El Momento en que Vivimos
Escrito por Félix Román Negrín Rodríguez para Periodísmo Alternativo
Estamos viviendo momentos graves, muy graves, de hecho lo sabemos, cada día que pasa vemos con asombro el rumbo que va tomando nuestro planeta: caída de las bolsas, intervenciones militares, sequias, lluvias torrenciales, terremotos, desempleo galopante, etc.
En momentos graves como éste, el capitalismo sitúa la lucha de clases en un estadio superior, los periodos de crisis son uno de estos momentos.
En este contexto el capitalismo lo quiere todo, lo pide todo, impone todo, sin llegar a arrugarse, la cobertura es perfecta… la crisis.
Tanto los gobiernos como las clases capitalistas en general, se preparan debidamente para estos fines, saben cómo utilizar toda su artillería para disparar al unísono.
Sindicatos, partidos parlamentarios, todo lo que en época de “bonanza” constituye la salvaguarda constitucional e institucional del sistema están perfectamente adiestrados para ejercer con total eficacia el papel que les corresponde, para que han sido adoctrinados y recompensados.
No es extraño que la izquierda, y la derecha parlamentaria así como los sindicatos de todos los rangos, salgan a la calle con el mismo lema “Acabar con la Crisis” que es lo mismo que pedir que todo continúe tal y como está.
Resulta extraño que gran parte de la izquierda también coincidan con el mismo slogan.
Examinemos las distintas proclamas que se han utilizado para concienciar al pueblo de la realidad existente.
¡Su crisis que la paguen ellos!, ¡la crisis que no la paguen los trabajadores!, ¡Frente a la crisis movilízate en defensa del empleo! ¡la crisis capitalista que las paguen los ricos!.
Lo que se transmite al pueblo es que acabando con la crisis se terminan sus problemas y salen perdiendo los ricos. Y es ahí donde radica el engaño, una mentira espectacular para unos instantes también espectaculares.
La crisis no es la causante de los males de los trabajadores, aunque los agrava, la crisis nos descubre toda la mezquindad del sistema: el carácter reaccionario del capitalismo, la verdadera naturaleza de la burguesía, de las instituciones, el egoísmo insaciable de la patronal, etc.
En la crisis los atropellos clasistas contra los trabajadores no tiene freno. Pero, todo cuanto ahora sucede tiene lugar también aunque a veces con menos intensidad durante los tiempos de “bonanza”. Por tanto acabar con la crisis no significa nunca terminar con los problemas de los trabajadores.
Éste es el momento en que mejor se puede denunciar el sistema, porque si de la crisis deviene impunidad es también la maravillosa y gran tribuna pública que espera todo revolucionario para denunciar al sistema, a sus apologistas, y a los traidores. Si no es así… ¿para cuándo?.
La crisis nos exige estar constantemente a flor del combate ofreciéndonos argumentos y excusas inapelables por decirlo de alguna manera.
La crisis concede a los trabajadores la mayor fuerza moral para propugnar cambios revolucionarios y les permite desarrollar sus organizaciones con mayor amplitud y celebridad. Éste es el momento en el que vivimos.
Above is the content the blog provided. If incomplete, read the original here.
No hay comentarios:
Publicar un comentario