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jueves, 29 de octubre de 2015

Lo que esconde el 'low cost' de Primark: 700 euros de sueldo y fábricas en Bangladesh



Lo que esconde el 'low cost' de Primark: 

700 euros de sueldo y fábricas en Bangladesh

Eva Pastrana 25/10/2015

Diluvia en Madrid y la cola da la vuelta a la manzana.


 Pero ellos (y especialmente ellas) prefieren mojarse. Aguantan estoicos el chaparrón y gritan de emoción cuando el 'segurata' les da paso. "¡Ya entramos, ya entramos!" 

Cualquiera diría que esperan para ver a los Rolling Stones, pero no. 

Es la cola para entrar al nuevo Primark de Gran Vía. 

Y eso que ya han pasado varios días desde que abrió sus puertas.

Luces de neón azul y un estucado blanco cristalino recubren sus cinco plantas. 


Parece una iglesia. Un ejército de dependientas se reparte entre cajas y escaparates. "Yo trabajo 30 horas semanales y gano 700 euros", explica una de ellas. No se quejan: "Ni es bueno ni es malo, es lo que hay".

A su alrededor una masa enfervorecida rebusca la mejor oferta: vaqueros a ocho euros, dos guantes por 1,5 euros, abrigos a 19 euros. En el exterior, más de 20 guardas de seguridad pastorean a las manadas de devotos del 'low cost'. "Sigan por aquí, por favor". Ninguno de ellos se pregunta cómo es posible que se vendan vaqueros a ocho euros.

El nuevo templo al consumo impresiona. "La Gran Vía es una ubicación fantástica y estamos encantados de contar ahora con una tienda allí", consideran desde Primark. En Madrid no se habla de otra cosa.

La cuestión es, ¿cómo consiguen mantener esos precios y pagar el alquiler de un local de cinco plantas en un edificio, propiedad de Inditex, que está entre los más caros de la capital?

Salarios 'low cost', contratos fijos
El 'low cost' de Primark tiene una doble cara. El convenio colectivo para las dependientas establece un salario base de 15.247 euros al año para los trabajadores a tiempo completo, que se reparte en 12 pagas mensuales y tres extras. "Ofrecemos un paquete salarial competitivo", aseguran fuentes de la compañía.

En UGT piensan de una manera distinta. "La empresa ha crecido en ingresos un 36% más que el año pasado y el coste del personal se mantiene en alrededor del 10%", denuncian.

Lo que más abunda en la empresa es la temporalidad. De acuerdo con Comisiones Obreras, un 60% de la plantilla cuenta con contratos temporales, la mayoría de entre 25 y 30 horas semanales. De esos de 700 euros al mes, como el de la dependienta de la Gran Vía.

UGT piensa también que la empresa abusa de la precariedad en sus contratos y que existe una intensa brecha de género. "Hay un gran número de tiempos parciales, la gran parte mujeres. Sólo los mandos son tiempos completos y aquí curiosamente sí que hay hombres", lamentan. Desde Comisiones tienen distinta opinión: "Primark es una empresa intensamente feminizada, con un 90% de mujeres en plantilla. No existe techo de cristal".

Tampoco hay que perder de vista que las condiciones que ofrece el gigante irlandés no son las peores que se pueden encontrar en el sector. "Más del 70% de los trabajadores entran como indefinidos. Llevo toda la vida trabajando en comercio y no es habitual encontrar estas circunstancias", apunta otra de las trabajadoras de Primark en la capital.

Fábricas en Bangladesh


Desde Primark aportan otras razones para explicar sus precios: "Nuestro secreto es que aprovechamos eficiencias de escala, hacemos pedidos de ropa de gran volumen, apenas hacemos publicidad y trabajamos en estrecha colaboración con las fábricas", aclaran.

La empresa irlandesa cuenta con 700 fábricas en todo el mundo repartidas en países como India, China, Vietnam, Turquía y... Bangladesh. 


La cadena irlandesa sigue pagando hoy día indemnizaciones por valor de 12 millones de dólares a las víctimas del derrumbe del edificio Rana Plaza, que ocupaba uno de sus proveedores en Bangladesh.

"Primark no es propietaria de las fábricas que producen sus bienes, pero asume la responsabilidad de estos trabajadores para garantizar que sus productos se fabrican en buenas condiciones", aclaran desde la firma irlandesa.

El mayor accidente textil de la historia del país causó 1.127 muertos y 2.438 heridos. 


El 24 de abril de 2013 un complejo de nueve plantas, con cinco talleres que producían para importantes marcas extranjeras de ropa y accesorios, se vino abajo en el suburbio industrial de Savar, en las afueras de Dacca. 

Entre las empresas no estaba solo Primark. 

Allí se hacia ropa de Mango, Benetton o El Corte Inglés.

El Rana Plaza no tenía luces de neón ni estuco blanco como el de la Gran Vía. 


Los trabajadores no ganaban 700 euros, sino unos 60 euros al mes y sus jornadas laborales eran mucho más largas. 

Dos edificios a más de 8.000 kilómetros de distancia que sirven igualmente para explicar como es posible que tú puedas comprarte unos vaqueros a ocho euros.

Artículo:
http://goo.gl/UmbDcV

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