La OTAN sabía que su intervención en Libia crearía caos
y aún así se alienaron y ayudaron a al-Qaeda
La inteligencia militar canadiense sabía el 03 de 2011 que la intervención de la OTAN en Libia ayudaría a los islamistas teocráticos militantes alineados con Al-Qaeda y que podría crear el caos a largo plazo en el país, de acuerdo con David Pugliese, reportero de The Ottawa Citizen, que obtuvo documentos de inteligencia canadienses.
En ese momento, el líder militar de la OTAN, el almirante James Stavridis, negó que la oposición al líder libio Muamar Gadafi izquierdista secular estaba dominado por derechistas teócratas islámicos, llamando a la mayor parte de las fuerzas de la oposición "hombres y mujeres responsables."
Pero la inteligencia canadiense lo tenía claro sobre la naturaleza de la oposición libia.
Pugliese reveló que "Un informe de inteligencia canadiense escrita a finales de 2009 describió el bastión anti-Gadafi del este de Libia," de la que el levantamiento contra Gadafi estalló ", como un epicentro del extremismo islamista".
Y los pilotos canadienses bromearon en privado de que ellos eran parte de la fuerza aérea de al-Qaeda ", ya que sus bombardeos ayudaron a allanar el camino a los rebeldes alineados con el grupo terrorista".
Informa Pugliese que apenas unos días antes de la intervención de la OTAN en Libia,
Especialistas de inteligencia canadienses enviaron un informe compartido por conferencia con oficiales de alto rango. 'No es la creciente posibilidad de que la situación en Libia se transformará a largo plazo en una guerra civil tribal', evaluaron por escrito el 15 de marzo 2011.
'Esto es especialmente probable si las fuerzas de la oposición reciben ayuda militar de ejércitos extranjeros.
El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, negó más tarde que la intervención de la OTAN creara el caos que ha paralizado Libia, a pesar de la advertencia hecha por su propio ejército de que había una buena probabilidad de que lo haría.
Esto revela un intento deshonesto para manipular la opinión pública a través de engaño absoluto, en línea con los esfuerzos del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu para movilizar el apoyo a la intervención militar en Irán al advertir en 2012 que Irán estaba a un sólo un año de hacer una bomba nuclear cuando su propia inteligencia agencia había llegado a la conclusión de que Irán "no realiza la actividad necesaria para producir estas armas".
El informe de Pugliese se puede leer aquí.
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