Los 5 MITOS sobre la SEGURIDAD de los HERBICIDAS
Los
5 mitos
sobre
la seguridad de los herbicidas
Informe redactado por
André Leu, 2014 (Resumen)
El agricultor ecológico André Leu, ha escarbado en
gran cantidad de estudios científicos, revisados por
pares, para presentar pruebas de que las afirmaciones de las Empresas Químicas
y de las Agencias de Regulación sobre los pesticidas no son lo que
parecen.
Dicho de otra manera, Leu refuta utilizando datos científicos
los cinco mitos más repetidos sobre la seguridad de los pesticidas.
En Los Mitos de la Seguridad de los Pesticidas se
perfilan las carencias en la regulación de los productos químicos tóxicos
usados en el suministro de alimentos y afirma que la mayor parte de las
directrices seguidas para sostener el actual modelo está basado en criterios
obsoletos, más bien que en los últimos descubrimientos científicos.
En realidad estos criterios constituyen una serie de mitos.
1.
Mito de que han sido “rigurosamente probados”.
La mayor parte de las formulaciones de pesticidas más vendidas
en el mundo no ha sido probada su seguridad.
2.
Mito de la muy “pequeña cantidad”.
La mínima cantidad de residuo químico puede ser dañina.
3.
Mito de la “degradación”.
Muchos pesticidas son más tóxicos cuando se biodegradan.
4.
Mito de que
se puede confiar en las “Agencias de
Regulación”.
Las autoridades reguladoras no
atienden a la gran cantidad de estudios científicos revisados por pares que
muestran el daño causado por los pesticidas y toma decisiones en base a
hipótesis y datos gratuitos.
5.
Mito de que
los pesticidas son “esenciales para la
agricultura”.
Los pesticidas sintéticos tóxicos no
son necesarios en la agricultura ya que la agricultura ecológica puede
alimentar al mundo.
La credibilidad científica de las autoridades que aprueban las
regulaciones de los pesticidas se debe poner seriamente en duda, pues aprueban
el uso de pesticidas en base a observaciones que carecen de datos.
Un buen ejemplo de lo dicho anteriormente es que la aprobación
de pesticidas que se consideran seguros se hace sobre la base de probar sólo
uno de los ingredientes sin hacerlo de la formulación completa.
Teniendo en cuenta
que el resto de ingredientes químicos son químicamente activos y se añaden para
conseguir que el ingrediente activo actúe de manera más eficaz, la suposición
de que son inertes y no va a aumentar la toxicidad de la formulación carece de
credibilidad científica.
Algunos estudios científicos que se han limitado a algunas
formulaciones de plaguicidas demuestran que son ciento de veces más tóxicas
para los humanos que el ingrediente activo por sí solo.
No hay requisitos para
probar la toxicidad de la formulación completa del plaguicida para que se
puedan obtener datos científicos en qué basarse”.
Las autoridades reguladores aprueban diferentes pesticidas para
su uso en los cultivos, tales como herbicidas, fungicidas e insecticidas,
considerando que todos ellos se pueden usar para la producción normal de la
cosecha.
Por lo tanto, se van a encontrar en las cosechas múltiples
residuos de pesticidas. En los análisis realizados en los alimentos de Estados
Unidos se encontró que el 47,4% de ellos contenían dos o más residuos de los
pesticidas.
El proceso estándar de aprobar cada pesticida por separado se
basa en que si cada una de las sustancias químicas es segura de manera
individual también lo será la combinación de varios productos químicos.
Sin embargo, se han publicado diversas investigaciones
científicas que muestran que las combinaciones de residuos de varios pesticidas
pueden provocar efectos adversos debido a la acción sinérgica de todos ellos o
por adición.
El fracaso en la comprobación de las combinaciones de pesticidas
aprobadas y sus efectos potencialmente adversos en la salud significa que las
autoridades reguladores no tienen los suficientes datos basados en estudios que
indiquen que dichas combinaciones de residuos sean seguras.
A menos que las pruebas
experimentales no se realicen sobre varias generaciones, sobre todo teniendo
en cuenta órganos y procesos fisiológicos, tampoco servirán los datos de la
ADI para afirmar que no se causarán problemas a las generaciones futuras.
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La carencia de
estudios de los efectos de los metabolitos que se forman cuando se degradan los
pesticidas genera una alarmante ausencia de datos, aunque algunos ensayos
limitados han mostrado que son más tóxicos que los propios residuos del
pesticida.
El establecimiento de
la Ingesta Diaria Admisible (IDA) es otro ejemplo.
Considerando que hay
cientos de estudios que muestran que muchos productos químicos pueden ser
disruptores endocrinos y que por lo tanto serían tóxicos a dosis inferiores,
establecer la IDA en base a una extrapolación de los estudios realizados con
dosis más altas, es otra afirmación gratuita.
La única manera de
establecer una IDA segura y que no actúe como un disruptor endocrino, es la de
realizar los ensayos con los niveles de residuos actuales que establece la IDA.
Los requisitos
especiales que necesita el feto, el recién nacido y el niño en desarrollo en
relación a la neurotoxicidad también presentan una ausencia de datos.
Actualmente las
pruebas realizadas con los pesticidas para iniciar el proceso de aprobación por
las Agencias de Regulación, no establecen expresamente que se tengan en cuenta
los riesgos particulares en función de la edad, y la IDA se establece en
función de los ensayos realizados en animales adolescentes.
Hasta que no se
diseñen pruebas experimentales que evalúen los peligros para el feto y los
niños en la fase de desarrollo, seguiremos sin datos específicos para esta
categoría de edad.
Es lo mismo con los
efectos intergeneracionales.
A menos que las
pruebas experimentales no se realicen sobre varias generaciones, sobre todo teniendo
en cuenta órganos y procesos fisiológicos, tampoco servirán los datos de la ADI
para afirmar que no se causarán problemas a las generaciones futuras.
Hay muchas
investigaciones científicas que muestran que la exposición a los residuos de
los plaguicidas causan problemas de salud a las generaciones futuras, y no
tener en cuenta esto puede resultar peligroso.
Las normas de
regulación de los pesticidas deberían estar basadas en datos generados por
investigaciones y pruebas científicas creíbles, no en observaciones sin datos,
como se hace actualmente. Pruebas adicionales se debieran realizar para:
→ Mezclas y
cócteles de productos químicos.
→ Los productos
con su formulación completa, no sólo del ingrediente activo.
→ La toxicidad de
los metabolitos de los pesticidas.
→ Los requisitos
especiales para los fetos, recién nacidos y niños en crecimiento.
→ Los disruptores
endocrinos.
→ Los disruptores
metabólicos.
→ Los efectos
intergeneracionales en todos los órganos y sistemas fisiológicos.
→ La neurotoxicidad
durante el desarrollo.
Hasta que no se haga
todo esto, las Agencias de Regulación no dispondrán de pruebas científicas
creíbles que apoyen sus afirmaciones de que un determinado nivel de residuos de
pesticidas es seguro para los seres humanos y el ambiente.
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