Páginas

sábado, 12 de marzo de 2016

Hillary Clinton es responsable del asesinato de Berta Cáceres y 110 ambientalistas desde el golpe en Honduras


Recuerdan su papel central para minar el retorno de Zelaya al poder en Honduras
Hillary Clinton es responsable, en parte, del asesinato de Berta Cáceres: expertos
Tras el golpe se desató una ofensiva contra movimientos populares en el país centroamericano
Foto

La precandidata del Partido Demócrata Hillary Clinton durante el debate con el senador Bernie Sanders

 celebrado en Miami el miércoles pasado. La ex secretaria de Estado es señalada por historiadores y analistas

 por su grado de responsabilidad en el golpe de Estado en Honduras en 2009 Foto Afp

David Brooks Corresponsal Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2016, p. 20
Nueva York.
El asesinato de Berta Cáceres en Honduras es, en parte, responsabilidad de la actual precandidata demócrata Hillary Clinton, acusan expertos al recordar el apoyo implícito que la ex secretaria de Estado brindó a los golpistas en Honduras.
Hillary Clinton será buena para las mujeres. Pregúntenle a Berta. Pero no pueden. Está muerta..., escribió en The Nation el día del asesinato de Cáceres el reconocido historiador Greg Grandin, profesor de historia en la Universidad de Nueva YorkGrandin recuerda que Berta fue una líder indígena valiente yopositora al golpe hondureño de 2009 que Hillary Clinton, como secretaria de Estado, hizo posible.
Clinton, como fue reportado tanto por él como por otros analistas y comprobado después en los correos electrónicos de la entonces secretaria, desempeñó un papel central en minar el retorno de Manuel Zelaya, el presidente depuesto. Al hacerlo, Clinton se alió con los peores sectores de la sociedad hondureña, agrega Grandin, y dio legitimidad al Congreso golpista.
Zelaya fue secuestrado por militares hondureños armados, quienes lo sacaron del país el 28 de junio de 2009, y aunque el acto fue condenado internacionalmente como un golpe, el Departamento de Estado nunca lo calificó como tal, lo cual se interpretó como un apoyo implícito a los golpistas.
Grandin reporta hoy que, antes de su asesinato, la propia Cáceres señaló a Clinton como una de las responsables de legitimar el golpe en su país. 
Cáceres fue una de las voces en demanda del retorno de Zelaya, pero señaló que Clinton promovía la elección de un llamado gobierno de unidad. Cáceres, en una entrevista videograbada en Argentina en 2014, recuerda que advertimos que eso sería muy peligroso (ver video).
Después del golpe se desató una ofensiva represiva contra los movimientos e intereses populares, incluyendo el de Cáceres y su agrupación Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). 

Se han documentado incesantes asesinatos de activistas, periodistas y defensores de derechos humanos en ese país durante los últimos años. Clinton, en su libroHard Choices, presenta el caso de Honduras como un gran ejemplo de su manejo pragmático de su política exterior.
Los nombres de los asesinos de Cáceres aún no se conocen. Pero sabemos quién la mató, escribe Grandin, señalando la ola de represión contra el trabajo de COPINH, sobre todo su oposición a un megaproyecto hidráulico de una empresa hondureña, DESA, financiada con gran capital extranjero.
De hecho, en su libro, Clinton describe que hizo todo como secretaria de Estado para asegurar que Zelaya no pudiera regresar a la presidencia: 

En los días subsecuentes (después del golpe) hablé con mis contrapartes alrededor del hemisferio, incluyendo la secretaria Espinosa en México. 

