Páginas

jueves, 6 de abril de 2017

Bancos demasiado Grandes para Encarcelar o Falta de Voluntad Política para procesarlos por ser Cómplices necesarios

El HSBC, el Deutsche Bank y otros operaban The Global Laundromat para lavar dinero ruso

En la web de ATTAC CANARIAS, y en LA EUROPA OPACA DE LAS FINANZAS, excelente artículo de , sobre la triste historia financiera europea, en manos de las aleves manos neoliberales. 

Juan nos relata, apoyándose en informaciones de THE GUARDIAN, las turbias operaciones de lavado de dinero perpetradas por bancos se supone de prestigio.

En las economías cada vez más financiarizadas, los bancos actuales son insaciables en su demanda de liquidez para comerciar nuevos productos en los mercados financieros; pero no para inversiones a largo plazo que reactiven las economías.
Y ahí encontramos la raíz de su continúa implicación en todas operaciones internacionales de blanqueo de capitales de origen ilícito. Los datos que descubren el referido plan muestran la compleja planificación de las operaciones internacionales del blanqueo de capitales con el apoyo de los servicios de la banca globalizada.

LA EUROPA OPACA DE LAS FINANZAS

"La Unión Europea iba a ser una asociación voluntaria de Estados iguales que cedían parte de su soberanía por el bien común. 
Pero tras la crisis del euro, los países miembros se dividen en acreedores y deudores. Y el mayor acreedor, Alemania, ha emergido como potencia hegemónica". 
George Soros en The Tragedy of Europe(2012)
Durante cuatro años, un plan global de blanqueo de dinero sucio ha permitido a delincuentes bombear más de 20.000 millones de dólares desde Rusia hacia paraísos fiscales offshore, adquisiciones inmobiliarias en Reino Unido, joyas, honorarios de colegios de élite e incluso giras musicales de rock. 

Los millones de dólares fueron transferidos gracias a la banca conforme a un plan denominado "The Global Laundromat" (La lavandería global), utilizando firmas británicas de propiedad anónima que desempeñaban un papel importante. 

Entre otras operaciones, los bancos  británicos procesaron casi 740 millones de dólares de una gran operación de lavado de dinero llevada a cabo por delincuentes rusos con vínculos con el gobierno ruso y la agencia ex KGB. El HSBC, el Royal Bank of Scotland, Lloyds, Barclays y Coutts están entre los 17 bancos con sede o sucursales en el Reino Unido, que se enfrentan a preguntas de la policía sobre lo que sabían acerca de este plan y por qué no rechazaron las transferencias de dinero sospechoso, según las informaciones desveladas por el periódico The Guardian. 
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Las fuentes son ElProyecto de Denuncia contra la Delincuencia Organizada y la Corrupción (OCCRP), denominación de una plataforma de investigación periodística formada por 24 centros de investigación sin ánimo de lucro, decenas de periodistas y varias agencias regionales de noticias de todo el mundo. 

Es una red independiente de gobiernos y grupos políticos, que  está repartida por Europa, África, Asia y América Latina y que desde su creación en 2006 elabora informes basados en la tecnología para revelar operaciones del crimen organizado y de la corrupción en todo el mundo. 

El objetivo de OCCRP es ayudar a los ciudadanos del mundo a entender cómo se desarrolla el crimen organizado y la corrupción que brota en sus países con la inhibición de muchos gobiernos. 

Los registros bancarios del The Global Laundromat fueron obtenidos por la mencionada plataforma y Novaya Gazeta de fuentes que desean permanecer en el anonimato, compartiendo los datos con The Guardian y otros medios de comunicación asociados de 32 países.

Cómo funcionaba esta lavandería global

En las economías cada vez más financiarizadas, los bancos actuales son insaciables en su demanda de liquidez para comerciar nuevos productos en los mercados financieros; pero no para inversiones a largo plazo que reactiven las economías. 

Y ahí encontramos la raíz de su continúa implicación en todas operaciones internacionales de blanqueo de capitales de origen ilícito.  

Los datos que descubren el referido plan muestran la compleja planificación de las operaciones internacionales del blanqueo de capitales con el apoyo de los servicios de la banca globalizada. 

