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sábado, 16 de abril de 2016

La Mentira y Manipulación Mediática - Libertad de Prensa SOLO… para mentir, manipular y desinformar


La mentira mediática y la sociedad manipulada

Marat
El obsceno relato que nos cuentan del mundo en el que vivimos:La información puede ser veraz o parecerlo pero nadie pretenda que sea cierta.


A Shangay Lily, maricón, valiente, defensor de toda causa humana, revolucionario incluso contra nuestras eternas verdades, comunista avant la lettre, periodista del que algunos se alegran de haberse librado, icono del que buscan aprovecharse miserables que combatió. Amigo, frente al que, cabreado, a veces no tuve razón

Por Marat

1.-El obsceno relato que nos cuentan del mundo en el que vivimos:

La información puede ser veraz o parecerlo pero nadie pretenda que sea cierta.
Allá donde empieza el derecho de empresa acaba el derecho a la información.

Los medios de comunicación, también los grandes proveedores de servicios digitales que hoy entran en la batalla comunicativa así como los agregadores de noticias y las redes sociales son empresas y, como tales, están participados por socios financieros, acciones cruzadas de terceras empresas y consorcios muchos de ellos ajenos al mundo informativo.



En relación con la realidad y con el modo en que ésta es transmitida y comunicada tienen intereses concretos; en primer lugar económicos, en segundo políticos e ideológicos.

El objetivo de la información es “recrear” la realidad, ajustar la versión que se da de la misma y la que hemos de aceptar como válida y cierta de acuerdo a los intereses del poder. 

Se trata de hacer coincidir la parte de la realidad que se cuenta y el modo en el que se cuenta con los intereses del poder económico y político, manteniendo lo disonante con dichos intereses como zonas “penumbra” o directamente en la oscuridad.

Hoy la mentira mediática alcanza tal dimensión que información y publicidad -nombre éste último que intenta dignificar al término de “propaganda”- se unen en el concepto comunicación, donde la verdad no es un objetivo de la misma sino la persuasión.

Cualquier tratado de periodismo le dirá que las funciones de los medios de comunicación son, junto a la de informar, las de formar la opinión, persuadir y educar o socializar, junto, cómo no, a la de entretener. Si se fijan ustedes, las funciones de formar la opinión del público, persuadir, y educar o socializar podrían resumirse muy bien en la de manipular a sus audiencias.

Mucho se ha mentido, manipulado, engañado, desinformado desde que el magnante de la prensa William Randolph Hearts dijera a su ilustrador Frederick Remington aquello de “usted facilite los dibujos, que yo pondré la guerra”, cuando éste le telegrafió que en Cuba todo estaba en calma y que quería volver a Estados Unidos.

En estos días han aparecido en diversos medios unos cuantos ejemplos del modo en el que los medios de comunicación manejan a la opinión pública.

Así el diario El Mundo, después de que militantes de izquierdas bolivarianos denunciaran la trampa de hacer pasar la fotografía de un supermercado neoyorkino de Agosto de 2011 como prueba del desabastecimiento actual de dichos establecimientos en Venezuela, informaba profusamente sobre la cuestión con un titular que no dejaba lugar a dudas: 

“La foto icónica 

del desabastecimiento en Venezuela se hizo en Nueva York”.

Dado que la nueva forma de censura del gobierno corrupto y semifascista del PP no permite reproducir gratuitamente textos o enlaces a las noticias digitales, les suguiero que ustedes mismos, si tienen algún interés en ello se tomen la molestia de buscarlo en Internet.


La noticia de El Mundo se hace eco de cómo el primer rastro de trucaje fotográfico se produjo en un blog conspiranoico, El Blog de Skiper, que manipuló la imagen fotográfica para colar como desabastecimiento por la situación económica y política en Venezuela lo que era una circunstancia ligada al desabastecimiento por la afluencia masiva de consumidores ante el temor al huracán Irene. 

Llamativamente ahora, tras la denuncia aparecida en multitud de medios internacionales, el blog conspiranoico parece haber cambiado la fotografía y puesto la inicial, propiedad de la agencia Reuters, con el fin de hacer desaparecer la manipulación fotográfica, que posteriormente ilustraremos en imágenes.

Presentamos en la parte superior la imagen tal y como apareció la noticia por primera vez en Reuters y debajo la manipulación efectuada con el objetivo de descontextualizarla y facilitar así su atribución a una situación producida en otro país.

