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lunes, 22 de febrero de 2016

De cómo Occidente arruinó y desmembró Yugoslavia por y para su propio beneficio


Juegos Olímpicos de Invierno de Sarajevo, 1984

La guerra económica contra Yugoslavia Parte I


Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, tras la derrota de la Alemania nazi y sus socios en el régimen clero-fascista Utasha, que se extendió por Croacia y Bosnia en la la denominada Gran Croacia, a manos de los partisanos y sus aliados;  los yugoslavos, los eslavos del sur, se organizan en un estado común, que se denomina en 1945 como República Democrática Federal de Yugoslavia, en 1946 queda como República Federal Popular de Yugoslavia y ya en 1963 se denominaría República Federal Socialista de Yugoslavia.

Este estado se caracteriza por el notable desarrollo social y económico, así como por sus buenas relaciones con el resto de países del mundo, especialmente el tercer mundo; ellos constituirán el movimiento de países no alineados y se distanciaron ya pronto de la Unión Soviética, aspecto este, que como en Rumanía, les pasó factura al verse aislados e indefensos frente a las potencias occidentales, que serían las que finalmente destruirían y, claro, obtendrían provecho económico de la ruptura de Yugoslavia. 

La tolerancia y la armonía entre las diferentes culturas: ortodoxa, católica, musulmana, judía, yugoslava..., fue otra de sus características; aunque aquí hubo lugar también a la desigualdad y a la persecución, como se hizo contra los serbios de Kosovo, en favor de la cultura musulmán-albanesa. 1


Esta visión o actitud "neutral", bastante ingénua, como fue así mismo en nuestro tiempo la de Libia, conduciría a pedir préstamos ya en los años 70 a occidente, que se los daba entonces a bajo interés; no obstante, esto provocó un gran endeudamiento. 

Situación que estaban buscando sus prestamistas, con el fin de poder utilizar esta poderosa arma, la deuda, para el sometimiento y explotación de Yugoslavia. 


Europa occidental más tarde dejaría de comprar a la Federación yugoslava, originándole un serio problema, de no tener recursos para destinarlos a su propio país al tener que entregarlos para el pago de la deuda externa.


Antes de endeudarse y de sufrir las devastadoras consecuencias que conlleva, la economía de este país tenía un crecimiento constante, su PIB aumentaba en torno a un 6% en las décadas de los 60 y 70. 

Pero una vez en manos de sus acreedores, el FMI y el Banco Mundial comienzan a imponer sus reglas, estas incluyen severas reformas: una de ellas clave y que destruiría el Estado de Yugoslavia fue el desmantelamiento del sector industrial.  


Los efectos son inmediatos: para el periodo 1980-87 el PIB cae a un 2,8 %, siendo en 1987-88 del 0% y en 1990 es ya negativo del 10 %. 2, 3
A lo largo de los 80, el FMI y el Banco Mundial periódicamente prescribían más dosis de su amarga medicina económica y la economía yugoslava lentamente cayó en coma.  
Desde el comienzo, los sucesivos programas esponsorizados por el FMI aceleraron la desintegración del sector industrial de Yugoslavia, la producción industrial cayó a un negativo 10 % de crecimiento para 1990, y el sucesivo desmantelamiento de su estado del bienestar, con todas las consecuencias sociales predecibles. 4
Estas amargas y crueles reformas económicas son llevadas a cabo por las entidades anteriormente mencionadas, que tienen en un largo historial en estas tareas, y por otras nuevas nacidas con este propósito y otros, como fomentar la oposición política trabajando para intereses privados y extranjeros, es el caso de la NED (National Endowment for Democracy- Fundación Nacional para la Democracia). 

La NED fue creada en  el año 1983 y su función real, no la simulada por su nombre o la divulgada por sus promotores, es promover no la democracia, sino los intereses de las poderosas familias anglosajonas propietarias de las corporaciones. 


Pueden verlo explicado en estos dos ejemplos: Rusia y Hong Kong


Una de las organizaciones satélites de la NED es el CIPE  (Centro para la Empresa Privada Internacional), esta fundó al G17, una organización de economistas neoliberales. 


Gente que también pertenecían al FMI o al Banco Mundial, como Dusan Vujovic, Zeljko Bogetic o Branco Milanovic. 


El coordinador del G-17, el profesor Veselin Vukotic, trabajó muy de cerca con el Banco Mundial, así como ministro de privatización bajo el Primer Ministro de Yugoslavia Ante Markovic. 


Fue el responsable de llevar a cabo el plan de bancarrota del FMI para Yugoslavia en el periodo 1989-90.


Como acciones de la política económica  del FMI y el Banco Mundial tenemos:

- Quitar protección social: comida y vivienda subvencionadas, educación y sanidad gratuitas.

- Eliminación de derechos laborales. Reducción de salarios. Aumento de despidos.

- Destrucción de empresas públicas y también privadas. 

Como indica Michel Chossudovsky el Banco Mundial lo llama el mecanismo del gatillo, que consiste en disparar la bancarrota en la industria yugoslava. 


Una vez destruidas se venden a precios de saldo a las corporaciones extranjeras o se privatiza o se destruye. 


Desde enero 1989 a septiembre 1990  más de 1100 industrias son eliminadas. 


Esto implicó una caída drástica en el nivel de vida de los habitantes de Yugoslavia al generarse un enorme desempleo donde antes no existía. Entre enero y octubre de 1990 el nivel de vida cayó un 18 %, aumentando el desempleo un 20 %. 5


Las tensiones económicas dispararon las tensiones políticas y étnicas. Se crearon también entre repúblicas al no llegar el dinero desde la capital Belgrado.

“Empobrecer a la población mediante las reformas del FMI pretendía contribuir a incrementar las tensiones sociales y étnicas” (Michel Chossudovsky). 5

Este descontento general hace que la población, desesperada, sea fácilmente manipulable y busque culpables (chivos expiatorios). 

