Páginas

miércoles, 21 de octubre de 2015

Las 10 Crisis de la Unión Europea


Las 10 crisis de la Unión Europea

LEONID SAVINpor Leonid Savin [*] – Actualmente, la UE se enfrenta a una serie de crisis interconectadas. Algunos de ellas son institucionales, otras son causadas ​​por factores objetivos y demuestran una falta de preparación general – tal vez incluso una falta de voluntad – por parte de Bruselas para hacer frente a nuevas amenazas. 
Sin embargo, operan otros tipos de crisis en las que el papel importante es desempeñado por los EEUU como socio principal de la UE en los asuntos militares, políticos y económicos. 
Y por supuesto, este socio trata de satisfacer sus propios intereses.
Crisis de la política general de integración europea
El entusiasmo y el patetismo derivados de la creación de un espacio uniforme se han extinguido, especialmente después de que se hayan hecho cada vez más evidentes los principales beneficiarios del proyecto de la UE, es decir, Alemania y Francia. 
El sistema para la adopción de decisiones políticas en la UE (los comisarios europeos no son elegidos por voto directo) contradice las normas y los valores democráticos. 
Y ese solo hecho socava los cimientos de los estados nacionales dentro de la UE y refuerza el papel de la burocracia. Esto genera una desconfianza general hacia las instituciones supranacionales, que no poseen la autoridad. 
Además, la soberanía debilitada de los estados nacionales reduce significativamente su papel como actores en el ámbito de la política internacional. Si en el pasado Alemania, Francia, Italia y otros países reclamaban el estatus de centros de poder (incluso si seguían dependiendo de los EEUU a través de la OTAN), ahora sus posibilidades se reducen notablemente.
Los intereses y las ambiciones de ciertos países se enfrentan no sólo a la competencia natural del exterior, sino que también se encuentran con un sabotaje interno que se expresa a través del bloqueo de diversas iniciativas. Por ejemplo, Alemania no apoyó el desarrollo de la Unión para el Mediterráneo, que fue respaldado inicialmente por Francia. 
Similar vulnerabilidad de mutua dependencia condujo a la aparición del concepto de la UE como un pequeño poder [1]
Si, durante la época modernista, Europa podía jactarse de tener una coalición de potencias que contribuyó a determinar el tono de la historia mundial, en la actualidad (en el era posmoderna), la UE no es considerada una entidad de valor absoluto respecto a la política global.
Crisis de la economía
El riesgo de una salida de Grecia de la zona euro – y también el debate actual sobre los posibles nuevos candidatos a un default [**] – muestra una insolvencia en cuanto a la política económica de la UE. 
Aunque conocidos neoliberales como George Soros constantemente aconsejan a los políticos europeos en materia económica, la UE se abstiene tanto de la liberalización plena como de una vuelta a un enfoque más racional en la gestión del sector bancario.
Así, hubo una amenaza de retirada de la UE de la asociación transatlántica para el comercio y las inversiones, sujeta a intensas presiones por parte de Washington.
El público europeo es un objetivo fundamental de esta iniciativa estadounidense. 
Sin embargo, los investigadores señalan que de acuerdo con las normas y leyes internacionales de la UE, sólo hay un mandato para la negociación, pero estas negociaciones se llevan a cabo a puerta cerrada bajo la presión de Washington. 
Por otra parte, hubo numerosos intentos de los EEUU para minar las normas europeas de protección de datos [2]. Informes tanto de organizaciones de consumidores europeas y estadounidenses, como de representantes de la sociedad civil dan testimonio de este hecho.
Tales acciones son, por regla general, realizadas a través de grupos de presión [lobbys]. Por ejemplo, a través de Hogan Lovells, que creó la “Coalition for Privacy and Free Trade” [“Coalición para la privacidad y el libre comercio”]. 
Los intereses políticos directos de los EEUU son evidentes entre esos “pesos pesados”, como Hugo Paemen, ex embajador de Estados Unidos en la UE; el antiguo Representante de Comercio de los EEUU, Clayton Yeutter; el ex director adjunto de tecnología en la Casa Blanca, Daniel Weitzner [3]; todos estos hombres trabajan para Hogan Lovells. 
