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martes, 22 de diciembre de 2015

Cameron, Macri y la zanahoria



Cameron, Macri y la zanahoria

por Rodolfo O. Gianfelici

El primer ministro británico David Cameron llamó al presidente electo Mauricio Macri para felicitarlo por su triunfo electoral. Lo indicó un portavoz de Downing Street anticipando que “Ambos líderes esperan reunirse en el futuro”.

Agregando que los dos “coincidieron en que se trata de una oportunidad para fortalecer relaciones entre el Reino Unido y Argentina y desarrollar los lazos comerciales y de inversión existentes. 

Reconociendo las diferencias entre ambos países, los dos líderes coincidieron en la necesidad de seguir un camino de diálogo abierto y trabajar para una asociación más fuerte”.

Inclusive Cameron le ofreció apoyo a Macri para su programa de reformas y le pidió concluir “lo antes posible” el acuerdo de librecomercio entre el Mercosur y la Unión Europea. 

En otras palabras: el británico ofreció amistad y sonrisas a cambio de aplicación de medidas neoliberales y libre comercio, inclusive en este último aspecto, con ‘algo’ de premura (o exigencia?). 

Los medios formadores de opinión destacan este llamado teléfonico y auguran un cambio total de las relaciones. Eso si: de soberanía de las Islas Malvinas, nadie dice nada…

Inclusive esos mismos medios se han ‘olvidado’ de considerar que el gobierno de Londres dio a conocer el documento fundamental de su estrategia de seguridad y defensa global. 

Cameron lo presentó ante el Parlamento británico, donde se incluyó un párrafo dirigido al “nuevo gobierno de Argentina” relacionado con el diferendo por Malvinas. 

Dicho documento se denomina: National Security Strategy and Strategic Defence and Security Review 2015 (SDSR). Se trata de una pieza de 7 capítulos y 98 páginas, donde la seguridad gira en torno al escenario mundial de terrorismo. 

En el capítulo 4 (subtitulado Protegiendo al Reino Unido, los territorios de ultramar y los ciudadanos británicos en el extranjero), el párrafo 18 dice:

“Continuaremos trabajando con los isleños para defender su derecho a la autodeterminación que está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Ellos enfrentan un injustificado reclamo de propiedad por
parte de Argentina. Nosotros juzgamos que existe un bajo riesgo de ataque pero mantendremos una postura de disuasión con suficientes fuerzas militares en la región, incluyendo buques de guerra, unidades
del Ejército y aviones Typhoon de la Fuerza Aérea.

Vamos a invertir 300 millones de libras en los próximos 10 años para potenciar las
comunicaciones operativas, renovar el sistema de defensa antiaérea y mejorar la infraestructura”.

Agregando su postura de desconocimiento del reclamo argentino, apoyado por organismos regionales, continentales y mundiales. Porque Cameron en el documento agrega:

 “Vamos a continuar fomentando al nuevo Gobierno de Argentina que respete el ordenamiento jurídico
internacional, particularmente en relación con las Islas Malvinas” (Falkland Islands). Más claridad imposible. 

Nada de soberanía. Habla de autodeterminación. Y cuando refiere a “mejorar la infraestructura”, está diciendo que incorporará los misiles Rapier de última generación. 

Mientras Macri alegremente habla de mejorar las relaciones con los británicos, Cameron ya le marcó el terreno. Si el mandatario argentino quiere hablar, que lo haga, pero sin que Londres cambie absolutamente nada de su tozudez colonialista militar.

El premier ha puesto sobre la mesa su zanahoria de apoyo al neoliberalismo, que presentó como “reformas” y libre comercio con Europa. Habrá que ver cuál es el burro que acepta que esa zanahoria vaya atada a su percuezo…

Londres ya tomó su decisión y la hizo pública. Inclusive le pidió a Macri, que sea “lo antes posible”, en una falta de respeto inusual en el diálogo entre políticos internacionales. 

Macri quiere -con su voluntarismo cuasievangélico-, establecer un giro en la política exterior. Avanzar en el descongelamiento de las relaciones con socios tradicionales europeos (entiéndase: Gran Bretaña). 

Lo cual no está mal dialogar, pero la contraparte ya reafirmó sus límites: nada de soberanía.

Pero además, con el desafío de incrementar el aparato militar en el sureño archipiélago. 

De allí que constituye todo un riesgo que le corresponda a la (designada) canciller Malcorra, manejar el tema, justo ella que mantiene tan fluido diálogo y relaciones con el Departamento de Estado estadounidense y con quienes suelen ejercer el mayor poder real, dentro de la ONU (donde fue empleada). 

Macri quiere dialogar, mientras Londres ratificó su política de “self determination” (autodeterminación)…

Macri ha sido electo por 4 años, mientras que Cameron –en mayo- fue reelecto por 5 años. 

Es decir que ambos convivirán en sus cargos en forma mutua. 

El primer ministro ha decidido “blindar” al Reino Unido y sus territorios de ultramar, para lo cual invertirá en
reequipamiento y modernización de las fuerzas armadas unos 178.000 millones de libras (269.000 millones de dólares) en 10 años. 

El 22-10-2015, el londinentes e influyente diario The Telegraph le realizó un reportaje al embajador Fulvio Pompeo. No fue una nota menor, sino todo un anticipo político, pues el diario maneja información confidencial y es una ‘herramienta’ indirecta del Partido Conservador (del cual el medio es simpatizante).

Pompeo era en esos momentos el titular de Relaciones Internacionales del Gobierno de la Ciudad (designado por el presidente Macri como Secretario de Asuntos Estratégicos de la Jefe de Gabinete). 

Fue allí que dio un verdadero anticipo de lo que haría Macri (de ganar, como ocurrió), pues sostuvo: 

“Tenemos que re-establecer la relación que ha sido congelada en los años recientes como un resultado del
conflicto (por las Malvinas)… La relación con Gran Bretaña es muy importante para nosotros, y trabajaremos para construir áreas de diálogo entre nuestros países… 

No necesitamos un ministro de Malvinas, tenemos un ministro de Relaciones Exteriores”.

Esta última expresión en claro cuestionamiento a la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas (creado por Cristina Fernández en 2013, y a cargo de Daniel Filmus). 

Sin embargo lo más destacado de todo fue cuando Pompeo afirmó: “Nosotros estamos hablando sobre dos países que tienen mucho en común, como, por ejemplo, temas medioambientales, de innovación científica y cultura”. 

Qué picardía… se olvidó de decir que justamente lo que tenemos en común son las Islas Malvinas. Unos como usurpadores y los otros como usurpados.  Pequeño olvido…

Publicado en PrensaMare, el 28-11-2015, www.prensamare.com.ar

Publicado en el diario Tercera Información (de España)







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