Páginas

jueves, 17 de marzo de 2016

Tras firmar un gran acuerdo estratégico con Mohamed VI, Putin pone de acuerdo a Argelia, Marruecos y Polisario



Putin pone de acuerdo a Argelia, Marruecos y Polisario



Por primera vez en 40 años el conflicto del Sáhara Occidental entra en vías de solución impulsado por Vladimir Putin, que se ha convertido en el interlocutor privilegiado entre Argelia y Marruecos tras la visita oficial de Mohamed VI a Moscú. 

El dirigente ruso ha convencido a Argelia para que presione al Frente Polisario y al rey de Marruecos a sentarse a negociar con el movimiento independentista saharaui.

La crisis entre Marruecos y Naciones Unidas por las inoportunas declaraciones del secretario general Ban Ki-moon y la fulminante respuesta del reino alauí, ha pasado a un segundo plano tras la inesperada decisión de Vladimir Putin de implicarse en la solución del conflicto del Sáhara Occidental.

El dirigente ruso ha asegurado a Mohamed VI durante su visita oficial a Moscú que Rusia apoya a Marruecos y Argelia en la solución del conflicto del Sáhara que dura ya 40 años, apuntan medios diplomáticos europeos con información de primera mano sobre las conversaciones en el Kremlin.

Putin se ha convertido en interlocutor privilegiado entre las partes en conflicto. 

Durante su reciente visita a Argel, el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov adelantó a las autoridades argelinas el alcance del acuerdo estratégico del presidente Putin con el rey de Marruecos, adversario histórico de Argelia.

Argelia se encuentra en una encrucijada respecto al conflicto del Sáhara. Hace 40 años apoyó al Frente Polisario por dos razones: en primer lugar, para debilitar a Marruecos que había ocupado el Sahara español por las bravas (Marcha Verde). 

En segundo lugar, y no menos importante, porque un Sáhara Occidental independiente garantizaba a Argelia una salida al Atlántico a través de un Estado saharaui “tutelado” por el régimen argelino.

Conviene recordar que en 1976 y en pleno expansionismo soviético en el continente africano de la mano de Leonid Brézhnev, a la URSS, estrecha aliada de Argelia, le interesaba un estado prosoviético en la costa Atlántica frente a las Canarias. 

De esta manera Moscú obtenía facilidades navales y aéreasen el corazón del espacio atlántico de la OTAN junto a las rutas surcadas por los superpetroleros que procedentes del golfo Pérsico doblaban el cabo de Buena Esperanza camino de Europa.

La caída de la Unión Soviética hizo saltar por los aires este escenario geoestratégico y los refugiados saharauis en los campos argelinos del Tinduf, en número cada vez más menguante, llevan desde entonces una misera existencia en un conflicto enquistado.

Argelia tiene ahora otras preocupaciones estratégicas, como el terrorismo yihadista en sus fronteras, y el próximo relevo generacional de sus dirigentes políticos en el momento que fallezca el enfermo y anciano presidente Buteflika. 

En estas circunstancias, a Argel le pesa como una losa el apoyo al Frente Polisario: los miles de jóvenes saharauis retenidos en los campos de refugiados de han convertido en una “bomba de relojería” ante el peligro de que se pasen a las filas de Al Qaeda en el Magreb o del Estado Islámico.

Es este el escenario que Putin ha sabido captar con gran habilidad. De ahí que ofrezca a Argelia el apoyo diplomático necesario para que convenza al Frente Polisario de la necesidad de sentarse a negociar con Marruecos, al tiempo que firma un gran “acuerdo estratégico” con Mohamed VI. El Kremlin está, por primera vez, en condiciones de sentar a marroquíes, argelinos y polisarios en la misma mesa.

Las “viejas guardias” marroquíes y argelinas, que han vivido durante más de medio siglo del enfrentamiento entre ambos países, están perplejas ante el inesperado giro. Pero tendrán que ir atemperando sus posiciones si no quieren quedarse fuera del nuevo escenario.

