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miércoles, 3 de agosto de 2016

Un Oncólogo admite Falsear Expedientes para Beneficiarse de la Venta de Quimioterapia



Un oncólogo admite falsear expedientes para beneficiarse de la venta de quimioterapia


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Traducido por @dacha1953 para Periodismo Alternativo
Si viajas por el mundo tratando de buscar a los más insidiosos estafadores, timadores, charlatanes y curanderos, no encontrarás a alguien peor que un médico oncólogo en connivencia con las farmacéuticas. 
Son los mercachifles bien pagados que envenenan a la gente hasta la muerte, mientras les venden “tratamientos” para una enfermedad que algunas veces no padecen.
Y para muestra un botón: La justicia estadounidense está procesando al doctor Fata, acusado de doce cargos de fraude en la atención de salud, y conspiración para recibir sobornos.
Según explicó el médico naturista, Dave Mihalovic en Prevent Disease.com, el Dr. Fata es un prominente médico de Michigan  especialista en cáncer; quien admitió en la corte que falseaba diagnósticos para someter a sus pacientes a tratamientos médicos contra el cáncer. Fata  dijo que les aplicaba quimioterapia para obtener beneficios monetarios.
“Lo hice intencionalmente”, dijo Fata en su declaración de culpabilidad; en la que aportó los nombres de los numerosos medicamentos que durante años prescribió a sus pacientes. 
A lo largo de su interpelación admitió que  “sabía que eran médicamente innecesarios”.
Fata fue acusado de cometer fraude por unos 35 millones de dólares contra el sistema de seguridad médica estadounidense, Medicare; facturando a cargo del gobierno tratamientos innecesarios de oncología y hematología. 
El gobierno acusó a Fata de mantener ese esquema desde 2009 hasta la actualidad, a través de sus empresas médicas Hematología Michigan y otros consultorios de oncología con sedes en Clarkston, Bloomfield Hills, Lapeer, Sterling Heights, Troy y Oak Park.
Según el gobierno, Fata tenía una lista de 1.200 pacientes, a través de los cuales recibió 62 millones de dólares del Medicare, de una facturación cercana a los 150 millones.
Fata, al igual que muchos oncólogos, utilizó tácticas de miedo muy poco éticas para convencer a sus pacientes que aceptaran una quimioterapia que ni siquiera necesitaban; todo para facturar al millones de dólares Medicare por someter a personas a tratamientos tóxicos de quimioterapia, enviándolos a casa con daños permanentes  del hígado, los riñones y el cerebro; todos estos efectos secundarios documentados ocasionados por la quimioterapia tóxica.
Los oncólogos médicos que se comportan como vendedores de coches usados
Esta costumbre parece que está mucho más extendida de lo que imaginas. Recientemente supe de un caso en el que una mujer a quien se le removió de su mama pequeño tumor junto con todo el tejido circundante (incluyendo los ganglios linfáticos) dio negativo para el cáncer, porque era un quiste 100% benigno, local y no sistémico.
Sin embargo, durante semanas después de la cirugía, fue prácticamente perseguida por el oncólogo para colocarla en un “plan de tratamiento” que implicaría su exposición a la quimioterapia, mientras su seguro le facturaba cientos de miles de dólares.
Cuando ella señaló que no tenía otro tipo de cáncer y preguntó cuál era el propósito de la quimioterapia, el médico le dijo que era una medida “preventiva” contra la enfermedad.
Se puede apreciar la charlatanería y el fraude médico en tal sugerencia. La idea de que la quimioterapia es un tipo de nutriente que nos previene del cáncer no es más que una descabellada fantasía de los mismos oncólogos, que se benefician de la venta de tratamientos tóxicos a los pacientes.
Sin embargo, estos médicos inescrupulosos disfrazan su lucro como “consultas médicas”, con el fin de llenar sus cuentas y cancelar sus deudas y conflictos financieros.