La gente se aferra de forma extrema a ideologías, principalmente nacionalistas, o religiones que le den una esperanza en su desesperanza. 


Así, se siente importante y puede echar la culpa a otros o verter su ira contra alguien cercano, aunque realmente no tenga nada que ver con lo que le sucede o sucede.


Markovic fue a Washington a pedir dinero para evitar estos enfrentamientos, pero Washington se lo negó.  

En noviembre de 1990 G. H. W. Bush asistió al Congreso para cortar el crédito a Yugoslavia, en esa ley (Ley de Apropiación Extranjera) también indicaba que si cualquier república quería ayuda, debería separarse de Yugoslavia, así como que las elecciones deberían hacerse en cada república y no  en toda Yugoslavia. 


La ayuda, como más tarde en Ucrania, llegó a partidos de extrema derecha. 2, 5


Ya Estados Unidos, con la Administración Reagan, emitió la Directiva de Decisión de Seguridad Nacional NSDD64 en 1982 sobre los “esfuerzos para promover una ´revolución silenciosa´ para derrocar a gobiernos comunistas y partidos.” 

En 1984 emite otra, la NSDD 133 sobre “la política de EE.UU. hacia Yugoslavia”. Esta política iba a ser “promover la tendencia hacia la economía de libre mercado en Yugoslavia”. 2, 6, 7


Así, ya en 1991 la inflación se dispara, alcanzando el 200 % y el Gobierno yugoslavo era incapaz de pagar la enorme deuda y no tenía dinero siquiera para la compra de materias primas. El crédito colapso y comenzaron las protestas de la gente y las luchas entre repúblicas, pues las repúblicas ya no recibían el dinero que les correspondía. 

Estalló el nacionalismo más intolerante con las consiguientes persecuciones, se llevaron a cabo las habituales contra los comunistas en Croacia, Eslovenia o en Bosnia.
Los ingresos del Estado que deberían haber ido como transferencia de pagos a las repúblicas y provincias en vez de servir a la deuda de Belgrado con  los clubs de París y Londres. Las repúblicas fueron dejadas a su suerte. 
Cortando las arterias financieras entre Belgrado y las Repúblicas, las reformas encendieron las tendencias secesionistas que se alimentaron en factores económicos además de en divisiones étnicas. La crisis presupuestaria inducida por el FMI creó un hecho económico consumado que allanó el camino para las secesiones de Croacia y Eslovenia en junio de 1991. 4
El Frankfurter Allgemeine Zeitung (portavoz del poder económico alemán) calificaba en 1991 a Yugolsavia como a un “estado engendro”.

Bonn bloquea las líneas de crédito y provoca una situación de bancarrota en la Federación yugoslava. Aumentan las tensiones al dar crédito Alemania a las repúblicas secesionistas: Eslovenia y Croacia. Además, la Unión Europea, cuando estas repúblicas declaran la independencia amenaza a Yugoslavia que si interviene no habrá ayuda económica. 8

También Naciones Unidas llevó a cabo un embargo el 25 de septiembre de 1991 a las Repúblicas yugoslavas, no cortando el suministro de armas a Bosnia o Croacia, pero sí provocando el aumento en la mortalidad infantil. Se estima un incremento de 5.500 personas anuales por año, entre niños y adultos. 5

Lo que vino después, la barbarie, masacres y el desastre económico que les continuaré contando, fueron consecuencia de todas estas acciones, de la planificada destrucción de Yugoslavia, que data de mediados de los 70, antes de la muerte de Tito en 1980. 9 

Esta destrucción se consiguió mediante una guerra económica, política y militar, pero no debido a que personas de diferentes religiones o culturas, todos ellos o la mayoría de ellos yugoslavos -eslavos del sur- no pudiesen vivir juntos. 


Si los amigos más unidos, las familias más unidas, los hermanos, las parejas, padres e hij@s pueden separarse, como de hecho se separan, traumáticamente por problemas y rencillas económicas y de otro tipo, ya me contarán si no puede hacerse esto con una nación con tan poderosos enemigos externos.

Ver: El origen de la guerra en Yugoslavia

Notas:  

1. Carl Savich. Kosovo in the 1980s: Murders, Rapes and Expulsions. Serbianna. 27.07.2007.
2. Michel Chossudovsky. The Globalization of Poverty. Global Research. 2003, pp. 257-277.
3. World Bank, World Development Report 1991, Statistical Annex, Tables 1 and 2, Washington, 1991. 
4. Michel ChossudovskyDismantling Yugoslavia, Colonizing Bosnia. The Other Face of the European Project. Alternative Forum to the European Summit, Madrid, 1995.
5. Boris Malagurski. The Weight of chains (documental). 2010.
6. Origins of the Break up - A US Law. http://www.iacenter.org/bosnia/origins.htm
7. United States Policy toward Yugoslavia. National Security Decision Directive 133. 
http://fas.org/irp/offdocs/nsdd/23-2222t.gif
8. Michel Collon. El juego de la mentira. Las grandes potencias, Yugoslavia, la OTAN  y las próximas guerras. Hiru. 1999. pp.120-145.
9.Christof Lehmann. GLADIO, Bin Laden to Erdogan, Belhadj and Hamas: Mossad's and NATO's Dirty Underwear 2012. nsnbc.me. 2.02.2012.


Tercermundialización y la responsabilidad de los trabajadores occidentales

La OTAN matando a Yugoslavia y a la esperanza y futuro de sus gentes 

Nos decía el escritor alemán Bertolt Brecht que el peor de los analfabetos es el analfabeto político, que no sabe o no quiere saber que el llevar una vida digna o, por contra, una de miseria y de humillaciones depende de la decisión, la responsabilidad, el conocimiento y el trabajo de gente como él mismo. 

