Las fuerzas iraquíes irrumpieron este martes en la ciudad de Mosul y tomaron el edificio de la televisión local, dos semanas después de que comenzara la ofensiva para expulsar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de su principal bastión en Irak.
Las fuerzas gubernamentales penetraron esta mañana en el barrio periférico de Kukyeli, ubicado en el extremo oriental de la urbe y considerado la puerta de entrada a la "capital" del EI en Irak, la cual ha estado bajo su férreo control desde junio de 2014.
Pocas horas después de penetrar en Kukyeli, las tropas recuperaron el control de la televisión de Mosul, situado al final del barrio.
“Tomar la televisión de Mosul significa tomar la ciudad”, aseguró a los periodistas el jefe de las operaciones conjuntas iraquíes, el teniente coronel Taleb Shagati, en la base militar de Bartala, ubicada al este de Mosul y recientemente liberada.
“En este momento, nuestras tropas están dentro del edificio de la televisión de Mosul. Es una buena noticia para el pueblo de Mosul porque es cuando realmente hemos empezado a liberar la ciudad”, subrayó el mando militar.
Shagati indicó que los enfrentamientos con los extremistas continúan en Kukyeli, pero que las tropas se dirigen al siguiente barrio de la ciudad, Al Qudis.
Las fuerzas antiterroristas iraquíes están liderando este empuje por el este y, según su comandante, Abdelgani al Asadi, Kukyeli podría ser arrebatado a los yihadistas por completo en esta jornada, aunque también matizó que por su gran tamaño las operaciones podrían requerir “más tiempo”.
La población se rebela contra los yihadistas
En paralelo, grupos armados de habitantes de Mosul se enfrentaron este martes con miembros del EI en varios distritos orientales de la urbe, coincidiendo con la irrupción de las tropas de Bagdad.
Uno de los dirigentes de los llamados ‘Caballeros de Mosul’, grupos de vecinos que resisten al EI en el interior de la ciudad, Abu Mohamed al Musali, explicó a Efe que sus hombres han luchado contra los extremistas en los barrios de Al Uahda, Al Qudis, Al Karama y Al Mizaq.
Según Al Musali, el EI se ha retirado “casi totalmente” de la zona situada en la ribera oriental del río Tigris, que discurre a través de la ciudad y la divide en dos.
Por su parte, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, aseguró que el EI solo tiene la opción de “rendirse o morir”, en declaraciones difundidas este martes por la televisión oficial Al Iraquiya y efectuadas durante una inspección ayer a las unidades militares desplegadas al sur de Mosul. Los yihadistas “no tienen salida ni (posibilidad de) huida”, reiteró el jefe del Gobierno y de las Fuerzas Armadas.
“Hemos llegado a Mosul para liberarla. Intentamos cerrar el camino al Daesh (acrónimo en árabe del EI) en todo lugar, por lo que cortaremos la cabeza del Dáesh”, agregó.
Al Abadi consideró que después de la liberación de Mosul, los extremistas no podrán resistir en otros reductos: “Los eliminaremos a todos”, remachó.
Por su parte, la ONU denunció este martes que el EI intentó trasladar el lunes a 25.000 civiles desde la comarca de Hamam al Alil, 25 kilómetros al sur de Mosul, hasta el centro de la ciudad para usarlos como escudos humanos.
La portavoz de la Oficina de la ONU de Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, aseguró en Ginebra que los civiles fueron llevados en “miles de vehículos”, pero no consiguieron llegar a su destino debido a que los aviones de la coalición internacional antiyihadista sobrevolaban la zona.
“Estamos muy alarmados por la suerte de éstos y de decenas de miles de civiles más que han sido reubicados por el EI en las últimas dos semanas”, declaró Shamdasani, quien destacó que la organización radical ha secuestrado a los civiles para llevarlos lo más cerca posible de Mosul y de sus oficinas e instalaciones militares en la zona.
Se calcula que en la ciudad de Mosul residen aún más de un millón de civiles, además de decenas de miles en las comarcas de los alrededores, de donde han sido desplazadas ya casi 18.000 personas desde el comienzo de la ofensiva.
La campaña militar para arrebatar al EI los territorios que aún controla en la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital, fue lanzada el pasado día 17 por las tropas iraquíes y las kurdas “peshmergas”, y esta semana se sumaron a la batalla las milicias chiíes Multitud Popular.
Mosul está en manos del Estado Islámico (EI) desde junio de 2014, cuando conquistó la segunda ciudad de Irak sin apenas resistencia por la huida de las corruptas tropas iraquíes.
Es la capital del califato que el grupo yihadista ha intentado instaurar en Siria y en Irak y su caída sería una duro golpe al EI, que tras una fase de expansión en 2013 y 2014 no hace más que replegarse en ambos países desde 2015 y su debacle parece estar cerca.
El EI tomó la ciudad e instauró un régimen totalitario tras un ataque considerado vergonzoso para el Ejército iraquí, mal formado y poco motivado: al parecer 30.000 soldados huyeron de 800 yihadistas.