¿Lograrán defenderse los consumidores europeos bajo la presión de las empresas multinacionales? Es obvio que esto es también una cuestión de voluntad política de los líderes de los países de la UE.
Analizando los indicadores macroeconómicos en la UE, el observador alemán Eric Zuesse llegó a las siguientes conclusiones al respecto de las consecuencias de la adhesión de la UE a la asociación transatlántica:
– En los primeros 10 años el acuerdo dará lugar a pérdidas en la exportación de la red europea. Sufrirán sobre todo: el norte de Europa (2,07% del PIB), Francia (1,9%), Alemania (1,14%), y también Gran Bretaña (0,95%);
– El acuerdo provocará la disminución del crecimiento del PIB. Teniendo en cuenta las pérdidas en la exportación de la red europea, el norte de Europa se enfrentará a la mayor reducción del PIB (0,5%), Francia (0,48%), Alemania (0,29%);
– El acuerdo provocará una caída de las rentas del trabajo. Francia lo va a sufrir con mayor fuerza, perderá 5.500€ por trabajador hábil en cómputo anual; Europa del Norte 4.800€; Gran Bretaña 4.200€; Alemania 3.400€;
– El acuerdo conducirá a la pérdida de puestos de trabajo. La UE perderá aproximadamente 600.000 puestos de trabajo. Las mayores pérdidas serán en el norte de Europa, 22.3000; Alemania, 134.000; Francia, 130.000; así como el sur de Europa, 90.000;
– El acuerdo provocará pérdidas en los ingresos del Estado. El margen de los ingresos de los impuestos indirectos (impuestos sobre el consumo, un impuesto sobre el valor añadido) en relación con los subsidios del Estado se reducirá en todos los países europeos. 
La reducción más fuerte se refiere a Francia, donde las pérdidas totales serán del 0,64% del PIB. El déficit de los presupuestos estatales de todos los países europeos se incrementará sobrepasando posiblemente los límites fijados por los acuerdos de Maastricht, en el 3% [4];
– El acuerdo provocará el aumento de la inestabilidad financiera, la acumulación de los desequilibrios, la reducción de los ingresos por la exportación, la reducción salarial para la población y también una disminución de los ingresos estatales. 
En esta situación, la demanda tendrá que ser mantenida por los ingresos y las inversiones. 
Al mismo tiempo, el crecimiento de las ventas no será capaz de actuar como una fuerza impulsora contra las tasas decrecientes de consumo. 
El aumento del coste de los activos que apoyará los ingresos y las inversiones (por lo general en el sector financiero) se convertirá en la opción más realista. 
La potencial amenaza de inestabilidad macroeconómica en tal modelo de desarrollo económico es muy conocida, como ya se demostró en la última crisis financiera [5].
Crisis de la cultura europea
La formación del espacio común de la UE obligó a crear programas especiales impulsados para subrayar la unidad de los países comunitarios. 
Sin embargo, en lugar de recurrir a los hechos históricos y a las tradiciones europeas (por ejemplo, subrayando los valores pluralistas), incluidas las raíces cristianas, Bruselas provocó la creación de un modelo pos-modernista, más conocido como multiculturalismo. 
Los líderes de Alemania y Francia declararon oficialmente la quiebra de este modelo hace unos años. Aunque la crítica del multiculturalismo está generalmente relacionada con un desequilibrio demográfico y el proceso de islamización de Europa (y ahora la UE debe adoptar las normas de sus propios ciudadanos nativos de cara a la cultura musulmana, que es más resistente que el amorfo conjunto de reglas “europeo”), las raíces de este problema son más profundas, y las posibles consecuencias pueden ser mucho más graves (los abrazos hipócritas bajo la bandera de la causa de la tolerancia generaron también figuras como la de Anders Breivik). 
No se trata sólo de la emasculación de la memoria histórica y de su sustitución por un trillado sucedáneo de cultura, sino también de un sistema educativo que institucionaliza la degradación intelectual. 
Finalmente, esto puede conducir a una deshumanización y a un cambio de la imagen antropológica de Europa. 
Uno de los hechos tristes de este proceso, la adopción de la ley sobre los matrimonios del mismo sexo, muestra la siguiente crisis, relacionada con la orientación sexual.
Crisis de identidad de género
El proyecto de transhumanidad avanzado por los EEUU se percibe aún más a menudo en la UE como el mecanismo de destrucción de los pueblos europeos, de rica cultura e historia. 