Marruecos, con Rusia como aliada, tiene por vez primera garantías de que Argelia desactivará al Frente Polisario y le obligará a sentarse a negociar. Una de las primeras “señales” ha sido las declaraciones de Lavrov instando a que Rabat y el Polisario hablen directamente.

La condición impuesta por las tres partes -Marruecos, Argelia y Rusia- es que el Polisario renuncie a la independencia del Sáharay acepte la fórmula de la “autonomía avanzada” propuesta por Mohamed VI. 

Ésta consiste en el regreso de los refugiados del Tindufal territorio de la antigua colonia española con la garantía de que autogestionarán los recursos naturales (pesca y fosfatos).

Parece que todas las partes ganan. Marruecos consigue, después de 40 años, consolidar la marroquinidad del Sáhara Occidental que le permite a Mohamed VI cumplir con el mandato de su padre Hassan II, al tiempo que entierra el hacha de guerra con Argelia.

Argelia, por su parte, se quita un peso de encima para volcarse en sus fronteras más inestables por la ofensiva yihadista: Libia y Túnez, y entierra también el hacha de guerra con el reino alauí.

El Polisario, salva la cara, y entra en los libros de historia por haber conseguido que el pueblo saharaui regrese a su tierra con garantías de trabajo y progreso, lo que no ha tenido en los campos del Tinduf.

Y, finalmente, el kagebista Putin, consumado jugador del ajedrez geopolítico global, logra atraerse como aliados a los dos países más fuertes y ricos del Magreb, a caballo del Mediterráneo y el Atlántico, y con gigantescos recursos naturales (gas, fosfatos, petróleo, minerales raros, uranio).

Es decir, lo mismo que perseguía Brézhnev, pero ahora, por la vía mucho más pragmática de los intereses económicos y comerciales. Habrá que esperar al próximo movimiento de Estados Unidos en el tablero de ajedrez.

Mohamed VI firma con Putin en Moscú un gran acuerdo estratégico

Durante su visita oficial de tres días a Moscú, Mohamed VI ha rubricado con Putin un gran acuerdo estratégico que afecta a todos los actores regionales: España, Francia, Argelia y Estados Unidos. 

El nuevo eje Moscú-Rabat impulsa la venta de frutas y verduras marroquíes a Rusia ante las sanciones económicas que impiden a la UE vender productos agrícolas y la ruptura de relaciones entre Marruecos y la Unión. 

A cambio, Putin facilita al rey alauí el primer submarino para la Marina Real y ventajosos acuerdos de cooperación pesquera, energética y prospecciones mineras, entre otros.







 Las sanciones económicas de la Unión Europea contra Rusia por la adhesión de Crimea, prorrogadas en principio hasta julio de este año, que impiden las exportaciones de frutas y verduras a la Federación Rusa, ofrecen una oportunidad única a los productos agrícolas marroquíes. 

Aún así, ayer martes 15 de marzo, el presidente Putin le dijo en el Kremlin al rey Mohamed VI no entender “las razones de la caída en los envíos de fruta de Marruecos a Rusia, especialmente naranjas y tomates, teniendo en cuenta las limitaciones en el suministro de estos productos procedentes de los países de la Unión Europea”. Y le instó a que los productos marroquíes llenen los supermercados rusos.

Putin necesita las naranjas y tomates marroquíes ante las sanciones económicas de la UE que impiden las exportaciones a Rusia de productos agrícolas
Putin mostró al monarca alauí su cara más amable y se esforzó en que se sintiera cómodo, según el discurso de bienvenida del presidente ruso en el que enfatizó que Rusia tiene unas “relaciones maravillosas” con Marruecos. Palabras a las que Mohamed VI respondió que “para mí siempre es una gran alegría venir a este país”.