Y lo que es peor, tiene a orgullo y risotada su ignorancia y dejadez política. 

Tan zoquete como vago, tan sin fundamento como inconsciente. 

Como dice el dramaturgo, de su ignorancia política nace la prostituta: 

la mujer que sin otros medios y dejada a su suerte tiene que entregar su cuerpo a quien no quiere para sobrevivir o hacer sobrevivir a su familia. 

Del mismo modo, en semejante despropósito nace el menor abandonado, que será carne de explotación y de cañón, y se desarrolla el político corrupto y mequetrefe al servicio de las empresas privadas, nacionales y transnacionales.

Europa occidental está repleta de analfabetos políticos, analfabetos que han mirado hacia otro lado, en el mejor de los casos, o han apoyado directamente los ataques que llevaban y llevan a cabo los dirigentes políticos, corruptos y mequetrefes, al servicio de las empresas privadas contra las naciones que tenían florecientes y ricos sectores públicos, incluida la industria y la banca, y que posibilitaban unas sociedades prósperas y cultivadas. 

Un ejemplo era Yugoslavia, no querida por este motivo por los tiránicos magnates de las corporaciones extranjeras. 

Como se indicaba en la primera parte, a este estado se le tendió una trampa mediante la concesión de préstamos, generando una enorme deuda; luego vinieron los chantajes y las amenazas, para enfrentar a unas repúblicas de la Federación con otras, provocando la división. 

División que era ahondada por dar dinero a unas y negárselo a otras, por condicionar estos préstamos a que la independencia de las repúblicas fuese no solo algo posible sino una realidad, y por dar armas para que tal ruptura fuese un hecho consumado; no por las buenas, sino por las malas y bien malas. 1, 2

Pese a toda esta violencia económica y militar por parte de occidente, hubo repúblicas de Yugoslavia , como Serbia, donde residía la capital, Belgrado, que continuaba firme y decidida con un potente sector público liderando los diferentes sectores económicos: industrial, financiero, turístico, comunicaciones, enseñanza, investigación,  agrícola, sanitario... 

Pero este no era en absoluto el modelo que deseaban las corporaciones occidentales, ellos no querían un estado con un sector público poderoso y con recursos, trabajadores con buenas condiciones laborales y una sólida protección social, con la riqueza económica destinada al bien e interés común y no al beneficio privado. 

Se quería en realidad para Yugoslavia y sus repúblicas algo verdaderamente indignante, llevarlas a una situación tercermundista, una tercermundialización mediante la destrucción de la industria y los demás sectores económicos para doblegar y arrodillar al país ante los deseos y ambiciones de fortunas privadas extranjeras. 

Situación ante la cual los trabajadores occidentales tomaron partido por los agresores y que, como veremos, se volvería finalmente contra ellos mismos, porque el objetivo previsto para Yugoslavia era también el pensado para los Estados Unidos y la Europa de la Unión Europea. Veamos qué objetivos eran estos:

- crear países (en muchos casos colonias, como la misma Bosnia o Kosovo, de los que hablaré en otro artículo) incapaces de desarrollarse y ser independientes, entre otras cosas porque no se dispone ya de los recursos económicos y, especialmente también, porque a los dirigentes políticos no se les permite tomar decisiones y trabajar por su país, sino que desarrollan su labor en provecho de poderosos clanes externos y de algunos locales.

- Recursos naturales en manos de las corporaciones extranjeras para su explotación, convirtiéndose estas naciones en proveedores de materias prinas baratas, no aprovechándolas para su propio crecimiento. 

Constituyendo esto el típico e histórico robo de las grandes potencias sobre las naciones conquistadas. Sonlas venas abiertas de América Latina descritas por Eduardo Galeano aplicadas a la misma Europa. 3

- una población, la yugoslava, muy formada pero sometida mediante la fuerza y el hambre, al destruir las fábricas o empresas donde se ganaban dignamente la vida, a trabajar bajo salarios de subsistencia, sin derechos y con una alta proporción de desempleo para mantener a raya a los trabajadores. 

Esta situación se utilizaría para destruir así mismo las condiciones laborales en occidente, al importar a estos trabajadores o algo más común, llevar las fábricas allí o  amenazar que se iban a llevar allí, de modo que mediante este chantaje se destruían y destruyen las condiciones laborales aquí. 

Esto último lo están experimentando ahora los trabajadores de TRW en Pamplona, donde la amenaza era con irse a un país de la ex Unión Soviética, otro estado hundido ante la complacencia de occidente, con el fin último de reducir la plantilla, dejando en la calle y  sin recursos a bastantes personas, y de romper el convenio laboral existente, ruptura y "negociación" a peor. 4  

La dirección de esta empresa indicó inicialmente que tenía previsto despedir a 250 trabajadores, para atemorizar a la plantilla lo suficiente y luego ser "más generosa", reduciendo el número de despidos a 123, pero estableciendo un convenio colectivo donde los ingresos y condiciones de los trabajadores se ven muy claramente mermados. 5 

Ahora los trabajadores de esta empresa y de tantas otras se sienten completamente indefensos ante esta situación de imposiciones, pero hay que recordar que es una situación que ellos mismos contribuyeron a crear. 

Por supuesto, el trabajador occidental nunca reconocerá esto, la culpa es de los demás o del sistema, algo abstracto siempre es útil; y, por supuesto también, acusará y odiará a quien le haga ver tan evidente realidad, ya saben, aconseja al necio y te tomará por enemigo.

- Desmantelar o destruir toda la industria y economía, tanto pública, privada o en cooperativas, que no se sometiese a las órdenes,  deseos o que fuese competencia de las corporaciones exteriores. 

Lo que muestra, como siempre se ha mostrado, que lo del mercado libre o la libre competencia es uno de los mitos más extendidos del occidente capitalista. 