Por desgracia, una serie de leyes, como la legalización de los matrimonios del mismo sexo y la educación de género, han sido ya puestas en práctica en los países de Europa, pero provocan una seria resistencia en una amplia mayoría de la población y pueden ser reconsideradas de nuevo en el futuro.
Sin embargo, esto afecta seriamente la imagen de la UE. Europa es percibida cada vez más a menudo como un vivero de sodomía y de legalización de perversiones. 
La narrativa sobre Gayropa [6] pasó a ser propia ya tanto del discurso ordinario como de las investigaciones científicas.
Crisis político-militar
El conflicto de Ucrania y el falso objetivo en la figura de Rusia tuvieron un impacto fundamental en la reestructuración de las fuerzas armadas de la UE o, para ser exactos, predeterminan el plan de las acciones manipuladoras realizadas por los EEUU en el ámbito europeo. 
Los países de la UE dentro de la OTAN se convirtieron en rehenes de las instrucciones de Washington, que ha desarrollado la operación a largo plazo “Atlantic Resolve” [“Determinación Atlántica”].
Además del debate sobre el papel de la OTAN, la necesidad de los pagos correspondientes al nivel del 2% del PIB y la creación de las fuerzas europeas de reacción, en la UE aparece el problema relativo a las diferentes opiniones acerca de la estrategia de las propias acciones.
El 11 de febrero de 2015, el Grupo Político-Militar envió una carta de recomendación al Consejo de Europa, donde se especificaba que todos los estados miembros de la UE apoyan políticamente la realización de operaciones o misiones, pero que sólo una cantidad limitada de ellos desea y tiene la posibilidad de tomar parte en acciones militares [7].
Esta recomendación del Grupo Político-Militar de la UE obligó a adoptar la nueva disposición sobre el mecanismo de financiación de los costes comunes en la realización de las operaciones militares de la Unión Europea, conocido bajo el nombre de Athena. La idea principal consistía en presentar a la UE como una fuente de seguridad.
Señalaremos que varias misiones civiles y militares de la UE son llevadas a cabo ahora mismo en estados situados lejos de las fronteras de la Unión Europea: 
Afganistán, Djibouti, Somalia, Seychelles, Tanzania, República Democrática del Congo, Malí, Níger, República Centroafricana, Palestina, Kosovo, Bosnia, Georgia y Ucrania.
El 27 de marzo de 2015, la decisión 2015/528, aprobó 49 puntos y dos apéndices sobre la financiación, la indemnización y la presentación de informes durante la preparación y la realización de tales operaciones. 
Este voluminoso documento burocrático sufrió las críticas de la opinión pública por su distanciamiento con la realidad. 
En general, el desequilibrio entre los deseos y las posibilidades, especialmente financieras, fue señalado como la crisis del sistema político-militar de la UE [8].
Crisis de buena vecindad
La política de vecindad de la UE tiene una larga historia. Oficialmente está dirigida a la creación de zonas de amortiguación amistosas en Europa del Este, África del Norte, Oriente Medio y el sur del Cáucaso. 
En realidad, parte de estos proyectos se convirtió en el instrumento de la expansión política y económica (proyectos de “Asociación Oriental” y “Asociación Sur”) operando bajo esquemas de “poder blando”. 
Por otro lado, la ausencia de una profunda comprensión de las necesidades y los intereses de los países vecinos condujo al surgimiento y a la escalada de los conflictos en el sur del Mediterráneo que causaron un efecto dominó y una catástrofe humanitaria en el norte de África y en el Medio Oriente.
Cabe señalar que la UE generalmente concluye acuerdos de asociación a cambio de la obligación de llevar a cabo reformas políticas, económicas, comerciales o judiciales. En contraprestación, ese estado asociado puede obtener acceso libre de aranceles a algunos o a todos los mercados de la UE, el mercado de productos agrícolas, etc., y también a asistencia financiera o técnica.
Es importante tener en cuenta que entre los países de la Asociación del Sur solamente Argelia y Siria, de 2000 a 2011, tuvieron una balanza comercial positiva con la UE, pero en ambos casos ligada a la exportación de productos energéticos. El resto de los países del sur del bloque de política europea de vecindad registraron déficit comercial.