Elaboramos estrategias sobre un plan para restaurar el orden en Honduras y asegurar que pronto pudieran realizarse elecciones libres e imparciales de manera legítima, lo cual dejaría irrelevante la cuestión de Zelaya (ese párrafo ya no aparece en la ediciónpaperback del libro, aparentemente por decisión de Clinton).
Pero, como recuerda el analista Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y de Políticas, en Washington, y experto en política exterior estadunidense en América, la cuestión de Zelaya era todo menos irrelevante, ya que líderes latinoamericanos, la Organización de Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales condenaron el golpe y exigieron el retorno del presidente legítimo al poder. 
La posición desafiante y antidemocrática de Clinton impulsó un deslizamiento hacia abajo en las relaciones estadunidenses con varios países latinoamericanos...
En el debate entre los dos precandidatos demócratas el 9 de marzo, algunas preguntas giraron en torno a las deportaciones de familias que huyen de Centroamérica, incluido Honduras. En ningún momento reconoció Clinton su papel en el golpe en lo ahora se considera uno de los países más violentos del mundo.
Más aún, evadió cualquier referencia a la obvia relación entre la situación política que ayudó a engendrar en Honduras con la crisis de refugiados que huyen de ese país, y sólo se presentó como alguien que desea proteger a esos inmigrantes. 
Tampoco recordó que cuando era secretaria de Estado –tal como acusó su contrincante Bernie Sanders– justificó regresar a menores de edad que huían de Honduras y otros países centroamericanos para intentar frenar esa ola de migrantes.
Beverly Bell, colaboradora en proyectos con Cáceres durante más de 15 años, comentó al Instituto para la Precisión Pública que, más que nada, el asesinato de Cáceres tiene que ver con el continuo apoyo estadunidense y del gobierno de Honduras al robo de tierras, ríos y la inversión multinacional.
Por otro lado, la organización School of the Americas Watch recordó que el golpe hondureño fue llevado a cabo por egresados de lo que antes se llamaba la Escuela de las Américas, institución castrense estadunidense para la capacitación de militares latinoamericanos.
Grandin concluyó que se debería preguntarle a Clinton hoy día si aún está orgullosa del infierno que ayudó a hacer rutinario en Honduras.


Clinton berta

Antes de su asesinato, Berta Cáceres denunció el apoyo de Hillary Clinton al golpe de Estado en Honduras

11 DE MARZO DE 2016
REPORTAJE
La ex secretaria de Estado Hillary Clinton, se enfrenta a una serie de preguntas acerca de la forma en que manejó el golpe de Estado del año 2009 en Honduras, que derrocó al presidente Manuel Zelaya, electo democráticamente. 

A partir del golpe, Honduras se ha convertido en uno de los lugares más violentos del mundo. 

En el marco de esta violencia, la semana pasada, la activista ambiental indígena Berta Cáceres fue asesinada en su casa. 

Hace dos años, Cáceres había denunciado en una entrevista la actuación de Clinton en apoyo del golpe. "Estamos saliendo de un golpe de Estado que no podemos dejar atrás. No podemos revertirlo", dijo Cáceres. "Es algo que siguió pasando. Y después, tuvimos la cuestión de las elecciones. 

La propia Hillary Clinton, en su libro "Decisiones difíciles", prácticamente describió lo que iba a suceder en Honduras. Esto demuestra la intromisión de los norteamericanos en nuestro país. 

El regreso del presidente Manuel Zelaya se convirtió en una cuestión secundaria. Hubo nuevas elecciones en Honduras. 

Y ella [Clinton] reconoció que no le permitieron a Mel Zelaya regresar a la presidencia". Emitimos este video, muy poco conocido, de Cáceres y hablamos del tema con el historiador Greg Grandin.
The original content of this program is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License. Please attribute legal copies of this work to democracynow.org. Some of the work(s) that this program incorporates, however, may be separately licensed. For further information or additional permissions, contact us.