Lo que se quiere y se ha logrado es una corporocracia con los estados a su servicio, una especial tiranía más o menos encubierta. 6

Todavía en el año 1999, en lo que quedaba de la Federación yugoslava, Serbia, incluida Kosovo, y Montenegro, más de tres cuartas partes de la industria y de las empresas pertenecían al sector público. Había que destruirlas. 6

¿Qué se hizo? Lo de siempre, demonizar a un líder, aquí Milosevic, 7 aunque no fuesen en absoluto ciertas las acusaciones vertidas contra él, o demonizar un gobierno, al que se le llamará, como no, "régimen" o "dictadura", aunque no haya aquí tampoco evidencia real de que ese gobierno o sistema político sea peor que el de los denunciantes, habitualmente suele ser al revés.

Se generó el típico ambiente de histeria colectiva que se crea cuando se quiere lanzar una guerra. 

El propio  Willy Wimmer, vicepresidente alemán del parlamento de la OSCE, criticaba duramente la desinformación deliberada sobre la masacre de Racack, un hecho como tantos, como la masacre de Srebrenica, tergiversado y sacado fuera de contexto:
Todo está orientado de manera que suscite una cierta reacción y que nos haga reclamar, al ver ciertas imágenes, que enviemos a nuestros soldados a desencadenar una operación. Estoy profundamente afectado por esta vergonzosa manera de jugar con nuestros sentimientos humanos.8
Los hechos se invertían, se ponía en el poder político a una organización mafiosa como el apodado como ELK y a un dirigente mafioso Hashim Thaci, conocido como "la serpiente" en los círculos del hampa. 9 

Y estos, financiados y asesorados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Alemania, 10, 11 comenzaron la ola de terror no solo contra los serbios, sino contra otras etnias, como los gitanos, y especialmente también contra los albanokosovares que rechazaban tales criminales prácticas, por ejemplo seguidores de alguien más moderado como Rugova. 12 

Era la estrategia de la limpieza étnica y la provocación, tal y como se haría más tarde en Libia y Siria.
El propio ELK manifestaba públicamente que la suya era una estrategia de desafío para provocar las represalias del Ejército serbio y así conseguir el apoyo de la opinión pública occidental al ataque de la OTAN. 13
Los medios de comunicación de Europa y de Estados Unidos repitieron otra de sus campañas bélicas que tanto daño y muerte provocaron posteriormente.

El suceso de Racak, el 15 de enero de 1999, se quiso presentar por el Gobierno norteamericano y por los medios de comunicación como un crimen contra la humanidad, cuando lo que ocurrió es que la policía serbia atacó un poblado donde estaban militantes del ELK y mató a varios de ellos. 

Pudo haber abuso de los militares serbios, pero no hay que olvidar que días antes miembros del ELK habían asesinado a varios policías. 

No obstante, el hecho fue mostrado como un acto de genocidio o de crimen contra la humanidad contra civiles indefensos en un montaje preparado por William Walker para la prensa. Walker era el diplomático estadounidense que apoyó a los escuadrones de la muerte en El Salvador. 

Se indicó que los cuerpos presentaban disparos a corta distancia y con mutilaciones. 

Sin embargo, esto se comprobó que era falso, ya que un equipo de Associated Press Tv había estado filmando el combate entre la policía serbia y los integrantes del ELK en Racak. 

Además, las autopsias hechas, pese a la oposición norteamericana y del ELK, revelaban heridas de bala por disparos a larga distancia, es decir, en un combate. 14 

Esta información fue silenciada en los medios occidentales y provocó  que se usase como pretexto para lanzar el brutal bombardeo contra Serbia ya preparado. Fue un crimen en la guerra que se libraba (el suceso de Racak), pero no un genocidio como algunos periódicos lo calificaban, sin olvidar que en  el cómputo general de la guerra en Kosovo el balance de muertos era mucho mayor en el lado serbio, algo que no querían recordar en occidente. 

Hasta enero de 1999 se contabilizaban en torno a dos mil víctimas por los enfrentamientos. George Robertson confesaba ante la Cámara de los Comunes que la mayor parte de los crímenes cometidos correspondían al ELK. 

Nicolas Wheeler también coincide en esta observación e indica que la policía serbia sería responsable de unas quinientas muertes, quedando mil quinientos en responsabilidad de la organización extremista albanokosovar. 13 

Pero los medios de comunicación querían dar otra versión para alentar el ataque de la OTAN, que se produciría a finales de marzo de 1999. 

Por ejemplo, un editorial de The Guardian del 26 de marzo de 1999 hablaba de la guerra como "un reto para nuestra generación"; el Mirror lo expresaba así: 

"Ecos del holocausto"; y The Sun pedía: "pulverizarlos (a los serbios) con un bombardeo masivo", la BBC, incluso en el año 2002, mostraba en enero un programa,  Descubierto, en el que celebraba la jornada de Conmemoración del Holocausto, haciendo referencia a un supuesto holocausto imaginario provocado por los serbios. 

En el New York Times Tomas Friedman, el 23 de abril de 1999, en un artículo titulado sin ambigüedades como: "déjense de milongas", hablaba de "limpieza étnica", causada por los serbios a los que había que castigar, pidiendo  que "todas las centrales eléctricas, las conducciones de agua, los puentes, las carreteras" deberían convertirse en objetivo de la OTAN. 13 

Y eso es lo que hizo la OTAN a partir del 24 de marzo de 1999, bombardear sistemáticamente un país como Serbia durante setenta y ocho días, matando al menos durante esos días a dos mil civiles, las secuelas, por el propio cáncer producido con el uranino lanzado,  originarían bastantes más muertes; y destruyendo sus infraestructuras, industria, escuelas, hospitales, instalaciones agrícolas, etc., además de contaminar el suelo, agua y cultivos con uranio y otros productos tóxicos lanzados. 