Los datos de Eurostat ofrecen tales estadísticas por países [9]:
Argelia – 2005, de 11460 millones de euros; 2.010, 5445 millones de euros.
Egipto – 2005, 1066 millones de euros; 2010, 6.843 millones de euros.
Israel – 2005, 4095 millones de euros; 2010, 8.244 millones de euros.
Jordania – 2005, 1964 millones de euros; 2010, 2261 millones de euros.
Líbano – 2005, 2845 millones de euros; 2010, 4.274 millones de euros.
Marruecos – 2005, 2228 millones de euros; 2010, 5.140 millones de euros.
Palestina – 2005, 192 millones de euros; 2010, 267 millones de euros.
Siria – 2005, 1916 millones de euros; 2.010, 115 millones de euros.
Túnez 2005, 626 millones de euros; 2010, 1.163 millones de euros.
En otras palabras, estos estados consiguieron bienes y servicios europeos, pero no vendieron sus productos a los países de la UE. 
Es típico de la economía de enfoque liberal que un país o grupo de países cree condiciones especiales para penetrar en los mercados de otras potencias bajo la pantalla del mercado libre y el libre comercio, usando al mismo tiempo medidas proteccionistas para ciertos tipos de producción con el fin de proteger a sus propios productores.
Los datos proporcionados en el informe publicado por la Comisión Europea en 2013, “European Neighbourhood Policy Countries. Essential macro-economic indicators” [“Países de la Política Europea de Vecindad. Indicadores macroeconómicos esenciales”], dan testimonio convincente de que la UE sale ganando, pero de ninguna manera los países de la asociación del Sur.
El análisis de las acciones de la UE en relación a los estados que consiguen llegar a un acuerdo marco de “asociación” condujo en muchos de estos países a la comprensión de que, en realidad, estos proyectos son una forma velada de neocolonialismo. 
Como resultado, varios países rechazaron una serie de ofertas de la UE. 
Y en otros países (Moldavia, Ucrania) las subvenciones europeas correspondientes a los programas de “Asociación Oriental”, simplemente se desvanecen en tramas de corrupción.
Por supuesto, las posturas anti-rusas, las sanciones y la histeria de los medios de comunicación, son el ejemplo más evidente de la falsa estrategia de vecindad.
La próxima crisis: un problema con los inmigrantes
El enorme flujo de refugiados e inmigrantes en la UE es sólo una consecuencia de las acciones anteriores de la Unión Europea en los países de Asia, África y el Medio Oriente. 
Además, los africanos y los asiáticos asimilados (la segunda y tercera generaciones de las antiguas colonias) son un cierto eslabón intermediario entre los nuevos inmigrantes y los europeos indígenas. Y las leyes adoptadas anteriormente no permiten la resolución de las cuestiones humanitarias, lo que da lugar a situaciones absurdas y tragicómicas.
Bruselas llegó recientemente al punto de considerar una oferta para calentar los navíos que transportan a los inmigrantes ilegales. 
Así que las declaraciones acerca de la necesidad de las misiones humanitarias y de la tolerancia no son más que una hipócrita política de doble rasero. 
Las encuestas en los países de la UE muestran que la población local está categóricamente en contra de la nueva afluencia de inmigrantes ilegales procedentes de los países de África, Asia y el Medio Oriente. 
Mientras tanto, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo sugieren sincronizadamente establecer cuotas para los inmigrantes que llegan, que afectarán en primer lugar a los países de Europa oriental, donde también existe ya una deplorable situación demográfica.
La ubicación de los inmigrantes en antiguos campos de concentración, donde los nazis acabaron con gente durante la Segunda Guerra Mundial, es un intento más para construir una buena mina en un mal partido.
Crisis en la estrategia energética
Las sanciones contra Rusia impactaron directamente en la política energética de la UE. El concepto del Tercer Paquete Energético contradice directamente los intereses nacionales de una serie de estados que tienen déficit de recursos energéticos propios y que contaban con las preferencias de Rusia. 
El beneficio económico podría llegarles tanto por el tránsito de gas como por el consumo directo. Pero una serie de países se ven obligados a sufrir las humillantes indicaciones de la Comisión Europea.
