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viernes, 31 de marzo de 2017

Si no te dejas expoliar...MALO - Argelia: la próxima candidata a entrar en el "Eje del Mal"

Argelia: la próxima candidata a entrar en el "Eje del Mal"

Argelia, el Sáhara y Marruecos 
Argelia enfrenta además una problemática histórica que se prolonga por décadas y que está también siendo aprovechada por las autocracias del Golfo contra el país norteafricano; el conflicto del Sahara Occidental.
La actual Liga Árabe ( una institución títere secuestrada por las monarquías teocráticas ) reconoció recientemente la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental en un claro gesto de provocación hacia el gobierno argelino.
Ahondando en este asunto, Arabia Saudí y Marruecos alcanzaron recientemente un acuerdo para invertir 200 millones de euros en el Sáhara Occidental
Parte de esa suma será destinada a proyectos agrícolas que se realizarían más allá de la línea de demarcación entre Marruecos y el Sáhara Occidental sobre el que Marruecos ejerce una discutida soberanía frente a los independentistas saharauis agrupados en el Frente Polisario, precisamente apoyados por Argelia; esa es la razón por la cuál el presidente Buteflika, como claro gesto de protesta, se negó el pasado febrero a recibir al ministro saudí de Exteriores que visitaba Argel. (12)
España, Medgaz y shale gas estadounidense 
Para España, Argelia no es un pais más. De hecho, España sigue siendo el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor con intercambios de 15.000 millones de euros.
Argelia, miembro de la OPEP, depende en enorme medida del gas y del petróleo puesto que suponen cerca del 70% de los ingresos estatales y hasta un 95% de sus exportaciones.

Se calculan sus reservas gasíferas en aproximadamente 16.000 millones de metros cúbicos de gas natural y 20.000 de metros cúbicos de gas no convencional, según cifras de Sonatrach, la empresa estatal argelina. 

Estas cifras lo sitúan como el tercer proveedor de gas de Europa, el octavo mayor productor de gas del mundo y entre los 20 primeros países productores de petróleo. 

Pese a la mala coyuntura económica actual motivada por los bajos precio de los hidrocarburos, Argelia dispone de 140.000 millones de dólares de reservas de divisas y otros 7.000 millones en reservas de oro, en un país donde las subvenciones estatales se extienden sobre gasolina, electricidad, vivienda, transporte, empleo juvenil, harina, aceite, azúcar, fertilizantes, etc.

A dicho gas España accede de forma privilegiada a través del gasoducto Medgaz , el cuál transporta gas natural entre Argelia y España, desde Beni Saf, en la costa argelina, hasta Almería, garantizando la seguridad del suministro a traves de una vía directa y a un bajo coste, no solo a España, sino a parte del sur de Europa.
En el momento actual, y cediendo a la presión estadounidense, la Unión Europea, intenta reducir su dependencia energética con respecto a Rusia, para lo cuál se hace imprescindible mejorar la conexión de la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea. 
El gasoducto Midcat, que uniría Cataluña con el sur de Francia, es por tanto clave para la conexión con Europa puesto que abre la posibilidad de conectar potencialmente el gas que llega a España desde Argelia. 
Es por ello que la Comisión Europea anunciaba a principios de abril la inversión de 5,6 millones de euros para este gasoducto. (13)
Pese a que Rusia es la primera interesada en seguir suministrando gran parte de la energía europea como ha venido cumpliendo durante décadas sin excesivos sobresaltos, incluso puede entenderse como razonable la búsqueda de una diversidad en las fuentes de aprovisionamiento; sin embargo, no se puede perder de vista la intención estadounidense de inundar Europa con su polémico shale gas; hay que recordar las 8 plantas de regasificación que tiene España construidas en época del ex-presidente Zapatero; plantas como la regasificadora de El Musel, en Gijón, declarada recientemente ilegal , que fue finalizada en 2012, costó 380 millones de euros y nunca se ha puesto en funcionamiento. (14)

Un dispendio de dinero público ejercitado únicamente al calor de los intereses corporativos (TTIP) y absolutamente ajeno a la protección de los intereses nacionales y de seguridad españoles, prefiriendo apostar por cargamentos de shale gas estadounidense, como el recientemente arrivado a a la Península Ibérica a través de la terminal de Sines en Portugal, antes que por Argelia o por proyectos Las seguros, rentables y ya comenzados a construir como el South Stream.

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