En la Gran Mezquita de Mosul el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó su califato y llamó a los musulmanes de todo el mundo a viajar a la región y apoyar a la yihad en su primera presentación pública como califa.
El Gobierno iraquí ha anunciado varias veces que la ofensiva sobre Mosul estaba cerca.
“Pronto levantaréis la bandera de Mosul en el centro de Mosul y en todas las ciudades y pueblos (de Nínive)”, dijo el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, en un mensaje difundido por la televisión estatal Al Iraquiya.
Además aseguró que 2016 sería el año de la derrota del EI y reivindicó al comandancia de la operación pese a la amalgama de tropas que participan. La cadena Al Jazeeray cámaras de la agencia kurda Rudaw retransmite la guerra en directo.
Mosul es el último bastión de los yihadistas en Irak.
La ofensiva es “un momento decisivo” para lograr la derrota del grupo terrorista, según el secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter.
El gobernador de la provincia septentrional iraquí de Nínive, Nofel Hamadi al Sultán, dijo este lunes a los habitantes de Mosul que la ya iniciada ofensiva por recuperar la ciudad será “el golpe mortal al terrorismo”.
Mosul, antes importante centro económico de Irak -como Alepo en Siria- llegó a tener dos millones y medio de habitantes.
La ciudad se encuentra a a unos 400 kilómetros al noroeste de Bagdad a orillas del río Tigris. Además de las grandes refinerías de petróleo es importante la industria textil de la ciudad.
Ya en su historia más antigua la localidad fue el principal centro en la ruta comercial entre la India, Persia y el Mediterráneo, conocido por sus productos de cuero y sus delicadas telas de algodón.
La muselina lleva su nombre en homenaje a Mosul. Al igual que en otras regiones que conquistaron, los extremistas del EI destruyeron en Mosul decenas de monumentos históricos. En el museo de la ciudad fueron destrozadas estatuas asirias de miles de años de antigüedad.
La urbe es un centro de árabes suníes, pero siempre ha sido el hogar también de otras etnias y confesiones como cristianos, kurdos, turcomanos o yazidíes. Se estima que en la capital de la provincia de Nínive viven hoy 1,5 millones de personas.
Mosul lleva años azotada por la violencia y el terrorismo.
Tras la caída de Saddam Hussein en 2003 numerosos seguidores del régimen huyeron a la ciudad. Y muchos de ellos se unieron más tarde a la milicia del EI para luchar contra el Gobierno de Bagdad, que está dominado por los chiíes.
Cuánto durará la ofensiva
El teniente general estadounidense Stephen J. Townsend, que dirige la coalición internacional que lucha contra el grupo EI en Irak, ha asegurado que la ofensiva para la liberación de la ciudad de Mosul “probablemente durará semanas, posiblemente más”.
En un comunicado publicado esta jornada en la página web de la comandancia de la operación, Townsend añadió que la batalla podrá ser “larga y dura, pero los iraquíes se han preparado para ella”.
“No podemos predecir cuánto les llevará a las fuerzas iraquíes derrotar al Dáesh (acrónimo en árabe del EI) en Mosul; pero sabemos que tendrán éxito, como ya lo tuvieron en (las ciudades de) Biyi, Ramadi, Faluya, Al Qayara y Sharqat”, agregó el estadounidense.
Los grupos
implicados en la ofensiva de Mosul
En total unos 80.000 soldados, incluidas varias divisiones del Ejército iraquí apoyadas por fuerzas peshmerga de la región autónoma del Kurdistán y milicias chiíes de las Unidades de Movilización Popular, avanzan hacia el este y sur de Mosul.
Estas son las tropas implicadas que luchan contra el EI, enemigo común, aunque algunos grupos tienen su propia agenda.
Ejército iraquí
Los militares iraquíes formados por Estados Unidos lideran la ofensiva y tienen la misión de tomar la ciudad.
La delantera la llevarán unidades especiales que ya lucharon contra el EI en otras zonas del país. Junto al Ejército combaten también unidades de la policía federal iraquí. EE.UU. ha entrado a más de 54.000 efectivos en los últimos dos años.
El primer ministro ha insistido en que la operación está dirigida por el Ejército iraquí y la Policía Nacional, y por ninguna otra fuerza, en referencia a las milicias progubernamentales o las tropas kurdas peshmergas, que participan en la misma.
Peshmerga
Los combatientes de los territorios autónomos kurdos en el norte de Irak controlan grandes partes de los alrededores de Mosul.
Según lo acordado con el Gobierno central, deben apoyar la ofensiva pero no entrar en la ciudad misma. Sin embargo, pueden poner bajo su control varias localidades en los alrededores de Mosul.
Coalición internacional
Los aviones de la coalición liderada por Estados Unidos están operativos en Irak desde hace más de dos años. Apoyan la ofensiva contra Mosul con ataques aéreos. “Irak está apoyado por un amplio abanico de capacidades de la coalición, incluidos apoyo aéreo, artillería, inteligencia, consultores y controladores aéreos.
