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domingo, 17 de enero de 2016

Patricio Lumumba y Thomas Sankara, dos líderes asesinados por la CIA para frenar el progreso en África

A África se le ha negado cualquier intento de salir de la miseria y progresar como al resto del mundo. Cada paso que daba hacia la democracia y la independencia se veía truncado por un golpe de estado o la aparición de alguna que otra guerrilla convenientemente orquestada y financiada desde el exterior. 

SION y sus estados terroristas son los responsables de tanta muerte y destrucción con el único fin de enriquecer a sus criminales corporaciones sionistas. 

Hoy como antaño, estamos en las mismas y acabar con estas corporaciones que representan al 1% y que solo buscan explotar y esclavizar al resto del mundo a costa de lo que sea necesario hacer, es la última batalla que le queda a la humanidad para poder vivir en paz y libertad.

Armak de Odelot

Patrice Lumumba, el héroe asesinado de África

Lumumba es el mártir del nacionalismo africano.

Lumumba es el mártir del nacionalismo africano. 

| Foto: Archivo

Hace 55 años, agentes de los servicios secretos belgas y de la CIA introdujeron el cuerpo de Patrice Lumumba en un barril de ácido y lo hicieron desaparecer. 
El Congo pudo haber ido hacia una democracia y, por el contrario, fue hacia una de las peores dictaduras africanas del siglo XX.
Fue el primer jefe de gobierno de la República Democrática del Congo. 
Buscó la descolonización de su país en manos de Bélgica y destruir totalmente el poder colonialista europeo presente en África, erradicar el ultraje y el expolio que durante siglos había sufrido el continente.
En 1958 se orientó decididamente hacia la lucha por la descolonización del Congo por las escasas posibilidades de acción social que le permitían las autoridades coloniales belgas y así fundó el Movimiento Nacional Congolés, partidario de crear un Estado independiente y laico, cuyas estructuras políticas unitarias ayudaran a superar las diferencias tribales creando un sentimiento nacional.
Tras la independencia de Bélgica, en 1960, el Congo celebró elecciones, y Patricio Lumumba, líder de la lucha independentista, llegó a la presidencia con un programa nacionalista y de izquierda.
Lumumba no pudo impedir que la retirada del ejército belga diera paso conflicto político con pronunciamientos militares, ataques a la población blanca y disturbios generalizados.
La rebelión fue especialmente grave en la región minera de Katanga, que se declaró independiente bajo el liderazgo de Tschombé; Lumumba denunció que esta secesión había sido promovida por el gobierno belga en defensa de los intereses de la compañía minera que explotaba los yacimientos de la región.
Lumumba pidió ayuda a la ONU, que envió un pequeño contingente de «cascos azules» incapaces de restablecer el orden, y por eso pidió el apoyo de la Unión Soviética, con lo que amenazó directamente los intereses occidentales.
El presidente de EE.UU., Eisenhower, dio entonces orden de eliminarlo. 
Y envió al agente de la CIA Frank Carlucci, quien luego sería secretario de Defensa de Ronald Reagan.
Un golpe de Estado derrocó a Lumumba en septiembre de 1960. Fue torturado brutalmente y fusilado por mercenarios belgas, que disolvieron su cuerpo en ácido y esparcieron sus restos para que no fuera reconocido.
Hace bien poco, en noviembre de 2001, el parlamento de Bélgica reconocía la responsabilidad de su Estado en la muerte de Patricio Lumumba.
Fue asesinado de esa manera por la gran lucha política e ideológica que realizó para dar a conocer la unidad como instrumento y vía para el logro de la liberación por parte de los pueblos africanos, de los yugos coloniales que se mantenían en el momento en que libró su lucha y que aún se mantienen, incluyendo entre ellos al neocolonialismo naciente y al imperialismo norteamericano que ya comenzaba a meterse en los países africanos para sumarse a los saqueadores de las riquezas de ese continente.
El pensamiento de Patrice Lumumba constituyó un peligro para las potencias occidentales explotadoras de los pueblos africanos. 
Medio siglo después, las autoridades estadounidenses reconocieron su implicación en el derrocamiento y asesinato del líder congoleño.
​Vista en la distancia, su lucha fue la misma que hoy se libra en Nuestra América por darle una verdadera independencia.
Conozca la historia del líder panafricano mártir del colonialismo occidental: Patricio Lumumba, muerte al estilo colonial. 