Los documentos examinados por el citado periódico británico revelan que al menos 20.000 millones de dólares de origen ilícito procedentes de Rusia han sido gestionados por la banca  entre 2010 y 2014. 

La cifra verdadera podría alcanzar los 80.000 millones de dólares, según creen los investigadores, que aseguran que el dinero de Rusia era "obviamente robado o con origen criminal". 

Los investigadores policiales todavía están tratando de identificar a algunos de los ricos e influyentes políticos rusos tras las operaciones procedentes de Rusia. 

Se estima que ha participado un grupo de alrededor de 500 personas, que incluyen oligarcas, banqueros de Moscú, y figuras que trabajan para o conectaron al FSB, la agencia de espionaje sucesora del KGB. 

Igor Putin, primo del presidente ruso Vladimir Putin, tuvo asiento en el consejo de administración de un banco de Moscú con cuentas ligadas al fraude denunciado. 

Las empresas registradas en el Reino Unido desempeñaron un papel prominente en esta extensa red de lavado de dinero. 

Los propietarios reales de la mayoría de las empresas utilizadas en el plan siguen siendo secretos, debido al anonimato proporcionado por las polémicas legislaciones que rigen en los conocidos paraísos fiscales. 

Los documentos incluyen detalles de cerca de 70.000 transacciones bancarias, incluyendo las 1.920 que pasaron por bancos británicos y las 373 a través de bancos estadounidenses. 

Son parte de las pruebas reunidas en una investigación de tres años sobre el blanqueo de dinero dirigida por la policía en Letonia (Unión Europea) y en Moldavia. 

Los detectives han desentrañado una conspiración que involucró miles de millones de dólares enviados desde presuntos delincuentes en Rusia a través de cuentas en Letonia y Moldavia en bancos notorios por su exposición a estafas de lavado de dinero.

La intervención de los bancos globales

El rastro condujo a los investigadores a 96 países y a una red de compañías anónimas, la mayoría registradas en el registro público en Londres. 

Y habiendo sido disueltas la mayoría de las 21 compañías principales bajo escrutinio; y las investigaciones alcanzan a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. 

Los registros muestran que los bancos británicos y los bancos extranjeros con oficinas en Londres procesaron allí unos 740 millones de dólares en transacciones que aparentemente implicaban dinero criminal de Moscú. 

Los bancos alegan que tienen unidades sofisticadas dedicadas a erradicar la delincuencia financiera. 

Pero aseguran que el volumen de pagos - miles de millones al año - hace que este trabajo sea difícil, porque – como apuntaba alguien informado -  al final "es como un juego del ratón y el gato”.

Los datos muestran que el HSBC procesó 545.3 millones de dólares en efectivo de La lavandería global, en su mayor parte a través de su sucursal de Hong Kong

El Royal Bank of Scotland – del cual el gobierno británico es propietario del 71%  - gestionó 113,1 millones de dólares. 

Y el banco Coutts - utilizado por la Reina y propiedad del RBS - aceptó 32,8 millones de dólares en pagos a través de su oficina en Zurich. 

El Coutts está liquidando sus operaciones en Suiza y fue multado el mes pasado por  lavado de dinero en otro caso diferente, según The Guardian. 

Otros bancos relevantes que aparecen en los datos de La lavandería global incluyen a Barclays, Lloyds y NatWest, que es también propiedad de RBS. 

Asimismo, en Estados Unidos, grandes bancos como Citibank y Bank of America procesaron millones de dólares.

El Deutsche Bank y el caso del banco Trasta de Letonia.

Como parte del extenso plan denominado The Global Laundromat resulta significativa la participación del mayor banco de Alemania como "banco corresponsal" para el Trasta Komercbanka de Letonia. 

Este caso ejemplifica cómo se engarzan las operaciones bancarias en el plano internacional, obstaculizando la persecución policial del blanqueo de capitales por la ausencia de medidas estructurales que controlen o corrijan la interconectividad bancaria.

El Deutsche Bank (que prestó 300 millones de dólares a Donald Trump según estas informaciones), ha jugado un papel prominente en el referido escándalo de lavado de dinero dirigido por criminales rusos con vínculos con el Kremlin. 

