España, los fondos buitre sobrevuelan las residencias de ancianos
Publicado: 23 nov 2016
La gestión de residencias se ha convertido en un negocio muy lucrativo para las empresas privadas.
Trabajadores, activistas y familiares de afectados se han concentrado este miércoles ante la sede de la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid para protestar por el abandono al que están sometidos los centros públicos dependientes de este organismo, y especialmente, las residencias de mayores.
Según denuncian los sindicatos CCOO, UGT y CSIT, la falta de personal en los centros públicos dependientes ha provocado un incremento de "la carga de trabajo diaria" de los trabajadores que ha repercutido directamente "en la calidad del servicio que se ofrece a los usuarios".
"Muchos días los residentes están encamados hasta las 11-30 de la mañana. Por ello, desencadenan escaras…
Tenemos constancia de unas malas comidas, una mala nutrición, una mala hidratación, un pésimo aseo", explicó a RT Luis de Miguel, familiar de dos personas mayores ingresadas en una residencia pública.
El porcentaje de plazas para empleados no cubiertas alcanza aproximadamente el 30%, aunque en algunos centros esta cifra es incluso superior.
Según Dolores Escribano, responsable de servicios sociales del sindicato CSIT, en estos momentos hay 25 plazas sin cubrir en Francisco de Vitoria, 22 en las Rozas y 28 en Alcorcón:
"Es una vergüenza lo que está pasando".
Según los citados sindicatos, los trabajadores de algunos centros plantaban cara recientemente a la dirección de los mismos reivindicando los problemas diarios a los he han de enfrentarse.
En muchas residencias hay el mismo personal que hace 20 años
"En muchas residencias hay el mismo personal que hace 20 años y los residentes son casi todos grandes dependientes, encamados, que necesitan unos cuidados desde que se levantan hasta que se acuestan", denuncia María Socorro Guijarro, que trabaja en una residencia pública.
El negocio de las empresas privadas y los fondos buitre.
Los sindicatos han querido prestar especial atención a la difícil situación que atraviesan las residencias de ancianos.
En la Comunidad de Madrid, hay en torno a unos 480 centros para mayores, aunque solo 27 de ellos son de titularidad y gestión íntegramente pública.
El resto son de gestión indirecta, concertada o totalmente privada, aunque todas las residencias tienen que someterse a inspecciones regulares de los técnicos de la Comunidad para seguir operando.
Es un sector de negocio que los fondos buitre y otras sociedades de este estilo se están disputando
El envejecimiento progresivo de la población, así como la rentabilidad de este sector, ha provocado que la gestión de residencias se haya convertido en un negocio muy lucrativo.
Para algunos activistas y políticos de la oposición, detrás de la perdida de calidad del servicio en las residencias de ancianos se esconde el interés de beneficiar a las empresas privadas.
"Han ganado las elecciones, tienen cuatro años por delante para seguir esquilmando. Y estas residencias las hemos hecho con nuestros impuestos", explica la activista María Dulce Alonso.
Además, el negocio no ha pasado desapercibido para los fondos buitre: "las entidades de capital de riesgo cuya única misión es comprar ahora para vender más caro dentro de unos años y obtener pingües beneficios en el viaje", escribió Raul Camargo, diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, en un artículo publicado en 'Huffington Post'.
"Es un sector de negocio que los fondos buitre y otras sociedades de este estilo se están disputando.
¿Qué es lo que hay que hacer
para que la gente se vaya a residencias privadas?
Deteriorar mucho las públicas, hacer que haya muy pocas públicas en la Comunidad de Madrid", denunció el político de la formación morada a RT.
RT
“El Estado no persigue el intercambio de la tercera edad por los créditos de la banca.
El estado de derecho se pierde en las Residencias de ancianos.
Expolio y apropiación de bienes, firmando documentos por el que toda la herencia y Pensión de jubilación pasa a la Sociedad participada por bancos y no a la familia”.
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- diciembre 13º, 2016
Agradecimiento a los profesionales buenos que son la mayoría por el cuidado que prestan a nuestros ancianos.
Desde los años 80 se viene llevando a cabo un negocio multimillonario en todo el mundo para la banca.
Cuidados por Patrimonio y Pensiones.
