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jueves, 31 de enero de 2013

COMPARATIVA entre España y Venezuela ¿ Quién se lleva el gato al agua?


La Venezuela de Chávez y la España de Rajoy siguen caminos opuestos

El pasado 7 de Octubre Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales de Venezuela con una participación del 81%. El 54% de los votantes dieron su apoyo a Chávez para que gobierne otros seis años. 

En nuestro país, en las pasadas elecciones hubo una participación de un 72% y votaron a favor del PP, el partido en el gobierno, un 44% de los votantes. 

El apoyo con el que cuenta Mariano Rajoy es menor que el del señor Chávez y sin embargo está sirviendo para gobernar a fuerza de continuo decreto-ley a pesar de que éste sea un procedimiento reservado a los casos de extraordinaria y urgente necesidad, como dicta la Constitución Española en su artículo 86. 

La mayoría del PP también se traduce en repetidos ejemplos de arrogancia y falta de actitud democrática como la aceptación de sólo 7 enmiendas de las 3.771 presentadas a los presupuestos de 2013.

Hugo Chávez



Las consecuencias de las políticas de austeridad marcadas por el poder financiero y los tratos de favor dados por el gobierno del PP en España a bancos, grandes fortunas y grandes empresas están suponiendo un sufrimiento inaguantable para las clases populares. 

En la Venezuela de los años 90 las políticas ultra liberales provocaron en aquél país y en general en Latinoamérica una gran ineficiencia económica y un fuerte crecimiento de las desigualdades y de la pobreza. En España estamos calcando aquélla situación. 

La imagen de la Venezuela actual que se suele dar en los medios de comunicación españoles es la de una dictadura dirigida por Hugo Chávez que ha terminado con las libertades en aquel país. También se suele afirmar que sus políticas han arruinado su economía.

Dejando al margen las peculiaridades de Chávez como personaje mediático, un análisis más imparcial sobre la situación real de la sociedad venezolana contradice la repetida visión que se proyecta de este país. Se suele decir que la libertad de prensa ya no existe o está limitada o que las fuerzas opositoras encuentran dificultades para expresar su crítica al gobierno.

Según la compañía Nielsen Media Research International (una de las compañías estadounidenses de mayor experiencia en el análisis de los medios de información, tanto de EEUU como del mundo) la gran mayoría de canales de televisión en Venezuela son privados, pertenecientes a empresas mediáticas que no son precisamente complacientes con el gobierno Chávez. 

La televisión pública cubre sólo el 5,9% de la audiencia venezolana. Lo mismo ocurre con la prensa escrita, en la que la mayoría de los periódicos, incluyendo los que tienen mayor difusión, como El Nacional, El Universal y otros, son privados, pertenecientes a grupos económicos nacionales e internacionales. 

Todos ellos son claramente hostiles al gobierno Chávez. Algo semejante ocurre con la radio, donde sólo el 14% es de propiedad pública. La gran mayoría es privada, y es también contraria al gobierno. La oposición controla pues, la gran mayoría de medios de información de Venezuela. 

Este dominio se ve claramente reflejado en el hecho de que la oposición en las elecciones de 2006 perdió con una diferencia del 26%, y la de 2012 va acortando la ventaja, ya que perdió por sólo un 10%. Si los medios de comunicación en España hicieran una oposición tan férrea al gobierno de Mariano Rajoy probablemente no cosecharía triunfos tan contundentes como el de las recientes elecciones gallegas.


El candidato opositor venezolano reconoció que las elecciones habían sido limpias, a pesar de las dudas sembradas, y también lo expresó así el Centro del ex presidente Carter de EEUU (que evalúa y supervisa las elecciones en varias partes del mundo). 

El informe del Centro Carter dice textualmente: “Aunque algunos criticarán los resultados que dieron a Chávez la victoria, nuestra observación nos permite concluir, sin lugar a dudas, que Chávez venció las elecciones justamente y sin artimañas. En realidad de todas las elecciones que hemos supervisado, las elecciones venezolanas son las mejores del mundo. Los venezolanos tienen un excelente sistema electoral…”

¿Por qué ganó Chávez las elecciones? ¿Por qué recibe tanto apoyo? 

El Presidente Chávez dio prioridad en sus políticas públicas a atender las necesidades de las clases populares, con especial atención a los sectores más vulnerables. 

Según el Gabinete de Estudios de América Latina del Center for Economic and Policy Research (CEPR), la pobreza en aquel país ha descendido durante el mandato de Chávez un 50% (y la pobreza extrema un 70%), un hecho único en América Latina. 

