Con una participación del 40% del electorado, Colombia rechazó en plebiscito, contra todo pronóstico, el acuerdo de paz firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, logrado tras cuatro largos años de conversaciones y debates entre ambas partes.
EL TRIUNFO MORAL DE ESTE CRIMINAL Y NARCOTRAFICANTE, GENOCIDA Y FINANCIERO DEL PARAMILITARISMO QUE ES ÁLVARO URIBE, REPRESENTA EL MAYOR GOLPE A LA PAZ QUE ESPERA Y MERECE COLOMBIA
El plebiscito dio un resultado favorable al NO, que se impuso al SÍ por una diferencia menor de 60 mil votos.
Casi 13 millones de personas decidieron su apoyo o rechazo al tratado, mientras se quedaban en su casa más de 15 millones, el 60% de las personas con derecho a sufragio.
Los medios españoles parecían alegrarse del triunfo político-guerrerista del criminal y narcotraficante Álvaro Uribe.
Nada extraño, por otra parte, cuando es notoria la amistad que une a ese siniestro genocida con Felipe González, Juan Carlos de Borbón, Mario Vargas Llosa, delincuentes venezolanos como Leopoldo López y Corina Machado o la plana mayor del Partido Popular español.
La Constitución colombiana da por válido este resultado aunque la participación haya sido inferior al 50% por ciento.
SIN EMBARGO, LA CONSTITUCIÓN HÚNGARA DENOTA QUE TIENE UN MÁS ALTO CONCEPTO DE LO DEBERÍA SER UNA DEMOCRACIA Y NO CONSIDERA VÁLIDA UNA CONSULTA QUE NO OBTENGA EL 50% DE PARTICIPACIÓN EL ELECTORADO. LOS MEDIOS ESPAÑOLES SE ALEGRAN DEL FRACASO DEL NO AUNQUE HUBIERE GANADO POR MAYOR NÚMERO DE VOTOS QUE EL SÍ.
En Hungría, en la misma fecha, 2 de Octubre, el gobierno de Viktor Orban preguntaba a la población:
“¿Quiere que la Unión Europea pueda imponer reubicaciones obligatorias de ciudadanos no húngaros en Hungría, incluso sin la aprobación de la Asamblea Nacional?”.
Alrededor de 8 millones trescientos mil ciudadanos/as estaban facultados para ejercer su derecho al voto, rechazando a los “refugiados” (casi dos mil) que le impone la U.E, en un ejercicio de hipocresía monumental, al ser parte del conflicto junto a EE.UU., Turquía y Arabia Saudita (padrinos del ISIS) y exigir luego que se conceda asilo a las víctimas del terrorismo.
La Constitución húngara no considera válido el referendo celebrado, al no alcanzar la participación necesaria (50%), y pese al masivo rechazo a la llegada de refugiados en ese país.
Tan sólo votó el 43,23% del censo, menos del preceptivo 50% necesario y, según la Oficina Electoral de Hungría (NVI), con el 94% del escrutinio, dentro de esos votos el apoyo al “NO” alcanzó el 98,24%, mientras que los “síes” supusieron el 1,76%.
Es decir, se pedía el NO, pero no se ha validado, pese a la victoria de la negativa. Y los medios se alegraron, queriendo aparentar una solidaridad de la que carecen, cuando fustigan las operaciones de castigo que Rusia y Siria llevan a cabo contra los terroristas que provocan esa diáspora dramática de refugiados.
Ninguno de esos medios, con la hipocresía y doble moral que les caracteriza, ha querido entrar en estos temas. El de las Cartas Magnas y el de hasta qué punto una consulta puede ser válida sin el apoyo de la mitad del electorado.
Las constituciones que invalidan un referendo popular por falta de quórum, parecen respetar con mayor sentido ético eso que llaman Democracia.
Que un 50% del electorado se niegue a votar es razón de peso para anular el resultado, fuere el que fuere.
Menos en Colombia o España, donde se considera legal una votación que no llega a ese 50 por ciento.
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