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jueves, 26 de enero de 2017

El “fontanero” de Berlusconi en Bruselas, nuevo presidente de la Eurocámara

El “fontanero” de Berlusconi en Bruselas, nuevo presidente de la Eurocámara

La ciudadanía europea tiene muchas razones para estar preocupada.

El mismo día en el que la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, anunció un Brexit “duro” y xenófobo, con el cierre de fronteras y salida del Mercado Único y la Unión Aduanera Común.

Una mayoría neoliberal en el Parlamento Europeo formada por el Partido Popular (PPE), Liberales (ALDE) y Conservadores (ECR) han propiciado la elección de Antonio Tajani como presidente de la cámara, asegurando de esta forma que las tres instituciones de la UE estén controladas por los populares.

Antonio Tajani, conocido como el “fontanero” de Berlusconi en Bruselas, ha sido eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE) desde 1994, salvo en el periodo entre 2008 y 2014 en el que fue miembro de la Comisión Europea.

Contribuyó a la fundación del partido Forza Italia de tinte ultra-conservador liderado por Berlusconi que mantuvo durante años acuerdos de gobierno con la extrema derecha de la Liga Norte y los postfascistas de Alianza Nacional.

No sabemos si desde su recién estrenado cargo de presidente de la Eurocamara, Tajiani se entenderá también con sus antiguos socios políticos agrupados en el grupo de la Europa de las Naciones y la Libertad (ENF) liderados por Marine Le Pen.

Así mismo, Tajani nunca se desmarcó de Berluconi y su legado, hasta el punto de no condenar las acusaciones contra su ex-jefe por corrupción, abuso de poder, incitación a la prostitución de menores y subversión del orden democrático, ni siquiera cuando Berlusconi fue condenado por delito de fraude fiscal en el llamado “Caso Mediaset”.

Podemos decir que Tajani es parte del ala más dura del partido popular europeo, enemiga de los derechos y libertades en especial de las mujeres y de colectivos LGTBI.

En este sentido, el nuevo presidente de la Eurocámara nunca se ha retractado por sus declaraciones homófobas o su constante ataque a los derechos de las mujeres, afirmando que “hijos de parejas del mismo sexo sufren, con certeza, problemas psicológicos y experimentan dificultades para ser aceptados socialmente” como ha denunciado, entre otras, – la federación Europea de Asociación Internacional de Lesbianas, gays, Trans e Intersex – un paraguas de 490 ONGs de 45 países europeos.

En este sentido, Tajani votó en contra de la Estrategia de la UE para la igualdad de género 2015-2020 y ha mostrado su constante oposición al aborto y a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. 

Es además uno de los firmantes del manifiesto “One of Us” que defiende la definición del individuo “desde su concepción hasta su muerte natural” y promueve los valores de “vida, familia, maternidad y matrimonio”.

Como comisario europeo encargado de la reglamentación de la industria automovilística, Tajiani ignoró todos los avisos sobre el #Dieselgate, el fraude en las emisiones contaminantes de las grandes multinacionales como Volkswagen y Fiat entre otras pero además pidió una moratoria reglamentaria en 2012 que tuvo repercusiones en la Dirección General de Empresas de la Comisión Europea, contribuyendo a una ralentización de la actividad legislativa.

En 2015, se descubrió que los vehículos diésel de Volkswagen fabricados en la UE contenían dispositivos manipulados que, en condiciones de laboratorio, limitarían la emisión de óxidos de nitrógeno nocivos, contaminantes que en 2015 causaron unas 75.000 muertes prematuras en Europa.

A medida que la investigación sobre el asunto Dieselgate se profundiza tanto en el país de origen de Volkswagen (Alemania) como en el de la UE, el papel de la Comisión Europea en el escándalo se está poniendo de manifiesto.

Diferentes documentos revelan el intento ilegal de la Comisión Europea, concretamente de la Dirección General Empresa de demorar la aplicación de las normas de emisiones de la UE para los coches diésel en un intento de ayudar a la industria a ahorrar dinero.

Tajani debería dar cuenta ante el comité de investigación del Parlamento Europeo (EMIS), en tanto recién elegido presidente de la Eurocámara, despejando cualquier duda sobre el posible papel en el escándalo y la falta de voluntad política de la Comisión para impulsar a tiempo una normativa para cumplir con los límites de emisión.

En algunos medios se han referido al nuevo presidente del Europarlamento como un amigo de España, yo creo que es bueno no confundir España con Rajoy, el Partido Popular y las multinacionales españolas. De hecho, Tajani intercedió a favor de los intereses de las grandes empresas cuando fue comis

ario, como por ejemplo, en el conflicto entre Sacyr y Panamá por los sobrecostes del Canal.

Pero es bueno diferenciar entre los intereses privados de las grandes corporaciones y los intereses de los trabajadores.

Un matiz muy importante, más aun teniendo en cuenta el reciente estudio de Oxfam según el cual la concentración de capitales y la desigualdad se han agudizado en 2016. Hasta tal punto que ocho personas concentran en sus manos el equivalente a la riqueza de la mitad más pobre de la población mundial.

España sigue siendo el segundo país de la UE en donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, tan solo detrás de Chipre y 20 veces más que el promedio europeo.

El 10% de los españoles más ricos concentran ya más riqueza (un 56,2%) que el resto de la población.

Y mientras la fortuna de los tres más ricos aumentó en un tres por ciento, “el 30% más pobre del país perdió un tercio de la suya”.

Tajani, en definitiva, sabemos que representará los planes del Partido Popular Europeo y de las élites, pero la incógnita es cuál será el papel del grupo socialista europeo, si están dispuestos a romper con los conservadores y neoliberales o bien reeditan la Gran Coalición.

Los deseos de Tajani son claros: “Yo creo que después de la votación podremos volver a trabajar juntos.”

Tendiendo la mano al grupo Socialista “en aras de la estabilidad en la Cámara” con la intención de mantener la alianza que ha gobernado el Parlamento durante los últimos años, y que por el momento solo se ha roto formalmente por una disputa de sillones entre populares y socialistas.

La primera oportunidad de desvelar esta incógnita y saber realmente el alcance de la erosión de la Gran Coalición, será la posición de los socialistas el 15-16 de febrero cuando se votará el Acuerdo Económico y Comercial con Canadá (CETA) que supone un peligro para la democracia, los servicios públicos y los derechos laborales.

El tono histriónico, teatral, machista, xenófobo e irrespetuoso de Berlusconi conectó a la perfección con el alto desprestigio de la política entre la sociedad italiana tras la ruptura del sistema de partidos tras el “Tangentópolis” italiano.

Su secreto no era otro que presentarse como un “no-político”, como un empresario triunfador, un gestor, reflejo de las aspiraciones sociales del italiano medio.

No sabemos si Tajiani representará el papel histriónico de Berlusconi desde la tribuna de la presidencia del Parlamento, lo que parece fuera de toda duda es que su elección supone un nuevo giro hacia la derecha del conjunto de las instituciones europeas que cada vez se acercan más en formas y en contenido a esa extrema derecha en auge en Europa.

En lugar de plantear contrapropuestas para combatir estos discursos excluyentes, los partidos del establishment están aceptando el terreno de confrontación que propone la extrema derecha, asumiendo así buena parte de sus postulados.

De esta forma y en última instancia, normalizan ese discurso y legitiman el espacio político que conjuntamente van generando.

Es lo que en Francia se conoce desde hace años como “lepenización de los espíritus” y puede que a partir de ahora también se pueda hablar de una Berlusconización de la política europea.



: http://vientosur.info/spip.php?article12135#sthash.bCagvXDQ.dpuf

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