Toda esta barbarie fue posible una vez más gracias a la campaña de odio y mentiras sembradas por los medios corporativos. 

Los efectos del bombardeo fueron también obviados por las televisiones y la prensa, de hecho los utilizaron como argumento a favor de los ataques de la OTAN, al haber gran número de refugiados albanokosovares que huían. Lo que no decía la prensa es que esto lo provocó directamente el bombardeo o indirectamente al causar la reacción serbia, pero una vez más los medios invirtieron la realidad:
 .
La crisis de los refugiados se convirtió en el arma propagandística más poderosa de la OTAN, cuando, racionalmente, se debió de haber considerado como un delito de agresión […] Así que los cientos de miles de serbios que se vieron obligados a huir de los bombardeos fueron olímpicamente obviados por la prensa británica [y la occidental en general].  15

Así, ocurría que cuando una mujer albana cruzó la frontera de Macedonia, los medios de comunicación le esperaban con entusiasmo y le preguntaron si la policía serbia la había expulsado. La mujer respondió:
 No fueron los  serbios. Fuimos asustados por las bombas [de la OTAN]. 16
Esto no fue publicado entonces por los medios corporativos, como el New York Times o el Washington Post, como indica el historiador Michael Parenti, apareció reflejado en un medio alternativo de San Francisco. 

Bien, 
pedir racionalidad e integridad periodística a unos medios de comunicación que tienen como misión servir al mundo de los grandes negocios, al de las transnacionales y al sistema financiero, es en vano. 

Su misión es, en definitiva, mostrar al público un mundo  acorde a los intereses de esos dirigentes

Claro que no solo a costa de renunciar a su labor teórica como periodistas, sino a ser cómplices activos en crímenes contra la humanidad. Complicidad que es arrastrada al público, que apoyará firmemente estas barbaridades, llevando su parte de culpa con estos crímenes y con la destrucción de los modos de vida estables y dignos de estos países, y, en una jugada macabra, contribuyendo a destruirse ellos mismos, al dar poder para conseguirlo a sus propios explotadores, que luego aplicarían las severas condiciones laborales a Europa occidental una vez hubieron logrado su objetivo en Europa del Este.

La destrucción de la economía de Yugoslavia fue aplicada tal y como solicitaban "periodistas" como Tomas Friedman del New York Times, bombardeando cada industria, cada empresa, cada infraestructura o lugar, sin importar si había en ellas trabajadores o no, hasta demolerlas, hasta que no pudiesen ser fuente de competencia o de subsistencia para los yugoslavos. 

La crueldad e inmoralidad de la OTAN al servicio de las corporaciones no tuvo límites. 

Podemos ver tal actuación contra el complejo de industrias Zastava que fabricaban automóviles, camiones, tractores, maquinaria..., además de proporcionar electricidad a la población, y que empleaba a decenas de miles, añadido a las industrias suministradoras y clientes de ella. 

Así, vista la clara intención de la OTAN de destruir el sector industrial de Yugoslavia, Zastava se revelaba como un objetivo central. 

En una decisión que nos sorprende ahora a los habitantes de la Unión Europea, los trabajadores de Zastava hicieron de escudos humanos voluntariamente y conscientes del grave riesgo que conllevaba para proteger su empresa, que era la garantía de poder continuar con su modo de vida. 

Hoy esto sería impensable en nuestros países, los trabajadores podemos estar alienados y ser unos analfabetos políticos, pero no somos tan estúpidos como para arriesgar las vidas por algo que percibimos correctamente como no propio y donde tenemos que ir con pesar y desagrado para llevar un pobre sueldo que nos permita subsistir, ya no vivir, a nosotros y a nuestras familias. 

No era así en Yugoslavia, la empresa era algo propio que se preocupaba por uno, el trabajo no era una esclavitud, sino una parte de la vida donde se hacían cosas para la sociedad y se recibía una compensación digna y formación por ello.
Tres días después de que la OTAN comenzó su guerra, los trabajadores y la dirección emitieron una carta abierta que fue enviada a los sindicatos en el extranjero, al Presidente de los EE.UU. Clinton, al Primer Ministro Tony Blair, a la Secretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright y a otros líderes occidentales. "Nosotros, los empleados de Zastava y los habitantes de Kragujevac [una ciudad industrial en el centro de Serbia, sede de Zastava] amantes de la libertad hicimos un escudo humano" indicaba la declaración. "Incluso al final del turno, incluso cuando la alarma sonó, los trabajadores de Zastava no abandonaron sus talleres, sino que se quedaron para proteger con sus cuerpos lo que provee el modo de vida a sus familias, lo que ellos han construido en largos años de trabajo honesto con el propósito de crear un futuro mejor".  La carta avisaba a los líderes de la OTAN, "Queremos que ustedes sepan que el ataque sobre nuestra fábrica significa una muerte directa a miles de hombres y mujeres y una enorme pérdida material y espiritual para sus familias". 17
La solidaridad con esta fabulosa gente solo llegó de las personas y trabajadores de los países denominados como tercer mundo, que sabían por experiencia personal lo que eso significaba. Del primer mundo no hubo noticias, los trabajadores, los sindicatos, los profesores universitarios y todos los demás callaron, callaron mientras caían las bombas y destrozaron Zastava e hirieron a sus trabajadores, continuando con otras y otras empresas e infraestructuras. 

Avergüenzense ustedes y no se quejen hoy de su penosa situación que ustedes con su inhumanidad  crearon.

Como acertadamente señala Michael Parenti, la destrucción de la OTAN de la Yugoslavia social sirvió a un racional interés de clase,  aquel en el que un grupo de privilegiados humillan y someten a sus caprichos a todo un conjunto de la sociedad, haciéndoles vivir penosas vidas mientras ellos despilfarran absurdamente la riqueza generada por otros. 