Deutsche Bank es una de las decenas de entidades financieras occidentales que procesaron dinero de "origen criminal" desde Rusia. 

Las agencias policiales están investigando cómo un grupo de rusos políticamente bien conectados fueron capaces de utilizar las empresas registradas en el Reino Unido para lavar miles de millones de dólares en efectivo. 

Las empresas se hacían préstamos ficticios entre sí, suscritos por empresas rusas, que terminaban incumpliendo el pago de estas "deudas". 

Lo que hacía que los jueces en Moldavia dictaran sentencias judiciales contra las compañías y haciéndolas cumplir. 

Esto permitía transferir legalmente enormes cantidades desde las cuentas bancarias rusas a Moldavia. 

De allí, el dinero pasaba a las cuentas de un pequeño banco de un pequeño país, del Trasta Komercbanka en Letonia, para el cual el Deutsche Bank actuaba como "banco corresponsal"

Esto significó que el Deutsche Bank proporcionó servicios denominados en dólares a los clientes rusos del Trasta no residentes. 

Asimismo, este servicio se utilizó para trasladar dinero desde Letonia a bancos de todo el mundo.
Durante este período algunos bancos de Wall Street salieron de Letonia, alegando las inquietudes de que el pequeño país del Báltico se hubiera convertido en un centro de lavado de dinero internacional, especialmente de la vecina Rusia

En 2013, y bajo la presión reguladora estadounidense, JP Morgan Chase dejó de prestar servicios de compensación en dólares al país.

Y a partir de 2014, sólo los dos bancos alemanes el Deutsche Bank y el Commerzbank  estaban dispuestos a aceptar transferencias internacionales en dólares desde bancos letones. 

Finalmente el Deutsche Bank retiró los servicios de corresponsalía al Trasta Bank en septiembre de 2015. 

Unos meses después, las autoridades letonas cerraron el banco, alegando las violaciones repetidas de la legalidad, y afirmando que este no había logrado lidiar con el riesgo de lavado de dinero. 

La Comisión de Finanzas y Mercado de Capitales de Letonia comunicó al Banco Central Europeo (BCE) que había revocadola licencia del Trasta Komercbanka con efectos inmediatos. 

Chipre también siguió las instrucciones del BCE y retiró la licencia de la sucursal del banco en la isla, según un comunicado de prensa del Banco Central de Chipre

La viceministra de Finanzas de Letonia aseguró que el dinero enviado a través del banco Trasta fue "robado o con origen criminal"; y que el desaparecido banco estaba siendo utilizado como vehículo para obtener dinero de la ex Unión Soviética y en el sistema financiero de la UE

Pero el caso es que este banco letón recibió una sanción que las autoridades de los grandes países han sido incapaces de aplicar a los grandes bancos globales por ilegalidades reiteradas de mucha mayor cuantía.-

por Juan Hernández Vigueras

BANCOS DEMASIADO GRANDES PARA ENCARCELAR

En octubre de 2015, el sistema judicial de Islandia envió a la cárcel a los máximos responsables de los mayores bancos quebrados y a sus numerosos lugartenientes. 

Las sentencias culminaron un proceso en el que Islandia adoptó una vía diferente a la de los EEUU y el resto de Europa, dejando caer a los bancos en lugar de rescatarlos. 

Desde luego tuvieron lugar operaciones de rescate, pero fueron rescates de ciudadanos corrientes más que de banqueros, perdonando las deudas hipotecarias que excedían el 110 por ciento del valor real del hogar vinculado al préstamo. 

Y este pequeño país regresó al crecimiento económico mucho más rápidamente que la mayoría de los países europeos, que optaron por el rescate de los bancos al encontrarse con el colapso financiero global.

Como sabemos, cuando tras la quiebra del enorme banco de inversiones Lehman Brothers en septiembre de 2008, el colapso de Wall Street amenazaba a todos los grandes bancos del sistema financiero mundial, surgió el argumento de que eran demasiado grandes para dejarles quebrar (too big to fail); y se impuso el modelo, aprobado primero en el Congreso estadounidense, de socialización de las pérdidas mediante ayudas públicas multimillonarias a los grandes bancos al borde de la quiebra en EEUU y, luego en la UE. 