Muerte en Honduras: golpe de Estado, 

Hillary Clinton y el asesinato de Berta Cáceres




Por Media Lens, 10 de marzo de 2016
El 28 de febrero, Hillary Clinton dijo a la audiencia desde el púlpito de una iglesia de Memphis: “necesitamos más amor y bondad en América. Esto es algo que siento en el fondo de mi corazón”.
Estos benévolos sentimientos recuerdan aquel objetivo nacional establecido por el Presidente George H. W. Bush en 1989, poco antes de aplastar Irak. Dijo: “… para hacer más amable la cara de la nación y más apacible la faz de la tierra”.
Clinton, por supuesto, cuando habla de América se refiere por supuesto a la del norte, es decir, más concretamente, a Estados Unidos. Para otros lugares de América reserva poca bondad y amor. Consideremos, por ejemplo, el caso de Honduras.
Berta_CaceresEl 28 de junio de 2009, el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya fue secuestrado a punta de pistola por soldados enmascarados y obligado a exiliarse. 
Desde su expulsión, en el país se han ido deteriorando los derechos humanos y la seguridad ha caído en una sima: “el golpe militar abrió las puertas al aumento del tráfico de drogas y la violencia y… desatando una continua represión estatal”. 
En 2012, Honduras registró una tasa de homicidios de 90,4 por cada 100.000 habitantes, la tasa más alta del mundo. 
En 2006, tres años antes del golpe militar, la tasa de homicidios se encontraba en 46,2 cada 100.000 habitantes.
Los años transcurridos desde 2009 han visto un enorme aumento de los megaproyectos que destruyen la tierra, desplazando a las comunidades indígenas. Casi el 30% de la superficie del país está destinada a concesiones mineras, creándose una demanda de energía barata para abastecer a las futuras operaciones mineras. Para satisfacer esta necesidad, el Gobierno aprobó cientos de proyectos de presas por todo el país, con la privatización de ríos, de la tierra y el desarraigo de las comunidades. En el año 2015,Global Witness informaba que Honduras era “el país más peligroso para los defensores del medio ambiente”.
Berta Cáceres, madre de cuatro hijos, fue cofundadora y coordinara general del Consejo Cívico de Honduras de Organizaciones Populares Indígenas (COPINH), grupo que se opone a la explotación Corporativa que permite el Estado. 
El año pasado, Cáceres fue galardonada con el Premio Ambiental Goldman, el premio más importante del mundo que reconoce el ecologismo de base, por su trabajo de oposición a un importante proyecto de construcción de una presa. Muchos de los líderes del COPINH han sido asesinados en los últimos años. En el año 2013, Berta Cáceres dijo:
El Ejército dispone de una lista con 18 luchadores por los derechos humanos, y yo ocupo uno de los primeros lugares. Quiero vivir, hay muchas cosas que todavía quiero hacer en este mundo. Tomo precauciones, pero al final soy vulnerable, en un país donde existe la impunidad. Cuando quieran matarme, lo harán”.
La semana pasada, en la noche del 3 de marzo, hombres armados entraron por la puerta trasera de la casa de Berta y le dispararon cuatro veces, matándola cuando se encontraba en su cama. El sitio web estadounidense  Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR) comentaba:
Se han producido protestas generalizadas y muestras de dolor por su muerte, una noticia que fue destacada por los principales medios de comunicación de Estados Unidos. Pero había un problema en la cobertura de esta noticia: casi ninguno mencionaba que el régimen brutal, que llegó al poder en 2009 tras el golpe d Estado apoyado por Estados Unidos, siendo Presidente Barack Obama y Hillary Clinton Secretaria de Estado, fue probablemente el que mató a Cáceres”.
Confidencial – El punto de vista de la Embajada
Tras el golpe de Estado de 2009, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, condenaron el golpe de Estado y el exilio forzoso de Celaya. Un mensaje confidencial de la Embajada, publicado por Wikileaksdecía:
El punto de vista de la Embajada es que no hay duda de que los militares, la Corte Suprema y el Congreso Nacional conspiraron el 28 de junio, día en el que se produjo un golpe de Estado ilegal e inconstitucional contra el Ejecutivo… Existen dudas, del mismo modo, a nuestro parecer, que la toma de poder por parte de Roberto Micheletti haya sido legítima”.