La Confederación de sindicatos de Serbia mostró una lista de 164 fábricas destruidas por el bombardeo, ninguna de ellas de una firma extranjera; las bombardeadas pertenecían al estado.
Como yo observé en un viaje a Yugoslavia poco después de la guerra,  el enorme Hotel Yugoslavia, dirigido por el estado, fue hecho inhabitable por los misiles de la OTAN, mientras el Hyatt Hotel, propiedad de las corporaciones, con toda su fachada de cristal no sufrió ningún arañazo en sus ventanas. Edificios que exponían señales muy visibles en sus azoteas anunciando marcas como Panasonic, Coca Cola, Diners Club International y McDonald's, eĺ último con inmensos arcos dorados, sobrevivieron perfectamente intactos. 18
Llegaba de esta forma la "democracia" a Yugoslavia, destruyendo la economía, pero también las bibliotecas, los teatros, los hospitales, las clínicas de maternidad, los sanitarios, los geriátricos, los hogares, las escuelas, los puentes, los monumentos, las iglesias, los museos..., algo que ni el propio Hitler hizo años atrás. 18
La mano oculta del mercado nunca funcionará sin el puño oculto -McDonald's no puede prosperar sin McDonnell Douglas, el constructor del F-15. Y el puño oculto que mantiene el mundo seguro para las tecnologías de Silicon Valley se llama Ejército de los Estados Unidos. 19
Notas:
1. Boris Malagurski. The Weight of chains (documental). 2010.
2. Michel Collon. El juego de la mentira. Las grandes potencias, Yugoslavia, la OTAN  y las próximas guerras. Hiru. 1999. pp.120-145.
3. Eduardo Galeano. Las venas abiertas de América Latina. Siglo XXI.
4. ZF TRW reitera que los 123 despidos son necesarios y que "no va a cerrar la planta". Diario de Noticias. 20.2.2016.
5. La dirección de TRW plantea 250 despidos en la planta de Landaben. Diario de Noticias. 19.1.2016.
Diario de Noticias es uno de los medios corporativos locales de Navarra y ha contribuido también con su desinformación y propaganda persistentes sobre los conflictos internacionales a este estado catastrófico de las cosas. Alguien dirá, con el habitual poco criterio, que por ejemplo ha publicado artículos de este autor, pero hay que decir que lo ha hecho con aquellos que bien le interesaba, ejerciendo una férrea censura cuando yo ponía en evidencia en otros las falsedades vertidas por este periódico y otros, como lo ocurrido en Crimea, en Siria o cómo Israel capta y utiliza a los mercenarios islamistas en su provecho, incluidos a sectores de Hamás.
6. Michael Parenti. To kill a nation. The attack on Yugoslavia. Verso. 2000, pp.17-22.
7. Michael Parenti. The demonization of Slovodan Milosevic. December 2003.
http://www.michaelparenti.org/Milosevic.html
8. Michel Collon. Monopoly, la OTAN a la conquista del mundo. Hiru. 2000, pp: 10-20
9.  Michel Chosudovsky. Kosovo´s mafia state: from Madeleine to Hillary.Global Research. 6.4.2012.
10. Tom Walke, Aidan Laverty. CIA aided Kosovo guerrilla army. The Sunday Times. 12.3.2009
11. Fallgot, Roger (1998). «How Germany Backed KLA». The European.
12. Michel Chosudovsky. The History of "Humanitarian Warfare": NATO's Reign of Terror in Kosovo, The Destruction of Yugoslavia. Global Research. 24.2.2008.
13. David Edwards, David Cromwell. Los guardianes del poder. Txalaparta. 2011, pp.159-170.
14. Michael Parenti. To Kill a Nation: The Attack on Yugoslavia pp. 106-112.
15. Hammond y Herman, Degraded Capability. 2000.
16. Michael Parenti. The media and their atrocities. 2000. 
17. Gregory Elich. Deindustrialization-nato-style. Counterpunch. 15.4.2015.
18. Michael Parenti. To Kill a Nation: The Attack on Yugoslavia. pp. 165-175.
19. Thomas L. Friedman. A Manifesto for the Fast World. New York Times. 28.3.1999.



Serbocroatas huyendo tras la invasión del ejército croata de la Krajina 
(The trail of tears - El sendero de lágrimas)

El origen de la guerra en Yugoslavia


La guerra llegó otra vez a Europa, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando tanto Estados Unidos como Alemania decidieron hacerse con el control de las antiguas repúblicas socialistas y soviéticas. 

En general no tuvieron obstáculos para imponer sus intereses económicos sobre ellas y conducir de paso a sus poblaciones a un declive económico. Pero hubo una nación, no dominada por la U.R.S.S., que resistió, se trataba de Yugoslavia, donde vivían los eslavos del sur organizados en varias repúblicas. 

Esta zona de los Balcanes ya había sido motivo de guerras debido a las disputas de las grandes potencias europeas para tenerla como una colonia, ocurrió en la Primera Guerra Mundial y también en la Segunda. 

En ninguna de esas dos guerras Alemania había terminado por hacerse con el control de Yugoslavia, al ser derrotada en ambas contiendas. Una vez terminada la denominada guerra fría, con la caída de la Unión Soviética, vieron la oportunidad para llevar a cabo lo que venían preparando largo tiempo atrás.

Yugoslavia era diferente a las repúblicas soviéticas, su nivel de vida era más alto, no existía el desempleo y tenía una fuerte economía y unas muy buenas relaciones con otros países, especialmente con el tercer mundo. 

Esto era algo que tanto EE.UU. como Alemania no podían tolerar, su independencia política y económica, ya que la Federación yugoslava se mostraba como un rival con el que tendrían que competir. 

El interés por su dominio, además de por controlar sus recursos, se debía a que era una zona muy importante estratégicamente, porque era un lugar de acceso terrestre, o especialmente fluvial a través del Danubio, a las grandes reservas energéticas en Oriente Medio y especialmente a la zona del mar Caspio. 

