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martes, 7 de junio de 2016

Rudolf Diesel, ¿un anti-imperialista?


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Rudolf Diesel, ¿un anti-imperialista?



Rudolf Diesel fue igeniero alemán de orígenes modestos que nació en 1858, en Paris, a donde emigró su familia. 
Murió en setiembre de 1913, en vísperas de la I Guerra Mundial, en condiciones enigmáticas. 
Tras sus estudios de inginiería, con el apoyo financiero del magnate de la siderúrgia, Friedrich Alfred Krupp, desarrolló el famoso motor que lleva su nombre.
El invento al que dedicó su vida estaba destinado a servir a los pequeño artenasos, sustituyendo la máquina de vapor, muy cara y extremadamente consumidora de carbón, por un motor al alcance de todo el mundo. 
En efecto, ese motor ocuparía un espacio mucho más reducido, sería menos costoso y sería alimentado por combustibles baratos y ampliamente disponibles, aceites pesados, pero sobre todo agrocarburantes. 
De ese modo constituirá un antídoto al creciente monopolio de los grandes grupos industriales y estimularía la producción agrícola.
Un motor para todo el mundo
¿Cómo funciona su revolucionario motor? 
El aire que entra en la cámara de combustión se calienta por compresión y el carburante, inyectado en un segundo tiempo, arde al contacto con ese gas sobrecalentado. Aumentando el índice de compresión, Diesel contaba poder utilizar no importa qué tipo de combustible. 
Pero para ello, necesitaba encontrar materiales lo suficientemente resistentes y desarrollar un procedimiento que permitiera el contacto del carburante con el aire a temperatura elevada. La inyección era el problema más complejo que necesitaba resolver de forma imperativa.
Para avanzar, necesitaba construir un prototipo, lo que le lleva a buscar activamentes financiación para lo que publica un libro en defensa de los numerosos méritos de su motor. 
Es así como logró llamar la atención de la fábrica Buz de Augsburgo y del gran magnate de la siderúrgia, Friedrich Alfred Krupp. 
En efecto, la invención de un motor de autocombustión interesa a la industria, a pesar de que Diesel, que logro patentarlo en en 1892, se enfrenta al excepcitismo de los expertos
No obstante, tras sus primeros y prometedores ensayos en 1893, el desarrollo de su motor plantea algunos problemas aparentemente irresolubles. Diesel logrará resolverlos definitivamente en 1896-1897. 
A partir de entonces, se esfuerza en lograr que su máquina sea capaz de utilizar un carburante barato: aceites pesados, residuos de refinado del petróleo bruto y, sobretodo, agrocarburantes. 
Mientras tanto, tuvo que ceder la explotación de sus primeras patentes a una sociedad que escapaba a su control. 
De entrada, quienes más se interesaban por las características del motor fueron las centrales eléctricas pero las mismas se van a mostrar fundamentales para la marina mercante y militar.
Contra los monopolios
En la Exposición Universal de Paris en el año 1900, donde su invento recibió el gran premio, Rudolf Diesel llegó a hacer funcionar su máquina con aceite de cacahuete. 
Él continuaba trabajando para desarrollar un mecanismo barato que estuviera, de verdad, al alcance de todo el mundo.
Fue el inicio de la conquista del planeta por el motor Diesel que fue adoptado en numerosas industrias y centrales eléctricas. En 1912 se utilizará por primera vez en un paquebote transatlántico.
¿En que se ha convertido su sueño de una motor “democrático”, al alcance de todo el mundo, que permitiera luchar contra los grandes monopolios? 
Recordemos que para Diesel, su descubrimiento tenía de contribuir a la descentralización industrial y una fuerte implantación de la pequeña producción. 
Cada vez más hostil a los barones de la industria y a su política exterior imperialista, defiende sus concepciones en un ensayo tituladoSolidaridad: la salud económica natural de la humanidad, publicado en alemán en 1903 y reeditado en 2012.
A pesar de que considera que sus respuestas a la cuestión social son más importantes que sus inventos mecánicos, no venderá más de 400 ejemplares del libro, que se publicó a cuenta de autor. 
En realidad, su doctrina solidaria vio la luz en Francia, de la pluma de Alfred Fouillé, de Léon Bourgeois y de Erich Durkheim, y encontró cierto éxito en los medios laicos republicanos y científicos, en respuesta al socialismo y a la doctrina social de la Iglesia.
En el corazón de la carrera armamentística
Desde 1892, el Emperador y el almirantazgo decidieron secretamente hacer de la marina alemana la rival de la del Reino Unido. Con ese objetivo, iniciaron la búsqueda de medios de propulsión más potentes. 
Ahora bien, el motor Diesel debe permitir ganar autonomía y espacio en los navíos, al suprimir la caldera y la bodega de carbón. Pero Diesel no quiere oir hablar de la utilización militar de su invento, lo que no impedirá al ejército hacer caso omiso de ello.
En vísperas del primer conflicto mundial, Alemania no había logrado atrapar a Inglaterra en el ámbito de la marina de guerra. Pero el motor Diesel debería otorgarle una ventaja decisiva para la guerra submarina. 
Sobre el agua, garantizada una mayor autonomía; bajo el agua, era el sistema más fiable para cargar las baterías de los motores eléctricos. Es así como se convierte en un elemento clave de la carrera armamentística. Y Rudolf Diesel no pudo oponerse a este nuevo uso.
Por otra parte, en ese momento, el inventor parece estar casi totalmente arruinado. Y para su desgracia, a partir de ese momento se prohíben las transferencia de tecnologías al extranjero. De ese modo, la marina de guerra alemana se opuso a la firma de nuevos contratos con los británicos. 
De ninguna manera debían llegar a manos de los ingleses las últimas innovaciones aportadas al motor Diesel.
A pesar de ello, en 1913, con 55 años, Diesel se prepara a viajar a Inglaterra para inaugurar una fábrica de motores y participar en una reunión de negocios. 
Sin duda, allí espera encontrar una solución a sus problemas financieros, aún cuando eso disguste a su propio gobierno. Su mujer trata de retenerle, en unos momentos en que la prensa presenta la guerra como inminente. 

