Rato concedió 347 millones de Bankia al plan Mestalla tras sellar su entrada en el pelotazo
Las actas del Consejo de Bankia prueban que Rato participó en la reunión de diciembre de 2011 que dio 347 millones a Newcoval, la sociedad a la que el exministro se había vinculado tres semanas antes
Rodrigo Rato utilizó los recursos de Bankia para garantizar que salía adelante una operación inmobiliaria con la que estaba vinculado societariamente y que, según la Generalitat Valenciana, habría generado un impacto económico de más de 1.000 millones de euros.
Sólo la intervención de la entidad en mayo de 2012 evitó que el plan del exvicepresidente del Gobierno saliera adelante, aunque en ese momento, Bankia ya estaba involucrada en el proyecto relacionado con Rato y el banco aún está sufriendo las consecuencias.
La operación en cuestión era la recalificación de los terrenos del actual campo del Valencia Club de Fútbol y de las áreas circundantes y el proyecto para la terminación del nuevo estadio del equipo.
Como reveló este diario el pasado diciembre, Rato utilizó a su testaferro de cabecera, Miguel Ángel Montero Quevedo, para poner en marcha un entramado societario durante su presidencia de Bankia que le conectó con la constructora Aedifica, precisamente, la firma que meses después fue escogida por la entidad financiera para ejecutar conjuntamente el desarrollo del suelo de Mestalla y la culminación del nuevo campo.
La relación había pasado desapercibida hasta ahora.
Tres semanas después de cerrar el círculo
Pero no es el único hecho que demostraría que aprovechó su posición en Bankia para tratar de favorecer sus intereses personales.
El 12 de diciembre de 2011, sólo tres semanas después de que el exdirector gerente del FMI consiguiera cerrar el círculo que garantizaba su participación en el pelotazo de Mestalla, el Consejo de Administración, con el propio Rato a la cabeza, aprobó conceder a la sociedad mixta constituida por Bankia y Aedifica para realizar el proyecto, Newcoval SL, un total de 347 millones de euros en diferentes líneas de crédito.
Las operaciones disparon el riesgo que ya afrontaba Bankia en esos momentos y que, seis meses después, acabaron provocando su intervención
El detalle aparece en las actas de esa reunión, incorporadas al sumario del caso Bankia que instruye la Audiencia Nacional desde hace tres años.
El Consejo de Administración de la entidad autorizó a Newcoval SL un péstamo bilateral de hasta 226 millones de euros, un préstamo/crédito bilateral por valor de 48 millones, una línea de aval de 30 millones y una cuenta de crédito de 43 millones de euros, operaciones que disparon el riesgo que ya afrontaba Bankia en esos momentos y que, seis meses después, acabaron provocando su intervención y la inyección de casi 24.000 millones de euros fondos públicos para evitar su colapso.
Créditos sin garantías
En realidad, el riesgo total de la operación Mestalla fue aún más elevado.
En esa misma reunión del Consejo, según consta en los documentos a los que ha tenido acceso este diario, el equipo de Rato también logró que al Valencia Club de Fútbol se le renovara un préstamo bilateral de 200 millones de euros y se le concediera un nuevo préstamo de hasta 195 millones, una línea de derivados de 29.250.000 euros, una cuenta de crédito de hasta 35 millones y una línea de descuento de 9,3 millones de euros.
Además, la filial de Bankia en Newcoval,Costa Eboris, se llevó un préstamo/crédito bilateral de 15 millones de euros y la sociedad con la que participaba Aedifica, Habitats del Golf, otros 15 millones.
Es decir, que Rato autorizó la concesión de hasta 845,55 millones de euros en créditos para financiar el proyecto en el que tenía intereses económicos directos.
El contexto era de fuerte restricción del crédito, pero sin esos fondos el pelotazo de Mestalla no podía salir adelante.
Con todo, lo más sorprendente es que Bankia concedió esa financiación sin exigir avales ni garantías de devolución suficientes.
Aedifica, la empresa vinculada a Rato con la que se asoció la entidad para ejecutar el proyecto, sólo aportó terrenos fuera de Valencia que en plena crisis inmobiliaria apenas tenías valor.
Eso no impidió a la constructora controlar el 50% de Newcoval, la misma participación que Bankia, pese a que ésta había comprometido de un modo u otro 845,55 millones de euros en el proyecto.
La paralización del proyecto
La operación fue suspendida en cuanto llegó a Bankia el actual directivo de la entidad, con José Ignacio Goirigolzarri al frente.