Bajo Chávez, la pobreza pasó de representar el 50% de la población cuando ganó sus primeras elecciones, a un 31,6% en 2011. Y la pobreza extrema pasó de un 20% a un 8,5% durante el mismo periodo. Venezuela tiene el nivel de desigualdades más bajo de América Latina y el Caribe, según las Naciones Unidas.

Además, ha llevado a cabo campañas de alfabetización y escolarización masivas, que han doblado su cobertura durante el mismo periodo antes citado, cuadriplicando la cobertura del sistema de pensiones públicas. También ha habido una importante expansión del sistema público sanitario, alcanzando a sectores de la población que no habían visto un médico en su vida. Y ha priorizado últimamente un programa sumamente popular, el de construcción masiva de vivienda pública.


Y este desarrollo social se ha realizado junto con unas políticas económicas que han activado el crecimiento. Desde el año 1980 hasta 1998, periodo durante el cual los gobiernos de Venezuela aplicaron políticas neoliberales, el PIB per cápita cayó un 14%. 

Desde 2004, cuando el Presidente Chávez tomó el control de la producción de petróleo en su país, el PIB per cápita ha crecido un 2,5% cada año en promedio. 

El salario mínimo de $462 es el más alto de América Latina. El desempleo lo bajó del 16,6% en 1999 al 7,9% en 2012. En España hemos alcanzado el 25,02%. La desigualdad económica reflejada por el índice de Gini bajó de 0,48 en 1998 al 0,38 en 2010, siendo el más bajo de la región. 

En nuestro país este índice estaba en 0,34 en 2010 cuando todavía no estábamos en la cresta de la crisis. 

Las predicciones realizadas desde diversos medios españoles sobre el supuesto colapso de la economía venezolana han sido refutadas por la realidad. Las tasas de crecimiento económico de Venezuela (4,2% del PIB en 2011 y 5,6% en 2012) han sido mucho mayores que las españolas.


El gobierno Chávez debería mejorar, sin embargo, en algunos aspectos. El excesivo presidencialismo es uno de ellos. El hecho de que haya más medios de comunicación en contra de Chávez que a favor no justifica el control de los medios de comunicación financiados con fondos públicos por el reelegido presidente. La independencia informativa en estos medios deja bastante que desear. 

La exposición mediática del mandatario venezolano es exagerada. Durante los tres meses de campaña Chávez ha aparecido más de 47 horas en televisión. Pocas horas antes de que abrieran las urnas dio un mitin y una rueda de prensa violando así la ley electoral

El control del presidente Chávez sobre la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo y todos los demás órganos del poder propicia que si él decide cambiar la Constitución es difícil que la sociedad civil y las fuerzas políticas lo puedan impedir. 

La otra cara de la economía venezolana la componen una inflación altísima, unas importaciones que se han quintuplicado desde 2003 y que a veces no logran detener el desabastecimiento, un endeudamiento que ha pasado de los 30.000 millones de dólares en 2007 a los más de 200.000 millones actuales y una fuerte conflictividad social, producto de la excesiva inflación. 

Además las producciones petrolera, agrícola y manufacturera se encuentran en declive. El milagro Chávez se tendrá que reinventar a sí mismo para no tener que variar su política social y empezar a tomar medidas económicas antipopulares. De momento, ha conseguido no naufragar desarrollando una política marcadamente social y defensora de las clases más desfavorecidas, demostrando que es posible que el bienestar de la gente no lo marque la macroeconomía, como ocurre en nuestro país. 

Los españoles tenemos que pedir permiso a los poderes económicos europeos hasta para evitar la injusticia usurera de los bancos para con los desahuciados.

La violencia y la inseguridad por el gran número de delitos comunes es un problema no resuelto por el gobierno chavista.
La oposición ha denunciado las altas cifras de impunidad por estos delitos a los que muchas veces hace oídos sordos el Ministerio Público.

En materia exterior, el gobierno de Chávez no se libra de los cínicos argumentos para apuntalar alianzas con países que dejan bastante que desear en valores democráticos y que en muchos casos atentan contra los derechos fundamentales de las personas: caso de Irán, el triángulo Siria-Rusia-China y Cuba. Irán, por ejemplo, es el país musulmán con mayor inversión en Venezuela y ha instalado grandes empresas ensambladoras de automóviles, tractores y otras en el país.




Está claro que los gobiernos de Venezuela y España se mueven en sentidos opuestos. El americano invierte su esfuerzo en disminuir las desigualdades sociales y en conseguir el bienestar de la gente que se encuentra en situación menos favorecida y el español se esmera concienzudamente en convencer a la troika de que España pagará religiosamente la deuda que mantiene con los bancos europeos a costa de arrasar el estado del bienestar en favor de la empresa privada y del gran capital. 

http://pollo-sincabeza.blogspot.com.es/2012/11/venezuela-y-espana-caminos-opuestos.html


 

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