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Thomas Sankara, el ‘Che Negro’ que sembró la revolución en Burkina Faso


Este 15 de octubre se conmemoraron 27 años del asesinato del capitán africano y líder de Burkina Faso, Thomas Sankara, conocido como el “Che Negro”.
Sankara nació el 21 de diciembre de 1949. A los 17 años comenzó su carrera militar, ocupación que lo llevó a Madagascar a principios de la década de los 70. En ese país pudo conocer los levantamientos populares contra un gobierno que permanecía sometido a Francia, pese a haber conseguido la independencia en 1960.
Su estadía en Madagascar lo acercó a los movimientos revolucionarios y a las teorías de Marx y Lenin; además de conocer las luchas de Ernesto “Che” Guevara, Nelson Mandela, Fidel Castro, entre otros, que le sirvieron para sus posteriores acciones.
El 4 de agosto de 1983, el visionario Sankara, junto a otros militares que compartían su visión, lideró la denominada Revolución Democrática y Popular en Alto Volta, antigua colonia francesa, que pese a conseguir su independencia en 1960, permanecía bajo el dominio de los colonizadores y el saqueo de las transnacionales.
Esta revolución popular tomó el poder. Con Sankara como presidente del país, se cambió el nombre de Alto Volta a Burkina Faso, compuesto por dos palabras que combinan los dos idiomas principales del país. 
En la lengua Mooré “burkina” significa íntegro, y en Bamanank, “Faso” se traduce por Patria; por ende, Burkina Faso significa País de los hombres íntegros.
Sankara comenzó un gobierno antiimperialista, como lo dejó claro en su Discurso de Orientación Política, emitido en octubre de 1983. Y dedicó sus esfuerzos a combatir el hambre y la corrupción; dando prioridad a la educación y la salud de los habitantes de Burkina Faso.
Además de modificar el nombre del país, Sankara escribió un nuevo himno nacional: Une Seule Nuit (Una Sola Noche). En este canto, al final del coro se entona: ¡Patria o Muerte, Venceremos!
Sankara sostenía que “para los africanos vivir como tales es la única manera de vivir libres y dignamente”. Tenía claro que “la llamada ayuda extranjera sólo produce desorganización y servilismo”.
Enfatizaba que “el objetivo de la revolución es que el pueblo ejerza el poder”.
Cuatro años después de la instauración de la Revolución Democrática y Popular, Sankara fue asesinado. El hecho ocurrió el 15 de octubre de 1987, tras el golpe perpetrado por Blaise Campaoré (actual presidente de Burkina Faso), quien juraba lealtad al proceso.
AVN

Thomas Sankara, “El Che Guevara africano”


«Prohibió la ablación genital femenina, la poligamia y los casamientos forzados, incluyó a mujeres en alto rangos del gobierno y las alentó a trabajar y seguir estudiando aún embarazadas.

 Mientras fue presidente siguió viviendo en su cuarto de estudiante: Su única posesión: una guitarra y una bicicleta.

 "Imperialismo es que tu plato esté compuesto por productos importados", dijo y se adelantó así al hoy difundido concepto de "soberanía alimentaria". 

Llamó a todos los países africanos a no pagar la deuda externa. 

Su gobierno llevó a cabo una campaña de vacunación de 2.5 millones de chicos contra la meningitis, la fiebre amarilla y el sarampión. 

Instauró que todos los funcionarios consumieran productos locales y se vistieran al estilo autóctono y se burló de las marcas muchos años antes del "No Logo" de Naomi Klein. 

Dejó atrás el nombre colonial "Alto Volta". 

Era joven, africano, militar y marxista. Lo llamaban "el Che africano".

 Fue asesinado por su compañero Blasé Campaoré que de inmediato comenzó una política de acercamiento a Francia, antigua fuerza colonial desde 1898 hasta 1960, y al capital extranjero.

 Su país, que lleva el nombre que él dio, se llama Burkina Faso, significa "patria de hombres íntegros",hoy se debate entre recuperar el legado de Thomas Sankara o elegir un gobierno títere de Francia y el Banco Mundial.