Y lo cierto es que tanto en los EEUU como en la UE, desde que la crisis financiera metió a la economía en una espiral que llevó a la pérdida de millones de puestos de trabajo y de hogares excluidos, muchas voces populares reclamaron  que se exigieran responsabilidades y se juzgaran a los banqueros responsables de los múltiples fraudes y estafas que les condujeran a la cárcel. 

Porque sólo un banquero de alto nivel fue a la cárcel (Bernard Madof y por su propia confesión), y el Departamento de Justicia estadounidense se limitó a perseguir la imposición de multas millonarias contra los grandes bancos en lugar de procesar a los directivos responsables de los hechos delictivos.

Por fin, en su segundo  mandato, la Administración Obama pretendió poner remedio con un acuerdo de compensación económica entre las autoridades y los bancos afectados. 

Y en enero de 2013,  nueve grandes bancos de Wall Street (entre ellos Bank of America, Citigroup, J.P. Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Wells Fargo), llegaron a un acuerdo con los reguladores federales en los EEUU para imponerles una multa de 9.300 millones de dólares para cancelar la responsabilidad legal de estos bancos ante desahucios que incumplieron la legalidad. 

Concretamente el caso contra los estos megabancos se fundamentó en su incapacidad para mostrar los documentos requeridos que justificaran los desahucios de propietarios atrasados en los pagos del crédito hipotecario

La inexistente regulación y el alto volumen de créditos de este tipo generados en el periodo previo a la crisis, llevó a los bancos a contratar personas para que firmaran cientos de documentos al día, aprobando los desahucios sin llevar a cabo el procedimiento legal requerido. 

Esta situación tuvo lugar en al menos 450.000 casos, en los que los bancos se apropiaron de hogares sin acreditar la justificación económica o legal para llevar a cabo dicha acción

A pesar del masivo daño causado por las prácticas fraudulentas de los bancos, la multa impuesta equivalía a un pago de menos de 300 dólares por hogar afectado. 

Y es importante señalar que a pesar de las evidencias no se produjo una sola detención o acusación criminal, al mismo tiempo que el acuerdo excluyó la responsabilidad de los bancos para responder financiera o legalmente por cargos similares ocurridos en el periodo previo.

De ahí el debate político planteado sobre el problema latente de los bancos que se han hecho tan grandes y opacos que no sólo son demasiado grandes para dejarles quebrar, cuando acumulan enormes pérdidas, sino que resultan demasiado grandes para encarcelar, cuando transgreden gravemente las leyes. 

Desde una perspectiva crítica la expresión coloquial bancos demasiado grandes para encarcelar, denuncia la ausencia de voluntad política o la incapacidad de las autoridades públicas para procesar y enjuiciar a los grandes bancos por los grandes fraudes y otros hechos delictivos. 

Y el uso de la expresión ha llegado hasta el extremo que un informe del Congreso estadounidense de julio de 2016 se titula Too big to jail (Demasiado grandes para encarcelar); en este informe resultado de tres años de investigaciones, se cuestiona la decisión del Departamento de Justicia de no procesar a un gran banco global como el gigante británico HSBC, por transgresiones de la legislación antiblanqueo y contra la financiación del terrorismo, favoreciendo a narcotraficantes mexicanos y a países que amparan organizaciones terroristas; una decisión surgida de la preocupación del entonces Fiscal General Eric Holder de que el procesamiento del Banco tuviera consecuencias adversas para el sistema financiero; expresada en una sesión pública del Comité Judicial del Senado estadounidense en marzo de 2013, al ser cuestionado sobre la posición de su Departamento respecto a los sucesivos escándalos bancarios de corrupción y fraude. 

Ideas que habían sido precedidas de confesiones similares del Fiscal General adjunto Lanny Breuer, realizadas a The New York Times el año anterior a propósito del mismo caso, alegando el temor a que una dura condena del HSBC afectara a la economía mundial. 

De manera que quedaba explicitada oficialmente la política seguida frente a la gran banca, asumiendo que sus ramificaciones e interconexión dentro del sistema financiero y la economía actual, coartan o impiden apelar a los tribunales para que juzguen los abusos y hechos delictivos cometidos por los grandes bancos, que han venido denunciando los medios de comunicación.