En efecto, es un “curandero” que te diagnostica un cáncer para cobrar jugosos  cheques de Medicare enviados a su clínica por envenenarte con sustancias químicas. 
Este impresionante conflicto de intereses ni de broma que se menciona a los pacientes. 
En lugar de ello, estos médicos te envuelven con tácticas de miedo, hablándole a los pacientes del corto periodo de vida que les queda de no aplicarse los tratamientos.
En cualquier profesión estas prácticas poco éticas serían ampliamente condenadas por ser deshonestas e inmorales. Pero de alguna manera, cuando se llevan a cabo por inescrupulosos de batas blancas con licencias médicas autorizadas por el estado, la gente mira para otro lado cuando no son  ellos o sus familiares los que están siendo envenenados. 
Cualquier ser humano es un objetivo de la especulación sin escrúpulos de la industria del cáncer; que está mucho más interesada en hacer dinero que en sanarte.
La estafa de la mamografía engancha a las mujeres para ser envenenadas con fines de lucro
La mamografía ha resultado en un aumento de la mortalidad en lugar de prevenir el cáncer de mama, informa PreventDisease.com
“A pesar de que no existe evidencias que se apoyen en las recomendaciones formuladas para la detección periódica regular y la mamografía a cualquier edad, ahora la Sociedad de Imagenología  Mamaria (SIM,) y el Colegio Americano de Radiología (CAR) sobre el escaneado del cáncer de mama, sugieren que la exploración debería empezar a los 40 años y sólo antes si son pacientes de alto riesgo.
 De hecho, las mamografías dañan a diez mujeres por cada una que ayudan, y el número de falsos positivos en la industria del cáncer es increíblemente alto. 
Cada año, a través de EEUU y otros países donde la industria del cáncer es un crimen organizado que ha invadido el cuidado de la salud, se vienen sacrificando vidas en nombre de las ganancias a favor del cáncer.
Para ocultar la evidencia, todas las causas de muerte producto de la quimioterapia se registran como causadas por el cáncer; sin que un sólo certificado de defunción exprese que la causa de la muerte haya sido la quimioterapia. 
La industria entierra la verdad sobre el número de mujeres que está matando sistemáticamente, y elude las penas por la comisión de un fraude masivo de atención médica. 
Algunos incluso lo llaman “asesinato médico”, porque es llevado a cabo por la mafia médica.
Como explica PreventDisease.com, “el doctor Farid Fata es sólo una consecuencia del sistema. 
Como él, existen miles que practican legalmente la oncología en Estados Unidos y el extranjero; los cuales son culpables de los mismos delitos, pero nunca son capturados porque “vuelan por debajo del radar”.
También se debe a que nuevas víctimas siguen llegando a estas clínicas de cáncer a pedir ayuda médica. Pero en vez de ser ayudadas, son envenenadas e incluso asesinadas como parte del gran esquema de facturación del Medicare, que enriquece a los curanderos que destruyen la salud y la vida de innumerables mujeres inocentes.
El número de víctimas de la industria del cáncer hace que el terrorismo parezca inofensivo
Este delito permanente contra las mujeres empequeñece el número de muertos de todos los actos combinados cometidos por el terrorismo y la guerra en el mundo. La guerra contra las mujeres librada por la industria del cáncer representa nada más y nada menos que un crimen contra la humanidad.
Llamarlo “medicina” es un insulto a la dignidad humana. 
No es la medicina; es una manera de convertir el cuerpo femenino en riqueza financiera para el médico a costa de la destrucción de la salud de la mujer.
Nunca te fíes de un oncólogo. 
Ellos te van a envenenar por la sencilla razón de que su cuenta bancaria es más importante que tu salud. 
Si parecen realmente genuinos y cariñosos, es porque en verdad se preocupan por sus cuentas bancarias, y son ustedes la excusa para continuar chupándole cientos de miles de dólares al Medicare.

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