Pero para ser claros, los miles de miembros de las tropas de combate que liberarán Mosul son todos iraquíes”, dijo el jefe de la coalición este lunes. Estados Unidos ha asegurado que seguirá despejando desde el aire el camino a las tropas de tierra, mientras que asistirá desde la retaguardia a sus aliados en la toma de Mosul.
Milicias locales
Junto al Ejército luchan varios miles de miembros de las milicias locales suníes así como de clanes tribales. Fueron formadas, entre otros, por militares turcos.
Milicias chiíes
También estas famosas milicias aclararon desde el principio que participarían en la ofensiva. Su participación es sin embargo muy controvertida: Mosul es el mayor bastión de los suníes en Irak, que rechazan la participación de los chiíes.
Analistas temen que, de concretarse, su presencia desintegre la coalición, pero en principio no entrarán en la ciudad, igual que los kurdos.
Turquía
Los militares turcos tienen estacionados cerca de Mosul soldados que forman a milicias suníes y peshmergas iraquíes (los que tienen al PKK como enemigos, las tropas de Barzani). Irak pide la retirada de las unidades, lo que rechaza Ankara y ha desatado un conflicto diplomático en las últimas semanas.
PKK
Al noroeste de Mosul hay estacionados también combatientes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que es combatido por Turquía y por Barzani, el líder de los kurdos de Irak. Podrían ser convocados si los soldados turcos participan en la ofensiva.
El riesgo para los civiles
La ONU está “extremadamente preocupada por la seguridad de los hasta 1,5 millones de personas que viven en Mosul.
“Las familias corren el riesgo extremo de quedar atrapadas en el fuego cruzado o ser blanco de francotiradores”, dijo el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O’Brien, tras destacar que “decenas de miles” de iraquíes “pueden quedar bajo asedio o ser utilizados como escudos humanos”.
O’Brien destacó, en un comunicado, que miles de civiles “pueden ser expulsados o permanecer atrapados entre las líneas de combate por la fuerza” y que los niños, mujeres, discapacitados y ancianos “serán particularmente vulnerables”.
En función de “la intensidad y el alcance de los combates, hasta un millón de personas pueden verse obligadas a huir de sus hogares”, agregó.
“Renuevo mi llamamiento a todas las partes en el conflicto para que cumplan con sus obligaciones en virtud el derecho internacional humanitario de proteger a la población civil y garantizar que tengan acceso a la asistencia que les corresponde y merecen”, enfatizó.
“Nada es más importante”, añadió el responsable humanitario de la ONU, que va a hacer “todo lo posible para apoyar a las personas que puedan ser desplazados y afectados por esta operación militar”.
O’Brien explicó que actualmente hay “refugio disponible para 60.000 personas en campamentos y centros de emergencia” y que “está en marcha la construcción de sitios adicionales, con capacidad para 250.000 personas”.
También están dispuestas “raciones de comida para 220.000 familias” y “se está preparando el envío de letrinas y duchas”, en tanto que “240 toneladas de medicamentos están disponibles en puntos de distribución”.
El primer ministro pidió a las familias de Mosul que colaboren con las fuerzas de seguridad y el gobernador de Nínive, Al Sultán, instó al primer ministro y comandante general de las Fuerzas Armadas de Irak, Haidar al Abadi, a proteger a los civiles asediados durante las operaciones para la liberación de la urbe.
El gobernador de Nínive llamó a sus fuerzas de seguridad a que sean “duras con el terrorismo y los terroristas”, pero que muestren piedad con los civiles.
En ese sentido, pidió a los habitantes de Nínive que cooperen con las fuerzas de liberación cuando se acerquen a sus zonas, que no se acerquen a las bases de los yihadistas y que permanezcan en sus casas cuando vean que las tropas se aproximan a ellas.
También les instó a que den información sobre la presencia de las mujeres y niñas yazidíes secuestradas por el EI, “lo que contribuirá a conservar la paz de la población”.
Los ataques de la coalición internacional
Estados Unidos ha lanzado en las últimas dos semanas más de medio centenar de bombardeos sobre Mosul para intentar allanar el camino a las fuerzas iraquíes, kurdas y de otras milicias que intentan tomarla. Este lunes aviones de guerra iraquíes y de la coalición internacional bombardean intensamente las afueras del norte de la ciudad
Mientras la coalición bombardea, las artillerías pesadas de los Ejércitos iraquí y kurdo comenzaron a bombardear fuertemente Bashiqa y otras áreas de Sahel Nínive, incluso con cohetes, con el objetivo de irrumpir en Bashiqa.
Además, las tropas iraquíes y kurdas retiraron con el uso de buldozer blindados los sacos terreros de las primeras líneas del frente con los combatientes del EI y comenzaron a avanzar hacia el norte de Mosul.
El gobernador de Nínive pidió a la coalición internacional que lidera EE.UU. que sus aviones “bombardeen los objetivos del EI con precisión, evitando matar a inocentes”.
Pese a las críticas por la imprecisión de algunos de sus bombardeos, el jefe de las operaciones de la coalición destacó que “continuarán con sus ataques precisos contra el enemigo para minimizar el impacto contra civiles inocentes”.
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