Millones de personas -no necesariamente discapacitados-, muchas veces porque no se encuentran bien con las familias o no tienen familia, o son conocedores de que las familias no pueden atenderles o no quieren atenderles, o también porque se hacen a la idea de que en una Residencia de mayores los cuidarán bien, optan por estos hogares de jubilación en dónde en algunos casos no los tratan bien, y los fríen a pastillazos que acaban con la lucidez y el bienestar conque más o menos contaban. E incluso tratos psicológicos duros, desprecios, y falta de atención difíciles de demostrar, ver y denunciar.
Se puede polarizar que quienes mayoritariamente van a Residencia están en polos opuestos: antes cuando había ayudas de bienestar social y cobertura -que ya no las hay-, ingresaban en estas Residencia públicas en acuerdos con las privadas mayores en situación social desfavorable o inhabilitación, y del otro lado miembros de familias con un nivel económico medio alto.
En cambio los jubilados en un contexto familiar desfavorecido por la crisis y que sin embargo cobran una pensión con la que pueden ayudar a la familia se quedan en casa y son cuidados por la familia, o son autónomos y en muchos casos ayudados y paliados por visitadores asistentes sociales.
El 34% (1 de cada 4 hogares sustentados por ancianos), de los ancianos ayudan a mantener su familia dependiendo de las Pensiones ante la debacle económica actual.
El envejecimiento de la población representa no solo un problema para las Pensiones, sino para el número de Residencias disponibles y ayudas de asistencia en domicilio, que por otra parte aprovechan de la coyuntura sociedades sin escrúpulos.
Los bancos y el gran negocio de los créditos e hipotecas de vivienda habitual y segundas residencias vacacionales a cambio de Hogares de acogida y Residencias para poder pagar su acogida en los centros.
Un tema tabú y de silencio cuyo objetivo es mantener una codiciosa situación bancaria y beneficiar a bancos y sociedades, a su vez partícipes en el negocio de las Residencia y Hogares para la tercera edad, al que se añaden las Pensiones, depósitos de ahorro bancarios y propiedades que les obligan a firmar y entregar.
Bancos que encuentran un negocio millonario en comprar y vender elnegocio de Residencias mientras hablan de Fundaciones de bien social.
Toda la hipocresía que haga falta para la perpetración de delitos contra la salud pública y la sustracción de Propiedades, Cuentas de ahorro y Pensiones de los ancianos.
Para ello el Estado ha puesto en marcha oficinas de dudosa intermediación y dar una imagen de intentar cumplir con una situación con la que no cumplen, liados nuestros políticos con prebendas bancarias y participaciones en sociedades.
Una persona que ingresa en una Residencia de ancianos, tiene una media de edad de 75-80 años y una esperanza de vida de como mucho 10 años. Lo que supone un coste por anciano de 3.600 días que suponen 10 años.
Si calculamos unos costes de 20 euros por persona, el coste de los diez años que no llegan casi nunca en las Residencias y Geriátricos sería de 72.000 euros si es que los llega a vivir entre pastillazos y una vida un tanto aislada y vegetativa, cuando no de malos tratos psicológicos o violentos de los que ni la familia llegará a conocer, especialmente en los que menos uso de razón tienen.
La sociedad mataría por un niño pero jamás por un anciano.
Sin embargo están la mayoría, hipotecando viviendas con un valor medio de entre 120.000 y 300.000 euros sobre todo en las grandes urbes.
Y se añade que la Sociedad participada pro la Banca que participa en la propiedad de las Residencias también exigen la firma de la entrega de las Pensiones de jubilación que rondan entre los 500 y 2.000 euros de media, con lo cual estamos ante un negocio lucrativo millonario que se decide tabú desde el mismo Estado, CCAA y Ayuntamientos por lo que supone de lucrativo y en contra de los ciudadanos con la premisa de que
si no fuera por estas Residencias nadie querría cuidarlos. Eso sí desplumándolos.
Si usted aún no ha estado nunca en una Residencia de ancianos, procure ir si puede pues no dejan algunas ni visitarlas siquiera a los familiares o en horarios dónde no se puede ver los tratos y forma de vida en muchos casos miserable y criminal.
-Los casos más lacerantes son la apropiación de las viviendas de los ancianos residentes en las residencia que expulsan a la calle a la familia que vive en los pisos de los ancianos, enviándolos a la calle -muchos también mayores o en edad muy adulta que les impide acceder al mercado laboral o pone un obstáculo insalvable y que terminan yendo a la Caridad-.
Pisos que son alquilados y que el importe del alquiler va a parar a la Sociedad participada por la banca y políticos y allegados que regentan las Residencias.