Y es que desde 2012 han abundado los escándalos de manipulaciones de precios de referencia en mercados financieros por los grandes bancos globales, resueltos sin sanción o con multas ridículas en relación a los beneficios obtenidos con los fraudes sobre el líbor, el interés básico interbancario de Londres; el euríbor; el tipo de cambio; el precio de referencia del oro y de las materias primas en los mercados financieros; y demás grandes casos de delincuencia bancaria que he analizado en un nuevo libro. 

Por ejemplo, en 2016 mediante un acuerdo extrajudicial con demandantes particulares, el Deutsche Bank reconocía sus propias manipulaciones sobre el precio de referencia del oro, mientras fue miembro del panel de megabancos en Londres que lo fija; algo que no habían logrado averiguar las investigaciones de las autoridades financieras alemanas ni ha sido sancionado.        
                                      
En los EEUU otras sanciones con multas multimillonarias a los bancos suizos USB y Credit Suisse de basaron en que promovieron durante años el fraude fiscal entre los megaricos estadounidenses. 

Y con la publicación de los conocidos como Papeles de Panamá Bahamas leaks (la filtración de datos del registro mercantil de ese pequeño país caribeño) ha quedado demostrado una vez más como la gran banca global incentiva el impago de impuestos de personas adineradas, ahora identificadas con nombres y apellidos, facilitándoles la creación y utilización en los conocidos paraísos fiscales de sociedades mercantiles instrumentales, que son puras ficciones jurídicas sin actividad económica local alguna y mero instrumento para la opacidad y ocultación del verdadero titular beneficiario del dinero. 

El Banco Santander se encuentra entre los grandes bancos internacionales que han creado sociedades pantalla en las Bahamas para ocultar la identidad de sus clientes, según las informaciones publicadas en septiembre de 2016 por el diario alemán Süddeutsche Zeitung; el Confidencial y La Sexta en España, en el marco de las investigaciones coordinadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). 

El registro mercantil de Bahamas confirma que el banco español, presidido actualmente por Ana Botín, abrió 559 sociedades mercantiles instrumentales entre 1990 y 2015; cifra que ha variado según los años; y que actualmente mantiene unas 380 estructuras. 

Y es mayor el número de sociedades fantasma creadas por los grandes bancos suizos, el UBScon 9.717 y el Credit Suisse con 8.299. 

Otros grandes bancos con una presencia relevante en ese paraíso fiscal son JP Morgan con 1.617 estructuras; y BNP Paribas con 657.

Y antes, en abril de 2016, por otra investigación también del citado Consorcio Internacional y publicada por los medios ya citados, supimos que más de 500 bancos, sus filiales y sucursales registraron casi 15.600 sociedades pantalla a través del despacho de abogados Mossack Fonseca con sede en Panamá, según el análisis de la documentación revelada. 

El gigante británico HSBC (el megabanco que colaboró con el narcotráfico mexicano; el de la conocidlista Falciani; y accionista importante del Grupo Prisa), a través de distintas filiales seria el responsable por sí solo de más de 2.300 de estas sociedades que solo buscan defraudar al fisco. 

Otros grandes bancos internacionales que han hecho negocios con este despacho son el francés Société Générale (979 sociedades), Royal Bank of Canadá (378), el alemán Commerzbank (92) y el Credit Suisse (1.105). 

Asimismo los bancos españoles Santander y BBVA realizaron esta  actividad para clientes de elevado patrimonio de los distintos países en los que operan, incluyendo algunos con domicilio en España.

Pero, hasta la fecha, desconocemos si el Gobierno español ha abierto alguna investigación sobre la cooperación delictiva de los bancos españoles en esa promoción del impago colectivo de impuestos en España. 

Y la gran pregunta que hemos de hacernos es si podrá sobrevivir el Estado democrático frente a estos ataques de los megabancos.-   

Escrito por Juan Hernández Vigueras
                                       
Publicado en la revista digital 
Argumentos Socialistas

No hay comentarios:

Publicar un comentario