Eso a puerta cerrada. En público, quince demócratas del Congreso de Estados Unidos instaron al régimen estadounidense a que reconociese plenamente que se había producido un golpe de Estado y… “que cancelase totalmente las ayudas no humanitarias, como así lo establece la ley”. Lo explicó con detalle Alexander Main en Common Dreams:
Ann-Marie Slaughter, directora por entonces de las Políticas de Planificación del Departamento de Estado, envió un correo electrónico a (la Secretaria de Estado) Clinton el 16 de agosto ( de 2009) instando encarecidamente a que tomase “medidas enérgicas” y “reconociese que se había producido un golpe de Estado” según la ley estadounidense, “algo que tendría que provocar de inmediato la suspensión de toda la ayuda no humanitaria estadounidense a Honduras”.
El Departamento de Estado, con Hillary Clinton al frente, se negó a hacerlo, reconociendo así de manera implícita el Gobierno surgido del golpe militar. 
Se ha dicho en FAIR que Clinton deja claro en sus memorias que no tenía ninguna intención de devolver el poder al Presidente Zelaya:
En los días posteriores ( al golpe de Estado) hablé con mis colegas de todo el hemisferio, entre ellos con la Secretaria Espinosa de México. Nos propusieron una estrategia para restaurael el Orden en Honduras y asegurar unas elecciones libres y justas, que podrían celebrarse de forma rápida y legítima, que pondrían en entredicho la elección de Zelaya”.
En septiembre de 2009, funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, bloquearon en la reunión de la OEA una resolución que habría rechazado la legitimidad de las elecciones hondureñas realizadas bajo una dictadura, dando así el sello final de aprobación al golpe de Estado por parte de Estados Unidos.
El derrocado Presidente Manuel Zelaya, dijo el año pasado:
La Secretaria Clinton tenía numerosos contactos con nosotros. Es una mujer capaz, inteligente, pero muy débil frente a las presiones de los grupos de poder estadounidenses, la mayoría de los sectores de extrema derecha del Gobierno de Estados Unidos, los conocidos como los halcones de Washington. Ella cedió ante estas presiones. La política estadounidense hacia Honduras es ambigua y va por derroteros equivocados”.
Zelaya añadió:
El Presidente Obama no ha querido escuchar a nuestros pueblos. Ha hecho oídos sordos a los gritos de la gente. Primero protestamos desde la oposición. Hace unos meses me tuvieron que sacar del Congreso Nacional, cuando nuestro partido organizó una protesta pacífica. El Ejército de Estados Unidos nos disolvió utilizando gases lacrimógenos. Nos expulsaron golpeándonos con porras, en plena calle. Este es el Gobierno del Presidente Obama, un Gobierno represivo, un Gobierno que viola los derechos humanos, como se ha demostrado por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos. Se ha comprobado que este es el caso”.
Alexander Main llegaba a la siguiente conclusión:
Una cuidadosa lectura de los correos electrónicos de Clinton y los cables diplomáticos estadounidenses publicados por Wikileaks, desde el comienzo de su mandato, revelan que hay una política hacia América Latina que dirige sus esfuerzos para aislar y acabar con los Gobiernos de izquierdas en la región”.
Una afirmación que es apoyada por el aumento de la ayuda militar estadounidense a Honduras, incluso a pesar de que ha aumentado en gran medida la violencia corporativa y Estatal. Así lo explica Noam Chomsky:
Zelaya inició tentativas de reformas sociales que Estados Unidos no veía con buenos ojos, y trató de pararlo”.
Un asunto interno – La respuesta de los medios de comunicación
Los medios de comunicación Corporativos, por supuesto, no se han cansado de proclamar y proteger las actuaciones de Occidente en Irak, Libia y Siria. ¿Cómo han respondido estos medios al asesinato de esta activista, respetada y asombrosamente valiente? FAIR comenta que existen abrumadoras evidencias del apoyo estadounidense al golpe de Estado:
