La organización pro-derechos humanos Human Right Watch (HRW) ha denunciado que Arabia Saudí está empleando bombas de racimo contra zonas civiles en Yemen, en violación del Derecho Internacional, y ha culpado al régimen saudí y al gobierno de EEUU por la muerte de la gran mayoría de civiles fallecidos en el conflicto de Yemen.

El 6 de Mayo, HRW criticó a EEUU por vender bombas de racimo a Arabia Saudí y exigió a esta última que deje de emplear esas armas, prohibidas internacionalmente, que dejan sub-municiones sin explotar y poner en peligro a civiles.

Steve Goose, director de armas de HRW y presidente de la Coalición contra la Munición de Racimo, un grupo a nivel internacional que lucha para erradicar esas municiones, dijo que Arabia Saudí ha empleado varios tipos de munición de racimo norteamericana contra los civiles en Yemen, incluyen la CBU-105, una bomba que está diseñada para explotar sobre el suelo y proyecta metal fragmentado hacia abajo. La munición cuenta también con sistemas de explosión retardada y autodestrucción que causan graves daños a civiles.

El 7 de abril, HRW dijo que sus investigadores viajaron a una ciudad de la provincia yemení de Hajjah, en el noroeste del país, un día después de un ataque de este tipo e identificaron a 97 civiles muertos por estas municiones, incluyendo 25 niños. 
El equipo dijo que otros 10 cuerpos resultaron quemados de una forma tal que resultaban irreconocibles. Esto llevó el total de víctimas a 107.

Ellos encontraron fragmentos de una bomba GBU-31 guiada por satélite y suministrada por EEUU.

EEUU ha respaldado la campaña de Arabia Saudí contra Yemen. 
En noviembre del pasado año, Washington aprobó un paquete de ayuda de 1.290 millones de dólares en armas para Riad, incluyendo miles de bombas de racimo.

El jueves, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad Zeid al Hussein, pidió, por su parte, la creación de un órgano internacional independiente para investigar las violaciones de los derechos humanos en Yemen.

“Los civiles en Yemen han sufrido de manera insoportable por la superposición de conflictos armados”, dijo Hussein, que dijo que “los responsables de las violaciones y abusos contra ellos disfrutan de impunidad”. “Esta situación no debe ser ya tolerada por la comunidad internacional”, afirmó el responsable de la ONU, que pidió “un órgano internacional e independiente de investigación”.