Su Consejo de Administración se apoyó en un informe pericial que había solicitado previamente a KPMG tras comprobar que el proyecto de Mestalla no sólo era ruinoso para su sociedad, sino que había numerosos indicios para sospechar que su antecesor en la presidencia de Bankia había apoyado el proyecto motivado por intereses ajenos a la entidad. KPMG confirmó que existían vínculos societarios entre Aedifica y la familia de Rato.
Aún no se sabía que el propio exdirector gerente del FMI estaba implicado en el proyecto, pero ese informe fue suficiente para que Goirigolzarri acabara definitivamente con el plan Mestalla tras el verano de 2012.
Un informe posterior de PricewaterhouseCoopers (PwC), remitido a Bankia en octubre de 2013, incidió en las irregularidades.
“La constitución de Newcoval SL implicaba un incremento del riesgo de Bankia de aproximadamente 400 millones de euros desde nuestro punto de vista no justificado”, consideró la consultora. También subrayó que “la aportado del Grupo Aedifica a esta operación no está, desde nuestro punto de vista, claramente definida”.
Ninguna de esas negligencias y conexiones con Rato ha impedido a Aedificareclamar por las pérdidas que, a su juicio, le supuso la paralización del proyecto.
Los administradores de la constructora han presentado una demanda judicial contra Bankia en la que reclama 4 millones de euros por gastos incurridos en la tramitación y puesta en marcha del proyecto de Newcoval. La referencia a la reclamación viene recogida en el informe de PwC.
Fuentes de Bankia admiten la existencia del litigio, que ha terminado en los tribunales porque no ha habido acuerdo entre las partes a la hora de liquidar Newcoval tras la llegada de Gorigolzarri.
Uno de los argumentos de la empresa de los promotores Enrique Granell y Agustín Escandón es que sufrieron gastos derivados, por ejemplo, del rediseño que encargaron del Nuevo Mestalla en lo que se refiere a la cubierta.
Vínculos del 'presidente' del Canal de Isabel II
Rato no era la única persona vinculada a Bankia que tenía intereses compartidos de forma directa o indirecta con los socios de Newcoval.
El informe encargado por el equipo de Goirigolzarri sobre las operaciones realizadas con el Valencia CF también señala a uno de los exconsejeros de la entidad, José Manuel Serra Peris, actual presidente interino del Canal Isabel II tras la renuncia en junio de Salvador Victoria, que dimitió tras su imputación por el caso Púnica.
Rato no era el único en Bankia que tenía intereses compartidos con los socios de Newcoval. Un informe señala a José Manuel Serra Peris
Propuesto por Rato para ocupar sillón en el consejo como independiente (llegó a promoverlo para la vicepresidencia), Serra Peris controlaba, a través de la mercantil Edaval Instalaciones Deportivas, el 5% de Náquera Golf, otra sociedad de Granell y Escandón que promovía un plan urbanístico de viviendas y campo de golf en la localidad valenciana de Náquera, a los pies de la Sierra Calderona. Precisamente en Náquera es donde Newcoval planteaba desarrollar la nueva Ciudad Deportiva del Valencia CF.
El documento de PwC matiza que Serra Peris se abstuvo en la votación de la operación para constituir Newcoval y dotarla de nueva financiación.
Olivas, origen de la deuda
Los elevados riesgos que Bankia asumió con operaciones ligadas al club valencianista proceden de la etapa anterior a Rato, aunque con su plan para canalizar la operación Mestalla hacia Newcoval terminaron por situarse fuera de control.
Fue José Luis Olivas quien sacó adelante la asunción de riesgos por importe de 200 millones de euros con el Valencia en julio de 2007, aún como presidente de Bancaja y pese a las reservas del Consejo de Administración.
El club tenía financiación suscrita con la caja por 120 millones pero quería otros 80 más: 50 para acometer obras del nuevo estadio y otros 30 millones que cuyo destino no se especificaba, según el informe de PwC.
Siempre según ese documento, el Consejo de Administración expresó sus dudas sobre la viabilidad de la operación y decidió delegar en su presidente Olivas y en el entonces director general Aurelio Izquierdo la aprobación previa incorporación, supuestamente de garantías adicionales a los entonces máximos accionistas del Valencia CF, la familia Soler.
PwC señala que en su investigación no ha logrado obtener ni el documento por el que Olivas e Izquierdo aprobaron la financiación, ni la existencia de las garantías originales que el consejo de administración encargó obtener.
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