Como puede apreciarse en la foto inferior, la parte de arriba de la misma ha sido recortada para dificultar la lectura de los carteles escritos en inglés que cuelgan del techo del establecimiento. Huelga decir que el idioma de Venezuela, en el que se rotula también la publicidad, es el español.

Ni que decir tiene que muchos medios escritos latinoamericanos prefirieron reproducir la foto manipulada-que la realidad no nos estropee una noticia interesante, sobre todo si pensamos en para quiénes y con qué objetivos- que la original de una agencia tan importante y con tanto eco en el continente americano como Reuters.


Tampoco dude nadie de que aún hay sectores de la oposición golpista venezolana que siguen utilizando la imagen en la esperanza de que haya aún personas que no conozcan esta manipulación.

Es un asunto mucho más antiguo pero, ya que de Venezuela hablamos, en Enero de 2013 el diario español El País quiso aparecer internacionalmente como el gran abanderado del antichavismo, publicando una supuesta fotografía del entonces Presidente venezolano, Hugo Chávez, en lo que parecía una intervención quirúrgica a vida o muerte.

La fotografía, repleta de marcas de agua digitales con el nombre del digital (en su versión papel creo que no llegó a aparecer) fue una cantada. 


Lo que cabe interpretarse como ardiente deseo de rápida resolución del “problema venezolano” por la vía biológica hubo de esperar un tiempo porque la fotografía, que verán ustedes más abajo, era un bluf, un engaño de aficionado al periodismo de ficción (Tomasso Debenedetti) que se la había vendido al diario por una jugosa cantidad, la cuál nunca fue aclarada, y que el aludido había sacado de la fotografía de un vídeo de youtube de 2.008 llamado "Intubación de agromegalia AMVAD: 

En el minuto 2.29 el fotógrafo hizo una captura de pantalla del vídeo que le envío a El País. 

Lo curioso es que este sujeto se había inventado ya por entonces la muerte de Gabriel García Márquez y entrevistas a varios Premios Nobel y al Dalai Lama. 

Cuesta entender que, con este currículo, y los medios disponibles de investigación, al alcance de un clic en buscadores, El País picase. 

Quizá pensó que picarían sus lectores, cosa que no sucedió.

Todo lo anterior sea dicho más allá de lo que me parezca la dirigencia nacional venezolana tras la muerte del comandante Chávez.

Pero la manipulación y la mendacidad periodística tiene múltiples formas.

A través de un texto publicado hace unos días en el blog Grupo Antimilitarista Tortuga, titulado http://www.grupotortuga.com/Siria-la-guerra-mal-contada supe de una historia rocambolesca sobre la que decidí rastrear un poco por mi cuenta.
En febrero de 2011 empezó a publicarse un blog, cuya totalidad de entradas al mismo han sido eliminadas, aunque ha dejado el rastro de su dirección URL (http://damascusgaygirl.blogspot.com/), cuya traducción al castellano vendría a ser “una chica lesbiana en Damasco”, que hablaba de las maldades del gobierno sirio, y de su Presidente al-Assad, y de cómo la supuesta chica lesbiana siria, Amina Arraf era su pretendido nombre, tenía que vivir su sexualidad a escondidas de la persecución del régimen de su país, mientras participaba en manifestaciones contra el mismo. 

Ya saben, esas manifestaciones pacíficas, con policías muertos, que dieron lugar a los “moderados” Al Nusra (Al Qaeda) y Estado Islámico (DAESH).

El 6 de junio de ese mismo año apareció en dicho blog una entrada, firmada por una supuesta prima de la tal Amina, Rania O Ismail, que contaba que la bloguera había sido detenida. 

La noticia fue reproducida en multitud de medios mundiales y se llegó a organizar una campaña para su liberación, algo lógico si pensamos en la solidaridad con las víctimas que provoca cualquier opresión que no tenga que ver con la base material de la sociedad, con la realidad económica y la desigualdad y explotación en la que se sustenta el sistema capitalista. 

Éstas últimas importan un carajo a la inmensa mayoría de las gentes, incluso a las explotadas por ese mismo sistema económico.

Pues bien, la tal Amina Arraf nunca existió, aunque aparecieron múltiples fotografías que la identificaban como tal, hasta que la persona real cuyas fotografías estaban siendo utilizadas para dar vida a un ser inexistente, la croata Jelena Lecic, denunció que sus fotos habían sido robadas de su perfil en Facebook. 

Ni que decir tiene que Jelena Lecic nunca había estado en Siria, no conocía a la tal Amina -cosa difícil- y por supuesto, nada tenía que ver con su blog.