El 29 de septiembre, atraviesa el canal de la Mancha a bordo del Dresden, partiendo de Amberes.
¿Quien provocó la muerte de Rudolf Diesel?
Cuando tras cenar a bordo se despidió de sus asociados, a las 22h, Rudolf Diesel se citó con ellos para la mañana siguiente, antes de desaparecer sin dejar ningún rastro a lo largo de la noche. 

Diez días más tarde, un barco holandés encontrará sus restos mortales flotando en el agua en un avanzado estado de descomposición. Uno de sus hijos reconocerá formalmente los objetos encontrados en su cuerpo.
Teniendo en cuenta los problemas financieros que había ocultado a su familia, la tesis del suicidio se impuso rápidamente. 
Sin embargo, Viktor Glass, autor de una reciente novela biográfica en alemán titulada Diesel: la enigmática muerte de un ingeniero, no lo cree así. 
Su héroe tenía aún muchos proyectos: quería relanzar la distribución de su libro, acabada de escribir una carta jovial a su mujer, a la que, sin embargo, no dejará ninguna carta de adiós… También se encontró en su cabina su maleta con la llave en la cerradura, como si hubiera sido sorprendido por una visita inesperada en el momento de abrirla. Por lo tanto, no está excluido que fuera víctima de un asesinato…
¿Se desembarazaron los servicios secretos alemanes de un hombre que rechazaba apoyar la carrera armamentística de su país y amenazaba con coloborar con los británicos? 
¿Fué víctima de los barones del petróleo, él, que trabajaba de forma activa por reemplazar los combustibles fósiles por agrocombustibles, hasta el punto de que John Davison Rockefeller Jr. lo consideró como un enemigo mortal? 
Ningún elemento material permite confirmar una u otra de estas hipótesis, a pesar de que las especulaciones sobre esta extraña desaparición, pocos meses antes de la Gran Guerra, continuan.
Cualesquiera que sean las circunstancias del final de Rudolf Diesel, la historia de su vida es emblemática de la expropiación de los inventores por los grandes grupos capitalistas y de la explotación de sus descubrimientos con fines opuestos a sus objetivos iniciales. 
En el caso de Diesel, el contraste salta a la vista. 
Ciento dos años después de la muerte de este gran inventor, el escándalo de los vehículos Diesel de la VolksWagen se inscribre en la línea de la misma impostura.
Jean Batou
Artículo publicado en el portal de Viento Sur


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