Ruptura con la UE


La visita oficial a Moscú de tres días de duración coincide con la ruptura de las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea por la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que anuló el acuerdo comercial de productos agrícolas y pesqueros de 2012 entre los 28 y el país magrebí, porque el texto incluía el Sáhara Occidental, territorio cuya soberanía no está reconocida internacionalmente. 

Marruecos es el primer beneficiario de la ayuda financiera de la llamada política europea de vecindad, con 200 millones de euros anuales, además de tener un status de socio preferente dentro de la UE. La Unión ha interpuesto un recurso contra el fallo del tribunal y trata de recomponer la difícil situación.

Mohamed VI no perdió la ocasión de mostrar su malestar ante Putin por la anulación del acuerdo comercial: “Espero que nuestros socios tradicionales de la UE -Francia, España y Portugal- nos ayudarán a superar el difícil período actual tan pronto como sea posible” (…) entretanto vamos a discutir las exportaciones de productos marroquíes a Rusia”, puntualizó el rey.

Un submarino a cambio

En este contexto, Mohamed VI se presenta a Putin como un vendedor despechado con la UE y providencial para aprovisionar a Rusia de las frutas y verduras que le niega Europa. En el “toma y daca” político el presidente ruso le vende al monarca marroquí a buen precio -300 millones de euros- un submarino de última generación. 

La Marina Real se dotará por vez primera de capacidad submarina para controlar, fundamentalmente, los accesos al estrecho de Gibraltar desde el golfo de Cádiz al mar de Alborán, y las aguas circundantes al archipiélago canario.

Se trata de un moderno submarino de la Clase Amur-1650, de 72 metros de eslora, equipado con 18 misiles antibuque, seis lanzadores de torpedos, capacidad de sembrar minas y un sistema de combate de última generación. El sumergible estará destacado en la nueva base naval marroquí de Ksar Sghir, (Alcazarseguir), situada frente a Gibraltar y a la base de utilización conjunta hispano-norteamericana de Rota (Cádiz).

La incorporación del primer submarino marroquí causa recelo en Madrid ya que rivalizará con los próximos S-80 de la Armada Española. 

Durante la visita a Moscú no se descarta que se haya negociado la compra de helicópteros de lucha antisubmarina para completar el potencial naval marroquí dotado de modernas fragatas.
El eje Moscú-Rabat supone un salto sin precedentes en sectores estratégicos como la pesca, defensa, minería y energía








En medios diplomáticos se señala que la decena de acuerdos firmados por la delegación marroquí en Moscú (se detallan al final del texto), representan un “salto sin precedentes” en sectores estratégicos como la pesca, defensa, minería y energía, que afectarán en una u otra medida a España, Francia, Argelia y Estados Unidos.

Las cuatro razones de Marruecos

¿Por qué Mohamed VI ha cerrado este gran acuerdo estratégico con Putin a riesgo de enfadar a Washington? El rey y sus asesores vislumbran el cambio que se está produciendo en la relación de fuerzas a nivel mundial, focalizado en cuatro razones que representan “intereses nacionales” prioritarios para la Monarquía marroquí:

a) Rusia mantiene estrechos vínculos con Argelia, adversario histórico de Marruecos. 

Por tanto, es el momento de estrechar relaciones con Moscú como interlocutor privilegiado con los próximos dirigentes que lleguen al poder en Argel, una vez fallezca el anciano y enfermo presidente Buteflika. La cuestión del Sáhara está en el fondo de esta primera razón.

b) Estados Unidos ha dejado de ser la gran potencia de un mundo pretendidamente unipolar y se ve obligado a compartir liderazgo con China. Por tanto, el siguiente paso de Rabat será su acercamiento a Pekín.

c) Rusia gana influencia en Europa, con el apoyo de Alemania. La UE es prioritaria para el desarrollo de Marruecos.

d) No se puede dejar de lado a Rusia en el Mediterráneo, máxime cuando Marruecos controla una de las orillas de acceso a dicho mar.

