Venezuela: hechos e informaciones que no concuerdan
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Si uno se atiene a las informaciones del aparato mediático dominante sobre Venezuela, sólo podría concluir que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se encuentra al borde del colapso. Que es cuestión de días el derrumbe. Y si bien esta es la tónica general, México incluido, el diario español El País se lleva las palmas en esta tendenciosa labor desinformativa y desorientadora.
El pueblo venezolano se moviliza en defensa de la paz y lo logros de la Revolución Bolivariana.
Pero ocurre que los hechos no concuerdan con esas informaciones. Derrocar a un gobierno no es cosa fácil, como lo prueban más que fehacientemente los 18 años del gobierno bolivariano. En estos casi cuatro lustros han fracasado todos los intentos de la derecha venezolana y de Estados Unidos por tumbar a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro.
Hasta hace poco, la historia y la experiencia enseñaban que el derrocamiento de un gobierno democráticamente elegido sólo era posible mediante dos bien documentados expedientes: el golpe de Estado militar (o disfrazado de cívico-militar) y la invasión militar extranjera. Del primer caso, ahí están los casos emblemáticos de Guatemala, Chile, Brasil, Argentina y Uruguay, a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte, así como recientemente Honduras. Y de la segunda modalidad pueden citarse los casos de la República Dominicana en 1965, el de Granada en 1983 y el de Panamá en 1989.
Los golpes de Estado, sin embargo, han sufrido transformaciones. Del golpe duro se ha pasado al golpe suave. En América Latina se han dado recientemente dos casos de golpe suave en su modalidad parlamentaria. El de Paraguay, que derrocó al presidente Fernando Lugo, y el que acaba de producirse en Brasil para sacar de la Presidencia a Dilma Rousseff.
En Venezuela ya se intentó el golpe duro en 2002. Pero la fortaleza del régimen y el mayoritario apoyo popular impidieron su consumación. Por eso, y desde entonces, la plutocracia venezolana, siempre con la orientación y el respaldo financiero y mediático de Washington, ha estado intentando el golpe suave. Sólo que los ya muchos intentos del golpe suave tampoco han tenido éxito.
Frente a esta situación, a la oligarquía venezolana y a EU sólo les queda un camino para el derrocamiento de Maduro: la invasión militar extranjera. O, mejor dicho, la intervención militar a cargo del ejército de EU.
Para dar este paso, sin embargo, hay que hacer ciertos movimientos previos, como enseñan los casos de la República Dominicana, Granada y Panamá. Esos pasos previos consisten en fabricar una crisis interna que justifique la intervención extranjera. Pero esta fabricación debe ser muy controlada para evitar que en caso de intervención foránea el asunto se desborde y pueda conducir a una guerra civil, como ha pasado en Afganistán, Irak y Siria.
La alta probabilidad de que se desate una guerra civil cuyas ondas expansivas podrían llegar a los países circunvecinos le ha impedido a Washington hasta el momento decidirse francamente por la intervención militar en Venezuela. Por eso la plutocracia venezolana está apretando el paso en la fabricación de una crisis interna. Ella hace su parte a la espera de que, si tiene éxito, Washington domine sus temores de una intervención que pueda resultar contraproducente. 
Y es que EU sabe bien que una cosa es lo que difunde el aparato mediático a su servicio sobre Venezuela y otra, muy distinta, la realidad venezolana. Y la realidad es que en la patria de Bolívar y de Chávez la oligarquía no tiene por sí misma la fuerza suficiente para derrocar al gobierno bolivariano.