Pronto se descubriría que el autor real del blog era un estadounidense con barba, de 40 años, llamado Tom McMaster, que decía estudiar un master en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.

Sobre el tal Tom McManister hay algunos datos interesantes en el sitio SOTT, en un artículo que aparece bajo el título 

La sangrienta revolución siria patrocinada por la CIA - ¿Una distracción? 

Si algo queda claro en este texto es que quien crea que Tom McMaster era un simple imbécil y no un esbirro al servicio del imperialismo es ser tan cretino como él.

Pero si de todas las mentiras que recientemente han llegado hasta mí tuviera que hacer un apartado especial, sin duda el caso de los Panama papers o Papeles de Panamá se llevaría la palma. 

Y no por lo que cuenta sino por lo que deja de contar, como es el caso de La Sexta y de todos los demás medios, con la excepción de vozpopuli y de El Confidencial, el cuál desvela lo escamoteado con sorprendente cinismo y transparencia.

El día en que estalló el turbio asunto de los Panama papers tuve la sensación de que la prudencia a la hora de juzgar aquella filtración me invitaba a callar. 

Sentí una mezcla de alegría e ira por todos los políticos y “famosos” que aparecían en la lista los cuáles, en mi opinión deben pagar en dinero, con intereses añadidos, inhabilitación de por vida en el caso de quienes ocupan cargos públicos y cárcel, siempre que se demuestre que han estafado al fisco y se lo han llevado crudo. 

Pero, a la vez, esperaba que lo que los medios iban filtrando en una entrega por capítulos aclarase algo de las 200.000 empresas que, en los primeros momentos fueron señaladas como clientes de la firma panameña Mossack Fonseca, especializada en empresas offshore para la evasión de impuestos y capitales. 

De esas empresas seguimos sin saber nada al día de hoy, salvo que sean pantallas de particulares. Nunca de empresas reales.

Una localidad norteamericana martilleaba mis oídos cuando se hablaba en los informativos de los papeles de Panamá y del carácter de este país como paraíso fiscal: Delaware

Pero Delaware es uno de los 50 estados USA y, aunque se le señalaba como paraíso fiscal, no estaba en Panamá. 

Se hablaba de cosas distintas en La Sexta y en otras televisiones pero no se conectaban los datos. 

Con un poco de esfuerzo acabé sabiendo que Delaware es uno de los muchos paraísos fiscales del mundo ¡Vaya!

Pronto dí con un artículo titulado 


Muchas personas que dudan de las versiones oficiales empezaban a cuestionar la versión oficial de aquellas filtraciones.

Aquél artículo hablaba de que los intereses de los paraísos fiscales USA estaban detrás de la operación de filtración de los nombres de políticos y famosos pero, casualidad, no de empresarios internacionales, a pesar de haber 200.000 empresas constituidas entre los clientes de Mossack Fonseca. 


El socio Mossack es hijo de un nazi evadido tras la II G.M. Edhard Mossack. 
Pero no nos perdamos en esta “zanahoria”, que sospecho que tiene ramificaciones destinadas a desviar la cuestión central.

Dicho artículo señalaba también que el primer medio que accedió a dichas filtraciones fue el periódico alemán Süddeutsche Zeitung’ que, si ustedes comprueban tiene un largo historial de amor con George Soros a través del ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, por sus siglas en inglés).

En el listado de periodistas en nómina del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ, aparece el nombre de Hans Leyendecker, editor, no un simple periodista de Süddeutsche Zeitung’ 


Es decir, lo de que el diario alemán se lo pasa al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ es pura mentira, por cuanto no hay transacción periodística sino disimulo de la fuente que cobra del mismo sitio que cobra todo el Consorcio, de, entre otros Open Society Foundations y la Fundación Ford (el de los coches y el fordismo, que quizá haya que aclarar conceptos a quien esté dispuesto a mantener su mente vaga).

Esto lo rebela el citado artículo pero también el propio Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ en su página que explica el conocido quiénes somos (https://www.icij.org/about), en concreto en el apartado titulado en inglés “Our supporters”

Pero como el inglés no llega a todos, como la voluntad de muchas personas de negar los hechos es superior a lo que pueda contarse desde esa página, ¿qué negación podremos hacer de lo que “informa” El Confidencial, uno de los dos medios españoles que publicaron los papeles de Panamá (el otro es La Sexta que, como siempre, esconde sus miserias de tener entre sus financistas a George Soros)

En un artículo del periodista Nacho Cordero, titulado “Los papeles de Panamá y el papel de la prensa independiente: el ‘making of’” pueden encontrar ustedes la manifestación más obscena y cruda del cinismo que puede permitirse el lujo de ser muy sincero, salvo en lo de “prensa independiente”.

