La Policía creó una brigada para investigar a rivales políticos del PP sin orden judicial

El 'caso Faisán', el 'caso Palau' o una investigación a Oleguer Pujol son algunos de los trabajos de la 'Brigada de Revisión de Casos'.

E.B. / 14-07-2016

Policía Nacional

La Dirección General de la Policía Nacional creó en 2012 la 'Brigada de Revisión de Casos' con un objetivo claro: perseguir a los rivales políticos del Gobierno del PP mediante investigaciones no ordenadas por ningún juez, según han desvelado a la SER agentes que integraron este grupo. 

Esta brigada estaba dirigida por el jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, que fue destituido hace meses, y estaba bajo las órdenes de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía. La unidad, según la mencionada emisora, se ocupaba de investigar aquellos casos que la cúpula policial consideraba que habían quedado sin resolver y que interesaba a la ciudadanía. 

De esta manera, el jefe de Asuntos Internos hizo trabajos para esta brigada relacionados con el 'caso Faisán', en el que el PP intentó involucrar al por entonces ministro del Interior, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, en un soplo a colaboradores de ETA. El juez Pablo Ruz rechazó ese trabajo, según ha confirmado la SER.

Marcelino Martín-Blas también realizó otro informe sobre el 'caso Palau' y trató que la fiscalía le autorizase a registrar el domicilio del tesorero de Convergència.

A esto hay que sumar que la 'Brigada de Revisión de Casos' investigó a Oleguer Pujol, hijo pequeño del expresidente de la Generalitat de Cataluña, e hizo un informe que entregó a la Fiscalía Anticorrupción. 

El 'caso de los niños robados' fue otra de las investigaciones de esta unidad. 

Según la cadena de radio de Prisa, Martín-Blas ha solicitado ahora a la Dirección General de la Policía un informe completo de su actividad policial para certificar que no viajó a Cataluña en compañía del agente encubierto José Manuel Villarejo, que le ha relacionado, presuntamente, con la 'Operación Cataluña'. Villarejo y Martín-Blas están ahora enfrentados a cuenta del 'caso del pequeño Nicolás'.