El argumento de que Yugoslavia no era una democracia carece de valor en boca de países como las potencias europeas o EE.UU., porque no era lo que los movía realmente, además de que ni la Unión Europea ni Estados Unidos pueden dar lecciones de democracia a nadie, no hay más que ver como ningunean o desprecian a sus propios ciudadanos.

 Yugoslavia no era un país que no se preocupase por su población; y de hecho su nivel de justicia social, seguridad en el empleo y eliminación de la pobreza en los años 70 y principios de los 80 era incluso claramente mejor que el que actualmente están teniendo las nuevas repúblicas, como: Croacia, Bosnia, Serbia o Kosovo. 

Este cambio a peor es el resultado al sometimiento a las imposiciones económicas de Bruselas, Bonn y Washington, que querían mano de obra barata para explotar y materias primas que llevarse; es decir, colonias.


¿Cómo pudo llevarse a cabo esta división de Yugoslavia? 

Utilizando un método viejo, siguiendo la imperecedera táctica de Roma, “Divide y vencerás”, y utilizando la excusa de las “guerras humanitarias”, de “la responsabilidad para proteger” (R2P), para obtener los verdaderos objetivos, los económicos. 

La invasión militar directa del país por una organización como la OTAN hubiese sido muy costosa y con un resultado muy incierto.

Tras la muerte de Tito, Yugoslavia, en los años 80, comienza a seguir las indicaciones del FMI y del Banco Mundial con un resultado desastroso:
A lo largo de los 80, el FMI y el Banco Mundial periódicamente prescribían más dosis de su amarga medicina económica y la economía yugoslava lentamente cayó en coma. Desde el comienzo, los sucesivos programas esponsorizados por el FMI aceleraron la desintegración del sector industrial de Yugoslavia, la producción industrial cayó a un negativo 10 % de crecimiento para 1990, y el sucesivo desmantelamiento de su estado del bienestar, con todas las consecuencias sociales predecibles.1
La actuación de ambas organizaciones internacionales no era inocente, pretendían desestabilizar a la federación y crear tensiones entre sus repúblicas:
Los ingresos del Estado que deberían haber ido como transferencia de pagos a las repúblicas y provincias en vez de servir a la deuda de Belgrado con  los clubs de París y Londres. Las repúblicas fueron dejadas a su suerte.Cortando las arterias financieras entre Belgrado y las Repúblicas, las reformas encendieron las tendencias secesionistas que se alimentaron en factores económicos además de en divisiones étnicas. La crisis presupuestaria inducida por el FMI creo un hecho económico consumado que allanó el camino para las secesiones de Croacia y Eslovenia en junio de 1991. 1
Se promueve así abiertamente que se abra el camino a la separación de las repúblicas de la Federación yugoslava, se apoya especialmente por parte alemana a Croacia y a Eslovenia. 

Tras el acceso de Klaus Kinkel en 1979 a los servicios de inteligencia alemanes, el BND, comienza a apoyar al movimiento nacionalista croata, parte de él correspondiente a los fascistas utaschi: herederos de aquellos sanguinarios  que provocaron un genocidio de serbios en los años 40 y que habían estado operando después durante los años 70 y 80 desde el extranjero, con atentados terroristas contra el gobierno yugoslavo.2

También dan respaldo para  conseguir la liberación de nacionalistas de extrema derecha que están en prisión, como es el caso de Franco Tudjman, el que sería luego puesto como presidente croata. 

De esta forma se crea un servicio de inteligencia propio también en Croacia, independiente de Belgrado. Las armas comienzan ya a suministrarse desde Alemania en los años 80 y se va preparando el camino para la secesión. 3 

Como tantas veces en las guerras, el mundo de los negocios tuvo una parte fundamental y aquí el empresariado alemán presionó a Kohl para que apoyase la separación de  Croacia, ya que esto les permitiría entrar más fácilmente en la economía del país y eliminarían también a los competidores yugoslavos. 

En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, portavoz del mundo de los negocios alemán, en 1991 se indica que Yugoslavia es “un Estado engendro”. 

El Gobierno de Bonn, en julio de 1991, actúa y lanza el ataque económico para desestabilizar a Yugoslavia, bloquea las líneas de crédito y provoca una situación de bancarrota en la  Federación. 

Esto crea serios problemas y tensiones entre las repúblicas, que Alemania agudiza al dar crédito en agosto a las secesionistas. 

Todo ello está amparado también desde la Unión Europea a la que Alemania, dado su poder económico, ha impuesto su visión e intereses en los Balcanes. 

Cuando Eslovenia y Croacia declararon su independencia, a finales de junio de 1991, la propia Unión Europea amenaza a Yugoslavia con no darle la ayuda económica si interviene para evitar las secesiones. 3 

Estas secesiones crean un importante problema en la población, sobre todo de Croacia, porque en ella buena parte son serbocroatas y empiezan a temer, con razón, que se repita la persecución y el genocidio de 1941, llevado a cabo contra ellos por los croatas fascistas católicos. 

De hecho, a la declaración de la independencia croata le sigue la declaración de una República Independiente serbia en la Krajina, en la frontera con Bosnia y de mayoría serbia, que aprobó mantenerse en Yugoslavia en un referéndum en mayo de 1991, con una mayoría de un 90 %. 

Los políticos alemanes pronto hablaron también del derecho de autodeterminación, pero eso sí, válidos para algunos y no para otros. 

Por ejemplo, era correcto para los croatas, pero no para los serbocroatas de la Krajina, o los serbobosnios de Bosnia; no hablaban tampoco nada de los corsos o los bretones en Francia, de los vascos o los catalanes en España o de los kurdos en Turquía, país este último al que Alemania precisamente suministró armas para combatir a la población kurda. 