Burkina Faso: 21 diciembre 1949-15 octubre 1987

Thomas Sankara, un mito para muchos africanos

Cuando era adolescente, recuerdo haber visto en "Jeune Afrique" una secuencia de imágenes sobre el asesinato de Thomas Sankara.
 El joven Presidente conocido como "el Che Guevara africano" fue asesinado durante un golpe de estado militar, descuartizado y enterrado en una tumba sin nombre.
 Había sido Comandante de una Academia militar, Secretario de estado de comunicación, Primer Ministro y Presidente de Alto Volta (Burkina Faso) a los 33 años.
Sus padres querían que fuera sacerdote católico pero al final optó por el ejército, acabó confesando las ideas marxistas, adorado por muchos jóvenes africanos como "el Che Guevara africano" y pidiendo una segunda versión de la Biblia para los pobres porque «Entre les riches et les pauvres, il n’ y a pas la même moral.
La Bible, le Coran, ne peuvent pas servir de la même manière celui qui exploite le peuple et celui qui est exploité. Il faudra alors qu’il y ait deux éditions de la Bible, et deux éditions du Coran ».

Thomas Sankara, le petit frère

Sus colegas africanos le consideraban el hermano pequeño (petit frère) y los franceses querían controlar su agenda.
En una ocasión, una periodista francesa le preguntó al presidente Sankara que qué había ido a hacer en Moscú porque esa visita inquietaba a Francia.
 Sankara, sentado al lado del todo poderoso Miterrand, con mucha delicadeza contestó que siempre responde a todas las invitaciones y que si no hace más viajes al extranjero es porque no tiene un avión concorde.
Entonces el Presidente Miettarrand se levantó con su arrogancia paternalista, se apoyó sobre Sankara y dijo que le iba a dar un consejo sobre las relaciones internacionales. 
Más prepotencia, imposible.

Thomas Sankara, un buen comunicador

Thomas Sankara fue uno de los mejores oradores de los dirigentes del continente negro. A penas se le veía leyendo los discursos.
Y casi siempre entusiasmaba a su público.
Es fantástico ver a Sankara animando a los jefes de estados africanos a no pagar la deuda externa: "oye, el que quiera pagar, que coja su avión presidencial y se acerque al despacho del Banco Mundial para ingresar el dinero".
Los jefes de estados africanos reunidos en Adis-Abeba (Etiopia) no sabían dónde meterse. Sus segundos aplaudieron con entusiasmo, sobre todo cuando Sankara reclamó dos versiones de la Biblia y del Corán, una versión para los ricos y una versión para los pobres: No puede haber una misma ética para los pobres y para los ricos.
 La Biblia o el Corán no pueden dirigirse en el mismo lenguaje a un explotador que a un explotado. Sería necesario dos versiones: una versión para los pobres y una versión para los ricos.

Thomas Sankara y la igualdad de género

El joven Sankara promocionó la incorporación de la mujer en los puestos directivos y en el ejército, porque para él no había una diferencia de género sino de oportunidad. De modo que hombres y mujeres debían tener la misma oportunidad para todo.
 En el día mundial dedicado a la mujer (08 de marzo), obligó a todos los hombres a acudir al mercado para saber cuánto cuesta un kilo de arroz y cómo las mujeres se las ingenian para mantener a sus familias: los hombres se cabrearon, las mujeres disfrutaron.

Sentado en el público que se había reunido en la asamblea popular, Thomas Sankara confesó no entender por qué una estudiante embarazada tenía que abandonar sus estudios: “una estudiante que se queda embarazada se la expulsa del colegio.
Pero nadie se molesta en saber si el chico que le ha embarazado no está, por casualidad, en la misma clase. 
De modo que el chico puede seguir “fabricando niños” hasta que termina sus estudios”. Esto no puede ser así.
Como mínimo la chica embarazada tiene que tener la posibilidad de seguir con sus estudios. Por orden presidencial, las niñas embarazadas no debían abandonar sus estudios.

Thomas Sankara y el desarrollo del país

Sankara quería un mercado africano para consumir lo que se produce en África y, en la medida de lo posible, no vivir de las deudas externas que no hacen más que hipotecar el futuro de los africanos. Los funcionarios debían vestir ropa fabricada por los artesanos de Burkina Faso para colaborar con la economía local.

Es divertido ver cómo Sankara discute con un adolescente que lleva una camisa con letras “Harvard”.
El chico le acababa de preguntar al Presidente qué pensaba hacer para luchar contra el imperialismo: “¿Qué quieres que hagas? Tú llevas una camisa con la publicidad norteamericana.
 ¿Tú crees que no tenemos camisas fabricadas en nuestro país y que sean más bonitas que esa?”.
El muchacho se quedó sin habla, que por otra parte es lógico: un adolescente discutiendo con un Presidente, Capitán del ejército, escoltado por sus guardaespaldas militares.

