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martes, 8 de diciembre de 2015

¿Por qué la izquierda no construye una democracia diferente a la de los ricos, con su propia alternancia en el poder?

PATRIA GRANDE TODO NEGRO

Los mareados

Por Rubén Abelenda*
Estados Unidos, y la derecha latinoamericana e internacional, tienen mareados a muchos con “hermosas” palabras y frases como “democracia”, “libertades”, “alternancia en el poder”, y otras tantas más, que hasta ya en la izquierda se han asumido, e incluso se repiten con ingenuidad  al compás de las fuerzas conservadoras.
Me pregunto: ¿Existen “democracia”, “libertades” y “alternancia en el poder” en el Norte brutal y revuelto, como le llamó el Héroe Nacional José Martí al imperio de Washington?
¿A qué denominan “alternancia en el poder” los tanques pensantes norteamericanos y el conservadurismo latinoamericano e internacional:  al bipartidismo que impera en Estados Unidos; y que un presidente de derecha en la Patria Grande sea reemplazado por otro de su misma tendencia ideológica?
¿Cuál es la “democracia” que defienden el Pentágono  y sus súbditos en Nuestra América; la neoliberal, la que somete a los pueblos a las grandes transnacionales, incluidas las de las información?
De “libertades” no es necesario ni siquiera plantear interrogantes, porque todos conocemos muy bien en este mundo cuales son las que ofrecen los susodichos “demócratas” a los pueblos: No acceso a la salud gratuita, cero educación, recortes sociales, explotación de los seres humanos y de las riquezas de los países del Sur, racismo, y represión policial, cuando alguien se atreve a protestar ante las injusticias, entre otras muchas más.
De otra “divina” frase, “derechos humanos”,  para que hablar igual, si quienes dicen defenderlos como similar vociferan con las “libertades” son sus mayores violadores y los que las coartan, respectivamente, sin en el menor respeto por unos y otras.
La “democracia”, las “libertades”, la “alternancia en el poder” y los “derechos humanos”  son conceptos manipulados a su antojo por el capitalismo salvaje que impera actualmente en nuestro planeta tierra, y desgraciadamente han penetrado en el progresismo, que a su vez  ha abandonado su lenguaje, y también perdido en no pocos casos la memoria histórica.
Los reveses de la izquierda no se pueden justificar con lo que siempre han hecho Estados Unidos y la derecha que financia para desestabilizar a las naciones progresistas, protagonizar guerras económicas, aplicar bloqueos e instigar la violencia.
Esas derrotas son responsabilidad de los mareados en las organizaciones progresistas, de esos que fomentan la desunión repitiendo los enunciados acuñados de las oligarquías, de los que abandonan los principios revolucionarios inquebrantables que heredaron de sus precursores, y hasta sus propias consignas.
Para nada me refiero con estas líneas a la alta dirección de Venezuela, ni de otros gobiernos progresistas latinoamericanos, que también pueden cometer errores, sino a aquellos que desde capas intermedias se olvidan de los que más sufren, sobre todo, cuando la derecha inescrupulosa logra triunfar.
¿Por qué la izquierda no construye su propia democracia, defiende sus libertades y derechos humanos que para nada  son los mismos que propugnan los ricos, e impone las reglas de un juego propio de alternancia de poder?
*Tomado del Blog Guajirita Soy









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