Nada de lo aquí dicho sobre la muerte de Berta Cáceres puede conocerse en Estados Unidos. El golpe de Estado, y la posterior depuración de los activistas indígenas defensores de la tierra y LGBT, dicen se trata de un asunto interno… The Washington Post, The Guardian, la NBC, CNN y NPR, no han mencionado el golpe de Estado de 2009 que llevó al poder a los probables asesinos de Cáceres, por no hablar de la tácita implicación de Estados Unidos en el golpe”.
El mismo día en que apareció el artículo en FAIR, se publicó en el Reino Unido la primera y única referencia a estas verdades que se ocultan, registrada por la base de datos Nexis, redactada por Jonathan Watts en The Guardian:
Pero el papel de Washington resulta controvertido, porque Estados Unidos avala al actual Gobierno, que asumió el poder tras un golpe de Estado en 2009, que derrocó al Presidente constitucional Manuel Zelaya. Estados Unidos está proporcionando fondos (sic) para la policía hondureña”.
Watts cita a International Rivers, una ONG que trabajó con Cáceres:
Debemos tener en cuenta que durante el golpe de Estado de 2009 en Honduras, el Gobierno de Estados Unidos, siendo Hillary Clinton Secretaria de Estado, trabajó entre bambalinas para impedir la vuelta del Gobierno electo de Honduras. Además, el Gobierno de Estados Unidos continúa financiando a los militares hondureños, a pesar del aumento de la tasa de homicidios, la represión política y los asesinatos de activistas de la oposición y campesinos”.
Aunque no sea exhaustivo, esta parece ser la única mención que sobre estos temas hemos podido encontrar en la presa Corporativa del Reino Unido. 
Un artículo más reciente del corresponsal en Washington de The Guardian, David Smith, menciona el golpe, pero no la participación de Estados Unidos. 
Con una conmovedora ingenuidas, Smith observa que “Estados Unidos está decidido a detener el influjo de inmigrantes ilegales procedentes de América Central, razón por la que está destinando dinero al aparato de seguridad de Honduras”.
En The Times, tan propenso a defender las intervenciones occidentales para proteger los derechos humanos, destina 68 palabras al asesinato, recogiendo lo escrito por la Associated PressThe Telegraph sólo hace una ligera mención. En The Indepedent, Phil Davison escribía de Cáceres:
Como si necesitásemos acudir a los recuerdos, su asesinato nos trajo de vuelta los días oscuros de la década de 1980, las guerrillas de América Central, que luchaban por librarse de los dictadores respaldados por Estados Unidos”.
Sin embargo, en marcado contraste con la valía de Cáceres y otros muchos hondureños, Davison no fue capaz de la tiranía que se ha establecido en Honduras, respaldada por la gran superpotencia de la región. Tampoco en The Independent, Caroline Mortimer hizo ninguna mención a la complicidad de Estados Unidos en el golpe. Tampoco, como era de esperar, la BBC lo hizo endos informaciones sobre el asesinato.
Como casi siempre, muestras de compasión, que parecen estar muy arraigadas. 
Si un enemigo del oficialismo hubiese sido el responsable de la muerte de Cáceres, los gritos de indignación, de horror y denuncia habrían inflamado las primeras páginas de los medios Corporativos y las pantallas de televisión. 
Se habría exigido una acción enérgica, incluso una intervención. Pero cuando el horror ha sido perpetrado por un sirviente fiel, corrupto y brutal del Imperio, con la complicidad del llamado mundo libre, ninguno de los resortes de la vasta máquina de propaganda salta, y esta noticia queda rápidamente relegada a los abismos de la Historia.
No hace falta decir, que la conciencia de clase que aquí se ofrece amenaza ese tópico de la compasión que acompaña a la propaganda Corporativa, algo que debe ser escrupulosamente ignorado e incluso ridiculizado.
————————————-
Media Lens es un organismo de control de los medios de comunicación del Reino Unido, encabezado por David Edwards y David Cromvell. El segundo libro de Media Lens, Neolengua en el siglo XXI, por David Edwards y David Cromwell, fue publicado en 2009 por Pluto Press. Visite Media Lens’s website.
————————————–
Procedencia del artículo:
---------------------------------------------------------------------------------------------