Sankara vendió los Mercedes de los antiguos dirigentes, quitó los choferes para las autoridades y prohibió a sus ministros viajar en primera clase porque no merece la pena gastar los fondos del pueblos por un vaso de champán (el avión despega a la misma hora y llega a la misma, estés o no estés en primera clase).

La política de Sankara de “Une village, un bosque” (un pueblo, un bosque) permitió plantar millones de árboles para luchar contra la desertización del país. 


Thomas Sankara, “El Che Guevara africano” 

El Presidente Sankara decía la verdad (virtud vetada en la política servil) y no se comportaba como sus colegas africanos, auténticos caudillos y saqueadores de los fondos públicos.

 Sus políticas de consumir preferentemente los productos locales le enemistaron con las multinacionales, y desde luego no era bien visto por la administración francesa y norteamericana.

 Una vez catalogado como “comunista peligroso” por los gendarmes de la República, su muerte era cuestión de meses.

Los ejecutores de las órdenes de arriba pensaron que descuartizando su cuerpo y enterrándole en una tumba anónima desaparecería el hombre y el mito.

Y consiguieron que ocupara un lugar preferente entre los mártires del neocolonialismo occidental junto a Lumumba.

 Autor: Elie Mividaenmarcha
Above is the content the blog provided. If incomplete, read the original here.


Justicia para Thomas Sankara, justicia para África”


 El Presidente Thomas Sankara representaba la esperanza de todo un continente y encarna hoy el modelo de dirigente resuelto, íntegro, valiente y creativo.
Molestaba por sus posicionamientos sin concesiones contra las potencias occidentales, al tiempo que ponía en marcha un nuevo modelo de desarrollo



El Presidente Thomas Sankara tendría hoy 62 años si no hubiese sido asesinado por los hombres de Blaise Compaoré, el actual presidente de Burkina Faso, y de Gilbert Diendéré, su actual Jefe del Estado Mayor particular.
Este último fue ascendido al rango de caballero en la Orden nacional de la legión de honor francesa durante una estancia en Francia en mayo de 2008.

El Presidente Thomas Sankara representaba la esperanza de todo un continente y encarna hoy el modelo de dirigente resuelto, íntegro, valiente y creativo.
Molestaba por sus posicionamientos sin concesiones contra las potencias occidentales, al tiempo que ponía en marcha un nuevo modelo de desarrollo alternativo autocentrado.
Desde entonces, numerosos testimonios acreditan la tesis de un complot internacional (ver el informe en la web http://www.thomassankara.net/spip.php?article1104).

Por desgracia, todo parece preparado para impedir que una investigación sobre su asesinato sea llevada a cabo en Burkina, pero también en los demás países.
Blaise Compaoré fue invitado en noviembre de 2011 por la Corte Penal Internacional para hablar de paz, a pesar de que numerosas voces se elevaron durante el juicio contra Charles Taylor ante el tribunal especial para Sierra Leona para que se sentara en el banquillo de los acusados.
Mientras tanto, poderosos lobbies, en Francia y en EEUU fundamentalmente, se organizan para defender la imagen de Blaise Compaoré en la escena internacional.
 Existe una buena razón para que así sea: se trata de dos de los países citados por los testigos liberianos como participantes en el complot contra el presidente Thomas Sankara.

Nuestra campaña de firmas (ver en la web http://www.thomassankara.net/spip.php?article879) ha propiciado sin embargo la presentación de una petición de investigación parlamentaria en la Asamblea Nacional en julio de 2011 (ver en la web http://www.thomassankara.net/spip.php?article1097) gracias al valioso apoyo de la organización SURVIE (http://www.survie.org).
Pero es preciso aumentar la presión ciudadana, sin la cual la justica es imposible.
El año 2012 será el del 25 aniversario de su asesinato.
 Debe ser también el de la verdad y la justicia.

Hacemos un llamamiento a los ciudadanos, los partidos y las asociaciones para ampliar la campaña mediante nuevas iniciativas públicas.
Y sin esperar a una investigación judicial, hacemos igualmente un llamamiento a los periodistas para que se animen a investigar, a los historiadores para que inicien nuevos estudios, a los documentalistas para que produzcan nuevas películas, para lograr al fin conocer toda la verdad sobre el asesinato de Thomas Sankara.

Hacemos también un llamamiento a los cargos electos, los miembros de la Comisión de Asuntos Exteriores, los candidatos a las próximas elecciones para que se pronuncien en favor de una investigación parlamentaria.

Los animadores de la campaña Justicia para Sankara, Justicia para África.

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