No sólo cuenta cómo lo hicieron, salvo la parte de obtención de datos, que bien podría tener con lo que aquí se recoge de un texto sumamente sugerente (http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/04/la-maldicion-del-hacker-un-cuento.html

sino que se recrea en agradecer personalmente a George Soros y a la Open Society Foundations (OSF) su labor (27,6 millones de dólares donados al famoso Consorcio) su lucha para conseguir un periodismo independiente, al que no duda en calificar como,“simplemente periodismo”.

Imagino que promover una organización terrorista como CANVAS para destruir la antigua Yugoslavia, promover el Maidan nazi en Ucrania, pegar pelotazos capitalistas en todos los países del ex llamado socialismo real en Europa, casi arruinar la libra esterlina en los 90 y machacar la economía de los países que fueron conocidos en su día como los tigres asiáticos les parecerá a estos paladines de la libertad de prensa, parte de ese camino hacia la libertad.
El día 11 de abril otro medio confidencial, El Confidencial Digital titulaba 
“Los ricos españoles abandonan Panamá y escapan a un nuevo paraíso fiscal: Estados Unidos” . 

La jugada perfecta que muchos habían entendido desde el primer momento adquiría todo su sentido: el objetivo de la operación no era hacer limpieza de políticos corruptos, por supuesto tampoco que capitalistas pagaran, aunque hubiera que sacrificar algunos peones menores de uno u otro tipo, sino ir cerrando algunos chiringuitos o, mejor dicho, deslocalizándolos, para abrir otros donde de verdad importa, en USA.

Hace dos días comiendo con mi hijo, éste me dijo: 
“lo terrible de todo esto es que no descubres nada que ellos oculten, que está a la luz de quien quiera verlo y que, aún así, la inmensa mayoría de las personas no se enterarán y, si se enteran, no entenderán su significado”. No me asombró su inteligencia, que conozco muy bien. 

Tampoco lo que venía a decirme. Lo sé desde hace mucho tiempo. Simplemente sentí, una vez más, como tantas anteriormente, que quienes luchamos frente al desorden criminal del capital estamos condenados a ser moscas que se golpean frente a un cristal imposible de romper.


2.-Lo peor no es la profusión de la mentira. Lo peor es la omnipotencia del poder mediático Quien pretenda ir de limpio en esta jugada es demasiado estúpido o excesivamente hipócrita.

En la comunicación -nótese que no hablo de información- todos intentamos llevar el agua a nuestro molino.

Aún recuerdo un artículo mío respecto al que cierto memo autodenominado “expertomilitar” -manda huevos- del lugar de concentración de los trolls, se quejó de una afirmación mía en relación con un portaaviones chino que se aproximaba a Siria. Pues bien, llegó:



Los desmentidos posteriores chinos o rusos, cumplen la función que cumplen, distinta a cualquier troll, que sólo se entretiene.


El gran problema que nos derrota a todos ante la comunicación, que desde luego no es información cuando se mezcla, sin aviso previo, con opinión, manipulación, ficción/dramatización (representación, cada vez menos avisada en los medios, de un suceso representado tal y cómo se supone que sucedió), recreación e “imaginación”, además de mentira directa y ocultación, es éste: 

la concentración oligopólica de los multimedia en Occidente: 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 9.000 estaciones de radio, 1.500 televisiones, 2.400 editoriales: ¡Todo controlado por sólo seis trasnacionales! 


Aquí se expresa la verdad del conjunto de mentiras, medias verdades, y engaños de los medios de comunicación.

Frente a ello tenemos la realidad de un mundo explotado que trabaja 8 o muchas más horas, una parte de ellas sin cobrarlas, que tiene vida propia, hijos, hipotecas y mucho cansancio mental para ponerse a investigar si le engañan o no.

Si además de todo ello, quienes deben sostener un discurso crítico y ofrecerle otras versiones de la verdad, se alimentan del mismo estiercol con el que nos alimenta el capital, si además una buena parte parte de esa disidencia puede que esté penetrada, puede que la cosa de desvelar el mundo real sea difícil.

Valga un ejemplo.