Se defendía la autodeterminación sí había intereses económicos, si no se combatía. 

El tratar de separar y romper Yugoslavia de esa forma, en repúblicas uniformes, no teniendo en cuenta el carácter multicultural y multireligioso propio de cada una de ellas, era ir decididamente a provocar una guerra civil, que finalmente se produjo. 4 

No debemos olvidar que en Croacia había en torno a un 26 % de personas que tenían un cultura diferente a la croata mayoritaria,  siendo un 12 % serbocroatas. 

En Bosnia Herzegovina todavía había mayor variedad: un 44 % de cultura musulmana, un 32 % de serbobosnios y un 17 % de croatas de Bosnia, además de yugoslavos (mezcla de culturas) y otros grupos. 

En Eslovenia el porcentaje de croatas y serbios era menor, algo superior al 2 % en ambos casos, por eso en esta región hubo menos violencia. 

No obstante, fue en Eslovenia donde comenzó precisamente la violencia militar, al ejecutar la policía eslovena, en junio de 1991, a varios soldados del Ejército yugoslavo; no fue por tanto Serbia la que comenzó las agresiones militares, como se suele dar a entender. 3 

Pero como eran principalmente los serbios, aunque también había una buena parte de croatas y musulmanes, como el propio Abdic, los que preferían mantenerse unidos como Yugoslavia, por las razones ya comentadas de su presencia en casi todas las repúblicas y el miedo que había a la represión que se podía ejercer contra ellos y que finalmente se dio, fueron demonizados por la prensa alemana, por la del resto de Europa y por la de EE.UU., que ya habían decidido partir la Federación:
Fue la prensa alemana quien lanzó la satanización de los serbios. 
El conjunto de los media europeos les siguieron desde que sus gobiernos se alinearon con Bonn.3
Los medios de comunicación se encargaron de falsificar la realidad y de hacer que las  poblaciones occidentales odiasen a los serbios, presentándolos como a los nuevos nazis, consiguiendo con ello un pretexto ideal para justificar una actuación militar.


No obstante, los hechos eran bastante diferentes y los nazis seguramente estaban en otro lado. Un dirigente de extrema derecha llamado Franco Tudjman, que era el nuevo dirigente de Croacia, había declarado que era “feliz de que su mujer no fuese serbia ni judía”. 

Él se encargó también de recuperar los símbolos fascistas y cambió los nombres de las calles en honor a luchadores contra los nazis por otros vinculados al nazismo y al clerofascismo de la Croacia de mediados del siglo XX. 

En la nueva Constitución croata, proclamada en diciembre de 1990, se hablaba del “Estado nacional del pueblo croata y de los otros”, dejando el término despectivo de “otros” para: serbios, judíos, zíngaros u otras etnias. 

Europa y sus medios de comunicación callaron ante semejante barbarie, que, esta sí, recordaba al nazismo. 

Y ya desde la creación de Croacia como estado independiente empieza el acoso y discriminación contra los serbocroatas de la Krajina, que son mayoría en la región. 

Esto conduce finalmente a que en agosto de 1995, en una enorme operación militar, la Operación Tormenta, dirigida y apoyada por el ejército norteamericano, los militares croatas invadan la región de la Krajina y expulsen o maten a sus habitantes naturales, los serbocroatas. 

Se calcula que fueron expulsadas unas 250.000-300.000 personas y fueron asesinadas algo más de 2.500, constituyendo la mayor limpieza étnica en Europa desde la  Segunda  Guerra Mundial.5 

Los datos están comprobados con claras evidencias, a diferencia de lo ocurrido en Srebrenica , y sus habitantes expulsados todavía no han podido apenas regresar.6 

El suceso de Srebrenica, ocurrido unos días antes, en julio de 1995, y que comentaremos en otro artículo, está curiosamente enlazado con este, ya que sirvió de justificación y de pantalla ocultadora para un ataque masivo contra los serbios, fuesen estos serbocroatas, serbobosnios o solamente serbios. 

Esta locura en la que se empezaba a convertir la ya ex Yugoslavia fue denunciada por algunos políticos que todavía conservaban algo de sensatez, es el caso del que era Ministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, que dijo en Liberation el 21 de junio de 1993:
A  causa de divergencias internas, la CEE se lanzó de  forma prematura y precipitada a reconocer a repúblicas de la ex Yugoslavia sin contar con que, en esas condiciones, eso  iba a forzar la explosión de la Yugoslavia en miniatura que era Bosnia-Herzegovina (…) 
Por sus presiones en favor de la independencia de Croacia y de Bosnia, las responsabilidades de Alemania y del Vaticano son evidentemente aplastantes.3

Mikel Itulain.

Nota: el texto y las citas correspondientes están basados en la obra de Mikel Itulain, Justificando la guerra. 

PS: Sobre los suceso de la masacre-s de Srebrenica tienen el siguiente informe:


La masacre de Srebrenica


Notas:

1. Michel ChossudovskyDismantling Yugoslavia, Colonizing Bosnia. 'The Other Face of the European Project, Alternative Forum to the European Summit, Madrid, 1995.
2.    Utasha timeline. Pavelic Papers.
3. Michel Collon. El juego de la mentira. Las grandes potencias, Yugoslavia, la OTAN  y las próximas guerras. Hiru. 1999. pp.120-145.
4.    Diana Johnstone. Breaking Yugoslavia. Global Research. 10.3.2010.
5.    Carl Savich. Krajina. La verdad sobre la limpieza étnica al pueblo serbio.Kosovo no se vende. 29.11.2008.
6.   Amnesty InternationalCroatia: Operation “Storm” – still no justice ten years on, 2000. [Aunque Amnistía Internacional emita este informe posteriormente, tiene una responsabilidad innegable en la barbarie desatada en Yugoslavia: La guerra contra Yugoslavia, otro borrón más de Amnistía Internacional].

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