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viernes, 9 de diciembre de 2016

La base de EE.UU. convirtió a Guantánamo en un centro de prostitución, drogadicción y vicio

"La base de EE.UU. convirtió a Guantánamo en un centro de prostitución, drogadicción y vicios"

La localidad guantanamera de Caimanera no siempre ha sido tan apacible como lo es en la actualidad; desde sus muelles se observa la base naval estadounidense, un recuerdo de lo que ha sido la vida en el poblado desde que llegaron los primeros marines hace más de un siglo.

"La existencia de esa base naval y los franco-marines, y todo lo que trajo aparejado a ello, convirtió a Guantánamo y a Caimanera en centros de prostitución, de contrabando, de drogadicción, de vicios, de juegos prohibidos", cuenta la historiadora Noralis Palomo, que recorría de niña las calles de esa localidad.

Los militares norteamericanos se beneficiaban de una mano de obra barata, ofreciéndoles a los cubanos sueldos más bajos de los que recibían los empleados estadounidenses.

De acuerdo con los historiadores, las autoridades de la base también sobornaban a los funcionarios locales para que resguardaran sus intereses.

Sin embargo, la base estadounidense se convirtió en el epicentro de provocaciones contra el joven gobierno cubano.

Jesús Lara y Rafael Piquera fueron testigos de aquellas tensiones cuando eran jóvenes soldados de la Brigada de la Frontera, una unidad cubana alrededor de la base del Pentágono.

Guardan en sus memorias historias terribles, entre ellas, la del pescador Rodolfo Rosel, que, según se considera, fue asesinado por los marines.

"Lo encontraron en la ensenada de Yuraguanal, a la deriva, asesinado y torturado, clavos en la cabeza, sin uñas", recuerda Rafael.

"Aspiro antes de morirme, que no sé si me queda mucho, a ver que ese territorio vuelva a nuestras manos y que podamos hacer uso libre de él", concluye.

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