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martes, 5 de enero de 2016

BULGARIA suministra ARMAS y DROGAS a AL QAEDA y al ISIS


EL GOBIERNO DE BULGARIA SUMINISTRA ARMAS Y DROGAS A AL QAEDA Y AL ISIS (por Thierry Meyssan)


Hasta los secretos mejor guardados acaban saliendo a la luz. El cártel mafioso que gobierna Bulgaria acaba de ser sorprendido con las manos en la masa cuando –a pedido de la CIA– garantiza drogas y armamento a al-Qaeda y el Emirato Islámico, tanto en Libia como en Siria.

JEFE DE UNO DE LOS DOS CÁRTELES MAFIOSOS BÚLGAROS –LA SIC– BOIKO BORISOV ES EL ACTUAL PRIMER MINISTRO DE BULGARIA. SU PAÍS, MIEMBRO DE LA OTAN Y DE LA UNIÓN EUROPEA, ABASTECE CON DROGAS Y ARMAS A LOS TERRORISTAS DE AL-QAEDA Y DEL EMIRATO ISLÁMICO, EN LIBIA Y EN SIRIA.
JEFE DE UNO DE LOS DOS CÁRTELES MAFIOSOS BÚLGAROS –LA SIC– BOIKO BORISOV ES EL ACTUAL PRIMER MINISTRO DE BULGARIA. SU PAÍS, MIEMBRO DE LA OTAN Y DE LA UNIÓN EUROPEA, ABASTECE CON DROGAS Y ARMAS A LOS TERRORISTAS DE AL-QAEDA Y DEL EMIRATO ISLÁMICO, EN LIBIA Y EN SIRIA.

El caso es particularmente grave, sobre todo teniendo en cuenta que Bulgaria es miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

Supuestamente, todo empezó por casualidad. Hace una treintena de años que la fenetilina era utilizada como sustancia dopante en los medios deportivos de Alemania occidental. Según el entrenador Peter Neururer, más de la mitad de los futbolistas de la Bundesliga la utilizaban corrientemente.

Varios traficantes búlgaros vieron en ella un filón. Entre el desmembramiento de la Unión Soviética y la entrada de Bulgaria en la Unión Europea, los traficantes búlgaros comenzaron a producir la fenetilina y a exportarla ilegalmente hacia Alemania bajo la denominación de Captagón.

Dos grupos mafiosos búlgaros comenzaron a competir en ese terreno: Vasil Iliev Security (VIS) y Security Insurance Company (SIC). En este último bando se encontraba el karateka Boiko Borisov.

Este deportista de alto nivel, profesor de la Academia de Policía, creó una firma dedicada a la protección de personalidades y fue guardaespaldas tanto del ex presidente prosoviético Todor Jivkov como del proestadounidense Simeón II de Saxe-Cobourg-Gotha.

Y cuando este último se convirtió en primer ministro, Borisov fue nombrado director central del ministerio del Interior, antes de ser electo alcalde de Sofía, la capital búlgara.

En 2006, el embajador de Estados Unidos en Bulgaria –y futuro embajador en Rusia–, John Beyrle, describe a Boiko Borisov en un cable confidencial dado a conocer por Wikileaks.

El embajador de Estados Unidos presenta a Borisov como un personaje vinculado a dos grandes jefes mafiosos, Mladen Mihalev (alias «Madzho») y Rumen Nikolov (alias «El Pachá»), fundadores ambos de la SIC.

En 2007, basándose en un informe elaborado por una importante empresa suiza, la publicación U.S. Congressional Quarterly asegura que Borisov había “enterrado” numerosas investigaciones en el ministerio del Interior y que estaba personalmente implicado en 28 asesinatos de carácter mafioso.

También según esa publicación estadounidense, Borisov se convirtió en socio del director adjunto de la CIA John E. McLaughlin, instaló en Bulgaria una cárcel secreta de esa agencia estadounidense y ayudó a garantizar una base militar en el marco del proyecto de ataque contra Irán.

En 2008, Jurguen Roth, el especialista alemán en redes del crimen organizado, califica a Boiko Borisov de «Al Capone búlgaro».

Ya convertido en primer ministro, y siendo ya Bulgaria miembro de la OTAN y de la Unión Europea, la CIA solicita a Borisov que ayude en la guerra secreta contra Muammar el-Kadhafi.

Y, desde su puesto de jefe del gobierno búlgaro, Boiko Borisov comienza a abastecer con Captagón –fabricado por la SIC– a los yihadistas de al-Qaeda en Libia.

La CIA hace entonces esa droga sintética mucho más atractiva y eficaz mezclándola con una droga natural –el hachís–, que permite manipular con más facilidad a los combatientes y hacerlos más aterradores, conforme a lo previsto en los trabajos de Bernard Lewis.

Posteriormente, Borisov extenderá su tráfico a Siria.

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