a Somalia en el tablero internacional, aunque se ve muy difícil que pueda solucionar algunos de sus ya ancestrales y crónicos problemas.
* Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook:

EEUU pretende reforzar su intervención militar en Somalia

El Departamento de Defensa de EE.UU. so pretexto de combatir a terroristas de Al-Shabab pretende aumentar las capacidades de combate de sus fuerzas en Somalia.
Según informan este domingo los medios locales, citando a altos mandos militares de Estados Unidos, el Pentágono (Departamento de Defensa estadounidense) mandó una carta al presidente del país Donald Trump, en la que le recomendó incrementar las operaciones especiales de EE.UU. en el país africano bajo la excusa de combatir a grupos armados; como Al-Shabab, asociado a Al-Qaeda, que trata de derrocar al Gobierno central de Somalia.
Acorde con las autoridades militares norteamericanas, las recomendaciones enviadas a la Casa Blanca darían mayor flexibilidad a las fuerzas estadounidenses para lanzar ataques aéreos contra extremistas.
Cabe señalar que Washington ha aumentado en los últimos años sus operaciones en el país africano so pretexto de acabar con los grupos armados, sin haber materializado este objetivo hasta la fecha.
Aunque Washington dice que el objetivo de sus operaciones militares en ese país africano son los elementos terroristas, los testigos y los datos indican que tanto las fuerzas del Ejército de Somalia como muchos civiles también se encuentran entre sus víctimas en los últimos años.
El caso más reciente fue en septiembre del año pasado cuando las fuerzas estadounidenses mataron por error a 22 soldados del Ejército somalí, incidente que denunció Somalia tanto por las bajas que causó en sus fuerzas como por el hecho de que EE.UU. no había informado antes al Gobierno del país africano sobre estos ataques.
Somalia ha sido escenario de combates entre Al-Shabab y las fuerzas del Gobierno desde 2006. En 2011, Al-Shabab fue expulsado de la capital, Mogadiscio, y de otras ciudades importantes por el Ejército y por la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), compuesta en gran parte por tropas de Etiopía, Uganda, Burundi, Yibuti y Kenia. 

hispantv
Fuente:http://www.laverdadoculta.com.ar/2017/02/eeuu-pretende-reforzar-su-intervencion.html?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook


¿Por qué Donald Trump acaba de enviar decenas de soldados a Somalia?


Este viernes EE.UU. ha anunciado el despliegue de un contingente militar -conformado de "decenas" de efectivos- en Somalia para participar en el entrenamiento y equipamiento de la Misión de la Unión Africana en la lucha contra los extremistas islámicos de Al Shabab, aliado de Al Qaeda, informa la Voz de América.

Esta es la primera vez que el Pentágono envía tropas regulares a Somalia desde 1994, después de que 18 soldados de las fuerzas especiales estadounidenses murieran en un enfrentamiento con una milicia somalí.

Desde entonces, Washington ha restringido la mayoría de sus intervenciones en Somalia a los ataques con drones contra los islamistas, aunque también contaba con un pequeño contingente de asesores militares en ese país.

Cambio de rumbo

En menos de tres meses de gobierno, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha cambiado radicalmente su postura sobre el intervencionismo militar. 

La semana pasada mientras estaba disfrutando de "la más hermosa tarta de chocolate", le dijo a su homólogo chino Xi Jinping que Washington atacó una base aérea en Siria.


Este jueves, el jefe de la Casa Blanca ordenó el lanzamiento de la 'madre de todas las bombas' en Afganistán.

Se trataba de la bomba más grande usada desde la Segunda Guerra Mundial y se utilizó para destruir una red de túneles de la organización terrorista Estado Islámico.

Ese mismo día, a medida que aumentaba la tensión entre EE.UU. y Corea del Norte, Trump anunció que su país estaba listo para lanzar un ataque preventivo contra Pionyang.

rt

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