La activista hondureña Berta Cáceres murió en brazos de Gustavo Castro Soto y ahora su vida está en peligro

08 DE MARZO DE 2016
Gustavocastrosoto

Honduras todavía está conmocionada por el asesinato de Berta Cáceres, una de las líderes indígenas y ambientalistas más reconocidas del país, perpetrado la semana pasada. 

Cáceres fue baleada en su casa el jueves temprano, a menos de un año de que ganara el prestigioso Premio Ambiental Goldman. 

Con el asesinato de Cáceres, son cerca de ciento diez los líderes en defensa del medioambiente o de la tierra asesinados en Honduras desde el año 2010, tras el golpe de estado apoyado por EE.UU. 

Al momento de su asesinato, Cáceres estaba con Gustavo Castro Soto, otro conocido ambientalista y coordinador de la organización Amigos de la Tierra México. Él fue testigo del ataque y sufrió dos heridas de bala. 

Ahora, activistas de los derechos humanos afirman que el gobierno hondureño detuvo a Castro sin causa y se rehúsa a autorizar el regreso de Castro a México, su país natal. Hablamos con Beverly Bell, colega desde hace mucho tiempo tanto de Castro como de Cáceres y coordinadora de Other Worlds, una organización a favor de la justicia económica y social.

TRANSCRIPCIÓN

Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Y mandamos un saludo a los estudiantes de la escuela pública 128 de Washington Heights, que han venido a ver Democracy Now! a nuestros estudios. Esto es Democracy Now! democracynow.org, el informativo de guerra y paz. 

Soy Amy Goodman. Pasamos ahora a Honduras, que todavía está conmocionado por el asesinato de Berta Cáceres, una de las líderes indígenas y ambientalistas más reconocida del país, que fue perpetrado la semana pasada. Cáceres fue baleada en su casa el jueves, menos de un año después de haber ganado el prestigioso Premio Ambiental Goldman. 

Con el asesinato de Cáceres, ya son cerca de 110 los ambientalistas o defensores de los derechos de la tierra asesinados en Honduras desde el año 2010, tras el golpe de estado apoyado por Estados Unidos. 

Su muerte ha provocado protestas en todo el continente americano. Hoy está prevista una manifestación frente a la sede central de las Naciones Unidas.

En el momento de su asesinato, Berta estaba en compañía de Gustavo Castro Soto, conocido ambientalista y coordinador de la organización Amigos de la Tierra México. 

Él recibió dos impactos de bala en el ataque. Durante el fin de semana, Castro intentó salir de Honduras, pero las autoridades impidieron su salida a pesar de que iba acompañado por el embajador de México. 

Tras eso se le ordenó a Castro regresar a la ciudad de La Esperanza, donde Berta Cáceres fue abatida a tiros. El gobierno de Honduras dice que Castro ha sido detenido allí desde entonces para ser interrogado de nuevo.

Para más, vamos a Albuquerque, Nuevo México, donde nos acompaña Beverly Bell, amiga tanto de Castro como de Cáceres desde hace mucho tiempo. Ella es actualmente la coordinadora de Other Worlds, una organización a favor de la justicia social y económica. 

Bell es miembro asociado en el Instituto de Estudios Políticos. Bienvenida de nuevo a Democracy Now!, Beverly Bell. ¿Qué está sucediendo ahora mismo tras el horror del asesinato de Berta Cáceres? ¿Qué le está sucediendo a Gustavo Castro Soto?

BEVERLY BELL: Bueno, lo primero a destacar es que Gustavo no sólo es el único testigo, sino que también era objetivo del asesinato. Como usted ha mencionado, Amy, él recibió dos disparos. 

Y en la única carta que ha sido capaz de mandarnos a algunos de nosotros, dijo: "Ellos trataron de asesinarme, y todavía están tratando de asesinarme". Gustavo fingió estar muerto después de recibir dos disparos. 

Los miembros de los escuadrones de la muerte, que estamos seguros de que fueron enviados por el gobierno de Honduras, pensaron que estaba muerto, y se fueron. Berta murió en los brazos de Gustavo. 

Él fue inmediatamente detenido para ser interrogado. Ahora se encuentra en su quinto día de interrogatorio. Es como la peor película de terror que se pueda imaginar. Ha sido una locura. 

Gustavo fue encerrado en condiciones horribles, horribles, negándosele comida y bebida y otras cosas, sobre las cuales se me ha pedido que no informe hasta que él abandone el país, por su seguridad.

Como usted mencionó, él fue recogido por el embajador de México, se le dio refugio en la Embajada de México por un día, porque él es ciudadano mexicano. Él estaba siendo escoltado por el embajador hasta el aeropuerto. Estaba a punto de pasar por la aduana. 

Apenas se había despedido del embajador, cuando de repente esta banda de matones de las autoridades de Honduras aparecieron y se lo llevaron de nuevo. Fue una locura. 

Esta teniendo lugar este supuesto tira y afloja diplomático entre México y Honduras. Debo decir que el gobierno mexicano no tenía absolutamente ningún derecho de devolverlo a las autoridades de Honduras.

Ahora está de vuelta en la pequeña ciudad donde vivía Berta, que fue la sede de su organización, una organización de base indígena. Y ahora está detenido de nuevo para ser interrogado. Estamos seguros de que quieren mantener a Gustavo apartado. Él dijo, y cito textualmente: "Mi vida está en extremo peligro en este momento". Y lo está absolutamente.