Volvemos al asunto del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ. ¿Han oído hablar de Mediapart?. Les cité a ese medio francés, ligado a un trostkista, en un artículo sobre la Nuit Debout: 



¡Vaya! De los 4 periodistas franceses que el Consorcio de Soros tiene en nómina, tenemos que 2 de ellos están ligados a Mediapart, uno a France 2 y otro es un freelance.

Si entran ustedes en la parte de periodistas del ICJC (https://www.icij.org/journalists/a) y se van a la letra A, encontrarán a un tal Fabrice Arfi, de Mediapart. Y si van a la letra L (https://www.icij.org/journalists/l) se encontarán también con Karl Laske, igualmente de Mediapart

Pues bien, si tienen interés en seguir investigado les propongo que vean hasta qué punto Mediapart no es un medio de comunicación más en la promoción de la Nuit Debout sino un elemento principal de la misma 

¿Coincidencias? Lo dejo a ustedes.

3.-¿Cómo combatir todo esto?

Si de verdad tengo lectores y cómplices, dejo este apartado en vuestras manos porque a mí me supera y me siento incapaz de dar respuestas. Pido ayuda.- 


Dirección corta: http://lahaine.org/eY2m
terrorismo mediático

Texto completo en: http://www.lahaine.org/la-mentira-mediatica-y-la

Libertad de prensa… para mentir, manipular y desinformar

Confieso que hasta hace poco tiempo no había ahondado en el hecho de por qué la “gran prensa” de derecha de Estados Unidos, España y de un grupo importante de países latinoamericanos y del mundo, defiende a ultranza la vociferada libertad de prensa, la cual utilizan para esconder a quienes obedecen realmente, y como parapeto para defenderse de las denuncias contra sus difamaciones y mentiras.
Sin embargo, sin escarbar mucho, el asunto es fácil de desentrañar, si se toman en cuenta los entramados que existen entre televisoras como la norteamericana CNN en español, el diario El País, de España, y otros tantos de América Latina, estrechamente vinculados al gobierno norteamericano y a poderosas multinacionales económicas.
El controvertido concepto de libertad de prensa para esos medios está bien claro: obedecer al pie de la letra las instrucciones de Washington, engañar lo más que se pueda, silenciar hechos, difundir verdades a medias y crear estados de opinión infundados sobre determinados países y gobiernos progresistas, considerados enemigos por la Casa Blanca.
Un ejemplo fehaciente de ello fueron las recientes revelaciones hechas por las autoridades venezolanas de cómo un “afamado” periodista recibía indicaciones de un diplomático norteamericano sobre lo que debía escribir en sus columnas acerca de la salud del fallecido presidente Hugo Chávez.
El columnista Nelson Bocaranda, bien conocido en Caracas, gozaba de una “especial autonomía” para elaborar sus artículos, al cumplir al pie de la letra lo que le dictaba desde Bogotá, nada menos y nada más que el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.
Esa misma libertad de prensa es la que asume el periódico El País, de España, uno de los principales buques de guerra mediáticos que han bombardeado constantemente a Venezuela, incluso publicando fotos falsas de Chávez cuando estaba enfermo, lo cual fue repudiado internacionalmente.
No es ignorado que directivos y periodistas de El País han sostenido históricamente contactos muy fluidos con la misión diplomática de Washington en Madrid e, incluso, se han hecho develaciones al respecto.
Llama la atención que “casualmente” la línea editorial del citado cotidiano es idéntica a la de la televisora CNN en español, bautizada como la Cadena Más Mentirosa (CMM), en relación con naciones de la Patria Grande y de otras regiones del mundo donde se escenifican procesos de cambio en beneficio de sus pueblos.
Los regímenes de turno norteamericanos no escatiman en dinero para pagar, a través de sus embajadas o “representantes” de organizaciones vinculadas a sus agencias de inteligencia, a quienes en nombre de la libertad de prensa maldicen y denigran de gobiernos y países.
Recuerdo que un diplomático latinoamericano en España me narró cómo en un importante medio de comunicación madrileño se remuneraban con denominados “cheques negros” a reporteros “amigos” de Estados Unidos e Israel.
El mismo funcionario, en una conversación con un periodista, le expresó que si su gobierno tuviera petrodólares y los utilizara para pagarle a editores o directivos del medio que él representaba nunca más escribirían infamias de su país, a lo que su interlocutor respondió con el silencio.
Esa es la libertad de prensa que defienden hoy a capa de espada los poderosos mercaderes de la información, opuestos, claro, a cualquier ley que regule su imperio mediático.

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