Tras estos cuatro motivos habría que preguntarse ¿cómo explicará Mohamed VI a Estados Unidos su giro estratégico a favor de Rusia? Probablemente le resulte difícil argumentar a la siempre hábil diplomacia alauí que ni el Pentágono ni el Departamento de Estado saldrán perjudicados de la alianza con Putin.

Ruptura en el Sáhara Occidental

La visita de Mohamed VI coincide con el sorpresivo anuncio de Rabat de reducir unilateralmente la misión MINURSO desplegada por la ONU en el Sáhara Occidental, ante lo que califica de “ultraje al pueblo marroquí” por parte del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.

El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Salahedín Mezuar, viajó el lunes a Nueva York por encargo de Mohamed VI para presentarle a Ban Ki-moon su protesta por referirse a la “ocupación” marroquí del Sáhara. Sin embargo, Mezuar se encontró con que Ban estaba “indignado” por la manifestación masiva celebrada un día antes en Rabat contra su persona, a la que asistieron al menos siete ministros del gobierno, según un comunicado de la Secretaria General de la ONU.
Las declaraciones de Baki Ki-moon han hecho saltar por los aires las expectativas de solución en el conflicto del Sáhara
Esta es la crisis más grave entre Marruecos y la ONU desde que en 1991 se desplegó MINURSO, compuesta actualmente por 210 agentes y más de 250 funcionarios civiles. 

Las expectativas que se habían creado en las últimas semanas de una negociación entre Marruecos y el Frente Polisario apoyada por Naciones Unidas para dar una salida al conflicto del Sáhara, han saltado por los aires. En la tarde del martes 15 de marzo se celebró una manifestación convocada por las autoridades marroquíes en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, con Ban Ki-moon como blanco de las críticas, informa la agencia Efe.

Incrementar el turismo ruso

Rusia y Marruecos han firmado un programa de cooperación turística hasta 2018 que incluye la celebración de ferias, el aumento de inversiones en el sector y una mayor frecuencia de vuelos directos entre ambos países.

Marruecos espera en 2016 un total de 100.000 turistas rusos tras el cierre de los destinos de Egipto por motivos de seguridad y Turquía por las sanciones económicas de Moscú contra el régimen de Ankara a raíz del derribo de un caza ruso. 

No obstante, los turoperadores rusos consideran que Marruecos no es una alternativa lo suficientemente atractiva debido a que el coste de vida es más alto que en otros países árabes.

Esfuerzos rusos en Siria

En un ambiente de piropos mutuos, Mohamed VI alabó los esfuerzos de Rusia para acabar con la guerra en Siria a través de la lucha contra el Estado Islámico y el diálogo entre el régimen de Bashar al-Asad y la oposición moderada. El monarca subrayó que la decisión de Putin de poner fin a la intervención aérea rusa “permitirá que el proceso político sea irreversible”. 

Asimismo, ambos dirigentes abogaron por una rápida solución de las guerras en Yemen y Libia, y se mostraron a favor de la “creación de un estado palestino independiente con capital en Jerusalén Oriental”.

Éste es el cuarto encuentro entre Mohamed VI y Putin, ya que además de la anterior visita del rey marroquí a Rusia en 2002, se reunieron en 2003 en Malasia y en 2006 durante el único viaje oficial del jefe del Kremlin a Marruecos.

• Acuerdos ruso-marroquíes
  • Lucha contra el terrorismo internacional.
  • Cooperación pesquera.
  • Prospecciones mineras (fosfatos).
  • Cooperación energética.
  • Impulso del turismo mediante vuelos regulares.
  • Cooperación en el ámbito del Islam.
  • Protección del Medio Ambiente.
  • Utilización sostenible de los recursos naturales.
  • Protección mutua de información clasificada en las áreas militar y tecnología de defensa.
  • Protección recíproca de las inversiones de capitales.
mil21.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario