
Cierta ultraderecha, como Trump o la francesa de Le Pen, está demonizada por los grandes medios neoliberales mientras otras como la nazi de Kiev o la ultranacionalista polaca están protegidas.
ULTRACIONALISTAS POLACOS |
Esto es debido, no por ser más radicales ni más xenófobas que las otras, sino porque
en primer lugar,
las primeras funcionan de forma autónoma e independiente, no como las segundas que están manejadas por Israel y EEUU

Cosa que por cierto, tienen en común con los partidos tradicionales que abanderan el bipàrtidismo en cuaquier democracia occidental.

De hecho, cuando alguno de ellos como el partido laborista de Corbyn, o el demócrata representado por Sanders en EEUU, saca los pies del tiesto con respecto a estas directrices, empieza a ser demonizados también.
Resumiendo, dá igual llamarte Putin, Maduro, Evo, Iglesias, Corbyn, Trump, Sanders, Orban, Dilma o Cristina Fernández de Kirchner, ser de izquierdas o de derechas, demócrata o dictador, o musulmán o cristiano... si te pones en contra de los intereses de Sión y sus corporaciones, acabarás demonizado y tildado de radical, ultra, antisistema y si es posible hasta de terrorista.
El caso será acabar contigo y tus ganas de ser independiente.
De hecho, tan dictadores eran Sadam Hussein, Gadafi o Al Assad, indpendientemente de que que miraran más o menos por sus ciudadanos, que sus homólogos de Arabia Saudí, Qatar, Marruecos o Egipto, entre otros... y si a unos se les demoniza y a otros no, no es por su crueldad o barbarie sino por su sintonía o clientelismo con el estado terrorista de Israel.
Por eso, aunque por ahora no se visibilice, regímenes como el de Túnez, Argelia, Hungría, Macedonia o Nigeria, están en el punto de mira de EEUU e Israel y condenados, tan solo por no plegarse del todo, a sus dictados.
ARMAK de ODELOT





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