BEVERLY BELL: El gobierno de Honduras quiere...

AMY GOODMAN: Quiero poner un video donde Gustavo Castro Soto aparece hablando. Él se ha enfrentado por mucho tiempo a las compañías multinacionales de extracción de minerales en México, donde está involucrado con el movimiento M4, o el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero. Es un video del año pasado.
GUSTAVO CASTRO SOTO: Estamos encontrando muchos retos en Chiapas entorno a represas, en torno a la problemática de cambio climático, minería, monocultivos, la exclusión de los distintos sectores campesinos/indígenas, de los indígenas. y yo creo que un indicado muy importante va ser ver a los propios jóvenes y estudiantes de las universidades involucrados en los procesos sociales en la lucha y en la resistencia pero también sobre todo en la búsqueda de alternativas. Los jóvenes tienen mucho que aportar; la academia tiene mucho que vincularse, y que ofrecerle también a las luchas sociales.
AMY GOODMAN: Escuchábamos a Gustavo Castro Soto. Hablando el año pasado. Bev Bell, en estos últimos minutos que tenemos... él recibió dos disparos. El embajador de México trató de sacarlo de Honduras, después de que asesinaran a Berta Cáceres, asesinato del que él fue testigo, pero sobrevivió. Ahora lo han llevado de vuelta a La Esperanza, donde le dispararon y donde Berta fue asesinada. ¿Cual es tu demanda?

BEVERLY BELL: 

Estamos pidiendo que tenga un traslado seguro de Honduras a México. También estamos pidiendo una investigación independiente del asesinato de Berta Cáceres, porque hasta ahora ha sido groseramente manipulado por el gobierno de Honduras, que está tratando de atacar y culpar a otros miembros del grupo de Berta, que a su vez han sido detenidos y ahora están siendo investigados e interrogados sin la presencia de abogados. 

Y también estamos pidiendo la descriminalización del grupo indígena y popular, COPINH, que Berta lideró. Quiero decir que esto que está pasando en este momento en Honduras, no es solamente una terrible crisis de derechos humanos. También es una batalla para el futuro de Centroamérica, que es el epicentro de las industrias de extracción. 

Así que, por un lado tienes a corporaciones multinacionales que se encuentran en Honduras apoderándose de los bosques, las minas, el agua, las tierras indígenas y los derechos de propiedad intelectual, lo que otros llaman conocimientos indígenas, y por el otro lado tienes a los movimientos sociales, que han sido liderados en Centroamérica por Gustavo Castro y Berta Cáceres luchando por la protección de las tierras indígenas, por los derechos y por la democracia participativa.

AMY GOODMAN: Bev Bell, ya que hoy es el Día Internacional de la Mujer, quiero terminar el programa con las palabras de Berta Cáceres cuando ganó el Premio Ambiental Goldman 2015.
BERTA CÁCERES: La Madre Tierra, militarizada, cercada, envenenada, donde se violan sistemáticamente derechos elementales nos exige actuar.
AMY GOODMAN: Una vez más, escuchábamos a la ecologista indígena de Honduras asesinada Berta Cáceres. Vamos a seguir cubriendo lo que está sucediéndole a Gustavo Castro Soto, a pesar de que el embajador mexicano trató de sacarlo de Honduras. Él sobrevivió al intento de asesinato en su contra, pero recibió dos disparos. 

Las autoridades hondureñas lo mantienen detenido. Bev Bell, muchas gracias por estar con nosotros desde Nuevo México. Así ponemos fin a nuestra transmisión. Para ver nuestro informe completo sobre Berta Cáceres visite nuestro sitio web, democracynow.org. Democracy Now! tiene tres ofertas de trabajo. Visite democracynow.org.

Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.
The original content of this program is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 United States License. Please attribute legal copies of this work to democracynow.org. Some of the work(s) that this program incorporates, however, may be separately licensed. For further information or additional permissions, contact us.
Logo for dark background ddcf4f045c365d80e51ecc5cd22d663185032b6b2919d27bd240035d017638f7

No hay comentarios:

Publicar un comentario