El documento, elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior, ha sido divulgado poco después de que ganara el Brexit en el reciente referéndum celebrado en Reino Unido.
La nueva estrategia de seguridad, hace un llamado a la convergencia y defensa mutua entre los Estados miembros frente a los retos que desestabilizan la comunidad europea, como la crisis migratoria y el terrorismo internacional.
El documento está marcado por el contexto de incertidumbre por el Brexit y el cierto grado de desconfianza entre los aliados estratégicos.
Por esa razón, el documento estratégico se muestra ambiguo, cuando afirma la necesidad de profundizar la cooperación con la OTAN y a la vez aboga por desarrollar una capacidad defensiva propia para poder actuar de forma autónoma a los dictados de EEUU.
Esta postura nueva entraría en contraste con la postura del Reino Unido, que afirmaba que la coordinación de la Unión Europea en materia de defensa,debía realizarse a través de la OTAN.
El documento especifica que los países miembros deberán dedicar un 20% del presupuesto de defensa a la adquisición de equipos, investigación y desarrollo tecnológico, para ser capaces de afrontar las amenazas externas sobre el bloque europeo.
El documento también estipula la abolición de los obstáculos de índole procesal, financiero y político, para conseguir desarrollar una capacidad de respuesta militar rápida en el despliegue de grupos de combate.
Los analistas coinciden en que la nueva Estrategia Global de Política Exterior de la Unión Europea es un intento de profundizar su autonomía en materia de defensa, más allá de su principal alianza militar que es la OTAN y marcan el inicio de un alejamiento de los postulados dominantes de EEUU en materia militar sobre Europa.
Y en 2015, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hizo un llamamiento para la creación de un ejército europeo unificado.
Todas estas revelaciones vienen a confirmar los rumores que se vienen produciendo en los últimos meses sobre la creación de un ejército unificado europeo, e incluso la creación de un superestado unificado europeo que represente una evolución de la propia Unión Europea actual, aprovechando el terremoto provocado por el Brexit.
Al respecto, diversos analistas euroescépticos británicos, denuncian que la Unión Europea estaría trabajando en la creación de lo que califican como un “imperio europeo”, que trataría de aumentar su influencia en Oriente Medio y África, alejándose de la sumisión actual a los EEUU.
Lo que se estaría dibujando en el horizonte pues, es una creciente separación entre la OTAN y la Unión Europea, en la que el Reino Unido se convertiría en un importante miembro de la alianza atlántica, separado de la nueva fuerza militar europea.
Quizás veamos un futuro, en las próximas décadas, en el que los bloques militares conformados por la Unión Europea y una OTAN de base claramente anglosajona, se conviertan en competidores estratégicos en el teatro de operaciones global, con alianzas alternativas con potencias como Rusia, China o la India que ahora nos parecerían inimaginables…
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