Carlos Garcia RawlinsReuters


Maduro declara una "ofensiva revolucionaria", luego de derrotar intento de golpe de Estado

Publicado: 1 sep 2016 
Finalizan las marchas del chavismo y la oposición en Caracas. El Gobierno declara que tras develar el golpe de Estado, pasa a la ofensiva. Se mantienen órdenes de captura contra implicados en plan golpista.
En Caracas, el chavismo culminó la concentración convocada en la céntrica avenida Bolívar, con el anuncio de una nueva ofensiva revolucionaria, luego de develar un intento de golpe de Estado enmascarado en la convocatoria opositora bautizada como 'Toma de Caracas'.
El acto, momento culminante de una semana de tensiones políticas vividas en Venezuela, estuvo encabezado por el presidente Nicolás Maduro. Durante su discurso, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión, dejó claro que si bien este jueves se impuso la tranquilidad y paz, aún hay "emboscadas por disipar". No obstante, dijo, "ha triunfado la paz nuevamente. Ha triunfado Caracas".
Es importante recordar que, durante las últimas horas, el Gobierno venezolano informó sobre una cascada de detenciones, practicadas contra ciudadanos que fueron capturados en posesión de armas de fuego y otros pertrechos militares en varios estados de la República, así como un grupo de 90 paramilitares, algunos de nacionalidad colombiana, capturados en un zona cercana al palacio de gobierno, según publica 'Aporrea'.

Continúa la búsqueda

El jefe de Estado venezolano informó al país que, a pesar de haber develado el plan golpista, las fuerzas de seguridad continúan con la búsqueda de dirigentes opositores implicados en intentos desestabilizadores planificados para este jueves.
"Yo voy con la mano de hierro que me dio Chávez. Que nadie se equivoque conmigo. Estoy dispuesto a todo por defender la patria", dijo Maduro, citado por AVN.
Refiriéndose a la decisión tomada por el alcalde de Caracas, de denegar el permiso a la marcha opositora para ingresar a la capital, aseguró que su Gobierno "no permitirá que la derecha vuelva a enlutar a la ciudad capital, tal como lo hizo durante el golpe de Estado en 2002", cuando ejecutaron un golpe contra el entonces presidente Hugo Chávez.

La paz

En opinión del líder revolucionario, la movilización protagonizada por el pueblo chavista durante las últimas semanas, así como la acción de los cuerpos de seguridad, impidieron la concreción del plan de derrocarlo.
Y hablándole a sus opositores, que se concentraron en la zona este de la capital, expresó: "A ese ciudadano le envío mi mensaje de paz como venezolano", al tiempo que reconoció que en la convocatoria, calculada en unas 30.000 personas, no se presentaron actos violentos.
En varios momentos de su discurso, el presidente de Venezuela aseguró que el golpe de Estado "ha sido derrotado, por este día", pero que no iba a bajar la guardia, razón por la cual se mantienen órdenes de aprehensión contra activistas opositores.

En defensa

Durante toda la jornada, el Sistema Bolivariano de Comunicación en Información (Sibci), integrado por la red de medios públicos, emitió reportes sobre actos públicos realizados por el chavismo en todas las capitales de estado de Venezuela.
Al respecto, Nicolás Maduro, pidió al pueblo, mantenerse en las calles, en defensa de la paz de la capital.
Específicamente dijo a los caraqueños: "¿Es que vamos a permitir que mantengan una amenaza permanente a la paz de Caracas? (…) Llamo al pueblo de los barrios, de los urbanismos, a los trabajadores, a las trabajadoras, al pueblo a declararse en defensa permanente de la paz y la estabilidad social de Caracas, la roja, rojita, la bolivariana".

Ofensiva

Finalmente, el presidente venezolano declaró el arranque de la ofensiva integral revolucionaria desde este jueves y hasta el próximo 31 de diciembre.
En su opinión "la recuperación económica y la derrota definitiva de la guerra no convencional", que se libra en ese campo, son parte de las acciones que impulsará la Revolución Bolivariana en el presente cuatrimestre.

Ernesto J. Navarro
RT

La marea roja en la Bolívar


El pueblo bolivariano y comprometido con la Revolución acudió al llamado que realizó el Presidente de la República, Nicolás Maduro, y los diferentes partidos que apoyan a la tolda roja para manifestar en contra de la violencia que propicia la derecha venezolana, además hacer un llamado de paz y reafirmar el respaldo de las medidas que tome el Ejecutivo en los próximos meses.