–Los costes por enfermo en las Residencias son ridículos al día pues normalmente el mismo escaso personal cubre las necesidades de las varias docenas o centena de personas mayores y la alimentación suele dejar mucho que desear, si a esto se añade que la mayoría come poco o no tiene ganas de comer por sus enfermedades.
-Los medicamentos gratis a la tercera edad que pagamos todos los españoles es el otro ingrediente económico financiero que no sustentan las Residencias y geriátricos, y que han sido sugeridas por la Banca al Estado para potenciar el negocio criminal con la tercera edad.
–La falta de camas en los hospitales logra que quien pueda permitírselo sea empujado al contrato de seguros privados para la Sanidad privada que proporciona la banca y sus empresas de seguros.
Es parte del mismo proceso de bancarización del anciano y del enfermo. Capio -Edmond de Rothschild-, consolidan el gigante español de hospitales privados que prosperan con la baja calidad de atención de lo publico y el miedo que origina.
–La privatización de hospitales y la pérdida de cobertura social para ocupar Residencia a los más desfavorecidos sin medios. Deja en manos de la providencia el futuro incierto de los jubilados.
-La ley en muchos países obliga a que familiares cubran los gastos de las Residencias de sus mayores, aunque no se hayan hablado en la vida. Con lo que el nivel de exposición económica pública es mínima.
En el caso los beneficiados ancianos sin recursos existe un control mensual del estado de las cuentas y profesional de los familiares para eximirse de la tutela económica de las CCAA y Estado.
El papeleo es tan ingente que muchísimas personas tienen bloqueado el acceso a las Residencias que por otra parte no satisfacen el número mínimo de plazas comparadas con las enormes listas de espera de ancianos.
Algunos esperan años y para otros siquiera hay al no cumplir toda una lista de condiciones creadas ante la falta de camas.
La atención domiciliaria y la ayudas humanas a los dependientes amortigua parte de esta falta de cobertura.
–El conocimiento de la residencia fiscal de los titulares de las cuentas bancarias exigida por el gobierno a los bancos, es un encierro de las personas.
Hasta la jubilación Hacienda conoce dónde estás, con la jubilación la banca conoce cuales son los bienes y depósitos bancarios de los jubilados cuando llegan a solicitar ingreso.
eladiofernandez.wordpress.com
España - Los fondos buitre sobrevuelan las residencias de ancianos
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Trabajadores, activistas y familiares de afectados se han concentrado este miércoles ante la sede de la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid para protestar por el abandono al que están sometidos los centros públicos dependientes de este organismo, y especialmente, las residencias de mayores.
RT en Español
Foto: EFE
En las dos últimas décadas, pero sobre todo desde la aprobación de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia (2006), se han multiplicado las residencias de ancianos en numerosas localidades de nuestra geografía.
También se han extendido los cuidados profesionales domiciliarios y los centros de día para la tercera edad y dependientes.
En la Comunidad de Madrid hay en torno a 480 Residencias para Mayores, pero solo veintisiete son de titularidad y gestión íntegramente públicas.
El resto son de gestión indirecta, concertadas o totalmente privadas, aunque todas ellas deben someterse a las inspecciones regulares de los técnicos de la Comunidad para seguir operando.
Por tanto, la mayor parte de las residencias son gestionadas por empresas privadas, algunas de ellas implicadas en tramas de corrupción, como es el caso de Aralia Servicios Sociosanitarios, empresa propiedad de José Luis Ulibarri y su familia, imputado el primero en la trama Gürtel y uno de los empresarios con más poder en Castilla y León, siempre bajo el cobijo del Partido Popular.
Aralia ha sido adjudicataria de más de quince residencias y centros de día en el periodo comprendido entre octubre de 2014 y mayo de 2015, generalmente mediante el subterfugio de presentar la oferta más baja, rebajando sensiblemente las ofertas de otras empresas, lo que, en el marco de la nueva Ley de Contratos aprobada por el PP, se ha constituido en el factor clave para ganar concursos. Las consecuencias de estas bajadas temerarias no tardarán en verse.
Y es así, que en el mes de septiembre, unas familiares de ancianos de la Residencia Peñuelas, situada en el distrito de Arganzuela, se dirigieron al Grupo Parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid para explicarnos su situación lamentable.