Aunque oficialmente se hable acerca de la necesidad de crear una posición consolidada y de trabajar por el bien de los intereses de todos los miembros de la UE, en la práctica ocurre de manera diferente. 
En el informe del German Institute for International and Security Affairs [Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad], dedicado a la política energética, se especifica que “el discurso sobre la unión energética puede ser interpretado generalmente como un síntoma de una crisis en la integración de la Unión Europea” [10]
A pesar de todos los programas y estrategias ofrecidas, incluyendo la regulación de las entregas de gas, la energía verde y el cambio climático, los autores especifican que sólo un enfoque pragmático puede obtener resultados. 
Es necesario tener en cuenta que este instituto desarrolla la política exterior de Alemania y que estas recomendaciones significa una prevalencia de la voluntad de Berlín respecto a otros estados. Teniendo en cuenta la capacidad institucional de los alemanes, es posible suponer que Alemania tiene previsto asumir la gestión en la sombra de la futura unión enérgetica con un énfasis puesto en las energías renovables. 
Cualquier filtración de los planes alemanes y la violación de los intereses de los países que ahora tienen la posibilidad de elegir las fuentes de recursos energéticos, puede generar una crisis más profunda y la división entre los miembros de la UE.
Crisis de las propias promesas
La impresión que da es que los ciudadanos europeos tienen una memoria política muy corta. Olvidaron rápidamente no sólo las promesas de sus líderes, sino también un ejemplo particular: La Declaración de Tesalónica de 2003 [11]todavía no se aplica. 
Los Balcanes occidentales desde hace más de 10 años no se han convertido en una región próspera y segura. Por el contrario, la situación en muchos países de la región empeoró. Y la causa es una continua política miope de la UE.
Crisis de ideas
Por extraño que parezca, muchas de las crisis consideradas están ligadas a la ausencia de ideas entre los políticos europeos. La impenitencia en el pensamiento y en el compromiso con el limitado bloque de esquemas relacionados con la ideología neoliberal en sus diversas formas de interpretación (del trotskismo de izquierda al militarismo de derecha) no permiten una mirada adecuada u objetiva hacia los procesos orgánicos, ni considerarlos desde una perspectiva histórica y temporal. 
Esto, a su vez, bloquea la posibilidad de previsión y anula la creación de escenarios realistas, ya que la mayoría de los pronósticos parecen estar equivocados.
Tal vez, las personas que toman las decisiones en la UE deberían mirarse entre ellos y observar con más sensatez el curso de las cosas, sin negarse a emplear otros modelos de gestión política.
Leonid Savin es Editor Jefe de Katehon magazine y director de programas político-sociales en el Institute of Economics and Legislation (Moscú, Russia).
[**] Default o suspensión de pagos es un término habitualmente utilizado en las finanzas para hacer referencia a una situación en la que el prestatario no hace frente a las obligaciones legales que tiene con sus acreedores en la forma establecida en el contrato de reconocimiento de la deuda (Fuente: Expansión).
[1] Asle Toje. The European Union as a Small Power: After the Post-Cold War. Basingstoke: Palgrave MacMillan, 2010
[5] Eric Zuesse, Obama’s Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) Would Be Disastrous for Europe // Global Research, November 18, 2014http://www.globalresearch.ca/obamas-transatlantic-trade-and-investment-partnership-ttip-would-be-disastrous-for-europe/5414546
[6] Oleg Riabov, Tatiana Riabova. The decline of Gayropa? //http://www.eurozine.com/articles/2014-02-05-riabova-en.html
[7] PMG Recommendations on Article 44 TEU, Brussels, 11 February 2015
[8] Decisión (PESC) 2015/528 del Consejo, de 27 de marzo de 2015, por la que se crea un mecanismo para administrar la financiación de los costes comunes de las operaciones de la Unión Europea que tengan repercusiones en el ámbito militar o de la defensa (Athena) y por la que se deroga la Decisión 2011/871/PESC // Official Journal of the European Union, 28.3.2015.
[10] Severin Fischer and Oliver Geden. Limits of an “Energy Union”, SWP Comments 28, May 2015, Р. 3.
(Traducción Página transversal)
Fuente: Geopolitica.ru
Posted on 21/10/2015 at 9:30 am in AutoresContra el Imperio,

No hay comentarios:

Publicar un comentario