Pablo Padilla, como diputado de zona, y yo, como portavoz de Políticas Sociales, escuchamos un relato sobre plagas de cucarachas, techos que se caen, personal insuficiente e incluso el fallecimiento de una anciana por un accidente dentro de la residencia en una rampa que nunca hubiera debido estar ahí.
Tras empezar a investigar y a pedir información en diferentes administraciones, averiguamos que la Residencia Peñuelas nunca había tenido licencia de actividad y funcionamiento.
Hay un expediente del Ayuntamiento del año 2010, donde se dan quince días para presentar la licencia o se procederá al cese de la actividad.
En marzo de 2015, cinco años después, otro nuevo expediente, abierto por los ruidos del sistema de climatización, concluye con otro plazo de quince días antes de proceder al cierre... que tampoco se cumplió.
La respuesta del Gobierno de la Comunidad es que hay muchos otros establecimientos sin licencia en la Comunidad y en el Ayuntamiento.
Pero seguro que no llevan tantos años con expedientes de cierre abiertos y nunca concluidos y no han tenido la cantidad de reclamaciones, más de cien ante el registro oficial, que ha tenido Peñuelas. Por no hablar del fallecimiento de la anciana, por accidente, sí, pero por la existencia de una rampa que hubiera tenido que eliminarse para obtener la licencia.
La infatigable labor de la plataforma de familiares y el altavoz público que ha tenido en los medios de comunicación tras la denuncia efectuada por Podemos han deparado
efectos visibles: retirada de colchones viejos (algunos de gomaespuma y raídos), obras para apuntalar techos y reparar suelos, mejora de la atención a residentes y nueva disposición de los mismos en las salas comunes y, en general, un trato más amable de todo el personal.
efectos visibles: retirada de colchones viejos (algunos de gomaespuma y raídos), obras para apuntalar techos y reparar suelos, mejora de la atención a residentes y nueva disposición de los mismos en las salas comunes y, en general, un trato más amable de todo el personal.
El problema sigue lejos de solucionarse, pero la acción combinada entre la autoorganización de familiares e iniciativa institucional ha funcionado y señala un camino que puede ser fecundo en esta legislatura.
Hoy jueves volveré a preguntar al consejero de Políticas Sociales en el Pleno de la Asamblea de Madrid sobre la licencia de Peñuelas. Espero que esta vez su respuesta sea clara y respetuosa con los familiares, a diferencia del desplante que tuvo con ellos en la sesión del pasado 1 de octubre.
Pero, como señalábamos al principio, la gestión de residencias se ha convertido en un muy lucrativo negocio, que no pasa inadvertido para los fondos buitre, esas entidades de capital riesgo cuya única misión es comprar ahora para vender más caro dentro de unos años y obtener pingües beneficios en el viaje.
Este es el caso de una residencia de Leganés, concertada con la Comunidad de Madrid, llamada GERIATROS, que pertenece al fondo buitre francés PAI PARTNERS, dueño de Cortefiel y Pepe Jeans, y a la que algunos de sus extrabajadores han denunciado ante la Dirección General del Mayor de la Comunidad por manipular las escalas indicadoras del número de residentes con incontinencia, para obtener una subvención más alta.
La prueba de esta manipulación, según los trabajadores, está en la acumulación de pañales sin uso en tres almacenes diferentes, todos cerrados con llave.
Y para prevenir frente a alguna visita incómoda de inspectores de la Comunidad, hay un manual de instrucciones de la dirección del centro para evitar "ser cazados".
En definitiva, el problema real es que empresas implicadas en tramas corruptas y fondos buitre han puesto su codicioso punto de mira en el cuidado de nuestros mayores, para intentar sacar el máximo beneficio con la menor inversión.
Pero no cuentan con que también hay una ciudadanía crítica que no se resigna a perder siempre y nuevos y nuevas representantes en las instituciones que vamos a seguir denunciando estas incalificables prácticas.
Me parece una visión bastante sesgada sobre lo que sucede en residencias de mayores en España. Lo cierto es que los márgenes no como indican. En los últimos años el precio medio de una plaza ha bajado, también ha bajado el precio de residencias concertadasa que pagan las comunidades autónomas y se ha contiuado creando empleo. Miren en internet el precio de una plaza privada en una residencia geriátrica en Valencia o Sevilla y lo podrán comprobar. Sin duda, hay desaprensivos en todos los sectores, reflejar el de las residencias como un foco de abuso me parece desproporcionado y no ajustado a la realidad.
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